Las trece colonias americanas se volvieron cada vez más distintas de Gran Bretaña en términos de autogobierno, economía y organización social. La imposición de nuevos impuestos por parte de Gran Bretaña sin representación colonial llevó a protestas como el Motín del Té de Boston y los Congresos Continentales, desembocando finalmente en la declaración de independencia de los Estados Unidos el 4 de julio de 1776 y la guerra revolucionaria. Tras la victoria sobre Gran Bretaña en 1783, los Estados Unidos consolidaron su nueva nación