2. Tit@s
• Tras el proceso de capacitación Tit@s debo agradecer
profundamente a mis maestros formadores; en ellos la más sincera
disposición y estilos docentes eficientes y efectivos, sustentados en
el acervo del qué hacer pedagógico. Sin embargo, es necesario
exponer los elementos que nos mueven a pensar que la experiencia
nos ratifica que en Colombia tendemos a confundir la utopía con el
imposible. En una constante donde le sembramos soluciones
transitivas, aunque novedosas, a problemas estructurales. Tit@s
nos develó una arista más de la inadecuación de los contextos
donde se vivencia el hecho educativo, nos llevó a comprender que
el acceso no es una cuestión que sustente en desarrollo gráficos,
pues debe construirse en el día a día, en la tendencia a un impacto
positivo para la construcción de hábitos.
3. Tit@s
• Este ejercicio, sustentado en las formas de las
alfabetizaciones en TIC, se edulcoró con maneras
que a todas luces confundieron el “crecimiento
personal” con el desarrollo disciplinar. De
entrada, se subestimó al cuerpo docente, pues la
comunicabilidad de las estrategias se dio en
vehículos infantilizantes y en el uso de lenguajes
tocados por el efecto de la “minoría de edad” que
ha hecho se confunda el tránsito de contenidos
con una apuesta por la facilidad.
4. Tit@s
• Epistemológicamente se comete un craso
error cuando se asume que la capacitación se
da en la necesidad de “llegarle a las nuevas
generaciones”, en formas reconocibles por
ellos y recibidas a beneplácito, tocadas en la
mayoría de las ocasiones por las asfixiantes
dinámicas de lo massmediatizado.
5. Tit@s
• La apuesta por adelgazar, facilitar y condensar, no es
consecuente con las democratizaciones de la
información, de las bases de datos y de los medios de
producción; la conversión de todas las cuestiones en
asuntos lúdicos, resulta inconsecuente con las
necesidades de interpretación de un mundo cada vez
más complejo en lo concreto. La concepción del
maestro como un operador de axiologías y un
detonador de emociones significa un mero cambio
estético dentro de un panorama de cuestionamientos
directos a la misma legitimidad de la escuela.
6. Tit@s
• Tit@ parece partir del desconocimiento de las
condiciones de la población intervenida, en medio de
un diagnóstico especulativo, no sustentado en el
estudio de las condiciones formativas de los maestros.
Aunque la estrategia de los MF, extraídos del mismo
medio a ser intervenido, puede generar gratificaciones
y arrojar resultados interesantes para el análisis, el
ejercicio no logra superar las condiciones de lo
anecdótico, pues dichos capacitadores se encontraron
amarrados a unas dinámicas determinadas por la
saturación de ejercicios que no permitió generar una
verdadera apropiación de las probabilidades de las
herramientas y de los soportes.
7. Tit@s.
• El exacerbado uso de acrónimos parecía
buscar “poner a tono” a una comunidad con
los usos del SXXI, pero solo logra hacer más
radical la apuesta epistémica por la
condensación. La apuesta por “ciborgtización”
de la expresión de los maestros en formación
derivó en una suerte de auto-sabotaje
propalador de la confusión.