2. INDICE
Editorial: EL RAYO QUE NO CESA -Página 1
Colectivo Estrella del Oriente: EL ARBOL NEXOR - Página 3
Ana Aldaburu: EL ARBOL NEXOR, el viviente-migrante-obra-de-
arte y el arte - Página 7
Antonia García Castro: LAS RAMAS DEL CEDRÓN - Página 8
Ilustración: La raíz del ombú, de Alberto Cedrón - Pág10
Carlos Cantini: EL VIVERO DEL MUNDO - Página 11
Ilustración: El árbol Nexor, por Catriel López - Página 13
María Negro: NO HAY POESÍA EN UNA BALSA - Página 14
Pedro Roth: OBSOLESCENCIA PROGRAMADA - Página 15
Cierre - Página 17
Germán Gárgano: LLUVIA DE DÓLARES - Página 18
Arte de tapa: El árbol Nexor – por Daniel Santoro
3. EDITORIAL
EL RAYO QUE NO CESA
Walter Benjamin señalaba que al pasado hay que verlo en función
de como relampaguea en el presente. La sombra de trenes cargados
de seres humanos llamados a liberarse mediante el trabajo,
relampaguea hoy en Europa como pequeños botes que marchan en
la noche del Mediterraneo, abandonados a su suerte. O en muros
americanos que deberían construir y pagar las propias víctimas.
La Historia nunca se repite. Pero si permanece la hipocresía de los
gobernantes de turno.
Como artistas no nos confundimos. Para luchar contra este estado de
cosas, a las que aludía Benjamin, hay que hacer política.
El arte, que tiene sus propias leyes, en cambio, va por la suya. Sabe
que su lenguaje expresa ,a veces, algo de la época, o mucho. Pero sin
proponérselo.
Es lo que nos pasa a nosotros en tanto artistas.
No nos proponemos nada de antemano.
Y asi ha salido, con toda naturalidad, el Arbol Nexor, etapa superior
de los seres humanos en situación de migrantes.
No sabemos aún si será una película, una instalación o un proyecto,
que para nosotros ya es obra.
Mientras lo vamos pensando, trabajando en nuestros inconscientes, es
decir, en nuestros sueños y en nuestros miedos, damos a luz el número
nueve de EDO.
Está dedicado integramente al Arbol Nexor y sus consecuencias.
Acompañan al Colectivo en este proyecto varios amigas y varias amigos.
Aldaburu, Cantini, Garcia Castro, Negro, López. Nuestro Colectivo se
expande en colaboraciones, sin que nadie se lo pida, ni se lo proponga.
Estrella del Oriente ha comenzado a publicar diariamente un blog
(revistaestrelladeloriente.blogspot.com) y una pagina web (www.
estrelladeloriente.com). En menos de cuatro meses, lleva mas de 25
mil visitas. Alli tenemos una via de intercambio permanente no solo en
nuestro pais. Un tercio de las visitas proviene de Colombia, México, Francia
y Estados Unidos.
Esperamos, ahora, lo que tengan para decirnos de este nuevo proyecto,
cuya signo final desconocemos.....
4. EL ARBOL NEXOR
Etapa superior de reconocimiento y transformación del
migrante-obra de arte en ciudadano.
ESTRELLA DEL ORIENTE ha logrado resolver dos problemas
al mismo tiempo: primero, el desplazamiento de los
migrantes hacia el Lugar del Deseo (los países del Primer
Mundo), a través del barco factoría Ballena; en segundo
lugar, el tema de su admisión no traumática en esos países,
reacios a su recepción, lo que se concreta gracias al apoyo
de los museos.
Esta transformación, con sus detalles precisos de realización
material, ha sido documentada por nuestro colectivo,
probando su viabilidad, en el trabajo de campo denominado
“La Ballena va llena”, al que nos remitimos.(1)
Una vez que los migrantes-obras de arte llegan al museo,
surge entonces un nuevo interrogante, hasta ahora no
resuelto: ¿dónde alojarlos y cómo lograr su integración? Es
a este aspecto que dedicaremos nuestra siguiente acción
artística.
DE LOS COMPONENTES.
Los componentes de nuestra nueva propuesta son tres: el
Árbol Nexor, los migrantes- obra de arte y el Museo.
El Árbol Nexor @(marca registrada) resulta, como
explicaremos, el complemento natural del Barco Ballena
@ (marca registrada), ya presentado, a nivel mundial, por
nuestro colectivo.
¿Cómo se integra el Árbol Nexor?
El“Nexor”fue descubierto por nuestro amigo e integrante
honorario de Estrella del Oriente, Federico Peralta Ramos.
Consiste en la convergencia de una red de puntos de vista
infinitos, destinada a concretar la unidad de lo diverso, cuyo
vínculo es el magma indeciso de la poesía. Esa operación
solo puede realizarse dentro de un espacio destinado a
la percepción de lo espiritual. Es por esto que el Museo,
institución sin fines de lucro, resulta un atanor adecuado
para desenvolver esa síntesis que el Nexor produce.
El árbol, por su parte, es -de acuerdo a nuestros estudios- la
forma conveniente para ese contenido sintético, al ser el
resultado de una evolución humana (el árbol de la Vida, el
del Sol, el de la Luna y el del Conocimiento) que atribuye a
esa estructura abstracta un sentido sagrado que se remonta
a los antiguos en Asiria y China; a la cultura de mayas,
aztecas y olmecas; y, ya en la Modernidad, a la Cábala, tanto
en su versión judía, como en la interpretación musulmana
o de los alquimistas, desde Raimundo Lull hasta Paracelso,
llegando a nosotros a través de estudios más recientes,
como los del alquimista inglés Alistair Crowley.
Es de destacar, para una mejor comprensión de la
propuesta, que la alquimia -como señala Hartmann- nada
EL ARBOL NEXORX Estrella del Oriente
5. mezcla ni compone; hace que lo que ya existe en estado
latente, crezca y se vuelva activo. Todo se propaga así a través
del laboratorio de la Naturaleza.
De allí que el árbol sea la forma natural de conexión de las
necesidades humanas, en este caso destinado a una obra
magna que se impone en su forma, al encontrarse -por
intercesión del azar objetivo- con el sincretismo del Nexor,
descubierto por Peralta Ramos.
Una vez establecidos estos componentes, es el Museo el
encargado de realizar, finalmente, el rol mediador entre
el Árbol Nexor y los migrantes-obra de arte, para lograr el
resultado deseado.
Pasamos entonces a desarrollar estos aspectos.
DEL ÁRBOL NEXOR.
El Árbol Nexor es de muy sencilla instalación, y su costo poco
oneroso, sin por ello perder en calidad de materiales y confort
para sus futuros habitantes, los migrantes-obras de arte.
La estructura arbolada, de aluminio y acrílico de alta densidad
(ver croquis adjunto) se coloca sobre un fuelle similar a los
utilizados para los juegos de niños al costado de las calesitas,
conocido como“Saltómetro”. Este compresor, de bajo costo
y alta accesibilidad en el mercado, infla la estructura que
permanece siempre sólida, conteniendo los nodos del mismo
(el Árbol Nexor carece de tronco, ya que es el aire el que lo
sustenta), siendo su colocación técnica muy familiar para el
personal especializado de los museos.
El Árbol Nexor, una vez constituido, se colocará en todos
los espacios del hall de entrada de los grandes museos, que
por sus naturales características, pueden adaptarse a esta
estructura agradable a la vista. Se trata, a los fines prácticos, de
una instalación artística similar, en su forma, a las ya habituales
en cualquier museo.
El Árbol Nexor admite numerosos espacios dentro de los
nodos, que denominaremos“oculares”, por razones que luego
se explicarán. En cada espacio, pueden habitar dos migrantes-
obras de arte con toda comodidad, siendo los oculares
aledaños destinados a sus hijos o familiares directos. La
cantidad de pisos puede adaptarse a la longitud admitida por
el edificio, siendo cómodo el acceso por escaleras contenidas,
así como la limpieza y mantenimiento del conjunto.
El área de dormitorios está separada de los sanitarios, zonas de
duchas y cocinas, lo que permite escindir las áreas de descanso
de las restantes, sin interferencias.
DEL GRAN OCULAR.
Cada espacio dormitorio, u ocular, instalado en los nodos del
Árbol Nexor, cuenta a su vez, en la fachada, con una pantalla,
que denominaremos -de aquí en más- El Gran Ocular (@marca
registrada).
La propia forma del Gran Ocular (ver croquis adjunto), facilita
la visión desde el exterior, por parte del público de los museos.
Pero el Gran Ocular es, a la vez que contención al interior,
pantalla de un inconsciente develado hacia el exterior. Esto
facilitará que los migrantes-obra de arte puedan proyectar,
a través de videos, sus propias imágenes, explicando por
qué han debido migrar, a qué se dedicaban en sus lugares
de origen, presentar a su familia, demostrar sus habilidades
6. (músicos, poetas, artesanos, arquitectos, obreros matriceros,
ingenieros, especialistas en nudos marineros, cantantes folclóricos,
bailarines, magos, etc). De esta manera, el propio interesado en
difundir su historia, podrá estar abajo, en el hall, conversando con
el público (el museo proveerá de entre su personal los intérpretes
necesarios), explicando los motivos de alejamiento del lugar natal.
También se podrán proyectar los bombardeos que lo motivaron,
los problemas que se quiera compartir; en fin, dar cuenta de las
circunstancias.
DE LA PARADOJA DE PAVLOV.
Como surge de la propia explicación, el Gran Ocular del Árbol Nexor
genera un fenómeno hasta ahora inédito en el mundo del arte.
Mucho se ha especulado sobre si la obra interpela al espectador,
si le“habla”. Es evidente que siempre ha existido, en todo caso,
un diálogo entre la obra y el espectador. Pero este diálogo estaba,
hasta ahora, en el campo de una abstracción, basada en la visión
subjetiva del espectador, la filosofía o la crítica del Arte.
Con la instalación del Árbol Nexor y su Gran Ocular, el migrante
obra de arte, podrá dialogar efectivamente, sin mediaciones, con
el espectador y éste, en lugar de realizar un soliloquio con sus
sentimientos, podrá manifestarle a la obra, si lo desea, lo que le
genera en su interior.
Esto se relaciona con la denominada Paradoja de Pavlov, según la
cual el perro, desde su visión, recibe todos los días, a determinada
hora, el alimento a través de un humano condicionado. El humano
piensa exactamente lo contrario, al no poder comunicarse con el
perro adecuadamente.
La maravilla de esta paradoja es que gracias al Árbol Nexor y su
Gran Ocular, la relación no dará lugar a este tipo de equívocos,
basados en una frágil asimetría (2). En nuestra propuesta, la
comunicación se realizará entre seres aparentemente
diferentes, con distintas historias y situaciones, pero
al producirse el intercambio entre éstos sin ningún
condicionamiento, permitirá concretar un diálogo.
Este maravilloso proceso, a nuestro juicio superador de
viejas discusiones en el mundo del arte, habilitará que
la obra dialogue, como obra en si y para si, con quien
circunstancialmente sea su espectador.
Y viceversa.
DEL RECONOCIMIENTO COMO TRANSFORMACION.
El reconocimiento paulatino, por parte del espectador, de
la obra de arte como ser humano, es un proceso lento que
realizará, a su vez, una nueva transformación alquímica, de
distinta signatura, pero similar a la del puente duchampiano
concretada en La Ballena.
Durante su estancia en el museo, habitando el Árbol Nexor, el
migrante-obra de arte, irá perdiendo ese carácter, recuperando
su condición de ciudadano, sin ningún forzamiento, al poder
explicar -detenidamente- su historia y las razones para migrar.
Dejará, al mismo tiempo, de ser conceptualmente para los
gobiernos un migrante-ilegal (categoría segregacionista
ajena a lo humano elemental, ya que todos fuimos migrantes
en el decurso de la Historia del Mundo), para convertirse
-naturalmente- en un ser con los mismos atributos que
aquellos que fueron a verlo al hall del museo, es decir los
migrantes legales, descendientes de los que salieron de África,
caminando, hace más de diez mil años.
Esa integración desde el campo artístico, logrará algo que les
es actualmente negado, al no poder advertir las autoridades
-aún- el carácter de la situación que el Arte les plantea.
7. Como es evidente, nuestra propuesta es sumamente
respetuosa; se realiza sin modificar nada, ni leyes civiles, ni
resoluciones ministeriales: basta con aplicar las leyes del mundo
del arte, que son claras al respecto. Lo que el museo recibe es
una obra artística, protegida por la ley en tanto tal. La contiene
como una muestra temporal, luego de la cual la obra recupera,
nuevamente, gracias a la implementación del Árbol Nexor ante
el público, su carácter de persona con derechos.
Una vez realizado el ciclo, nuevos contingentes de migrantes-
obras de arte seguirán siendo trasladados por la Ballena a los
museos, para repetir el pasaje de calidades. Los que se van,
integrados a la vida social del país del museo receptor. Los que
llegan, siendo albergados como obras de arte en tránsito hacia
su asimilación en el nuevo destino.
DE LA MEDIACION DEL MUSEO.
El Museo actúa así como mediador insustituible entre las partes
integrantes de esta epifanía. Es en ese seno espiritual donde se
realiza la ceremonia que culmina con el pasaje de la obra de arte
a ciudadano con plenos derechos. En su carácter de templo de
lo moderno, el Museo cobija y otorga legitimidad, aplicando
institucionalmente las leyes consagradas del Arte.
Esto implica que el Museo sanciona -positivamente- el carácter
transitorio de las personas en situación de migrantes-obra de
arte, al legitimar finalmente el rito de su pasaje a ciudadano.
Como forma de sellar el carácter de ceremonia profunda de este
hecho, consideramos apropiado que el día 3 de septiembre, en
que fue hallado en la aguas de Grecia, en 2015, el cuerpo sin
vida del niño sirio Aylén, sea declarado Día Internacional de las
Personas en Situación de Migrantes. Ese día podrá recordarse
en todos los museos, ante la presencia conjunta de los
componentes del Árbol Nexor y el público presente.
NUESTRA CONCLUSION.
Creemos, finalmente, que desde la modesta condición de artistas,
estamos aportando, con el Árbol Nexor y su derivado del Gran
Ocular, la demostración de que es posible una solución definitiva
al problema actual de las migraciones.
(Este documento será presentado ante el Registro de P.
Intelectual,en fecha a determinar, que será filmada , por el
colectivoEDO).
Notas al pie:
(1) Esto último se logra viajando en esa nave especial, La Ballena,
a través de un proceso de transformación en obra de arte del
ciudadano en situación transitoria de migrante. Intervienen en
ese proceso, realizado durante el propio viaje, los curadores y
especialistas del mundo del arte. El espacio duchampiano de la
nave sanciona finalmente el pasaje a obra de arte, con ayuda de
un proceso alquímico creado por Estrella del Oriente, de carácter
reservado. Finalmente, el Museo, como institución, recibe esas
obras directamente, sin que los gobiernos puedan oponerse (son
obras de arte protegidas por las leyes de esos países), pasando así
a cumplir -con naturalidad- una nueva función social, sin alterar
su carácter de espacio de recepción a lo novedoso en el arte. Se
cierra así un círculo virtuoso)
(2) Novalis advirtió que vivimos parasitando dentro de un animal,
cuya constitución determina la nuestra y viceversa
Colectivo Estrella del Oriente
Texto redactado por Juan Carlos Capurro
8. El árbol Nexor
El viviente-migrante-obra-de-arte y el arte.
x Ana Aldaburu
El árbol Nexor, el viviente-migrante-obra-de-arte y el arte.
En esta segunda etapa de la“odisea” migrante y la llegada a su
“destino” se plantea un interrogante que nos gustaría esbozar
para pensar en otras posibilidades para esas vidas en busca de
un mundo“mejor”.
. La llegada al museo es el inteligente y estratégico modo de
ingreso, de otro modo inaccesible, al espacio geográfico y
simbólico europeo que años de colonialismo -de parte de ellos-
y de bovarismo –de parte nuestra- han convertido en la meta
ideal y real para el mejoramiento de aquello en que consiste,
según lo que creemos, nuestra vida.
. ¿Pero qué es un museo? Desde la creación del Louvre
en la Revolución Francesa, es el espacio para guardar las
reliquias, para afianzar la tradición, y por eso mismo un lugar
de sacralización y de legitimación al que tenemos que
sumar -por el crecimiento exacerbado del capitalismo, de
la mercantilización- el del reinado del mundo de la imagen
y del espectáculo como sus necesarios correlatos. Entonces,
¿queremos que nuestros queridos migrantes-obras-de-arte
queden sacralizados y a la vez, banalizados?
. El árbol Nexor debería ser entonces la instancia –negativa,
de desactivación- que en el pasaje al suelo europeo buscaría
invertir /impedir la objetivación de nuestras obras de arte.
. En realidad, aprovechando la estrategia de la ocupación,
cuidando como sostienen sus ideólogos –nuestros amigos del
colectivo Estrella del Oriente- las formas, podría pensarse al árbol
Nexor como el sustituto vivo, virtual, movible de los museos, que
permita escapar de esa cristalización artística que mata todo acto
poético.
. Qué hermoso que Europa fuese invadida por un bosque –
rescatamos la escena de“El señor de los anillos”- que portase en
las copas de sus árboles a estos migrantes, albañiles, zapateros,
pintores, electricistas, campesinos, quienes, escapando de las
penurias de su lugar de nacimiento, no renuncian al mundo que
les perteneció – no renuncian a sus costumbres, a sus creencias, a
sus sueños- sino que atravesados por el viaje en La ballena, pasan
del estatuto de obras de arte a la de ciudadanos, pero mantienen
ahora su deseo de tratarse, de modelarse, de hacerse como obras
de arte. Diría Foucault, poner en obra en uno mismo una ética
que es una estética de la existencia.
. Así el árbol Nexor es nuestra más nueva y más vieja utopía: el
cobijo de un nuevo modo de ser humano con otros, para otros
y para sí, que mantiene vigente el proyecto de una vida unida al
arte, como arte.
. Así se cumpliría la“odisea”–el viaje que es toda vida- en busca
de un“destino”–que conserva el pasado cuando el presente
busca su futuro-,“mejor”–un viviente humano que elige como
puede, donde puede, lo que quiere ser.
. Y así nuestra querida Ballena y el árbol Nexor cumplen lo que
son: como la ballena de Jonás y el árbol de la Vida, los espacios
metafóricos donde el arte sigue teniendo un para qué.
Buenos Aires ,septiembre de 2016
9. LAS RAMAS DEL CEDRÓN
X Antonia García Castro
Alguna vez mano humana escribió que cierto personaje estaría a salvo
mientras el gran bosque de Birnam no se moviera. Pero se movió.
Varias hojas después, nos enteramos de que todo un ejército se puso
en marcha camuflado por ramas. Cortando ramas y usándolas como
escudo. Debe ser que algunos combates son así y se ganan –siempre
provisoriamente– cuando se es capaz de asestar golpes a la racionalidad.
Porque a este personaje le importa un pepino que esa imagen, la del
bosque moviéndose, no sea –en rigor– real. No se sentiría reconfortado
si uno pudiera decirle con la desfachatez del profesor Rinesi: “Oíme,
Macbeth. No, mirá, que te explico. No es el bosque el que se está
moviendo… son los soldados de tu enemigo. Descuartizaron el árbol y
se lo llevan puesto”. El efecto es el mismo. La imagen puede más.
Ese árbol que uno se lleva puesto con el propósito de combatir, guarda
cierta relación, cierta raíz común con otro tipo de árboles presentes en
la cultura argentina. A modo de breve crónica bibliográfica –y sonora–
quisiera nombrar dos obras que, a su vez, no chocan con el árbol nexor.
A lo mejor lo contienen, lo preceden en extraña ramificación.
La primera obra es “La raíz del ombú”: dibujos de Alberto Cedrón, textos
de Julio Cortázar1
. Presentarlos en ese orden no es capricho. Sucede
que primero fue la imagen, luego el verbo. Cedrón le presentó a Cortázar
una serie de dibujos suyos presintiendo que había algo ahí y que con
ese algo era posible armar un relato. Cortázar recibió la propuesta
1 La raíz del ombú, Julio Cortázar / Alberto Cedrón [1981], Buenos Aires,
Fundación Internacional Argentina, 2004.
pero entendió también que esos dibujos tenían ya un texto. Un texto
no escrito aún que había que hacer aflorar y con ese propósito volvió a
reunirse con Alberto.
“Poco a poco comienzan a surgir recuerdos del pasado, imágenes lejanas
que se cruzan y se mezclan; el hombre del auto escucha atentamente; y
ayuda con alguna pregunta”.
Juntos hicieron esa obra que ofrece una visión de la historia argentina
entre los años 30 y los años 70 y cuyo hilo conductor es también la
historia de una familia. Una historia que evoca la infancia, el barrio, los
abuelos italianos...
“El abuelo de Alberto viajó con centenares de emigrantes en el Princesa
Mafalda que se incendió y hundió en los años veinte. A él le tocó
sobrevivir y llegar a la Argentina, empezar una vida errante”.
Todo el relato ocurre en un bosque… Un bosque donde vive un
hombre que será el narrador y donde llega otro hombre cuyo auto se
ha estropeado. Es necesario que pase la noche para intentar alguna
reparación. Durante esa noche, uno le cuenta al otro su historia. Surge
esa necesidad de narrar. El anfitrión es el que habla, el que recuerda
para su huésped. Y en ese relato aparece el ombú.
El ombú cumple varios roles. Primero es guarida. El 4 de junio de 1943:
golpe militar. Alberto (niño) vive cerca de la Escuela de Mecánica de la
Armada.
“Mi mamá mandó a un muchacho a lo de mi tía para que no me dejara
salir, pero entre que el muchacho era tartamudo y había una de tiros
que para qué te cuento, mi tía no entendió y me dejó ir. Entonces yo me
10. escondí en el ombú”.
Varias páginas más allá, el ombú deviene frontera y puesto de
observación. De ahí, desde las ramas gruesas del ombú, los niños
pobres ven las casas de los niños ricos. Y luego… hoja tras hoja…
aparece el meollo del asunto. La raíz. Porque este ombú encierra un
misterio que tiene que ver con eso, con la raíz. Un misterio que acá no
se revela para que el amable lector lea el libro (que para eso fue hecho).
Un misterio que el narrador, Alberto, conecta con otro famoso ombú
(también ubicado en Saavedra): el de Leopoldo Marechal en Adán
Buenosayres.
Y así las cosas. Hay nombres que son como puentes o como ramas
sobre las cuales se puede saltar. Porque es el mismo Marechal el que
escribió un poema llamado “Huella del cariño”. En cambio es otro Cedrón
el que le puso música y cantó esos versos:
“El árbol del cariño tiene dos flores
Yo busco la de plata, no la de cobre
El árbol del cariño tiene dos frutas
Yo busco la de sangre, no la de azúcar
A la huella del aire, huella mi vida
Yo no soy de estos pagos, yo soy de arriba
El árbol del cariño tiene dos hojas
Yo no busco la fácil, yo busco la otra
El árbol del cariño tiene ramitas
Con las flores, las frutas y las hojitas*”2
Entonces, a lo mejor, el árbol nexor también se nutre de lo que dice este
Cedrón hablando de Marechal: “el eterno problema de lo celeste y lo
terrestre”.
Y de lo que alguna vez escribió el que te jedi sobre el árbol-escudo y los
bosques que avanzan.
Y de la necesidad de diálogo, de escucha y de conexión que éstas y
otras ramas ponen en escena.
* Los dos últimos versos son de Cedrón
2 Se puede escuchar una versión siguiendo este enlace: https://www.
youtube.com/watch?v=9lPmfnqOmAY
12. EL VIVERO DEL MUNDO
x Carlos Cantini
DEL ÁRBOL NEXOR Y EL NUEVO DESTINO PATRIO
Dos vectores conceptuales como lanzas de malón atravesaron mi
espacio imaginario mientras leía sobre el Árbol Nexor. El primero es
un principio rector (vector x rector = nexor) de la Argentina, responde
a nuestra decisión colectiva de recibir a todos los que quieran
habitar nuestra patria (“…promover el bienestar general, y asegurar
los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad
y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el
suelo argentino” Preámbulo de la Constitución Nacional Argentina).
Aún hoy seguimos recibiendo inmigrantes a diario. No en cifras
millonarias como sucedió entre fines del siglo XIX y principios del
XX. Sí de a miles. La carencia de información precisa de los últimos
inmigrantes surge porque aquellos bajaban de a uno de los barcos y
ahora el ingreso se invisibiliza a través de nuestra dilatada frontera.
El segundo vector-lanzazo me representó a la vieja clasificación
que nos posicionó en el concierto mundial como “el granero del
mundo”. En épocas de grandes hambrunas (de las europeas porque
hambre hubo siempre en algún rincón del globo) nuestra pampa
ilimitada se presentaba como un espacio milagroso que podía saciar
las necesidades básicas de toda la humanidad. Y lo fue por varias
décadas. Hasta que los subsidios aplicados al fomento de la agricultura
provocaron que muchos países, menos fértiles que nuestra húmeda
pampa, cultivaran hasta en los cordones de las calles.
El siglo XXI interpela nuestro destino y vuelve a ponernos al frente de
entregar una solución a un problema global. Debemos resolver el tema
de la inmigración. Y sabemos cómo hacerlo. Nuestro extenso mapa
tiene todas las propiedades para dejar atrás esa sensación de vacío de
territorios irredentos. Mesetas, valles, llanuras, pueden convertirse es
un inconmensurable bosque de árboles nexores. Sólo hay que poner
en marcha toda una maquinaria dedicada al cultivo, preservación y
venta de éstos a todos los museos del mundo (y no museos también).
La Argentina que fue el “Granero del mundo” está llamada a ser el
“Vivero del mundo”. El país debe rediseñar su estrategia. Liderar un
cambio cultural sustentable. Este nuevo destino nos permitirá la
recuperación de (entre muchas otras cosas) la compañía La Forestal,
pero ahora en manos de un Estado que genere trabajo genuino,
que, además, cree Escuelas Agrícolas y forme cuadros técnicos. La
forestación de bosques provocará la fundación de nuevos pueblos,
un plan de desarrollo ferroviario de pasajeros y cargas de última
generación que vincule centros de acopio, junto con la generación de
millones de puestos de trabajo entre directos e indirectos.
Ahora ¿por qué se me representaron los viejos malones para entender
13. los nuevos tiempos que nos esperan?
Será por observar cómo los descendientes de los pueblos originarios
insisten, sin demasiado éxito en el interés cotidiano de la gente, que
la salvación a los problemas provocados por el cambio climático está
en la forestación y la deificación del árbol. Quizás, nos haya llegado
el momento de escucharnos. Y de entender que a nuestro país le es
ofrecido, una vez más, la posibilidad de reencontrarnos con nuestra
historia, reescribir el destino y hacerlo sobre una planificación que
incluya a todos y genere progreso. Que el árbol no tape al bosque.
15. NO HAY POESIA EN UNA BALSA
x María Negro
Nadie sabe lo que puede un cuerpo.
Un cuerpo en la oscuridad, que a tientas encuentra un poco de
agua, que respira aún y no puede creerlo.
Un cuerpo que busca nuevamente la mano de su hijo. Que
tiembla. Que habla del frio e intenta convertirlo en algo pasajero.
Un cuerpo que recupera despacio el sonido. Que oye el lamento
de un pasajero moribundo, otro cuerpo. Otro cuerpo que no
alcanza a sobrevivir a pesar de ser inmortal y poderoso. Allí está,
demostrando lentamente todo lo contrario. Otro cuerpo agoniza
y su hijo comienza a llorar con la pausa del que mira la muerte
con el terror de la naturalidad.
Un cuerpo se abraza a su hijo. Repite como un mantra la idea de
lo pasajero del frio. Un cuerpo observa la inmensidad oceánica y
piensa con todo su cerebro que pronto se acabará el frio. Que al
fin un cuerpo encontrará con sus dos ojos el paisaje del paraíso,
de la orilla de un continente renacido. Un cuerpo espera la paz
hasta lo insoportable, hasta que la agonía de otro cuerpo lo
empuja al acto más humano que pueden desesperadamente
llevar a cabo los cuerpos que se miran como pares. Que se
compadecen. Que apagan suavemente la luz del oxigeno
de la agonía. Que saben que Alá perdona al cuerpo que con
honestidad reacciona sobre la vida.
Sobre los conceptos movidos de lugar donde se encuentra la palabra
vida. En este océano interminable y frio. En las manitos heladas del
niño que llora.
16. Los objetos eternos atentan contra la obsolescencia programada.
El artista trata de adecuarse a los nuevos tiempos, desmaterializa
efimerizando conceptualizando(happening, performance, arte efímero
arte conceptual).
El cambio de los modelos, las colecciones “Primavera-Verano”,
el envejecimiento prematuro de la tecnología, los lenguajes de las
computadoras, el desprecio de lo viejo, el cambio de la cadena de
transmisión de información, hacen obsoleto el traspaso generacional.
Cambiando la experiencia por el mero hecho de googlear. Priorizando la
operación artística y no más el objeto. Traslada la eternidad a la trasmisión
del mensaje tratando de salvar así la esencia del arte.
Haciendo navegar por las redes los conceptos, las ideas
desmaterializadas, en el momento donde el objeto hace avanzar el
tiempo, donde este nuevo objeto con fecha de vencimiento reemplaza el
objeto durable.
El arte electrónico envejece a velocidades exponenciales, por
el cambio de tecnología, exhibirlo es cada vez más difícil, que solo se
puede dar el lujo las instituciones más poderosas. La obras necesitan
mantenimiento constante y actualizaciones técnicas, esto contribuye a
la vejez que están sometidas las piezas que se muestran, creando una
sensación vintage, recordándole los espectadores la velocidad de los
cambios. Y los que tuvieron que desechar por la vejez forzada a lo que la
sociedad de consumo nos somete. El software arrasa con el hardware y obliga
a los consumidores a comprar sin fin para estar al día y la sensación es que si
no comprás te caes de la contemporaneidad, te perdés ser parte.
El arte se pregunta sobre las esencias que no cambian y eso no le
conviene a esta sociedad del cambio forzado en la que estamos.
Las preguntas que se hacen los artistas son siempre las mismas lo que
avanza son las técnicas y las maneras para mostrar, los cuestionamientos
eternos que nos hacemos colisionan contra la fragilidad de las nuevas
herramientas
OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
X Pedro Roth
17. LLUVIA DE DOLARES , por Germán Gárgano
CIERRE
X Pierre Menard
El próximo número de nuestra revista será el 10, redondo, y estará
dedicado a nuestro amigo Federico Peralta Ramos. Procuraremos agregar
algo nuevo a la visión de "muchacho simpático" con que lo trataban de
tildar algunos seguidores del General Ongania que, afortunadamente,
no lo entendieron. Mientras tanto, seguiremos editando nuestro blog
revistaestrelladeloriente.blogspot.com y página en Facebook (www.
facebook.com/Estrella-del-Oriente)
Todos los artículos y dibujos son creación colectiva de Roth, Santoro,
Céspedes (cuando viene, porque está muy atareado), el Tata (que no para
de cantar y cada día mejor), Gárgano y Capurro. Todos somos plagiarios,
como diría Maria Kodama.
Hasta el próximo número.
Buen 2017! donde todos aquí festejaremos más de un aniversario.
