El confinamiento provocado en el contexto de la pandemia por COVID-19, ha producido cambios en las dinámicas familiares, laborales y sociales en general. A lo interno de las familias, que se han visto forzadas a desplegar nuevos modos de convivencia, nuevos roles y retos, se han presentado también nuevos modos de violencia, en hogares donde no existían antes de la crisis sanitaria; o su incremento en aquellas familias en las que anteriormente habían presentado formas violentas de relación.
2. Tabla de contenido
¿Qué es la violencia intrafamiliar?...........................................3
Violencia intrafamiliar durante la pandemia………………………………………….4
Violencia intrafamiliar en Ecuador durante la pandemia…………………………………….7
Algunas víctimas de esta violencia intrafamiliar……………………………………….8
¿Qué deberían hacer gobiernos, sociedad civil e instituciones para prevenir y dar
respuesta a la violencia de género en el contexto de la
pandemia?.........................................................................................................9
Webgrafía…………………………………..…12
3. ¿Qué es la violencia intrafamiliar?
Consideramos la violencia intrafamiliar como el conjunto de
actitudes o de comportamientos de abuso de un miembro de
la familia contra otro, en la que se afecta su integridad física
y psicológica, tiene como objetivo el control del familiar
violentado, que presenta un carácter sistemático y se
encuentra en su base el establecimiento de relaciones interpersonales deficientes, sin un
sistema de comunicación adecuado y con patrones de comportamientos aprendidos en su
subjetividad típicos de violencia.
Por otro lado, si controversial ha sido definir la violencia, más ha resultado clasificarla. Se
considera oportuna para la investigación la definición ofrecida por López. (15 La
clasificamos de acuerdo a quién tiene el rol de abusador y abusado en la relación,
delimitando:
Violencia física: Es la forma más clara y evidente del
maltrato por constituir una invasión del espacio físico de la
mujer y puede hacerse de dos maneras; una es el contacto
directo con el cuerpo mediante: patadas, empujones,
pellizcos, jalón de pelo, golpes, cualquier tipo de contacto
físico no deseado y la otra manera es limitar sus
movimientos encerrándola, y hasta provocando lesiones con
armas de fuego u otras.
Violencia psicológica o Emocional: está vinculada a acciones u omisiones destinadas a
degradar o controlar acciones, creencias y decisiones de la mujer por medio de la amenaza,
la intimidación, la cosificación, actos que atacan los sentimientos y las emociones que
generalmente se manifiestan mediante críticas, descalificaciones, celos, posesividad,
chantajes, aislamiento, castigo, humillaciones, vejaciones, limitaciones, entre otras.
4. Violencia sexual: imponer a la mujer ideas y actos sexuales no deseados, tocamientos no
consentidos, penetrar con objetos a la víctima, la violación, presionar para ver fotografías o
videos pornográficos, obligar a que use o no use un método anticonceptivo, burlar la
respuesta sexual, obligar a alguien a ser tocado, tener relaciones sexuales cuando no se
desea o conductas no deseadas en la relación sexual, acusación de infidelidad, criticar sus
preferencias sexuales, el acoso sexual.
Violencia económica: cuando el dinero es la forma que se utiliza para chantajear, que suele
expresarse en actuaciones, como la de esconder el dinero, no ser sinceros en las cuentas
que se manejan, quitarle el dinero, obligarla a hacer alguna acción no deseada para que
obtenga dinero.
Violencia intrafamiliar durante la pandemia
El confinamiento provocado en el contexto de la pandemia
por COVID-19, ha producido cambios en las dinámicas
familiares, laborales y sociales en general. A lo interno de las
familias, que se han visto forzadas a desplegar nuevos
modos de convivencia, nuevos roles y retos, se han
presentado también nuevos modos de violencia, en hogares
donde no existían antes de la crisis sanitaria; o su incremento en aquellas familias en las
que anteriormente habían presentado formas violentas de relación. Estas situaciones no
ocurren únicamente en las relaciones de pareja, sino que se han diversificado, existiendo
también violencia hacia los niños, niñas y adolescentes, hacia los adultos mayores y, en
general, estableciéndose de forma conjugada en torno a las relaciones de poder ya
establecidas en cada familia. Desde una perspectiva psicosocial, este incremento de la
violencia constituye un nuevo reto, por lo que en el presente
artículo se busca analizar algunas de sus implicaciones en el
contexto actual.
La violencia en general ha sido uno de los temas que ha
intrigado a los investigadores a través de la historia. La
situación obliga a mantener una relación cercana con los miembros de la familia, ya que las
actividades laborales se han trasladado al hogar, así como el entorno estudiantil. Esto hace
que los hábitos se adecúen y los miembros de la familia se acoplen a la nueva realidad.
5. Muchos hogares por la emergencia sanitaria han perdido gran parte de recursos
económicos sin poder levantarse de la caída. Según el Ministerio de Trabajo desde que
empezó la cuarentena hasta el mes de mayo existen 89 000 trabajadores que se han
acogido a la suspensión de su jornada laboral por distintos motivos contemplados en la ley.
El desespero y la preocupación de las personas cabeza de
familia hacen que sus integrantes vivan momentos difíciles y
se creen entornos, muchas veces, hostiles. Algunas familias
viven momentos de suma tristeza al enterarse que amigos y
familiares contraen la enfermedad, haciendo que los y las
contagiadas vivan momentos de desespero y angustia al
saber que sus seres queridos no tienen más salida que prepararse para “lo que venga”.
Estudios como el de Corral- Verdugo, Capano y Pacheco, entre otros, explican la relación
entre las crisis que intensifican el estrés y las manifestaciones de violencia en el contexto
familiar.
A este respecto, Yordi, experta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que
"Las denuncias están aumentando en casi todos los países". Por su parte, la Agencia de
Salud Sexual y Reproductiva de las Naciones Unidas (UNFPA) calcula que, si el
confinamiento continúa, en los próximos seis meses se producirán otros 31 millones de
casos de violencia doméstica en el mundo.
El 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de
un compañero sentimental o violencia sexual por parte de otra persona distinta a su
compañero sentimental en algún momento de su vida. En el
mismo orden de ideas, un 70% de las mujeres ha
experimentado violencia física y/o sexual por parte de un
compañero sentimental durante su vida. Las mujeres que
han sufrido violencia física o sexual por parte de un
compañero sentimental.
Algo llamativo es el número de asesinadas por violencia de género en todo el mundo: si la
cifra total es de 87.000 mujeres muertas, de ellas el 58% (unas 50.000) fueron asesinadas
por sus parejas o miembros familiares. En México, las 911 - emergencias indica que la
estadística de su servicio a aumentado de un 30% a un 100% siendo mucho más solicitado
por violencia intrafamiliar en el periodo de la cuarentena por el COVID-19.
6. La Violencia Intrafamiliar es una de las expresiones de
agresión y maltrato que más afecta la formación y el
desarrollo integral de la personalidad de un individuo sea
niño, niña, adolescente o adulto. Según Silvia Pavón y
Milagros Santamaría, catedráticas de la Universidad
Politécnica Salesiana, la violencia intrafamiliar es una
problemática que está dentro de una organización social e inserta en un sistema de
creencias culturales que dominan la forma de ser y el estilo de relación. De igual modo,
según Whaley, psiquiatra de la secretaría de salud México la violencia intrafamiliar no solo
es un problema social, sino que actualmente se ha convertido en un problema de salud para
todos los integrantes del sistema familiar.
En el Ecuador existen leyes y normas que apoyan y respaldan a la víctima, quien por
ignorar el tema se siente abandonado y confundido ante la vulneración a sus derechos.
Entre los artículos que les respaldan están: el Art. 81 de la Constitución del Ecuador que
indica que: “La ley establecerá procedimientos especiales y expeditos para el juzgamiento y
sanción de los delitos de violencia intrafamiliar, sexual, crímenes de odio y los que se
cometan contra niñas, niños, adolescentes, jóvenes, personas con discapacidad, adultas
mayores y personas que, por sus particularidades, requieren una mayor protección. Se
nombrarán fiscales y defensoras o defensores especializados para el tratamiento de estas
causas, de acuerdo con la ley”.
Adicionalmente, el Código Orgánico Integral Penal del Ecuador (COIP) Artículo 155, indica
que: “Se considera violencia toda acción que consista en maltrato, físico, psicológico o
sexual ejecutado por un miembro de la familia en contra de la mujer o demás integrantes del
núcleo familiar. Se consideran miembros del núcleo familiar a la o al cónyuge, a la pareja en
unión de hecho o unión libre, conviviente, ascendientes,
descendientes, hermanas, hermanos, parientes hasta el
segundo grado de afinidad y personas con las que se
determine que el procesado o la procesada mantenga o haya
mantenido vínculos familiares, íntimos, afectivos, conyugales,
de convivencia, noviazgo o de cohabitación”.
Desde una perspectiva psicológica, la teoría de la agresividad de Lorenz expone, en lo que
se refiere a actitudes violentas ya sea de adultos, adolescentes, niños o niñas, se puede
evidenciar que es un comportamiento innato del ser humano, por lo tanto, el autor afirma
que la agresión al igual que el hambre, la sexualidad, etc. No es una respuesta a los
estímulos ambientales, sino que, ocurre de manera espontánea cuando la energía agresiva
7. instintiva se acumula y demanda una descarga. Sin embargo,
Lewis rebate esta teoría señalando que no existen razones
para suponer que el hombre sea movido por impulsos
instintivos, sino que, por el contrario, la influencia de lo
ambiental y lo situacional resulta mucho más relevante en los
motivos de la violencia.
Por otra parte, el ciclo de la violencia, planteado por Walker explica que, para comprender la
violencia intrafamiliar en las relaciones de pareja, se deben tener en cuenta tres fases: La
primera fase es la de acumulación de tensión, que se entiende por el hecho de que la
víctima percibe que el agresor se vuelve cada vez más irritable, respondiendo con hostilidad
y encontrando motivos de conflicto en cada situación. Aparecen agresiones psicológicas,
golpes o empujones, amenazas, etc. La mujer, temerosa, hace todo lo posible para no
molestar y satisfacer en todo al agresor; la segunda fase es la de la agresión propiamente
dicha, esta etapa suele durar pocos minutos e incluso algunas horas. Se produce un
episodio violento en el que se descarga la tensión acumulada y finaliza cuando el agresor
considera que la mujer ha aprendido la lección. La mujer acepta la violencia y espera que
termine pronto. La tercera fase se la conoce como reconciliación, en esta fase el hombre se
asusta, siente que la mujer lo va a abandonar, así que le dirá o hará cualquier cosa para
que le perdone. El maltratador piensa que será capaz de controlarse.
Violencia intrafamiliar en Ecuador durante la pandemia
En Ecuador cada tres días ocurre un femicidio. Con esta
realidad, millones de mujeres y niñas no tuvieron más opción
que pasar la cuarentena con sus agresores y sin acceso a
servicios de asistencia. Autoridades y ciudadanía tienen
volcada mayormente su atención en no ser contagiados por
el Covid que apareció inicialmente en ciudad china de Wuhan, donde se originó el brote de
coronavirus en diciembre de 2019; tres meses después, en Ecuador se declara la
emergencia sanitaria por el virus.
Uno de las acciones preventivas para evitar el contagio masivo fue confinar a la población
en sus casas, el hábitat del causante de la violencia intrafamiliar, el que en ciertos casos
termina su odio con el femicidio; el agresor también suele ser la expareja sentimental que se
resiste a la separación definitiva.
8. El problema no es particular del Ecuador, en América Latina 14 de los 25 países tienen la
mayor tasa de femicidio en el mundo. La Organización Mundial de la Salud, declaró a la
violencia de género como una “pandemia”, pues es la primera causa de muerte en la región
de mujeres y niñas entre 14 y 44 años, donde el espacio privado representa uno de los
lugares más inseguros para permanecer.
“Según los estudios y experiencias en otros países, la
situación de confinamiento ha profundizado la violencia hacia
mujeres y niñas, tal como se evidencia en la estadística”, lo
advierte la Defensoría del Pueblo.Y no lo es todo. La entidad
liderada por Freddy Carrión Intriago, exhorta a la Presidencia
de la República de Ecuador y sus carteras de Estado, así
como a la Función Judicial, a buscar mecanismos eficientes que detengan la ola de
femicidios en el país, garanticen el ejercicio de los derechos y prevengan la violencia
femicida, con especial énfasis en el confinamiento.
Algunas víctimas de esta violencia intrafamiliar
Las cifras de femicidios en Ecuador crecen y las
circunstancias de los últimos seis, ocurridos durante los cuatro
días del feriado de noviembre, preocupan. Yomira, Katherine,
Marilyn, Cristina, Casilda y Maribel. Esos son los nombres de
seis de las víctimas de femicidio más recientes en Ecuador.
Los crímenes ocurrieron durante el feriado por el Día de los Difuntos y la Independencia de
Cuenca.
Ø La muerte de Maribel, una mujer de 38 años, es el que más impacta. Fue encontrada al
interior de una mecánica con 113 heridas de arma blanca, según el reporte de la
autopsia. El hallazgo ocurrió la madrugada del martes 3 de noviembre, en Cuenca. La
Policía acudió a un llamado de los vecinos, que habían escuchado gritos al interior de
ese lugar.
Ø Horas antes de ese suceso, en Ambato, Katherine también fue víctima de femicidio. Con
24 puñaladas -17 en su espalda- fue asesinada por su conviviente. El agresor, antes
apuñaló a otro hombre “por celos”, según el reporte de la Fiscalía. Él logró huir y llamó la
Policía, pero los uniformados no llegaron a tiempo para evitar el crimen de la mujer de
28 años. La justicia dictó prisión preventiva para el presunto femicida.
9. Ø En Nanegal, parroquia rural de Pichincha, el 2 de noviembre se encontró el cuerpo de
Marilyn, de 25 años. Ella había desaparecido la noche anterior, luego de una reunión
familiar. Su novio es el principal sospechoso.
Ø Yomira (24 años): Fue encontrada, maniatada y con cinta de embalaje, en el domicilio de
un amigo, quien fue detenido como sospechoso. Había desaparecido en Babahoyo, la
noche del domingo 1 de noviembre y fue hallada la madrugada del martes 3 de
noviembre.
Ø Cristina (32 años): La madre de una mujer trans la encontró
muerta en su domicilio. Recibió cuatro puñaladas y el principal
sospechoso es su pareja.
Ø Casilda (59 años): Fue asesinada, el 3 de noviembre por su
conviviente en Esmeraldas. El agresor utilizó un destornillador
como arma
Los cinco femicidios registrados en los últimos días a nivel nacional elevan la cifra de casos
a 93, según las organizaciones sociales que llevan un recuento de estas muertes. Los
últimos casos han enlutado a familias en la mayoría de las provincias, pero Guayas se
mantiene como la de mayor número de casos: 23 en lo que va del año. Pichincha le sigue
con 14 y Manabí con 9. Según un estudio de varias organizaciones sociales, en el 30 % de
los casos habría antecedentes de violencia y al menos el 7 % contaba con una boleta de
auxilio.
En el estudio también se detalla que en la mayoría de los casos las víctimas murieron
apuñaladas, el 34,6 %; el 8,6 % de las mujeres fueron baleadas, el 21 % estranguladas, el
2,5 % envenenadas y en el 30 % no está definida el arma usada en el crimen.
Once de los sospechosos de femicidios de este año se han
suicidado. El resto están detenido o prófugos. En los casos
registrados durante el feriado los presuntos asesinos han
sido detenidos. En el último crimen, el femicida llamó al
ECU911 para reportar el crimen y entregarse a las
autoridades.
10. ¿Qué deberían hacer gobiernos, sociedad civil e
instituciones para prevenir y dar respuesta a la violencia
de género en el contexto de la pandemia?
1. Garantizar que las regulaciones de cuarentena o de
restricciones de movilidad contengan excepciones para
que las mujeres en situación de violencia y sus hijas e
hijos puedan salir a buscar apoyo, reportar o denunciar
sin correr el riesgo de ser arrestadas.
2. Asegurar que los servicios de atención y respuesta a la violencia hacia las mujeres se
consideren servicios esenciales durante la pandemia. Esto incluye servicios de salud,
centros de justicia, refugios, albergues, servicios de asesoría legal, servicios de salud
sexual y reproductiva, servicios psicosociales y otros servicios sociales.
3. Fortalecer los mecanismos de alerta de emergencia para facilitar los reportes en casos
de urgencia. Esto implica reforzar los servicios virtuales y de ayuda en internet (líneas
telefónicas, mensajes de texto, web chats, aplicaciones móviles, botones de pánico), y
establecer mecanismos alternativos de comunicación para facilitar los reportes de
violencia para mujeres que no tienen acceso a internet, como puede ser alertas de
emergencia en farmacias, hospitales, centros de salud o supermercados.
4. Fortalecer la identificación y la atención a la violencia de género por parte del personal
de la salud. Para eso es necesario capacitar a las y los profesionales de la salud y a
quienes atienden las líneas telefónicas de atención a la covid-19.
5. Garantizar que los servicios policiales y judiciales prioricen la respuesta a la violencia
hacia las mujeres durante y después de la crisis y que sigan investigando, procesando y
sancionando a los agresores y faciliten el acceso a la Justicia a través de mecanismos
virtuales y alternativos.
6. Priorizar y reforzar el financiamiento de refugios, albergues
y casas de acogida para mujeres que enfrentan alto riesgo
de violencia. Una recomendación de ONU Mujeres es
trabajar en colaboración con las redes comunitarias para
poner en marcha alternativas para cuando se llenen los
11. refugios, como alianzas con el sector hotelero,
universidades, centros deportivos o escuelas para crear
refugios o albergues temporales.
7. Garantizar acceso a servicios sociales, terapia, servicios
psicosociales y asesoría legal gratuita mediante líneas
telefónicas y canales virtuales gratuitos.
8. Aumentar la inversión en las organizaciones de mujeres de la sociedad civil, así como
las defensoras de derechos humanos, para que puedan desarrollar redes de apoyo
locales, comunitarias y territoriales.
9. Implementar campañas de comunicación y difusión para mujeres que atraviesan
situaciones de violencia con información sobre sus derechos, qué hacer en casos de
urgencia, cómo desarrollar planes de seguridad, los servicios disponibles e información
práctica sobre el proceso penal si deciden denunciar.
10. Elaborar campañas, guías y recursos dirigidos a familiares, amistades, vecinas y
vecinos de las mujeres y otros testigos, para generar una “cultura de tolerancia cero”. La
medida tiene que apuntar a asesorar a las comunidades sobre cómo identificar las
señales tempranas de la violencia, qué hacer y qué no hacer para apoyar a las víctimas
y cómo intervenir o reportar si ven o escuchan golpes, gritos u otras señales de violencia
o abuso.
11. Elaborar campañas, mensajes e intervenciones dirigidos a varones para que no crean
“que pueden actuar con impunidad durante la crisis”. La idea es “movilizar e involucrar a
hombres no violentos en la prevención de la violencia para intervenir y no quedarse
callados si conocen hombres que son perpetradores y promover masculinidades
positivas e igualitarias”.
12. Integrar la prevención de la violencia contra las mujeres en los lugares de trabajo y la
educación virtual. Es necesario elaborar políticas y protocolos
de prevención y atención de violencia hacia las mujeres para
asegurar que los procedimientos institucionales apoyen a las
víctimas.
13. Elaborar estrategias de prevención y de respuesta a la
ciberviolencia y el ciberacoso.
12. 14. Recopilar datos cuantitativos y cualitativos sobre la
violencia hacia las mujeres y niñas durante la crisis para
orientar las soluciones, políticas, medidas de prevención
y atención durante y después de la crisis. Ese trabajo,
dice el informe, tiene que tener un enfoque
interseccional “para fortalecer el conocimiento de las
necesidades de las mujeres diversas durante la crisis”.
15. Poner en marcha medidas especiales que tomen en cuenta las diferentes necesidades
de las mujeres en la fase de recuperación de la crisis, con especial atención en las
mujeres en situaciones de mayor vulnerabilidad a múltiples formas de discriminación.
Eso se logra con la promoción de medidas específicas de empoderamiento y
recuperación económica de las mujeres que incluyan prevención de la violencia de
género.
Webgrafía
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1608-89212019000100096#:~:text=C
onsideramos%20la%20violencia%20intrafamiliar%20como,encuentra%20en%20su%20bas
e%20el
http://cienciamerica.uti.edu.ec/openjournal/index.php/uti/article/view/316/551
https://violentadasencuarentena.distintaslatitudes.net/portfolio/ecuador/
https://lahora.com.ec/noticia/1102325783/femicidio-la-pandemia-subestimada
https://www.primicias.ec/noticias/sociedad/feriado-violento-seis-femicidios-ecuador/
https://notimundo.com.ec/un-femicidio-cada-dia-en-ecuador-durante-el-feriado-y-no-hay-acci
ones-que-paren-el-delito/
https://ladiaria.com.uy/feminismos/articulo/2020/5/las-15-estrategias-de-onu-mujeres-para-pr
evenir-y-responder-a-la-violencia-de-genero-durante-la-emergencia-sanitaria/