2. Platón nació en Atenas, (o en Agina, según otros,
siguiendo a Favorito), probablemente el año 428 o el
427 a. c. de familia perteneciente a la aristocracia
ateniense, que se reclamaba descendiente de Solón por
línea directa. Su verdadero nombre era Arestiles,
aunque al parecer fue llamado Platón por la anchura
de sus espaldas, según recoge Diógenes Lacerío en su
"Vida de los filósofos ilustres", anécdota que ha sido
puesta en entredicho. Los padres de Platón fueron
Aristón y Perictione, que tuvieron otros dos hijos,
Adimanto y Glaucón, que aparecerán ambos como
interlocutores de Sócrates en la República, y una hija,
Potone.
3. dialéctica (del griego dialektiké tekhne, arte dialéctico, del verbo
dialogo, conversar, discutir) Desde un punto de vista histórico,
dialéctica es tanto el simple arte de la conversación y discusión y
el equivalente medieval de la lógica, como un muy complejo
sistema de pensamiento en Hegel y un método adecuado de
interpretación de la realidad, sobre todo social, en Marx,
inspirado en Hegel. En los primeros diálogos de Platón, la
dialéctica aparece como el arte o esfuerzo de hallar definiciones,
mediante el método socrático de preguntas y respuestas; en
diálogos posteriores, la sinagoga, la reunión, y la diáiresis, la
separación, aparecen como los elementos definidores de la
dialéctica platónica, en cuanto representa saber dividir por
géneros y diferencias, hasta que Platón identifica su propia
filosofía con la misma dialéctica: la última de las enseñanzas que
recibe el filósofo-rey, o la visión de conjunto que adquiere quien
logra ascender por todos los escalones de la opinión y la episteme
hasta el conocimiento de las ideas.
4. Diaíresis (del griego, separación, o también división, aunque división es también
análisis). Es una de las dos partes de la dialéctica platónica tal como la entiende
Platón en el Fedro y en el Sofista (con el ejemplo del pescador de caña, 219a y
253d). En la diaíresis, Platón efectúa la división de una idea por géneros y especies,
siguiendo un procedimiento dicotómico, técnica cuyo conocimiento adecuado se
atribuye al dialéctico, o filósofo, quien, a diferencia del sofista, conoce bien las
verdaderas articulaciones de las ideas entre sí y sabe diferenciarlas -como un buen
carnicero conoce la carne que corta, dice en Fedro-, esto es, conoce los
fundamentos de la predicación lógica y el razonamiento (ver texto 1 y texto 2 ).Si,
para definir un término, se parte de un concepto general (género) que se divide en
dos (dicotomía), de los cuales uno se divide de nuevo en dos, y así sucesivamente,
aquellos elementos que no han quedado excluidos en la dicotomía componen las
características definitorias del término. Es decir, si A se divide en B y no B, B a su
vez en C y no C y C en D y no D, entonces D queda definido como algo que
pertenece a C, que pertenece a B y que pertenece a A. La segunda parte del método
dialéctico consiste en la sinagoga que es el procedimiento inverso a la diáiresis y
que consiste en la unión y conjunción de varias características a una única idea
que las englobe.
5. Habilidad o técnica de pasar de lo particular y lo simple a
lo universal global.
6. La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que
siente mucho, habla poco.
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce;
el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.
Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro
tiempo.
Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.
No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y
transforme en héroe.
7. Debemos buscar para nuestros males otra causa que no sea Dios.
Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud;
demasiada severidad, y demasiada dulzura.
La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo.
La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la
multiplicación de los deseos.