El poema describe una celebración tradicional mapuche llamada palin, un juego de apuestas, que tendrá lugar en Cautín. Los mapuches de las comunidades de Carahue y Nueva Imperial se reunirán allí tres días después de ser bendecidos por la machi y la chueca. Jugarán al palin al son del kultrun, realizarán apuestas, bailarán y cantarán hasta el atardecer antes de regresar a sus rukas.