1. La anorexia infantil, un peligro creciente
Entre las causas están la genética, el temperamento y la relación familiar.
La baja de peso repercute más en el organismo de los niños y les causa desequilibrios
profundos.
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123RF
Expertos en anorexia, bulimia y obesidad –algunos de los trastornos ligados a la
alimentación– están alarmados. Y la principal causa es la anorexia. Lo que antes era un
peligro solo en la adolescencia –rara vez antes de los 12 años– hoy se interna en plena
infancia y está afectando a niños a partir de los 6, 7 u 8 años. A veces antes.
La pediatra Verónica Gaete, jefa del Centro de Adolescentes de Clínica Las Condes y
presidenta de la Corporación SerJoven de Chile, señala que el incremento de la anorexia a
edades cada vez más tempranas está muy relacionado con una sociedad donde el exitismo
es tremendo.
2. “En el caso de las adolescentes, como se ha ido adelgazando cada vez más el modelo de
belleza, se trata de una flacura que la mayoría no puede alcanzar sin enfermarse”,
dice.
‘Appetite’, revista británica de investigación internacional en temas de Alimentación,
publicó este año un estudio centrado en los factores de riesgo en la infancia y la
adolescencia. La investigación trabajó con 262 niñas y 254 niños, porque –y eso es otra
novedad– hoy la anorexia y otros males alimentarios ganan terreno en la población infantil
masculina.
Entre las causas de la anorexia infantil están la genética, un apego inseguro al nacimiento,
el temperamento y la relación familiar. Pero hay factores externos peligrosamente
influyentes. Si la publicidad y los medios ensalzan imágenes irreales –hombres y
mujeres de rostro y cuerpo perfectos por el Photoshop–, las redes sociales les otorgan
un sentido de realidad.
Los expertos señalan especialmente a redes como Facebook e Instagram. La tarea de salir
adelante, dicen los estudiosos, está no solo en manos infantiles, también en las adultas que
los cuidan.
MARÍA CRISTINA JURADO
EL MERCURIO (Chile) - GDA
Vivir con trastornos alimenticios a los 40
Vivir con trastornos alimenticios a los 40
Las dietas excesivas y la presión social llevarían a caer en ellos, dicen expertos.
3. Han aumentado los diagnósticos de anorexia, bulimia y otros desórdenes, en el mundo.
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Archivo / EL TIEMPO
Por: MICAELA URDINEZ
07 de marzo 2017 , 06:26 p.m.
Marta siempre hizo dietas, fue flaca y le interesaba verse bien. A los 38 años se obsesionó
con las maratones, ir al gimnasio y entrenarse. Pero el detonante de su trastorno de la
alimentación fue la muerte de su marido a sus 45 años.
“Ahí dejé de comer y me empecé a hinchar. El médico a domicilio me dio diuréticos y me
encantaron porque empecé a perder más peso. Comía solo verduras y ensaladas. Al
4. principio me sentía bien, pero al tercer año ya no me podía levantar de la cama y me
tuvieron que internar”, dice esta mujer que hoy reconoce haber tenido anorexia.
Abusó de diuréticos y laxantes y llegó a pesar 37 kilos. Al ser internada tenía el potasio y el
sodio por el piso, se le caía el pelo y no tenía energía para nada. Hoy, está en proceso de
recuperación, pesa 44 kilos y encontró un nuevo sentido a su vida: ayudar a mujeres con
problemas psicológicos.
Como ella, son cada vez más las mujeres a las que se les diagnostica un trastorno
alimentario entre sus 40 y 50 años. Puede que lo hayan padecido durante años sin haber
buscado ayuda, que hayan sido tratadas en su juventud y haber tenido una recaída o haberlo
desarrollado por primera en su adultez.
Sin nombre, por ahora
“Es algo que vengo viendo en el consultorio en los últimos cinco años. Hace poco interné a
tres pacientes de 50 años con bajo nivel de sodio y potasio, con riesgo de paro cardiaco”,
explica Juana Poulisis, psiquiatra y autora del libro Los nuevos trastornos alimentarios.
“Con la menopausia las dietas restrictivas que venían haciendo no les alcanza y recurren a
cualquier cosa, desde tratamientos estéticos, cirugías, hasta preparados para adelgazar
aduciendo que son naturales, pero que contienen anfetaminas, diuréticos, hormona tiroidea
y terminan descompensándose, adictas o intoxicadas”.
Stella Maris García, nutricionista, dice que tienen un perfil para desarrollar un
trastorno de la alimentación: “Siempre fueron dietantes, inquietas, que siguieron la
moda de estar bien y que en su edad menopáusica se les dispara esta tendencia”,
asegura.
Son muchos los factores de estrés que ocurren en la mitad de la vida de estas mujeres y que
dan comienzo a trastornos alimenticios o a su reaparición. Por ejemplo, divorcios,
dificultades para realizar su rol materno, la muerte de los padres o pareja, problemas en la
carrera profesional y económicos, síndrome de nido vacío o cambios emocionales y
fisiológicos por variaciones hormonales.
“Con la menopausia, hay mujeres que fueron flacas y que se empiezan a sentir incómodas
con los cambios en su cuerpo. Se conjugan con los replanteos existenciales, la presión
social a no envejecer, el deterioro físico que empiezan a tener y el estrés de seguir
produciendo, y esto hace que tiendan a estarmás obsesivas por la imagen”, afirma
Alicia Alemán, psicóloga dedicada a atender trastornos alimentarios.
Para Sandra, cumplir 40 años fue un antes y un después. Se sentía fea, vulnerable, el trabajo
le demandaba más de lo que quería y no podía manejar la presión. Le diagnosticaron
hipotiroidismo, aumentó de peso y su cuerpo cambió.
“Tuve miedo de perder el control y, de alguna manera, puse la misma energía que
ponía en el trabajo en manejar mi alimentación. Me obsesioné, mi ánimo dependía de lo
bien controlada que había estado y la cantidad de ejercicio que había hecho. Se transformó
5. en mi tema de conversación, horas frente al espejo denigrándome, no toleraba estar en mi
cuerpo. No me sentía atractiva y creía que mi marido ya no estaba interesado en mí”, dice
Sandra, que tomaba más dosis de hormona tiroidea para acelerar su metabolismo, creyendo
que no tendría consecuencias negativas.
Un día se desmayó en su clase de spinning. Cuando le hicieron el electrocardiograma, le
encontraron una arritmia y sus valores tiroideos desestabilizados. Al salir de la clínica, su
marido la acompañó a una consulta psicológica y hoy está en proceso de recuperación.
Problema mundial
Si bien el fenómeno no cuenta con estadísticas que permitan tener una radiografía certera,
la tendencia es global. En el Reino Unido se está investigando, por primera vez, la
prevalencia de los trastornos de la alimentación en una muestra de adultas. Los resultados
se publicaron recientemente en un nuevo estudio de la BMC Medicine.
Fueron observadas 5.320 mujeres de mediana edad y se descubrió que el 3 por ciento
sufre de un tipo activo de trastorno alimentario, una cifra superior a la que se
esperaba cuando se comenzó a investigar esta tendencia.
Nadia Micali, del Departamento de Psiquiatría de la Icahn School of Medicine en el Mount
Sinai, de Nueva York, y autora principal del estudio, señala que “este demuestra que los
trastornos alimentarios no se limitan solo a las primeras décadas de la vida y que tanto los
crónicos como los que recién aparecen se tornan evidentes en la mediana edad”.
De hecho, el estudio descubrió que alrededor del 15,3 por ciento de las mujeres señaló que
había sufrido de trastorno alimentario en algún momento de sus vidas, y el 3,6 por ciento
dijo que los padeció en los últimos 12 meses.
“Estamos atravesados por una cultura de la inmediatez, entonces la sensación de quedar
vacías o tener la panza chata hace que estas mujeres abusen de los laxantes o diuréticos,
que en realidad no sirven para adelgazar. Tienen un primer efecto de pérdida de líquido
pero en el largo plazo son muy nocivos. Lo primero que me preguntan cuando llegan a
la consulta es cómo pueden bajar las llantas. Y en realidad, el objetivo es que puedan
aprender a convivir con ellas. Hay que poner en la balanza si privilegiamos tener una
masa muscular aceptable o tener un cuerpo de Barbie a los 60 años”, dice García.
Factores de estrés en la adultez
Divorcio
Problemas de relación
Dificultades en su rol de padres
Muerte de los padres
Dificultades en la carrera profesional
Dificultades económicas
Síndrome de nido vacío
Cambios emocionales y fisiológicos debido a variaciones hormonales en la menopausia
Miedo a envejecer
Deseo de verse más joven y más delgada de lo que la edad permite
6. El problema de la aceptación social
En los casos de las adultas, la aceptación funciona como un gran enemigo. El “qué flaca
estás” que reciben de su entorno sirve no solo como incentivo para seguir por el mismo
camino, sino que exacerba el problema.
Según la nutricionista Maris García, el trasfondo sigue siendo social y tiene que ver
con que las personas no pueden reconocer el tiempo vivido. “Y una mujer de 50 tiene
que reconocer su edad y vivir con la falta de hormonas, cansándose más, haciendo un
ejercicio físico programado, con un plan de alimentación que cubra su calcio y su hierro”.
Y Alicia Alemán afirma que “el problema es que estamos poco acostumbrados a la
aceptación de nuestras etapas vitales. Nos falta entender que atravesarlas está bien y es
maravilloso”.
MICAELA URDINEZ
La Nación (Argentina)
Pese al tratamiento, los pacientes con
anorexia pueden sufrir secuelas
Tras la terapia, algunos mantienen un sistema de recompensa elevado a la
inanición y al deseo de estarmás delgadas, comparado conpoblación
libre de trastorno
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Carolina García
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4 ABR 2017 - 15:47 COT
7. getty
La obsesión patológica por perder peso. La distorsión de ver una imagen que no es real. La
anorexia es un trastorno que no solo afecta a los kilos, parte muy importante, ya que la
pérdida sistemática de peso puede llevar a la muerte de la persona que la padece, pero
también el daño incipiente en el cerebro del chico o chica con este trastorno alimentario. De
8. difícil solución, pero posible, exige un tratamiento global de la persona que actúe sobre su
estado físico, social y emocional.
Según el DSM-V, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales y biblia para
los psiquiatras y psicólogos, la anorexia se produce cuando la persona cumple una serie de
criterios en relación con la sintomatología que presenta, referidos al rechazo a mantener el
peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla;
al miedo intenso a ganar peso o convertirse en obeso, a la distorsión de la imagen corporal
y a la presencia de amenorrea en mujeres -desaparición de la menstruación-, entre otros. El
criterio de gravedad se basa fundamentalmente en el percentil del Índice de Masa Corporal,
según sea un niño o un adolescente quien padece este trastorno.
Se estima que en Estados Unidos al menos 30 millones de personas de todas las edades y
géneros sufren un trastorno alimentario y de ellos casi un 1% de su población padece
anorexia. Una de cada cinco muertes producidas por este trastorno son suicidios. En España
las estadísticas arrojan datos escalofriantes: se estima que una de cada 100 adolescentes
padece anorexia nerviosa, según datos de la Cruz Roja.
Sin causa conocida, pudiendo ser esta genética o conductual, uno de los efectos secundarios
negativos y más estudiados que tiene la anorexia es su afección en el sistema nervioso,
tanto al cerebro como a los nervios neuronales. La mayoría de las anorexias conviven de la
mano con trastornos de ansiedad
Emma Thompson: “La presión por
la delgadez en Hollywood empeora”
9. La interprete confiesa que estuvo a punto de abandonar 'Retorno a
Brideshead'por la presión de los productores a una compañera de
reparto para que adelgazara
La actriz Emma Thompson. cordon press
Emma Thompson, de 57 años, ha revelado que estuvo a punto de abandonar el rodaje de la
película Retorno a Brideshead (2008) porque sentía que una actriz, compañera de reparto
10. estaba siendo presionada por los productores para adelgazar. Thompson no mencionó a qué
actriz se refería, pero calificó la presión ejercida sobre las intérpretes como "malvada" y
aseguró que el problema está empeorando en la industria del cine. La actriz protagonizó
esta película, basada en la novela de Evelyn Waugh de 1945, junto a Hayley Atwell, sir
Michael Gabón, Ben Wishaw y Felicity Jones.
La dos veces ganadora de un Oscar aseguró en una entrevista que conoce estrellas
femeninas que "simplemente no comen" y sostuvo que esta presión es habitual en la
industria cinematográfica. En sus declaraciones al medio digital sueco Skavlan, Thompson
también aseguró: "Hay tantos niños y niñas, y actrices que son muy, muy delgadas, que
tienen 30 años y simplemente no comen. Había una chica maravillosa con la que trabajaba
en Retorno a Brideshead. Los productores le dijeron: '¿Quieres perder algo de peso?'. Era
absolutamente exquisita. Les dije: 'Si le dices esto otra vez, de cualquier manera, dejaré el
rodaje'. Es malo lo que está pasando ahí fuera y está empeorando".
11. La actriz Emma Thompson, en un
posado irónico. GTRES
Thompson explicó que una de las razones por las que nunca se ha mudado a Los Ángeles
pese a tener muchas ofertas de trabajo es porque se siente "demasiado gorda" cuando visita
la ciudad. "Es un lugar extraño y no podría vivir allí", dijo.
La actriz, que es una ferviente activista, también ha abanderado la lucha contra la dictadura
de la eterna juventud y se ha pronunciado en contra de la cirugía estética y tratamientos
extremos. "El bótox para mí sería una terrible traición hacia todo en lo que creo. No le veo
ningún sentido. Tengo la edad que tengo, ¿qué tiene de malo? Me encantaría poder lavarle
12. el cerebro a todas las mujeres del mundo y explicarles que no importa su aspecto. Es una
obsesión insana", declaró a la web Bangshowbiz al cumplir los 50 años.