2. Se le da este nombre a todo aquel conjunto de romances tradicionales, populares, anónimos o al
individuo que recita este tipo de composiciones poéticas.
Los romances surgieron como parte de la narrativa oral y alcanzaron su mayor popularidad en el
siglo XV. Para aquella misma época comenzaron a recopilarse estos poemas en colecciones a los
cuales hoy en día se conocen como romanceros.
3. El Romancero se divide en varios tipos de romances:
Los romances viejos:
Son poemas anónimos, populares, épicos o épico-líricos, de versos octosílabos y con asonancia
en los versos pares. Muchos de estos romances han llegado a nosotros por la tradición oral, pero
también nos han llegado en cancioneros manuscritos o impresos, recopilados a partir del siglo
XV.
Los romances nuevos:
Están constituidos por romances escritos por los poetas cultos de los siglos XVI y XVII (Cervantes,
Lope de Vega, Góngora, Quevedo...), que movidos por la belleza de los romances viejos,
adoptan tal tipo de estrofa y enriquecen los temas y los recursos formales. No son ni anónimos ni
folclóricos.
4. Heroico-caballerescos
Son los derivados de los cantares de gesta, es decir de sus refundiciones
novelizadas.
Históricos contemporáneos
Nacen con la finalidad de noticiar memorables hechos de la época.
Novelescos
Son los que desarrollan un tema imaginativo.
Liricos
Predomina en ellos la sensibilidad y la emoción personal.