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LOS LIBROS APOCRIFOS.docx
1. LOS LIBROS APÓCRIFOS
1. DEFINICIÓN
La palabra "apócrifo" significaba originalmente "secreto" o "difícil de entender". Se la usó
para referirse a las enseñanzas esotéricas que las religiones de misterio impartían sólo a
sus adeptos e iniciados. Pero los dirigentes de la iglesia primitiva llamaron apócrifos a los
escritos apocalípticos' y más tarde a todos los libros espurios o heréticos. Desde los tiempos
de la Reforma el término "apócrifo" se aplica generalmente a los libros apócrifos incluidos
en la versión de los Setenta."
Según la actitud de las iglesias hacia los libros apócrifos, éstos se han clasificado en dos
grupos: a) libros rechazados por todos y b) libros aceptados por algunos. A los primeros se
los ha llamado también "seudoepígrafes" y a los segundos se les ha conservado el
calificativo de apócrifos. La clasificación más común de estos libros consiste en separarlos
como libros apócrifos del Antiguo Testamento y libros apócrifos del Nuevo Testamento. En
este caso hay que entender la palabra "apócrifo" en el sentido de "supuesto", pues
estrictamente hablando, nunca estos libros han formado parte de ninguno de los dos
testamentos.
2. LIBROS APÓCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
a. Lista de estos libros. Entre los años 200 a.e. y 100 d.e. apareció entre los judíos una
profusión de libros religiosos, muchos de ellos escritos por autores anónimos. Algunos se
hicieron pasar por antiguos escritores canónicos o héroes de la antigüed.ad. Si bien los
judíos nunca aceptaron estos libros en su canon, es evidente~ que una secta de ellos los
estimaba hasta el punto de conservarlos Junto con los escritos sagrados. Por lo menos, esto
es lo que podemos deducir de los manuscritos hallados en Qumrán.
Los libros apócrifos del Antiguo Testamento son más de 40; pero los principales son los que
se indican a continuación:
INCLUIR CUASDRO OJO
b. ¿Dos cánones? Catorce libros apócrifos se hallan en los manuscritos de la versión de los
Setenta. Este hecho, junto con la presencia de algunos de estos mismos libros entre los
manuscritos del mar Muerto, ha hecho pensar a ciertos eruditos en la existencia de dos
cánones: uno hebreo y otro griego. El hebreo sería el aceptado por los judíos de Palestina;
el griego, el aceptado por los judíos de Alejandría. Opinan que el último era más amplio
que el primero, por cuanto contenía también los 14 libros apócrifos.
Es posible, sin embargo, que algunos judíos cristianos helenistas" consideraran canónicos
algunos libros apócrifos, especialmente el Eclesiástico, a juzgar por los debates del Concilio
de [amnia. En esta ocasión los rabinos rechazaron el Eclesiástico (o la Sabiduría de Jesús,
hijo de Sirac), los Evangelios y otros libros que consideraron heréticos. Esta misma
predisposición favorable a estos libros puede haber influido para incluirlos en la Antigua
Versión Latina (siglo 11 d.C.). Jerónimo los incluyó también en la Vulgata; pero fue muy
2. claro al expresar que no eran canónicos. Una actitud similar han adoptado diversas
confesiones protestantes que han publicado Biblias con libros apócrifos.
c. La gran controversia. Desde hace cuatro siglos se mantiene una aguda controversia entre
evangélicos y católicos por la inclusión de algunos libros apócrifos de parte de éstos en el
canon del Antiguo Testamento. Mientras que las iglesias evangélicas aceptan los 39 libros
recibidos del canon hebreo, la Iglesia Católica admite además como canónicos 11 de los 14
libros apócrifos incluidos en la versión de los Setenta. Pero en las versiones católicas de la
Biblia estos 11 libros aparecen como siete porque la carta de Jeremías se añade al libro de
Baruc y las adiciones a Ester y Daniel se incorporan en los respectivos libros canónicos. Los
evangélicos sostenemos que nuestras Biblias son completas; pero los católicos afirman que
son falsas porque, según ellos, les faltan algunos libros. Examinemos, pues, los argumentos
de ambas partes.
1) El punto de vista católico. Las razones que aducen los eruditos católicos para admitir los
libros apócrifos en el canon del Antiguo Testamento son las siguientes:
• El Nuevo Testamento refleja las ideas contenidas en los libros apócrifos por las alusiones
a los hechos y enseñanzas de éstos (compárese Romanos 9:21 con Sabiduría 15:7, Hebreos
11:35 con 2 Macabeos 7:7 y Santiago 1:13 con Eclesiástico 15:11, 12).
• La versión de los Setenta, de cuyo texto citaron las más de las veces los escritores del
Nuevo Testamento, contiene los libros apócrifos.
• Muchos "padres" de la iglesia primitiva reconocieron como canónicos los libros apócrifos,
entre ellos Ireneo, Tertuliano y Clemente de Alejandría.
* Los libros apócrifos se hallan en otras versiones antiguas.
* Agustín y los concilios que presidió, de Hipona (393) y Cartago (397), aceptaron los libros
apócrifos.
* El Concilio de Trento (1546) los declaró canónicos.
* Las Biblias protestantes contenían los libros apócrifos hasta el siglo XIX.
* Algunos libros apócrifos se han hallado junto a los libros canónicos entre los manuscritos
del Mar Muerto.
2) Objeciones a los argumentos de los católicos. A estas razones podemos contestar con las
siguientes objeciones:
* Aunque es muy probable que los escritores del Nuevo Testamento hicieran algunas
alusiones a los libros apócrifos, lo notable es que no se refirieron a ellos como Escrituras. Y
si la alusión o cita de un libro fuera razón suficiente para considerarlo canónico, no se
explicaría entonces por qué los católicos no admiten el libro de Enoc, el cual se cita en Judas
14, 15.
* Es muy natural que las versiones traducidas de la de los Setenta, como la Antigua Versión'
Latina y la Vulgata, tengan también los libros apócrifos; pero este hecho tampoco prueba
3. que los antedichos libros fueran considerados (¡anónicos. Por lo demás la Versión Siriaca,
quizás la más antigua después de la griega, no contenía los libros apócrifos.
* Al aceptar los libros apócrifos, Agustín omitió Baruc y admitió 2 Esdras, mientras que la
Iglesia Católica ha hecho todo lo contrario.
Asimismo Agustín les atribuyó una "canonicidad secundaria" a los libros apócrifos, en
contraste con la "canonicidad primaria" de las Escrituras.
* El Concilio de Trento declaró canónicos los libros apócrifos más de 1500 años después de
ser escritos y tan sólo por estrecha mayoría. Su determinación no tuvo otro motivo que el
de contradecir el protestantismo. y al anatematizar a todos los que rechazan los libros
apócrifos, i ccoonnddee~~ó también a Jerónimo, el traductor de la Vulgata!
* Algunas versiones evangélicas de la Biblia incluían los libros apócrifos desde antes del
Concilio de Trento; pero éstos estaban separados de los libros canónicos porque no se los
consideraba de igual autoridad que los últimos. Por ejemplo, Lutero los rechazó, pero a la
vez los incluyó al final de su versión de la Biblia, publicada en 1543. ¡Y una distinción similar
hizo el Cardenal [iménez de Cisneros en su Políglota Complutense poco antes de la
Reforma!
3) El,~unto de vista evangélico. Los argumentos esgrimidos por los ev~ngehcos se ~~san
generalmente en los cinco principios que guiaron a los dmgentes de la iglesia primitiva para
reconocer la canonicidad de un libro determinado.
,* Hay una notoria ausencia de autoridad en los libros apócrifos. Ninguno de sus autores
afirma escribir por inspiración divina. Compárese, por ejemplo, la carta apócrifa atribuida
a Jeremías con la canónica registrada en Jeremías 29 y las adiciones a Daniel con el
respectivo libro canónico.
* Los libros apócrifos no son proféticos porque fueron escritos en el período en que no
había profetas en Israel. Josefa da testimonio de que no hubo profetas después de
Artajerjes, y el Talmud, de que después de Malaquías el Espíritu Santo se apartó de Israel.
Los mismos libros apócrifos afirman o dan a entender que en su tiempo no había profetas
(1 Macabeos 4:46; 9:27; 14:41). Por lo tanto, ninguno de estos escritos puede ser inspirado
por Dios.
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