La Justicia Federal no le hizo lugar a medida del Intendente de La Rioja cont...
Declaración sobre el estudio integrado de los proyectos del código penal
1. Declaración sobre el estudio integrado de los Proyectos del Código Penal
“Mi embrión tus ojos lo veían” (Salmo 139/138,16) Al reanudarse, en las comisiones parlamentarias, el
estudio integrado de los proyectos del Código Penal, los Obispos del Paraguay volvemos a manifestar
nuestra preocupación por el tratamiento que se dé al tema del aborto, específicamente a su
despenalización, incluído en esa legislación.
Nos dirigimos a la conciencia de todos, pero en particular a la de los legisladores, quienes fueron elegidos
por el pueblo para defender sus intereses y valores a fin de pedir el mayor cuidado en la articulación de
esa materia, que es extremadamente seria para la salud moral y social del país. Queremos así
recordarles la delicada responsabilidad que asumen ante un pueblo de cristianos y creyentes que aceptan
al Dios de la vida.
Retomamos, en esta perspectiva, la lúcida y vigorosa reflexión del Santo Padre en su reciente Encíclica
sobre el Evangelio de la Vida, para consideración detenida de cada uno en el lugar en que Dios lo ha
destinado.
“Entre todos los delitos que el hombre puede cometer contra la vida, el aborto procurado presenta
características que lo hacen particularmente grave e ignominioso”.
“Ante una s ituación tan grave, s e requiere más que nunca el valor de mirar de frente a la verdad y de
llamar a las cosas por su nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o a la tentación de
autoengaño”.
“En el cas o del aborto s e percibe la difusión de una terminología, como la de ´interrupción del embarazo´
que tiende a ocultar su verdadera naturaleza y atenuar su gravedad en la opinión pública.
Ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada
y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la
concepción al nacimiento”.
“Muchos pueden s er los argumentos que aboguen por la aceptación del aborto, sin embargo las razones
por más graves y dramáticas que parezcan, jamás pueden justificar la eliminación deliberada de un ser
humano inocente”.
“Lo mismo s e puede decir de la ley civil que perm ita el aborto, deja de ser por ello mismo, una verdadera
ley civil moralmente vinculante.
Ninguna circunstancia, ninguna finalidad, ninguna ley del mundo podrá jamás hacer lícito un acto que es
intrínsecamente ilícito, por ser contrario a la ley de Dios, escrita en el corazón de cada hombre
reconocible por la misma razón, y proclamada por la Iglesia”. (Cfr. Evangelium Vitae, Nº 58 al 62).
Por todo esto, los Obispos reafirmamos una vez más el derecho a la vida, y a la vida en plenitud que todo
ser humano anhela, y rechazamos con la fuerza de la ley escrita en el corazón del hombre y con la fuerza
del evangelio todo lo que, legal o ilegalmente, vaya en contra de la vida, de su defensa y de su
promoción.
Finalmente, exhortamos a los creyentes y personas de buena voluntad esfuerzos para que la vida sea en
todo tiempo valorada como un don gratuito de Dios. A El le pedimos su asistencia providente y
misericordiosa.
2. A Todos les impartimos nuestra bendición de Pastores
Asunción, 10 de agosto de 1995
+Pastor Cuquejo
Obispo Castrense
Secretario General de la CEP