La administración intramuscular de medicamentos implica inyectar un fármaco directamente en el músculo para que se absorba en el torrente sanguíneo. Las inyecciones intramusculares permiten depositar un mayor volumen de medicamento y una absorción más rápida que las inyecciones subcutáneas. Los profesionales de la salud deben aplicar esta técnica para depositar vacunas y medicamentos en pacientes que no pueden tomarlos por vía oral.