1. El pueblo Casadeño tiene derecho a la Tierra y al Trabajo
(Conf. Constitución Nacional Art. 86)
Una vez más la Conferencia Episcopal Paraguaya CEP, asume la esponsabilidad de dirigir una nota a las
Autoridades Nacionales: Senadores y Diputados, Poder Ejecutivo y Poder Judicial,
autoridades departamentales y ciudadanía toda.
La situación que ponemos a consideración de todos son los problemas y los derechos de nuestros
compatriotas, los pobladores de Puerto Casado.
Todos sabemos que se trata de un problema de explotación y marginación grave ocasionado por una
empresa taninera desde hace más de 100 años. Hoy los descendientes están en la calle, sin posesión y
sin los derechos humanos elementales, a merced de una nueva empresa transnacional que no les
reconoce ni el piso ni las viviendas que venían ocupando.
Referente a este tema ya nos hemos manifestado en dos ocasiones anteriores (9 de julio de 1.997 y 8 de
noviembre de 2.000).
En la última nota decíamos en una parte, numeral 5: “En relación a los s uces os de Puerto Cas ado, los
Obispos del Paraguay
manifestamos nuestra convicción de que los habitantes de Puerto Casado están en su pleno derecho de
ser respetados en sus reclamos, que son justos y les apoyamos en su gestión de exigir que se les
haga justicia. Y a los representantes legítimos del pueblo les pedimos que escuchen dichos reclamos y
res pondan en beneficio de es e pueblo trabajador y s ufrido”.
Hoy queremos recalcar una vez más los siguientes puntos:
1. Constatamos un desafío a la soberanía nacional. Grandes extensiones de tierra explotadas
irracionalmente no han dejado beneficio social estable con proyección hacia el futuro. Últimamente, las
tierras están en peores condiciones por falta de explotación y la población en estado de abandono.
Allí hay tierra más que suficiente para los casadeños y aún otros paraguayos y extranjeros, y sobrará aún
grandes extensiones para la empresa que quiera invertir. Recordemos que esa es una región con
recuerdos y valores históricos para el país.
Nuestros compatriotas con sus años de trabajo sepultados allí y generaciones enteras que vivieron en esa
región, tienen verdaderos derechos adquiridos.
2. Exigimos justicia social, equidad y solidaridad con nuestros compatriotas de Puerto Casado.
Hay una justicia mínima que responde al derecho elemental, al derecho humano de toda persona y a la
prescripción constitucional: el derecho a la tierra y al trabajo (Const. Nac. : Art. 86, derecho al trabajo;
Art. 114, Reforma Agraria; Art. 116, latifundio improductivo) que tenemos que respetar.
El gobierno, a través de sus órganos e instituciones debe intervenir conforme a las leyes vigentes y hacer
que nuestros conciudadanos tengan un pedazo de tierra propia para trabajar, sostener a su familia y
aportar al bien del país.
3. Llamamos la atención sobre un latifundio improductivo de extensión extraordinaria que excluyó y sigue
excluyendo a miles de trabajadores.
Un relevamiento técnico de la propiedad de la firma Carlos Casado S.A, realizado en mayo de 1.997 por
el Instituto de Bienestar Rural, Gabinete Técnico – Anexo II – Expediente Nº 2.644/66 afirma:
“La contundencia de las comprobaciones y evidencias verificables, califican a la propiedad de la Empresa
Carlos Casado como el más grande latifundio improductivo de la República del
Paraguay, constituyéndose en toda una traba para el desarrollo económico y social de la Región
Occidental”.
Se trata de un tema serio, vital y urgente.
2. 4. Presencia del Gobierno Nacional. Esperamos de nuestras autoridades la buena disposición y la
determinación de enfrentar y dar una solución a este problema, a través de sus organismos
correspondientes.
Será justicia escuchar el reclamo de estos hermanos nuestros de Puerto Casado. Dios guarde a todos
Ustedes.
Con todo respeto y estima. A nombre de todos los Obispos de la Conferencia Episcopal Paraguaya
(CEP).
Asunción, 07 de junio de 2005
Por la Presidencia de la CEP.
+ Mons. Ricardo Valenzuela
Obispo Castrense – Secretario General de la CEP
Con la adhesión de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”