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APUNTES DE PREVENCIÓN
SEMINARIO 1994
FEDERACIÓN ANDALUZA
DE DROGODEPENDENCIAS
"ENLACE'
Conclusiones del Seminario de Estudio 1994 de la Federación
Andaluza de Drogodependencias "Enlace". Texto definitivo
aprobado en Asamblea Ordinaria de Enero de 1995
Edita: Federac¡ón Andaluza de Drogodependencias "Enlace"
Comisión de Redación: Remedios Aguilar Alés
Rosario Martagón Ropero
José Sánchez Fernández
Carolina Sánchez Silva
Patrocina: Caja San Fernando de Sevilla y Jerez
Diseño de Portada y Contraportada: Antonio Zamorano
Enero de 1995
Depósito Legal: SE-l 05-1996
lmprime: lmprenta A. Pinelo.
Avda. de las Edl¡as, 17, 41900 Cams - Sevtlh.
Tfno: 439 25 46. Fd: 439 45 't6.
1. PRESI
2. DELT
3. PREVE
4. PflEYE
5.I.APE
6. At€Xr
íNorce
1. PRESENTACIór.¡ . ..... .. 1
2.DELtMtrAclóruoecoNcEpro .........4
3. pREVENoIóN eru EL MEDto FAMILIAR y EScoLAR . . . . . I
4. pREVENCIórv Eru GRUpos DE ALTo RtESGo 20
5. LA PREVEruCIÓI.¡ COMUNITARIAY EL MOVIMIENTOASOCIATIVO . . . . . . . 30
6. ANEXO:ASOCIAC|ONES FEDERADASA ENERO 1996 . ....... 41
PRESENTAC¡ÓN
En 1992, después de dos años de la constitución como Federación
Andaluza de Drogodependencias, decidimos crear un instrumento que
nos permitiera profundizar y analizar colectivamente cualquier tema
relacionado con nuestro quehacer. De esta forma nació el seminario
de Estudios de ENLACE.
Entendimos entonces que el primer tema que debíamos abordar
tenía que ser el análisis de cómo el modelo soó¡at en el que estamos
viviendo influye en el hecho de que muchas personas
"*t"n siendo
drogodependientes. Las conclusiones de aquel sem¡nario las publica_
mos en un cuadernillo en el que además incluimos lo que, pensába_
mos, tenían que ser algunas características de ,n nr"ro diseño de
sociedad, para que el consumo de drogas no representara el problema
que hoy supone, así como qué podemos ir haciendo las asociaciones
de drogodependencias pata avanzar en ese sentido.
Para el segundo año de Seminario pensamos que, una vez que
habíamos profundizado el año anterior en las causa's s'ociales, tenía_
MOS qUE ENtrAr dE IIENO EN IA PREVENCIÓN DE LAS DROGODEPEN-
DENCIAS, partiendo de ra rearidad que estamos viviendo, y, en particu-
lar, qué podemos hacer desde el mundo asociativo.
El procedimiento seguido en este seminario, ha sido similar al
año anterior:
- Primero, selección y distribución de diversos materiales, que creímos
interesantes, relacionados con el tema en cuestión
Pá9. 1
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
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- Segundo, debate en un grupo formado para este propósito e ¡ntegra-
do por personas de distintos puntos de Andalucía.
- Tercero, redacción de un borrador inspirado en las conclusiones del
grupo de debate.
- Cuarto, distribución de este borrador para su estudio y discusión en
todas las asociaciones de Federación.
- Por último, el borrador y las enmiendas que al mismo se presentaron,
fueron debatidas en la Asamblea de ENLACE durante la celebración de
las Vl Jornadas que se celebraron en Málaga en Enero de 1995, donde
finalmente se aprobó el texto definitivo que es objeto de esta publicación.
Las actuaciones preventivas no se pueden, o al menos no se deben
parcelar, es decir, no podemos aspirar a realizar una prevención eficaz
actuando solamente desde y/o sobre la familia, o desde la escuela,...
sino que tenemos que entender la prevención de forma integral; no
obstante, por razones de operatividad y tiempo (sólo disponíamos de
dos mañanas y una tarde para llevar a cabo los debates del grupo),
decidimos tratar el tema en tres bloques de trabajo, uno por cada
sesión, que fueron: Prevención en el medio familiar y escolar, Preven-
ción en grupos que viven en situaciones de alto riesgo, y Prevención
en el medio comunitario. Con este mismo esquema presentamos
también este documento.
uuuuu
Es necesario tener presente a la hora de leer este documento que no
partimos de cero, esto es, muchas de las cuestiones que tendría sentido
que abordáramos aquí, fueron ya tratadas en el Seminario sobre el
Modelo Social y por ello no la hemos incluido, aunque, no nos cabe Ia
menor duda, todos los avances que se realicen en la dirección que
preponíamos en el documento del citado seminario tendrían un incalcula-
ble valor preventivo o dicho de otra forma, el obj
preventivo debe ser una
Pá9.2
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
No obstante, sl creemos importante señalar aquí -sin pretender
profundizar en este análisis-, que en las últimas décadas han ido en
ntre los que más y los
que menos tienen, habiendo llevado incluso a la pplfeza_anuehas
IEI§enas, y que han sido, y son, los jóvenes, las mujeres, los ancianos,
los emigrantes, los minusválidos, .... los que más están sufriendo estas
circunstancias.
La existencia de un número creciente de personas sin posibilidades,
o_Qgn-_nuchas dificultades para trabdar, sin,acceso-¿ una vivienda
les
ta, graves
9tql" o a una educación adecuada a sus rié6ésidade.,Esl9!gé!_q
[oC muchos se ven sometidos, unido, por otra parte, al
estilo
¡o y las carencias afeetivas_l¿_de_gqmuni-
de vida consumista asociado al orden
son, para nuestro mo¡lq de
el que muchas personas tengan en
ñculaclólal consumo habitual de
determinadas sustancias, y explican
9e]ee !roggi".
,en último término, "el fenómeno
que este documento, que ha sido realizado bajo el
rriba expuesto, nos sirva a las asociaciones, en parti-
cular, y a cuál§uier otro lector, en general, y sea capaz de superar las
simplificaciones que en este tema se suelen hacer, atribuyendo la
responsabilidad de la situación actual al toxicómano y/o al narcotrafi-
cante exclusivamente.
Pá9. 3
DELIMITACION DE CONCEPTO
Entendemos§)or prevención el conjunto de actuaciones que pode-
mos llevar a cabo para anticiparnos a unas pautas de comportamiento
que queremos evitar. El objetivo mínimo de nuestros programas podría
ser retrasar todo lo posible la edad de inicio al consumo de drogas, y
el obietivo último. el alcance de un estilo de vida saludable. entendien-
ooGIuo noGéioGn u o, sociocultu-
ral, ético, de relación con la naturaleza, etc.
Una persona con un estilq_glelidasalqdable sería una persona
at¡lg¡qma, crí
droga aunque consumiera algunas. Es decir, q9! lq
trataríamos tanto de evitar que una
cra, a esa persona a aumentar su de tomar
Los programas de prevención deben perseguir, pues, un cambio de
hábitos y de valores en las personas o grupos a los que vayan dirigi-
dos, siendo esto lo único capaz de garantizar que la relación de las
personas con las drogas (que siempre van a existir en la sociedad) sea
racional y positiva, y no autodestructiva como en la actualidad lo está
siendo para muchas.
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La prevención no estar basada en actividades pu
descoordinadas, ni en
yqs, que en cá56 cfe tener algún efecto positivo no es duradero y en
Pá9.4
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superar frustraciones, de disfrutar su
Sem¡nario 1994 Prevenc¡ón de Drogodependenc¡as
muchas ocasiones tienen un efecto contraproducente, obteniéndose
resultados contrarios a los deseados, como son la duplicidad de actua-
ciones, o el desencanto y frustación de las personas con las que
trabajamos, debido, principalmente, a que la mayoría de las veces no
contamos con un modelo de trabajo adecuado y pensamos que lo
importante es "actuar", es decir, debemos abandonar la idea de que
todas nuestras actuaciones previenen._q_UgJgdg_yalg. Hemos de ser
sustentarse en modelos
prefabricados, que para nada tienen en cuenta la realidad social de los
grupos a los que van dirigidos.
Podemos delimitar tres caracterí fundamentales de los
mas de maouracton
fersoÍas eñ el sentido antes expresado: que sean integrales, continua-
dósEñGi tiempo, y evaluables y sistemáticamente evaluados.
z--.==:
(lntegraleg"óorque todas las personas, y particularmente en la etapa
de )naduraóión y crecimiento, nos vamos haciendo bajo diversas
influencias: familia, escuela, amigos, barrio, televisión,..., por tanto, en
!b§-!n!rcducir a tiempo las correcciones que sean necesar as, y_saber
el qrado de acierto del mismo-para insistir o no en su aplicación, Es
decir, entendemos la evaluación no como un acto final, sino como una
los programas deben tenerse los múltiples factores
rqglean a las personas o a
- (óntinuados ei el tie¡nlo, porque no se puede aspirar a que las
persoñEffiaffibien-trábitos de riesgo por otros sanos, y que estos
cambios se consoliden, al ver un anuncio de TV., o asistir a una charla,
o salir un día en bicicleta, etc. Los cambios de comp
muy difíciles dq r srn una ioación real de la
siñ que esta participación dure el tiempo suficiente para que puedan
ser asimilados en su vida cotidiana.
Fvaluables y sistemáticamente eval oara saber en todo
los
Pá9. 5
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
parte del programa que nos permite, regularmente, revisar, y redireccionar
en su caso, lo que estamos haciendo. De nada nos vale hacer algo si-
no podemos valorar si lo que estamos
no a nue§tros propósitos
La evaluación ha sido hasta ahora la gran olvidada en las actuacio-
nes en Drogodependencias, sobre todo cuando de prevención se trata.
Son muchas las cosas que se han hecho, y se hacen, en nombre de
la Prevención y que nunca se comprueba si efectivamente han tenido,
o no, un efecto preventivo. Así nos encontramos con campañas "No
Consumo" realizadas por distintas administraciones, las numerosas
charlas de Asociaciones, maratones, verbenas,... contra las drogas, etc,
etc., en los que se han invertido, y se invierten, muchos medios y
esfuerzos y que nadie sabe para que han servido, si es que han
servido para algo.
Fsta práctica de no evaluar lo que se está haciendo, debe sef
definitivamente eorregida por las Asociaciones. a la vez que debemos
exioir oue las distintas Administraciones haoan lo mismo.
Es incomprensible que se sigan realizando campañas espectaculares
sin que se valoren sus resultados y por toda evaluación se den datos
tales como ne de anuncios o cuñas emitidas, ne de carteles editados, ne
de charlas o participantes en las charlas, etc. Es incomprensible que se
inviertan en estas actividades tal cantidad de recursos, a no ser que en
el fondo no haya un verdadero interés preventivo y sólo se persiga hacer
creer a la opinión pública que se están haciendo cosas.
oaaa(}
La Prevención es algo mucho más complejo que introducir en la
radio local una cuña o un slogan como "Drogas no, haz deportes", u
organizar un día una verbena con bebidas sin alcohol. Y esta compleji-
dad de la tgre+fJrcntiva necesita que nos preparemos para llevarla
a cabo: LQ formación)nuestra formación, debe ser una preocupación
Pá9. 6
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Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
P1sjantg e_l las persona nes, en
las Asociaciones en su conjunto, eñla Federación, y, enléneiái, en
todos aquellos y aquellas que de una forma seria y responsable preten-
demos actuar, o estamos actuando, no sólo en prevención sino en
cualquier área de las Drogodependencias.
En el Movimiento Asociativo, y en particular en Andalucía, tenemos
experiencias muy interesantes en el campo preventivo, pero debemos
reconocer que hay mucho por hacer y mucho que aprender. Jglg¡e§que ser conscientes que para diseñar y ejecutar proqramas préventivos
en la línea estamos izar
lá1, de forma permanente, n¡estros conocimientos. fn rulestra plániti:
6áción anuát Gt iñbajo, tanto en et ámÜtolóñtE6mo en et provinciat
o autonómico, debe estar presente la formación de una manera real.
Aquella persona o Asociación que crea que sobre Drogodependencias
ya lo sabe todo, obtendrá unos resultados cada vez más pobres en lo
que esté llevando, o quiera llevar, a cabo.
Así pues, no debemos escatimar esfuerzos ni medios, tanto indivi-
dual como colectivamente, para la formación si realmente queremos
tener una actuación eticaz.
Pá9.7
pREVENcIóru eru EL MEDIo FAMILIAR Y EScoLAR
Las personas nos hacemos no sólo en la relación que mantenemos
con nuestros padres, o en la escuela, o con los amigos, o en el ba-
rrio,... de forma aislada, sino influenciado por todas ellas a la vez, y por
lo que leemos, por lo que vemos, por lo que sentimos, por lo que
hacemos en nuestro tiempo libre, etc, etc. Por ello, en la Presentación
de documento decíamos que no podemos acers1
vención con un enfoque
Si la actuación global es una característica a tener siempre en
cuenta en la Prevención, se hace particularmente necesaria cuando
de familia y escuela tratamos. En un niño o una niña puede crear
bastante conflicto que los modelos más próximos que tiene del mundo
adulto lo estén educando con valores o actitudes opuestas, tales como
que los padres estén favoreciendo una conducta solidaria y en la
escuela se esté potenciando Ia competencia, o que en la escuela se
intente educar en la tolerancia y el respeto y en el hogar se fomente
el desprecio y la marginación de los desiguales.
Nuestros programas deben, por tanto, actuar conjuntamente en los
ámbitos familiar y escolar. No obstante, aunque este es un objetivo a
poderactuar, porlas rry
á?éiar cle-hacerlo en uno de ellos. Aql st no
llágar a realizáñüñTrográma de prevención.escolar, porque nuestros
recursos no den para ello, o porque la escuela no lo posibilite, no por
ello dejaremos de hacerlo con las familias, si esto sí nos resulta posi-
ble. Y viceversa.
Pá9. 8
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Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
Uno de los rasgos más característicos del tiempo en que vivimos
con respecto a cualquier otra época pasada, es la rapidez con que se
producen los cambios y lo numerosos que éstos son. Cambios no sólo
técnicos o científicos, sino socio-culturales. Cambios en las formas de
vida, en los hábitos, en los valores; cambios en las relaciones labora-
les, en las relaciones personales, en la vida política; cambios en la
cantidad de información y en la forma en que nos llega, en los conoci-
mientos. Cambia todo, desde las cosas más cotidianas como Ia ali-
mentación, los juegos infantiles, o los enseres del hogar, hasta las más
estructurales como las ideologías, las formas productivas,....
Estas transformaciones tienen como consecuencia que las circuns-
tancias e influencias que rodean el crecimiento y maduración de una
generación sean bastante distintas de las de su generación predeceso-
ra. Padres, madres, profesoras y profesores tuvieron un desarrollo que
poco tiene que ver con el que ahora están viviendo sus hijas, hijos,
alumnos y alumnas. Los roles que aquellos desempeñaron cuando les
tocó ser hijos/as o alumnos/as y los modelos de padres, madres,
profesora/or que pudieran tener, no son unas referencias en las que
puedan apoyarse mucho para afrontar las responsabilidades educativas
que hoy tienen.
La sociedad actual exiqe, pues. que la formación de las personas no
con las enseñanzas medias. o en la
familiar y escolar, suroe como orimera evidencia y necesidad la forma-
de los agentes encarqados en primera instancia de la educaci
las niñas/os v ióvenes: rLaltgs,ladlcs profesora§ y profe es.'-------+
Pá9. 9
educativa.
Por todo esto, a la hora de abordar la Prevención en el medio
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias Semina.c '?
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Prevención en el Medio Familiar
Como decíamos anteriormente son muchos los cambios producidos
(y que se siguen produciendo) en un breve período de tiempo. Cambios
muchas veces difÍciles de asimilar, de incorporar a la vida cotidiana sin
que tengan consecuencias negativas. En el caso particular de la
familia, además de estar inmersa en un mundo en continua transfor-
mación, y como consecuencia de ello, el cambio que se ha producido
en su propio seno es muy considerable. Los avances en la igualdad
de los sexos, el papel del hombre y la mujer en la pareja, y por ende
en la familia, han evolucionado más en las últimas décadas de lo que
lo habían hecho en cientos de años. La presencia de la TV ocupando
casi todo el tiempo libre (y a veces el no libre) de los componentes de
la familia, obstaculizando e incluso impidiendo el diálogo y la comuni-
cación familiar; la aparición de los ordenadores y video-consolas; la
pérdida de la calle, ahora ocupada por los coches, como espacio de
socialización natural donde los niños jugaban y se relacionaban con
otros y otras; la caída de las figuras del padre autoritario e incuestiona-
ble y del hijo/a obediente y callado/a, sustituida por la del padre o
madre dialogante y amigo/a; la nueva concepción de las relaciones
sexuales y el descrédito del pecado; la enorme dificultad para que el
hijo/a encuentre trabajo; el número creciente de padres sin empleo; los
miedos a las drogas, al SIDA, a los embarazos,...; etc,.etc. han provo-
cado una desubicación y un desconcierto en los padres y madres, del
que pued ué
hacer, cómo relacionarse con su hijo o hija, y a actuar de forma poco
coherente en muchas ocasiones. De esta forma, las relaciones familia-
res suponen muchas un factor de
de vis las d
Así pues, como decíamos antes, no se puede hablar de prevención
en el medio familiar sin empezar haciéndolo de la lg LáL
os qG-ñánría de llevarse a
óábo en dos niveles:
Pá9.10
Sem¡nario 1994 Prevención de Drogodependencias
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- Unoóolect,yQüjglqo_g l.q pg9tgc¡On en.qenera@ra to que po-
dríamos-ütillzar, entre otros instrumentos, los programas de escuelas
de familias y los centros de educación de adultos.
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cas de lo que
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Las Escuelas de Familias
Son programas que ya han llevado, o están llevando, a cabo diver-
sas Asociaciones (algunas con el nombre de Escuelas de padres)
cuyos usuarios son los padres y madres o personas que actúan como
tutores de los niños y niñas. Se desarrollan en dos fases:
a) Captación de los usuarios
Es quizás la fase más complicada y la que exige mayor participación
de los voluntarios de la Asociación, se trata en esta fase de informar
a la población a la que va dirigida de la existencia de la escuela y de
motivarla, sin duda lo más difícil, para su asistencia.
Es muy conveniente buscar la implicación de cualquier otra organi-
zación como pueden ser las APAs., Asociaciones de Mujeres, Asocia-
ciones de Barrios, ...
' Los medios usados para este fin suelen ser variados y están
siempre en función de las características del barrio o pueblo donde se
desarrolle y del tejido asociativo que exista en el mismo:
- Campañas de sensibilización mediante carteles, charlas, videos
comunitarios, radios locales, etc.
Pá9.11
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- Contactos con diversas Asociaciones y a través de ellas llegar a
los padres y madres.
- Mediante los grupos de parroquias, Cáritas,...
- Mediante los Colegios o lnstitutos.
- Etc, etc,
b) Curso Familiar
Terminada la fase de captación comienza el curso que será imparti-
do por una persona o un equipo que cuente con una formación adecua-
da. Su duración puede variar según el lugar donde se desarrolle y el
contenido del mismo, no obstante viene siendo habitual que coincida
con la duración de un curso escolar, con una per¡odicidad de una
sesión por semana o quincena.
La metodología es slempre participativa y hace mucho uso de
diversas técnicas de dinámica de grupos. El o,bidlvol@mentaldel
la de la familia, dotándola de la
abordar
ías las rela
en
El contenido del curso Se compone de una Serie de temas tales como:
' La comunicación en la familia: comunicación en la pareja,
comunicación padres-hijos. Los riesgos de la TV.., ordenadores,
video-juegos,...
' La educación de los hijos e hijas: lmplicación del padre y la
madre, necesidad de criterios comunes en la pareja, la coherencia
entre el discurso y el comportamiento de los padres, la responsabili-
dad como alternativa a la obediencia, la igualdad de los sexos, la
imitación a los padres y madres en el proceso de aprendizaje, ...
Pág.12
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riesgc
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
' El estilo de vida familiar: la utilización del tiempo libre, los
riesgos del consumismo, la alimentación, la higiene, ...
' La democracia familiar: la evolución de la autonomía personal
con la edad, la toma conjunta de decisiones, el respeto a la indivi-
dualidad de cada uno o una, ...
' La adolescencia: los cambios físicos y psíquicos, las relaciones
sexuales, ...
' Los medicamentos, el tabaco, el alcohol, otras drogas, el juego,
las sectas, ...
' El respeto a los demás, la preocupación por el medio ambiente,
la solidaridad con los desfavorecidos, ...
Los C€ntros de fulgltos pueden ser unos instrumentos muy útiles
para Oe6á?ñIál-estos lrogramas de formación, posibilitanáo que
lleguen a algunas personas a los que, tal vez, nos sería difícil llegar
de otra forma, y además por resultar su ejecución bastante fácil, pues
O 1!9q_gofesores y profesoras que
q!§!graLgolaborar.
El Educador de Calle
Cuanto mavor desestructuración presente la familia, más 9if!qi[
ma de Además
si la familia presenta uno, o varios, rasgos tales como: ausencia del
padre o madre, madre soltera, padres parados, penuria económica,
bajo nivel cultural, malos tratos, padre o madre o ambos alcohólicos
o dependientes de otras drogas,..., suele necesitar una atención indivi-
dualizada.que no puede prestarse desde una Escuela de Familia. En
estos casos nuestra actuación se puede llevar a cabo mediante un
programa de Atención familiar a través de Educadores-§le_]Qalle. Los
educadores de calle trabajan normalmente con aquellas familias que
Pá9. 13
Seminario 1994 Prevención de Drogodependenc¡as
tienen un hijo o hiia. que se considera que vive en situación de riesqo,
q través del que se contacta con el resto de la familia.
Los o@ía que se plantean en este programa
familiar están gn función de la situación que presente, pudiéndose
trabajar cosas que van desde la toma de conciencia de la responsabili-
dad del padre v la madre en la educación de sus hijosy la formación
en_esfe*senligo, hasta la
eco nó m i co_s_ Qq't:r_qu e-c uenten y I a
Prevención en el Medio Escolar
Si atendemos a lo que hemos presentado en la lntroducción como
circunstancias favorecedoras del consumo de drogas, parece claro cuál
sería el papel de la Escuelal en la Prevención de Drogodependencias:
Contribuir decididamente en la consecución de personas maduras,
autónomas, críticas, hábiles para relacionarse con los demás, capaces
de enfrentarse a sus problemas, respetuosas, solidarias,.... en definitiva
de dotar a las personas de la capacidad suficiente para desenvolverse
y ser feliz, y ayudar a que los demás también lo sean, en este mundo
y en este tiempo que les ha tocado vivir. Y Ia contribución que puede
hacer la Escuela, sin llegar a ser determinante, es muy importante. Es
mucho el tiempo que los niños y niñas pasan escolarizados en sus
distintas etapas. Además, las capacidades, los valores y actitudes
personales que, según hemos dicho antes, habría que desarrollar en
pro de una actuación preventiva, son objetivos educativos fundamenta-
les recogidos en la LOGSE, es decir, a nivel formal, o legal, la escuela
estaría cumpliendo con su función preventiva.
' Con el término Escuela designamos los distintos Centros de Enseñanzas por
donde una persona pasa desde que comienza a ir al colegio a los 4, 5 ó 6 años,
según el caso, hasta los 18 años en que puede terminar el bachillerato o la formación
profesional
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Sem¡nario 1994 Prevención de Drogodependenc¡as
Sin embargo la práctica, por lo general, es bien distinta y, para
muchos escolares, la escuela es motivo de frustración, de reprimen-
das,..., y, en lugar de ser un agente preventivo, está suponiendo un
gran factor de riesgo, consiguiendo que un alto porcentaje de personas
sean a sus 12, 13 ó 14 años, e incluso antes, unos auténticos fracasa-
dos convencidos, además, de que su fracaso se debe a su "torpeza"
y/o a su falta de voluntad y trabajo.
Otra contradicción entre lo que debería ser la escuela y lo que es
realmente, es que, a lo largo del período escolar, se suelen aumentar las
diferencias que inicialmente podemos encontrar en los niños y niñas
debidas a su pertenencia a entornos socioculturales más o menos desfa-
vorecidos, llegándose en muchos casos a enfatizar su marginación.
El sistema funciona con una perfección diabólica. Los niños y niñas
que proceden de ambientes familiares más deficitarios presentan
generalmente dos características: un nivel cultural más bajo que los
demás y poca motivación escolar. Como consecuencia de las mismas,
estos chicos y chicas comienzan a obtener malos resultados lo que es,
a su vez, causa de desmotivación. Cada nuevo curso escolar las
diferencias con respecto a otros compañeros y compañeras aumentan
y se hace más difícil su superación.
Para las profesoras y los profesores, estos alumnos y alumnas,
suponen un motivo de frustración (y de irritación muchas veces) por
los malos resultados académicos que obtienen y porque, al estar cada
vez más "perdidos" y desmotivados, presentan también problemas de
compoftamiento dificultando sustancialmente la labor docente. Califica-
dos de "alumnos problemáticos" todo el mundo asume que hay poco
que hacer con ellos y, en cierta forma, se viven como un "alivio" sus
ausencias a clase porque posibilitan trabajar mejor con el resto de la
clase cuyo avance están dificultando. Y con el absentismo escolar las
cosas se complican más.
Pá9.15
Seminario l994 Prevención de Drogodependencias
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lncapaces por si mismos de romper esta dinámica (el sistema
escolar no tiene, al menos hasta hoy, respuestas para este problema),
un alto porcentaje de niños y niñas son, a sus 14 años, unos inútiles
para proseguir sus estudios que es la única posibilidad educativa que
esta sociedad tiene para ellos y ellas.
La escuela actual es casi exclusivamente un instrumento de transmi-
sión de conocimientos. La formación académica, o en todo caso laboral,
y conseguir que la conducta en clase de los alumnos y alumnas permitan
el desarrollo "normal" de las mismas, son el único fin, por lo general, de
la tarea docente. El resto de los objetivos que se plantea la LOGSE, que
son esenciales en la educación de una persona, y para la prevención de
cualquier conducta asocial, está ausente en la práctica escolar.
A esto hay que añadir que no existe ningún mecanismo de recupera-
ción que no sea el consabido "repetir curso". No hay nada previsto para
ese enorme número de personas que no alcanzan el nivel mínimo exigido
por profesoras y profesores. El fracaso escolar está asumido por todos.
Y la diversificación curricular con que la reforma pretende afrontar el
problema, difícilmente -por no Ser absolutista-, va a mejorar la situación.
Por otra parte, es preciso tener en cuenta que la profesión docente
es, con toda seguridad, una de las más complicadas que existen en
la actualidad. Muy atractiva para aquellos y aquellas que la ejercen por
vocación, pero enormemente insatisfactoria para los y las que la tienen
sólo como una profesión, como una "forma de ganarse la vida", que
se han visto forzados a desempeñar por las altas cotas de desempleo
existente. Tener responsabilidades en la educación de una persona eS
algo inquietante, pero tenerla en la de 30 por curso cuando son peque-
ños, o por curso y hora cuando son adolescentes, llena a la profesora
o profesor de incertidumbres y angustias.
¿Qué hacer para que aprendan? ¿Cómo motivar a esa mayoría de
alumnas y alumnos que les gustaría estar en cualquier sitio menos en
clase? ¿De qué está sirviendo el esfuerzo realizado cada día? ¿Cómo
Pág.16
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
ampliar e incorporar a los objetivos tradicionales de la enseñanza los
de la educación para la paz,la ecología, la igualdad de los sexos, la
prevención de drogas, la vida sexual,....?. Son preguntas de difícil
respuesta.
Respuestas que cotidianamente tiene que encontrar cada profesor
o profesora, inmersos en un sistema educativo que también está
sufriendo una profunda transformación, donde la disciplina.en su
acepción clásica, la autoridad del maestro, los castigos, las clases
magistrales, ... están en desuso -o al menos, en cuestión- pero que es
la única forma de enseñanza que ellos conocieron.
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Son muchas las cosas que tendrían que cambiar para que la escue-
la responda a las necesidades que la sociedad le está planteando. No
basta con recoger estos cambios en una ley y decir a los docentes que
la cumplan, culpabilizándoles de los malos resultados o animando,
como a veces se ha hecho, a las APAs. a exigirles más.
La escuela, no obstante, podría ejercer una impoftante función preven-
tiva (no sólo de toxicomanías) que podría desarrollarse en tres planos:
' En un primer plano, en una actuación más general e inespecífica,
si, como ya ha quedado expresado antes, la escuela lograra ayudar
a niños y niñas en su proceso de aprendizale y maduración personal
alcanzando, en último termino, una persona capaz de comunicarse, de
entender el mundo que le rodea, de afrontar los problemas que se le
presenten, con sentido crítico, con autoestima positiva,... estaría reali-
zando, sin duda, una importante labor preventiva.
' En segundo lugar, en un plano más concreto, en la escuela se
podrían llevar a cabo programas de prevención con objetivos tales
como: uso saludable del tiempo libre, enfrentamiento a situaciones de
riesgo, toma de decisiones, habilidades sociales, defensa frente a los
medicamentos,....
Pá9.17
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
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Estas dos actuaciones serían llevadas a cabo por los propios profe-
SOreS y prOfesoraS, Si bien sería neCesario, para lOgrarlo, un cambio
profundo en la concepción que muchos de ellos y ellas tienen de cual
es la función de la escuela y su papel en la misma. Conseguir que los
enseñantes evolucionen hacia otro concepto y práctica de la educaciÓn,
en el sentido antes expresado, es una tarea muy compleja y muy
olvidada, por mucho que a nivel formal se haya hablado de ella, y a
lo que no Se puede aspirar Si no Se realizan unos planes serios de
formación del profesorado.
, Por último, tendría que existir en la escuela un tercer plano de
actuación específica que ofreciera atención especial (individualizada
en muchos casos) a aquellos alumnos y alumnas que presenten
caracteríSticas de riesgo. Para esta actuación habría que dotar a los
Centros de equipos psico-pedagógicos que trabajasen en estrecha
colaboración con profesores y profesoras.
¿Qué podemos hacer desde las federaciones y asociaciones para
contribuir en la consecución de una escuela distinta, capaz de prestar
a la sociedad el servicio que actualmente le demanda?
En líneas generales nuestra labor en este campo (que no puede ni
debe ser actuación directa con los niños y niñas salvo excepciones,
como cuando hemos realizado programas de tiempo libre en Centros
Escolares) deqe--[ -e-lgeru]lAqg ? fa-v,ol,g§gf 9-.!ac1l!!a1 la ap,9-¡!9j-ó¡¡
-Qe
las circunstanciá§tiue permitan a los docentes realizar su trqbajg 9¡
Condicjqnes--óptimas,.En este sentido tendíamos que exigir a la Admi-
iiéiilc¡ón que fuese coherente con lo que legisla y que emprendiese
todas las acciones necesarias para que la LOGSE se pueda cumplir'
Entre las medidas que debería tomar, podríamos destacar:
' Reducción a 20 del nÚmer,o de.al-U"m.!qs/a9 por grup.9 o clase
en todas las etapas de la énseñanza (infantil, primaria y secundaria).
Pág.18
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
' Que la formaciéI p*elm?!en]g 9.p!-ptote-S-9"_r_qdo se generatice a
todos y tooas tos oóCeñtés inctüyénd'üá en"§üJórnaoJ laboral.
' Dotación a los Centros de Enseñanzas del personal especiali-
. lelo necesario (psicólogos/as, pedagogas/os, ...) para hacer posi-
ble, junto con los profesores/as que se realicen los tres planos de
actuación antes mencionados.
:__Po_tql, asimismo, a los Centros de monitores deporlivos, cultura-
_!-e-s, ... para que, fuera del horario docente, se oferten a los alumnos
y alumnas actividades de ocio y tiempo libre.
o Evidentemente todo ello supondría una fuerte inversión en educa-
ción (que luego podríamos ahorrarnos en cárceles, centros de trata-
mientos, policias,...) pero es necesario si pretendemos que la escuela
juegue el papel que ié corresponde.
Junto a esta actitud reivindicativa frente a la Administración, cada
Asociación en su barrio o pueblo debe intentar estar en contacto con
los Centros Educativos del mismo, proponer al profesorado y APAs.
una colaboración recíproca, intercambiando información, ofreciéndoles
nuestros recursos, analizando conjuntamente los casos de los chicos
y chicas con una problemática inquietante, ....
Nuestra actitud hacia el profesorado debe ser siempre de apoyo y
colaboración y nunca de exigencia hostil o culpabilizadora por los.
malos resultados que se puedan estar obteniendo. Una postura de
enfrentamiento y reproches resultaría estéril, pues sólo lograríamos que
adoptasen una posición corporativista y a Ia defensiva que nos aleiaría
de nuestros propósitos. Además no debemos olvidar que los docentes,
por ser esa su ocupación diaria, serían los primeros en sentirse satisfe-
chos si las cosas fueran bien. Si en la parte que a ellos les correspon-
de no lo hacen mejor es (salvo excepciones, como en todas las profe-
siones) porque o no pueden o no saben, y eso, en última instancia, no
es culpa suya.
Pá9.19
PREVENC¡ON EN GRUPOS DE ALTO RIESGO
Cuando hablamos de Prevención en grupos en Situación de Alto
Riesgo Social, debemos tener en cuenta, en primer lugar, cómo se
definen estos grupos, cuales son los factores sociales que los generan,
y a qué realidad social concreta estamos haciendo referencia.
La marginación de aquellos sectores sociales que no cuentan con
los medios soeio-económicos neóesarios que les permitan desenvolver-
se en esta sociedad, no es producto de situaciones coyunturales o
pasajeras, como en muchas ocasiones se nos quiere hacer ver, sino
que está en la base del modelo económico-social en el que vivimos y
que se define a través del desequilibrio, de la exclusión. Hemos cons-
truído un modelo de sociedad, desde el que día a día asistimos al
aumento de grupos sociales a los que sistemáticamente se les margina
o excluye en muchos sentidos (económico, social y/o culturalmente),
para los que cada vez existen menos salidas, y que constituyen la otra
cara del "desarrollo", del "Mundo sin fronteras", son en definitiva, esa
"inmensa minoría" a los que hemos etiquetado como población de Alto
Riesgo Social.
En este marco social, por tanto, el fenómeno de las drogodependen-
cias constituye otra de las consecuencias añadidas a situaciones de
desfavorecimiento y desequilibrio. No nos enfrentamos, pues, a un
problerna unidimensional o unifactorial, y es por ello, que la prevención
sobre estos grupos pasa por un cambio de las situaciones de vida y
por un cambio social global.
Sin negar la realidad antes mencionada, hemos de tener presente que
existen otros grupos sociales que, dada una serie de condicionantes
Pá9.20
Seminario 1*
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Seminar¡o 1994 Prevención de Drogodependenc¡as
como puede ser la edad, las relaciones de iguales, determinadas
situaciones de crisis familiar, etc, pueden desembocar en una situación
de Alto Riesgo en relación con el abuso de drogas, que de no ser
abordado de forma adecuada, puede traer como consecuencia una
desestructurac¡ón permanente a nivel personal y soc¡ofamil¡ar
Pese a todo, se siguen proponiendo medidas que no sólo no llegan
a quienes realmente sería necesario, Sino que en general están basa-
dás én modelos de actuación sectoriales, haciéndose hincapié en el
consabido mensaje de las responsabilidades individuales. Estas iniciati-
vas, programas o intervenciones, no_tienen en cuenta, o meior dicho,
no quieren tener en cuenta, las necesidadéS reales de los grupos con
los que se trabaja, y en la máyoilá--de lo§ cá§os, se sigue interviniendo
§óbre éiios iéntrando el interés única y exclusivamente en la sustancia,
con lo que se elude o desvía el problema de fondo; pues aunque
existen algunos casos de personas que han llegado a la marginación
como consecuencia de su toxicomanía, en general, las drogodependen-
cias no generan por Sí mismas marginación o desestructurac¡ón, Sino
que vienen a agravar situaciones ya de por sí marginales, o situaciones
coyunturales críticas a nivel personal y/o sociofamiliar.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, hemos de tener
presente que la prevenciÓn en grupos en Situación de Alto Riesgo
Social o exclusión social, pasaría por la potenciación de capacidades,
v-alores y hábitos que permitan a las personas desenvolverse en la
sóciedad, y cuya finalidad sería la de propiciar cambios estructurales
en lás condiciones de vida en las que Se encuentran inmersos estos
grupos. La prevención con grupos, que debido a determinados condi-
c¡onamientos, pueden encontrarse en situación de alto riesgo en
relación con el abuso de drogas, tendría como finalidad, igualmente,
la potenciación de dichas capac¡dades, valores y hábitos.
Pá9.21
Seminar¡o 1994 Prevención de Drogodependenc¡as
El papel de nuestras Asociaciones
Partiendo de la base que nos encontramos ante grupos sociales en
los__qqe los cauces de socialización formales han fallado, o mejor dicho,
no han sabido dar respuesta a sus necesidades reales, asistiendo día
a día a realidades como absentismo escolar, desestructuración familiar,
paro, drogodependencias, etc., dgbemos pensar en otras vías de
educación y socialización; y en este sentido-, nuestras- asociaciones
juegan, o pueden jugar, un papel fundamental como posibilitadoras de
cámbio, ya que forman parte de ese entramado, que se ha venido a
denominar sociedad civil, y que día a día se está desarrollando como
alternativa a aquellos sectores sociales o grupos de poder que no dan
respuesta a las necesidades reales de la sociedad. Es decir, se trata
d9 propiciar cambios desde y para la propia sociedad
Teniendo en cuenta lo anterior, nuestro siguiente paso sería pregun-
tarnos de qué forma podemos actuar para propiciar esas vías alternati-
vas de socialización, qué podemos ofrecer como asociaciones y cómo
podemos hacerlo.
En primer lugar, debemos tener presente, que una adecuada
prevención en grupos de alto riesgo social, ha de tener en cuenta que
no nos encontramos ante responsabilidades a nivel individual. Como
hemos dicho anteriormente, los grupos con los que trabajamos pafiici-
pan de una realidad socio{amiliar caracterizada, en muchos casos, por
la desestructuración y la exclusión, y en otros, por situaciones de crisis
personal y/o sociofamiliar, por lo que todo trabajo enfocado hacia estos
grupos debe tener en cuenta todos aquellos factores socio-económicos,
familiares y culturales, que determinan la situación de alto riesgo social
en la que se encuentran inmersos.
Por otra parte, nuestros programas e intervenciones serán más efica-
ces cuanto mayor sea nuestra implicación dentro de la red asociativa de
la comunidad, cuanto más coordinados trabajemos y cuanto más se
acerquen a nuestra realidad las actuaciones a poner en marcha. Por
ello, hemos de ser conscientes que nuestro trabajo no puede sustentar-
Pá9.22
Seminario 193
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Seminario 1994 Prevención de Drogodependenc¡as
se en actuaciones, por así decirlo, estándar, en modelos prefabricados,
que para nada tienen en cuenta la realidad social de los grupos a los
que van dirigidos; no pueden ser actuaciones puntuales, aisladas y
descoordinadas, cuyas consecuencias no son sino duplicidad de actua-
ciones, desencanto y frustración de las personas con las que trabaja-
mos; es decir, debemos abandonar la idea de que todas nuestras
actuaciones previenen, que todo vale.
Pese a que la mayoría de nosotros somos conscientes de lo ante-
riormente expuesto, en ocasiones nuestras actuaciones responden a
ula necesidad urgeñÍJd"é i'actuar",
sin contar con un programa de
trabajo de referencia que nos permita planificar y evaluar las repercu-
siones que nuestra intervención puede tener sobre los grupos con los
que trabajamos. Siendo conscientes de esta realidad, intentaremos
exponer líneas de actuación enfocadas al trabajo con grupos en
situación de alto riesgo social, fruto de nuestra experiencia diaria, y que
pueden servirnos como hilos conductores, no sólo a aquellas asociacio-
nes que comienzan su andadura, sino también a aquellas que, después
de años de experiencia, constatan la necesidad de contar con un
modelo de trabajo eticaz para el abordaje en prevención y, concreta-
mente, en eltrabajo con grupos en situación de alto riesgo o desfavore-
cimiento social.
A nivel operativo, proponemos como espacio global de trabajo
nuestra comunidad, constituyendo nuestra asociación, el punto de
referencia desde y hacia la comunidad.
La población hacia la que irán destinadas nuestras actuaciones,
principalmente, serán grupos de niños, jóvenes y/o adultos, sin olvidar
el trabajo con la lgmilia y la comunidad, ya que si no somos capaces
de incidir en los distintos niveles de socialización del individuo, difícil-
mente podremos hacerlo a nivel individual sin que los resultados sólo
tengan vigencia el tiempo que estemos trabajando con estos grupos
y sin crear unas expectativas que choquen de frente con una realidad
familiar y social que para nada tienen que ver con estas expectativas.
Pá9. 23
Seminario l994 Prevención de Drogodependenc¡as
Propuestas de Actuación con Grupos de Alto Riesgo
Una vez delimitado el espacio y la población donde y con la que
trabajamos, podemos comenzar apuntando algunos aspectos a tener
en cuenta a la hora de abordar nuestro trabajo
* Gonocimiento de Ia realidad Como señalamos anteriormente,
aquello que sirve para unos grupos no tiene porqué servir para otros,
el conocimiento del entorno donde vamos a actuar es fundamental a
la hora de realizar una buena programación o planificación de nuestras
actividades. La falta de un exhaustivo conocimiento de la realidad
social, económica y cultural en la que nos movemos, puede traer como
consecuencia el que nuestras actuaciones no tengan nada que ver con
los grupos sobre los que trabajamos y, por ende, nuestro trabajo sea
estéril desde el principio.
* Planificación o Programación Las actuaciones aisladas, que no
prevean cambios a largo plazo, tienen vigencia, cuando mucho, eltiempo
en que éstas están puestas en marcha y, en la mayoría de las ocasiones,
no suponen cambios cualitativos en los grupos con los que trabajamos.
Como hemos dicho anteriormente, la Prevención en grupos de alto riesgo,
tiene como finalidad propiciar cambios cualitativos en las personas con
las que se trabaja, cambios en sus condiciones de vida. Y esto supone
trabajar a largo plazo, de poco pueden servirnos determinadas actuacio-
nes que, entre muchas otras cuestiones, fijan sus objetivos, única y
exclusivamente, en cambios de conducta, centrándose éstos en la
relación con el consumo de una u otra sustancia, y eludiendo las causas
reales que provocan las drogodependencias. Por todo ello, es fundamen-
tal, como señalábamos al principio de este documento, que nuestro
tra=baje se desarrolle a través de. programas que aborden el tema de fonna
integral y que sean continuadoit en el tiempo.
* Evaluación Nuestro trabajo ha de ser evaluado o revisado constante-
mente, de nada nos sirve actuar, sin conocer los resultados o repercu-
siones que estas actuaciones han tenido, sin saber qué objetivos se
Pá9.24
Seminario 199
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Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
han visto cumplidos y cuales no. La evaluación constante de progra-
mas, posibilita la modificación de aquellos objetivos cuya puesta en
marcha no ha tenido resultados positivos, evitándose así la perpetua-
ción de actuaciones erróneas.
* Coordinación Por último nuestras actuaciones han de estar coordina-
das, tanto a nivel interno (asociación) como externo (con las distintas
entidades de la comunidad), evitándose de esta forma contradicciones
y duplicidad de actuaciones.
Teniendo en cuenta la importancia de los aspectos señalados,
intentaremos cocretar las líneas de actuación para la Prevención en
Grupos en situación de Alto Riesgo, a las que hacíamos referencia
anteriormente, y que pueden servirnos de base en nuestro trabajo
diario. No vamos por tanto a proponer recetas mágicas de actuación,
sino líneas básicas que puedan ser utilizadas por todas nuestras
asociaciones, ya que hemos de tener presente, como hemos señalado
en varias ocasiones a lo largo de este documento, que lo que es válido
en un medio o realidad concreta no tiene porqué serlo en otra.
En primer lugar, una adecuada prevención en grupos de alto riesgo
ha de ser abordada, al igual que el tema de las toxicomanías en
general, desde el medio socio{amiliar propio de la persona, pues
consideramos que es desde éste desde donde realmente se desarrolla
el individuo, donde realmente se pueclen producir cambios permanen-
tes, cambios en las condiciones de vida de las personas. Se trataría
de potenciar valores, comportamientos, formas de vida, para que las
personas con las que trabajamos sean agentes vivos de su entorno,
de su comunidad.
Cómo son las personas con las que vamos a trabaiar
El conocimiento de la realidad social concreta en la que se encuen-
tran inmersas las personas con las que vamos a trabajar, cómo y en
Pá9. 25
Prevención de Drogodependenc¡as Sem¡nano 1E€!
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Sem¡nario 1994
qué ámbitos se desarrolla su vida diaria, es fundamental a la hora de
planificar nuestro trabajo, pues a través de este conocimiento sabremos
'hacia
quienes dirigiremos nuestras actuaciones, qué podremos ofertar
y cómo podremos hacerlo.
Paraello,proponemosdosvíasparalelasdedetección:
* Acercamiento a las instituciones (Colegios, Centros de Salud,...). Se
trátaría de aCercarnos a todas aquellas instituciones, que de una forma
u otra participan, en teoría, en el proceso de socialización de la perso-
na. El objetivo sería el de recabar información ya existente en estas
instituciones, Sobre la situación en la que se encuentran los grupos con
los que estamos trabajando, y que podría servirnos para contrastar con
la recogida por nosotros, a través de otras vías
* Detección en la calle: Una de las formas más importante de conoci-
miento de las situaciones de vida, de las necesidades, centros de
intefés,..., de los grupos con los que vamos alrab$ar,lo constituye la
información que, sobre estos grupos, recabemos nosotros y nosotras
como asociaciones; y en este sentido debemos ser conscientes de que
esto sólo es posible si estamos, o nos dirigimos, a los centros o luga-
res donde se desarrolla la vida de estos grupos
Cómo podemos trabaiar
si partimos de la base que la prevención en grupos en situación de
alto riásgo social pretende potenciar actitudes, valores, habilidades, que
posibilitén a las personas desenvolverse en nuestra sociedad, nuestra
forma de actuar nunca puede ser directiva, es decir, todoS'nuestros
programas y actíüitl?ides concretas deberán tener en cuenta a las
p"ráon"r cón las que trabajamos, y esto supone, no sólo adecuar
éstas a su realidad diaria, sino además conseguir que ellos mismos
seán los propios agentes críticos de cambio, tanto de sus vidas como
de su comunidad eñ general. Esto significa utilizar lo que denominamos
Pá9.26
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
ryglggglg_gig pjligip"tiva; es decir se trata de trabajar cgn y para los
propios giúpó§-y"éñ'définitiva, la propia sociedad. Debémos tener
presente que nosotros somos una pañe más del entramado social en
el que vivimos, y por ello nuestro trabajo ha de ser propiciador, posibili-
tador, abandonando actitudes paternalistas, salvadoras, que no siruen
sino para crear falsas expectativas, o cambios no reales
Gon qué recursos humanos podemos contar
Cuando hablamos de recursos humanos, estamos haciendo referen-
cia a aquellas personas con las que podemos contar para poner en
marcha nuestro trabajo. En este sentido y, teniendo en cuenta que
todos y todas en nuestra asociación podemos y debemos participar en
la puesta en marcha de las actividades programadas, hemos de ser
conscientes que una adecuada planificación y programación supone
delimitar el papel que cada uno de nosotros y nosotras puede desem-
peñar dentro de un programa. No vamos a ofrecer un esquema de
organización ideal, pero sí nos gustaría proponer, como recurso funda-
mental a la hora de trabajar con grupos en situación de alto riesgo, la
figura del Educador o Educadora de Calle.
El Educador o Educadora de Calle lleva a cabo su labor en el propio
medio en el que se desarrolla la vida de los grupos con los que trabaja,
por lo que conoce o debe conocer perfectamente la realidad sociofami-
liar de éstos grupos. Es una persona formada y en constante proceso
de formación, si bien ésta no tiene porqué responder a ninguna discipli-
na concreta, no tiene porqué ser psicólogo/a, trabajador/a social,
animador/a socio-cultural, etc. Su tarea consiste en posibilitar o favore-
cer que sean las propias personas con las que trabaja las protagonis-
tas de su propio desarrollo personal y social, si bien debe ser conscien-
te que sus actuaciones repercutirán en el proceso de desarrollo de
estas personas, ya que al trabajar con ellas, participa en él a la vez
que otras personas o contextos, como son la familia y la comunidad.
Pá9.27
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias Seminario 1gf
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Por tanto el educador o educadora nunca debe ser un modelo a seguir,
sino un punto de referencia más en el proceso de educación y sociali-
zación de las personas o grupos con los que trabaja'
Pero el educador o educadora de calle no es el Único o la única
responsable de la puesta en marcha de un programa, sino que forma
parte de un equipo donde estamos incluidos todos los miembros de
nuestra asociación, y ello significa que todos podemos y debemos
implicarnos en este trabajo.
Qué actuaciones podemos poner en marcha
A continuación, proponemos una serie de actuaciones, que si bien
no Son las únicas posibles, pueden servirnos de base o referencia a
la hora de planificar y poner en marcha actividades concretas desde
nuestras asociaciones. Estas actuaciones serían:
* Analizar de forma exhaustiva la problemática personal, familiar y
social de los grupos con los que trabajamos, centrándonos en las
necesidades y carencias que presentan
* Crear confianza, acompañando a los grupos o personas concretas
en su actividad normal
* Profundizar en esta confianza, proponiendo actividades que tengan
en cuenta los centros de interés de los grupos
* Fomentar formas de ocio creativas y estimulantes
* Apoyar a los grupos en la búsqueda de actividades ocupacionales
(escuelastaller, cursillos, trabajo,..')
* Potenciar valoreS que favorezcan una integración activa en Su
entorno, fomentando la autoestima, la solidaridad y la crítica. Animar
sus propias iniciativas reivindicativas
Pág.28
Seminario lgg4 Prevención de Drogodependencias
* Trabajar las habilidades sociales con el grupo, aprendiendo a
manejarse en diferentes ambientes
* Promover el conocimiento y participación en la vida del barrio o
pGEIó, á -tráúés dé ra integráción en asociacion"., o .ár.ión de
sus própias estructuras, en caso de que éstas no existan
* Favorecer el conocimiento de una realidad más amplia que la de
su entorno inmediato (pueblo, ciudad, comarca, provincia,...)
.
llapajar griv_9!_famll!qr, tanto en grupos como a nivet individuat,
potenciando lá tbma de conciencia e implicación en la superación
de su problemática
* Actuar de mediadores en la comunidad, procurando que la conflic-
tividad de estos grupos se asimile como una cuestión social y no
particular, fomentando actividades de apoyo y no de rechazo.
Hemos de señalar nuevamente que las actuaciones aquí presenta-
das, son sólo algunas de las muchas que pueden ser llevádas a cabo
desde nuestras asociaciones, y si bien pueden seruirnos de base, éstas
y las actividades que de ellas se deriven deberán ser adecuadas a la
realidad concreta donde trabajamos cada uno/a de nosotros/as
Pá9.29
LA PREVENCIÓN COMUNITARIA Y EL MOVIMIENTO ASOCIATIVO
Desde que las drogodependencias aparecen como fenómeno gene-
ralizado, ró hun desárrollado dos líneas de abordaje, que parten de
concepciones totalmente distintas sobre el tema'
En primer lugar, se producen interuenciones sectoriales independien-
fes, mádiante lás que se abordan de forma individual aspectos aislados
del fenómeno, y, de esta forma, según se considera al drogodependien-
te, por ejemplo, un delincuente o un enfermo, la intervención es asumi-
da bien por la policía o bien por un médico.
A medida que aumenta el número de toxicómanos y se añade a la
dependencia otra serie de problemas (prostitución, transmisión de enfer-
,ádades, robos, etc...) que deterioran aún más las condiciones sociales
en las que vive la mayoría de estas personas, y ante la escasez de
resultados de las intervenciones que hasta el momento se venían reali-
zando, comienzan a tomar conciencia y sensibilizarse algunos Sectores
sociales, que irán progresivamente ampliándose, apareciendo una Segun-
da línea de abordaje basada en una concepción de las toxicomanías
inmersas o generadas por el sistema social en el que vivimos.
Esta segunda línea, considera elfenómeno de las drogodependen-
cias no co-*o algo individual ni aislado, sino generado por múltiples
causas, de las que no podemos olvidar la influencia de la imagen social
de las drogas (se asocia diversión con alcohol), la publicidad y los
medios deiomunicación; el proceso de maduración del individuo, las
condiciones sociales generales como pueden ser carencias de medios
económicos y laborale!, superprotección o abandono familiar, tensiones
en eltrabajo, fracaso escolar, marginación,.... En esta línea de abordaje
Pá9. 30
Sem¡nario 199
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Seminario 1994
Prevención de Drogodependencias
se consideran actuaciones preventivas aque,ras que potencian fa
implicación de ra co.munidad en mejorar ras condiciones sociares que
llevan a un desarroilo integrar tanto der individuo como-der grupo.
Actualmente en el trabajo cotidiano se simultanean las dos líneas
de abordaje, pero hay que resartar una regresión de ra primera en favor
de una progresión de la segunda.
¿Qué entendemos por prevención Comunitaria?
Todos coincidimos en que ras drogodependencias constituyen un
fenómeno comprejo, pero lo hemos iio convirtienooLn-rn probrema
tan "importante" que nadie en ra sociedad cree que oáoá abordarro,
delegando así en otro su resorución. Esa imagen ildt¡;;, es mucho
más peligrosa para ra intervención de ras tóxicomániu. o" ro que
muchos pensamos, pues de esta forma se convierte er probrema en
una-cuestión de expertos, de especiaristas; se considera tán específico
y difícil que sóro ros entendidos deben actuar. sin emorág;, tos rrecnos
demuestran que ros programas de intervención parciarés no resurtan
eficaces, si paralela o simultáneamente no trabajamos por una trans-
formación de ra sociedad, acercándonos ar Modelo sociáique definía-
mos en nuestro anterior seminario; y esto sólo es posible si todos y
todas participamos en este proceso desde nuestra .bruniáro, ya que
ésta constituye uno de ras principares pirares
"n "r
pro.á.o oe sociari_
zación de la persona, a la vez que resulta se, ,n ,urao de trabajo
idóneo para la puesta en marcha de programas de intervención en
drogodependencias
Nuestras asociaciones, como corectivos que conocen y nacen de
la comunidad, pueden y deben, ser un agente sociar de prevención
comunitaria, ya que ésta debe ser uno delos campos tundamentares
en nuestro trabajo diario sobre el fenómeno social de las drogodepen_
dencias. No tenemos porqué buscar "sarvadores,,, iio aorrnitario,,
Pá9. 31
Prevención de Drogodependenc¡as Seminario 1994
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Seminario 1994
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óJnr"nif¡áuOes. CáOa ciudadano, desde el papel que juega en la
Iociedad en cada momento, (madre/padre, profesor/profesora,
átumnolatumna, trabajador/a, parado/a,"') tiene un lugar en la preven-
;iñ y debemos ltegai al conocimiento.y convencimiento de que saber
fracei bien nuestra función es preventivo'
Enresumen,laPrevenciónComunitariadebeirdirigidaalatomade
conciencia de los distintos sectores de la sociedad con elfin de lograr su
óártú,pac¡On activa en la solución de los problemas sociales"' Debemos
[ár¡nár hacia una integración dinámica en la que todos y todas trabaje-
,á.
"n
la mejora del n'Ível de desarrollo y bienestar de la población'
Algunas cuestiones a tener en cuenta en la lnteruención comunitaria
1.- S¡ buscamos vivir en una comunidad lo más participativa e
intejradora posible, en la que estemos todos y todas' debemos empe-
,"l-
-po,q,"
nuestra asociación se aproxime lo más posible a esta idea,
buscando los puntos comunes y aceptando nuestras diferencias a
todos los niveles.
2.-Todoprogramacomunitariotienequepartirdeunconocimiento
lo más exhaustivo posible de la comunidad, teniendo en cuenta todo
tip; ¿ información, como la demográfica, recursos, identificación de
grupos Y Personas relevantes, etc'
3..Losproblemasquetieneunacomunidadhandesolucionarse
desde,conyparalaComunidad,yporlotanto,debeserlacomunidad
la proiagonisia en el diseño, planificación y gestión en el programa a
desarrollar.
4.- Debemos tender a planes integrales de carácter comunitario' Los
programas comunitarios son aquellós en los que participan tanto las
inri',t*io'l"s Públiáás (Ayuntamiento, Escuelas, Centros de Salud'"')
Pág.32
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
como las lnstituciones privadas ( Asociaciones no gubernamentales,
sindicatos, ...), desde un abordaje multisectoriat y m-uttiprofesional, es
decir, la intervención conjunta desde lo sanitario, éducativo, social, etc,.
Estos programas deben tender a optimizar los recursos y a no
simultanear inútilmente esfuerzos y presupuestos. Debemos estudiar
a fondo la realidad sobre la que vamos a actuar, unificando objetivos
y metodología, coordinando nuestras intervenciones, haciendo más
efectivos nuestros programas.
Algunas actuaciones
En ningún momento se pretende hacer un listado exhaustivo de
todas las actuaciones posibles a llevar a cabo, ya que Ia idea de este
documento es reflexionar sobre una serie de- aspectos a tener en
cuenta antes de elaborar un programa, dependiendo las actuaciones
en sí de las características de la Comunidad concreta.
Hemos esbozado unos trazos de intervención que giran en torno a
seis bloques.
Reivindicaciones
- Denunciar a los medios de comunicación por la facilidad con que
promueve el consumismo, por las visiones parciales que presentan en
su información sobre el fenómeno de las drogodepenáencias (por
ejemplo, nos presenta el tema de las drogodepend'encias como de
responsabilidad individual), porque incitan contravalores tales como
violencia, agresividad, individualismo, ..., por la omisión del trabajo que
desde la base se está haciendo en relación al tema, y en geneial por
el mal uso que se hace de uno de los instrumentos más pltentes de
esta sociedad.
Pá9. 33
Prevención de DrogodePendencias Sem¡nano 199
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Seminar¡o 1994
- Exigir a la Administración que dote a los barrios y pueblos de unas
infraestiucturas (zonas verdes, plazas, cines, servicios básicos como
son ambulatorios, farmacias, escuelas, institutos, etc) donde todos y
todas fióvenes, niños/as, ancianos/as) podamos vivir'
- comprometer a la Administración para que corrija Ia mala planifi-
cación urbanística de ciudades y pueblos' Existen barriadas periféricas
dotadas de escasas infraestructuras que concentran a .los
grupos
sociales más desprotegidos, (desempleados, parados"") de tal forma
que aquettos/as que co-nsiguen un trabajo o situación socio-económica
más estable saltan a otros barrios dotados de mejor infraestructura y
abandonan éstos; con lo que se están creando verdaderas barriadas
de marginaciÓn.
- obligar a la Administración a acercil y coordinar los servicios que
nos ofertan.
Fomentar el asociacionismo
En líneas generales, una organización o colectivo que surge para
ofrecer alternativas saluáables e integradoras, capaz de llenar un espacio
vacío, ayudando a madurar a las personas y promoviendo |a pafti:¡p1c]:11
soc¡aí, éstá haciendo prevención. Así pues, a medida que vamos consl-
é;úá" una población activa, crítica, que participa, capaz de plantear sus
firoblemas y buscar sus soluciones, estamos haciendo prevención.
Información
Todos coincidimos en resaltar que una información adecuada, no
dramatizadora, ajustada a la realidad, de conceptos claros y sencillos,
sobre las drogas más utilizadas y que comprenda la complejidad del
óiool"r" oe ás drogodependencias, es necesaria, al igual que lo es
Pá9.34
Seminario 1994
Prevención de Drogodependencias
la información sobre cuarquier otro tema, como arimentación, sexuari-
dad,"' pero pensamos que se gastan muchos estuerios y presupues-
tos en informar de forma aisradá, sin acompañar esto de otras actuacio_
nes, y eso no es preventivo.
Los programas de información dirigidos a ra pobración en generar
(tomando como tar nuestro barrio o puebro de actuación), son, de
alguna manera, ros más discutidos desde .r prÁio oá vista de su
eficacia. Evaruar estos programas es muy compricado, y por eilo,generalmente, no se hace. por otra parte, van dirigidos a'grupos muy
heterogéneos, por ro que, tanto ra información coñ,o Ia forma en que
se transmite, deben estar adaptados a esta circunstancia, hechos que
en la mayoría de los casos tampoco suceden.
Por otro rado, tenemos que considerar que ras drogas constituyen
un fenómeno comprejo y cambiante, cambian cont¡nuañénte tanto ras
sustancias disponibres, como ras sustancias consum¡ores,ás, como ras
formas de consumirras, sin orvidar ra aparición de nuevos cuadros de
enfermedad en ros consumidores..., tod'o esto nos rreva ála necesidad
de adaptar nuestro mensaje a la realidad concreta oel momlnto en que
se vaya a desarrollar nuestro programa, y de contar con instrumentos
senciilos y de rápido acceso a ricomunidad, o ar menos a ra mayorparte posible.
Formación
como decíamos ar principio der documento ra formación, es uno de
los elementos básicos para ra prevención. Haorá que áütingui, entre
la formación en er proceso de maduración de rai E;;;;., y ro que
es formación específica en drogodependencias.
De 13 primera, ya se trata anteriormente es este documento en er
apartado de Prevención Escolar y Familiar.
Pá9. 35
Prevención de DrogodePendencias Semina.-c '33
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Seminar¡o 1994
Lasegunda,seríalaquedeberíantenerpadres'madres'profesores'
proi".ioñ"fás áe salud, átc sobre drogas, tanto legales como ilegales,
i';6|5r; ¿¿*o abordar'este tema. Coñ respecto a esto,.la formación e
',nvástigacion sobre árágodependencias, se está dando en élites de
"iráf.."rup"riores
(Másiár, cursos de Expertos...), sin que recibamos
ál upoyo suficiente para la formación de personas que trabajamos en
nuestras asociaciones.
Regulación Legal
Lasdrogodependenciassonunarealidadytodopareceapuntara
que en el fúturo no van a desaparecer. Y la única forma, hasta ahora,
dá aooroarlas desde el podei Legislativo ha sido a través de una
feg¡siáciOn restrictivá, como si todos-los aspectos de las Toxicomanías
s-Jsalraran con el cúmplimiento del código, y no podemos olvidar que
el ordenamiento jurídico no sólo no es uninstrumento terapéutico, sino
quá comptica laá posibilidades de intervención a todos los niveles'
Porotraparte,queremosdestacarlaincongruencialegalquese
mantiene sob,e las drogas legales e ilegales, cuando se dan tantas
,u"ftá. para modificar ia normativa vigente sobre publicidad, lanto
oirecta óo.o indirácta, de alcohol, tabaco y cualquier otro producto
.áñáio" crear depend'encias. Por ello, desde las asociaciones propo-
;il;. la revisión de dicha normativa y exigimos que se ejecuten
medidas contundenles sobre la publicidad, Ilegando a prohibirse ésta
;iv, polideportivos, centros educativos, vallas de los partidos que
sean retransmitidos, calles, prensa, etc'
Ocio y TiemPo Libre
Las actividades de ocio que nuestra sociedad nos oferta nos llevan
a una vida cada vez más ocupada por las máquinas (TV' Video juegos'
Pá9. 36
Sa
tos
Sem¡nario 1994 Prevención de Drogodependencias
ordenadores, ...) y más solitarias, a aumentar el t¡empo dedicado al
culto del cuerpo (modas, estéticas, ...), a disminuir el tiempo compartido
con los demás, a limitar el denominado Tiempo Libre a los fines de
semanas (viviendo, cadavez, semanas más monótonas, mecánicas,...),
a mostrarnos la diversión cada vez más cerca del consumo, ... poten-
ciando todo ello contravalores tales como individualismo, consumismo,
competitividad, ...
si pensamos que el riempo Libre debe satisfacer tanto necesidades
físicas, (Ejem. hacer deporte) como psicosociales (autoestima, relacio-
nes, desarrollo personal y social, etc.) el pensar en una intervención
comunitaria que no tenga en cuenta la "educación" para el riempo
Libre sería insuficiente.
Medios
Queremos hacer hincapié en que el mejor medio para hacer pre-
vención comunitaria es la comunidad, es decir, las personas y grupos
que componen la Comunidad.
Pero también podemos apuntar los siguientes medios:
- lnfraestructuras. utilizar las infraestructuras de que disponga el
barrio o pueblo, así como el tejido social existente.
- Medios de comunicación. utilizar los medios de comunicación ya
existentes, como pueden ser radio local, TV local, revistas o boleti-
nes de información,
- Actuar a través de formadores:
. Aprovechar mediadores: Formación para profesionales de
salud, Educación, servicios sociales... aportándoles conocimien-
tos y habilidades para que desarrollen su función preventiva.
Pá9.37
Prevención de Drogodependencias
Sem¡nario 199¿
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Sem¡nario 1994
.FiguradeleducadordeCalle,(Verestepuntoenprevenciónen
alto riesgo).
AcTUActoNEs?,NTRAPREuENT|VAS(NoEFEcTlVAs)
a) La información puede ser preventiva, pero una información
sesgada, prohibicionista o que no se ajuste a la verdad es contrapre-
ventiva. La lnformación se tiene que caracterizar por posibilitar a la
persona o a los grupos para elegir positivamente'
como dijimos anteriormente, los resultados obtenidos con las campa-
ñasde prevención realizadas a través de los medios de comunicación,
que se plantean como objetivo el cambio de comportamiento y que utilizan
únicamente este procedimiento, con el agravante de que se dirigen a la
población en su totalidad (utilizan los mismos mensajes y medios para
Iná pooru.ión muy heterogénea), han demostrado ser ineficaces cuando
no cbntraproducentes, enLl sentido de que se puede producir un incre-
mentodeaquellasconductasqueseintentabancontrolar.
b) Ya decíamos que con las actividades aisladas y puntuales como
pr.á" ser el día de ia bicicleta, o el concierto de rock en contra de la
droga,aveces,conseguimostodolocontrariodeloquepretendíamos'
poróu" parcheamos á iguat que la administración, porque sabemos
lue'la shución no es poñ"r." en contra de la sustancia, sino posibilitar
alapersonapa@queelijaSanamente,cambiarhábitosyactitudes,y
esto no se hace en un "día" sino a través de un trabajo continuado' De
hecho nuestras asociaciones van evolucionando y sustituyen este tipo
deactuacionespuntualesporotrasmascontinuas,enlasqueel
objetivo ya no es simplernente informar sobre las drogas, sino llegar
a una formación integral.
En definitiva, sería cambiar actuaciones, como por ejemplo el típico
cartel de
,,No
a las drogas", por unas actuaciones que lleven al enrique-
cimiento y desarrollo de las personas y los grupos'
Pá9. 38
Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias
c) si nos limitamos a actuar sobre uno de los campos por los que
se ven influenciados los grupos y las personas que lo componen
(escuela, familia, medios de comunicación, amigos,...) estamos, por
una parte, ignorando el poder de influencia que tienen los demás
campos y, por otra, podemos estar creando contradicciones. por ello,
cualquier actuación aislada corre el riesgo de ser inefectiva y, en
cualquier caso, siempre será menos efectiva que si se actúa sobre el
conjunto de campos relacionados, de ahí que la coordinación sea tan
importante en la Prevención comunitaria. Las modificaciones consegui-
das en una comunidad a través de actuaciones de prevención, seián
mucho menores e inestables si no encuentran un marco adecuado en
todos los sectores, que las facilite y mantenga.
d) Montar grandes espectáculos, en los que los protagonistas son
grupos de teatro famosos, equipos de fútbol con mucha afición, en los
que gastamos la mayoría de nuestros presupuestos y esfuerzos perso-
nales, no son preventivos. Los programas preventivos comunitarios se
tienen que hacer desde, con y para la comunidad potenciando que
actúen las gentes del barrio, que sean ellos los protagonistas y no
ningún famoso que llegue de lejos, o al menos, no como único ácto.
Por último, no podemos hablar de un verdadero programa comunita-
rio, si en el diseño, ejecución y evaluación del mismo no han participa-
do todas las lnstituciones (tanto públicas como privadas) de la comuni-
dad en la que intentamos desarrollarlo. Toda la comunidad debe estar
implicada de una forma activa en detectar necesidades, buscar priori-
dades, elegir estrategias de acción y evaluar los resultados.
Pá9. 39
Federación Andaluza de Asociaciones
de Drogodependencias
..ENLACE"
c/. José Bermejo, 3 Local Social
41009 - Sevilla
Tflno. 49S BB 24 Fax495 71 93

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Conclusiones seminario prevención drogodependencias Federación Andaluza

  • 1. 'i'Pffiffir=em d* ffir wffin =i*n S e r.n I n a r i o 1 I I4 CLI a derl-t o 2
  • 2. APUNTES DE PREVENCIÓN SEMINARIO 1994 FEDERACIÓN ANDALUZA DE DROGODEPENDENCIAS "ENLACE'
  • 3. Conclusiones del Seminario de Estudio 1994 de la Federación Andaluza de Drogodependencias "Enlace". Texto definitivo aprobado en Asamblea Ordinaria de Enero de 1995 Edita: Federac¡ón Andaluza de Drogodependencias "Enlace" Comisión de Redación: Remedios Aguilar Alés Rosario Martagón Ropero José Sánchez Fernández Carolina Sánchez Silva Patrocina: Caja San Fernando de Sevilla y Jerez Diseño de Portada y Contraportada: Antonio Zamorano Enero de 1995 Depósito Legal: SE-l 05-1996 lmprime: lmprenta A. Pinelo. Avda. de las Edl¡as, 17, 41900 Cams - Sevtlh. Tfno: 439 25 46. Fd: 439 45 't6. 1. PRESI 2. DELT 3. PREVE 4. PflEYE 5.I.APE 6. At€Xr
  • 4. íNorce 1. PRESENTACIór.¡ . ..... .. 1 2.DELtMtrAclóruoecoNcEpro .........4 3. pREVENoIóN eru EL MEDto FAMILIAR y EScoLAR . . . . . I 4. pREVENCIórv Eru GRUpos DE ALTo RtESGo 20 5. LA PREVEruCIÓI.¡ COMUNITARIAY EL MOVIMIENTOASOCIATIVO . . . . . . . 30 6. ANEXO:ASOCIAC|ONES FEDERADASA ENERO 1996 . ....... 41
  • 5. PRESENTAC¡ÓN En 1992, después de dos años de la constitución como Federación Andaluza de Drogodependencias, decidimos crear un instrumento que nos permitiera profundizar y analizar colectivamente cualquier tema relacionado con nuestro quehacer. De esta forma nació el seminario de Estudios de ENLACE. Entendimos entonces que el primer tema que debíamos abordar tenía que ser el análisis de cómo el modelo soó¡at en el que estamos viviendo influye en el hecho de que muchas personas "*t"n siendo drogodependientes. Las conclusiones de aquel sem¡nario las publica_ mos en un cuadernillo en el que además incluimos lo que, pensába_ mos, tenían que ser algunas características de ,n nr"ro diseño de sociedad, para que el consumo de drogas no representara el problema que hoy supone, así como qué podemos ir haciendo las asociaciones de drogodependencias pata avanzar en ese sentido. Para el segundo año de Seminario pensamos que, una vez que habíamos profundizado el año anterior en las causa's s'ociales, tenía_ MOS qUE ENtrAr dE IIENO EN IA PREVENCIÓN DE LAS DROGODEPEN- DENCIAS, partiendo de ra rearidad que estamos viviendo, y, en particu- lar, qué podemos hacer desde el mundo asociativo. El procedimiento seguido en este seminario, ha sido similar al año anterior: - Primero, selección y distribución de diversos materiales, que creímos interesantes, relacionados con el tema en cuestión Pá9. 1
  • 6. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias Seminano 13: No ot profundi; aumento que mer oersonas+ los emigt circunst¿ La ex g-aao m diona o i los oue I ---f- conjunto cación c g@nOñXIt .-les ctrcu tffi determir drfe! ! Esoe f+ llentooU€ cular, y; simpliñc respons cante e) - Segundo, debate en un grupo formado para este propósito e ¡ntegra- do por personas de distintos puntos de Andalucía. - Tercero, redacción de un borrador inspirado en las conclusiones del grupo de debate. - Cuarto, distribución de este borrador para su estudio y discusión en todas las asociaciones de Federación. - Por último, el borrador y las enmiendas que al mismo se presentaron, fueron debatidas en la Asamblea de ENLACE durante la celebración de las Vl Jornadas que se celebraron en Málaga en Enero de 1995, donde finalmente se aprobó el texto definitivo que es objeto de esta publicación. Las actuaciones preventivas no se pueden, o al menos no se deben parcelar, es decir, no podemos aspirar a realizar una prevención eficaz actuando solamente desde y/o sobre la familia, o desde la escuela,... sino que tenemos que entender la prevención de forma integral; no obstante, por razones de operatividad y tiempo (sólo disponíamos de dos mañanas y una tarde para llevar a cabo los debates del grupo), decidimos tratar el tema en tres bloques de trabajo, uno por cada sesión, que fueron: Prevención en el medio familiar y escolar, Preven- ción en grupos que viven en situaciones de alto riesgo, y Prevención en el medio comunitario. Con este mismo esquema presentamos también este documento. uuuuu Es necesario tener presente a la hora de leer este documento que no partimos de cero, esto es, muchas de las cuestiones que tendría sentido que abordáramos aquí, fueron ya tratadas en el Seminario sobre el Modelo Social y por ello no la hemos incluido, aunque, no nos cabe Ia menor duda, todos los avances que se realicen en la dirección que preponíamos en el documento del citado seminario tendrían un incalcula- ble valor preventivo o dicho de otra forma, el obj preventivo debe ser una Pá9.2
  • 7. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias No obstante, sl creemos importante señalar aquí -sin pretender profundizar en este análisis-, que en las últimas décadas han ido en ntre los que más y los que menos tienen, habiendo llevado incluso a la pplfeza_anuehas IEI§enas, y que han sido, y son, los jóvenes, las mujeres, los ancianos, los emigrantes, los minusválidos, .... los que más están sufriendo estas circunstancias. La existencia de un número creciente de personas sin posibilidades, o_Qgn-_nuchas dificultades para trabdar, sin,acceso-¿ una vivienda les ta, graves 9tql" o a una educación adecuada a sus rié6ésidade.,Esl9!gé!_q [oC muchos se ven sometidos, unido, por otra parte, al estilo ¡o y las carencias afeetivas_l¿_de_gqmuni- de vida consumista asociado al orden son, para nuestro mo¡lq de el que muchas personas tengan en ñculaclólal consumo habitual de determinadas sustancias, y explican 9e]ee !roggi". ,en último término, "el fenómeno que este documento, que ha sido realizado bajo el rriba expuesto, nos sirva a las asociaciones, en parti- cular, y a cuál§uier otro lector, en general, y sea capaz de superar las simplificaciones que en este tema se suelen hacer, atribuyendo la responsabilidad de la situación actual al toxicómano y/o al narcotrafi- cante exclusivamente. Pá9. 3
  • 8. DELIMITACION DE CONCEPTO Entendemos§)or prevención el conjunto de actuaciones que pode- mos llevar a cabo para anticiparnos a unas pautas de comportamiento que queremos evitar. El objetivo mínimo de nuestros programas podría ser retrasar todo lo posible la edad de inicio al consumo de drogas, y el obietivo último. el alcance de un estilo de vida saludable. entendien- ooGIuo noGéioGn u o, sociocultu- ral, ético, de relación con la naturaleza, etc. Una persona con un estilq_glelidasalqdable sería una persona at¡lg¡qma, crí droga aunque consumiera algunas. Es decir, q9! lq trataríamos tanto de evitar que una cra, a esa persona a aumentar su de tomar Los programas de prevención deben perseguir, pues, un cambio de hábitos y de valores en las personas o grupos a los que vayan dirigi- dos, siendo esto lo único capaz de garantizar que la relación de las personas con las drogas (que siempre van a existir en la sociedad) sea racional y positiva, y no autodestructiva como en la actualidad lo está siendo para muchas. aaaaa La prevención no estar basada en actividades pu descoordinadas, ni en yqs, que en cá56 cfe tener algún efecto positivo no es duradero y en Pá9.4 Sem¡nano '1 ] muchas resuttadc ciones. r trabajam contanno importar todas nu ódnSetrr prefabric grupos ¿ Pode mas de persona - dos en t , lnter de'Ynad influencr los prot rodean - Cor persoñt cambkx o salir t muy dlf .lñ q* SET ASIF -Ev momeñ 6]ffi gl-segl decir. e superar frustraciones, de disfrutar su
  • 9. Sem¡nario 1994 Prevenc¡ón de Drogodependenc¡as muchas ocasiones tienen un efecto contraproducente, obteniéndose resultados contrarios a los deseados, como son la duplicidad de actua- ciones, o el desencanto y frustación de las personas con las que trabajamos, debido, principalmente, a que la mayoría de las veces no contamos con un modelo de trabajo adecuado y pensamos que lo importante es "actuar", es decir, debemos abandonar la idea de que todas nuestras actuaciones previenen._q_UgJgdg_yalg. Hemos de ser sustentarse en modelos prefabricados, que para nada tienen en cuenta la realidad social de los grupos a los que van dirigidos. Podemos delimitar tres caracterí fundamentales de los mas de maouracton fersoÍas eñ el sentido antes expresado: que sean integrales, continua- dósEñGi tiempo, y evaluables y sistemáticamente evaluados. z--.==: (lntegraleg"óorque todas las personas, y particularmente en la etapa de )naduraóión y crecimiento, nos vamos haciendo bajo diversas influencias: familia, escuela, amigos, barrio, televisión,..., por tanto, en !b§-!n!rcducir a tiempo las correcciones que sean necesar as, y_saber el qrado de acierto del mismo-para insistir o no en su aplicación, Es decir, entendemos la evaluación no como un acto final, sino como una los programas deben tenerse los múltiples factores rqglean a las personas o a - (óntinuados ei el tie¡nlo, porque no se puede aspirar a que las persoñEffiaffibien-trábitos de riesgo por otros sanos, y que estos cambios se consoliden, al ver un anuncio de TV., o asistir a una charla, o salir un día en bicicleta, etc. Los cambios de comp muy difíciles dq r srn una ioación real de la siñ que esta participación dure el tiempo suficiente para que puedan ser asimilados en su vida cotidiana. Fvaluables y sistemáticamente eval oara saber en todo los Pá9. 5
  • 10. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias parte del programa que nos permite, regularmente, revisar, y redireccionar en su caso, lo que estamos haciendo. De nada nos vale hacer algo si- no podemos valorar si lo que estamos no a nue§tros propósitos La evaluación ha sido hasta ahora la gran olvidada en las actuacio- nes en Drogodependencias, sobre todo cuando de prevención se trata. Son muchas las cosas que se han hecho, y se hacen, en nombre de la Prevención y que nunca se comprueba si efectivamente han tenido, o no, un efecto preventivo. Así nos encontramos con campañas "No Consumo" realizadas por distintas administraciones, las numerosas charlas de Asociaciones, maratones, verbenas,... contra las drogas, etc, etc., en los que se han invertido, y se invierten, muchos medios y esfuerzos y que nadie sabe para que han servido, si es que han servido para algo. Fsta práctica de no evaluar lo que se está haciendo, debe sef definitivamente eorregida por las Asociaciones. a la vez que debemos exioir oue las distintas Administraciones haoan lo mismo. Es incomprensible que se sigan realizando campañas espectaculares sin que se valoren sus resultados y por toda evaluación se den datos tales como ne de anuncios o cuñas emitidas, ne de carteles editados, ne de charlas o participantes en las charlas, etc. Es incomprensible que se inviertan en estas actividades tal cantidad de recursos, a no ser que en el fondo no haya un verdadero interés preventivo y sólo se persiga hacer creer a la opinión pública que se están haciendo cosas. oaaa(} La Prevención es algo mucho más complejo que introducir en la radio local una cuña o un slogan como "Drogas no, haz deportes", u organizar un día una verbena con bebidas sin alcohol. Y esta compleji- dad de la tgre+fJrcntiva necesita que nos preparemos para llevarla a cabo: LQ formación)nuestra formación, debe ser una preocupación Pá9. 6 Seminaf€ ': gQstanl las Aso< todos ac demos i cualquie Ene experier reconoo q!9 jql en la lín -=-:-.zat. ae N ---.-cacton a o auton< Aquella ya lo sa que est( Asi p dual cor tener ur
  • 11. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias P1sjantg e_l las persona nes, en las Asociaciones en su conjunto, eñla Federación, y, enléneiái, en todos aquellos y aquellas que de una forma seria y responsable preten- demos actuar, o estamos actuando, no sólo en prevención sino en cualquier área de las Drogodependencias. En el Movimiento Asociativo, y en particular en Andalucía, tenemos experiencias muy interesantes en el campo preventivo, pero debemos reconocer que hay mucho por hacer y mucho que aprender. Jglg¡e§que ser conscientes que para diseñar y ejecutar proqramas préventivos en la línea estamos izar lá1, de forma permanente, n¡estros conocimientos. fn rulestra plániti: 6áción anuát Gt iñbajo, tanto en et ámÜtolóñtE6mo en et provinciat o autonómico, debe estar presente la formación de una manera real. Aquella persona o Asociación que crea que sobre Drogodependencias ya lo sabe todo, obtendrá unos resultados cada vez más pobres en lo que esté llevando, o quiera llevar, a cabo. Así pues, no debemos escatimar esfuerzos ni medios, tanto indivi- dual como colectivamente, para la formación si realmente queremos tener una actuación eticaz. Pá9.7
  • 12. pREVENcIóru eru EL MEDIo FAMILIAR Y EScoLAR Las personas nos hacemos no sólo en la relación que mantenemos con nuestros padres, o en la escuela, o con los amigos, o en el ba- rrio,... de forma aislada, sino influenciado por todas ellas a la vez, y por lo que leemos, por lo que vemos, por lo que sentimos, por lo que hacemos en nuestro tiempo libre, etc, etc. Por ello, en la Presentación de documento decíamos que no podemos acers1 vención con un enfoque Si la actuación global es una característica a tener siempre en cuenta en la Prevención, se hace particularmente necesaria cuando de familia y escuela tratamos. En un niño o una niña puede crear bastante conflicto que los modelos más próximos que tiene del mundo adulto lo estén educando con valores o actitudes opuestas, tales como que los padres estén favoreciendo una conducta solidaria y en la escuela se esté potenciando Ia competencia, o que en la escuela se intente educar en la tolerancia y el respeto y en el hogar se fomente el desprecio y la marginación de los desiguales. Nuestros programas deben, por tanto, actuar conjuntamente en los ámbitos familiar y escolar. No obstante, aunque este es un objetivo a poderactuar, porlas rry á?éiar cle-hacerlo en uno de ellos. Aql st no llágar a realizáñüñTrográma de prevención.escolar, porque nuestros recursos no den para ello, o porque la escuela no lo posibilite, no por ello dejaremos de hacerlo con las familias, si esto sí nos resulta posi- ble. Y viceversa. Pá9. 8 Seminario .l9 Uno t con resp producer técnicos vida, en les, en I cantidad mientos. mentaci( estructut Estas tancias t generaG ra. Padn poco tie alumnos tocó sel profesor puedan que hoy La sc Iermine t @ T9§-qu€ Por I familiar ción de @
  • 13. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias Uno de los rasgos más característicos del tiempo en que vivimos con respecto a cualquier otra época pasada, es la rapidez con que se producen los cambios y lo numerosos que éstos son. Cambios no sólo técnicos o científicos, sino socio-culturales. Cambios en las formas de vida, en los hábitos, en los valores; cambios en las relaciones labora- les, en las relaciones personales, en la vida política; cambios en la cantidad de información y en la forma en que nos llega, en los conoci- mientos. Cambia todo, desde las cosas más cotidianas como Ia ali- mentación, los juegos infantiles, o los enseres del hogar, hasta las más estructurales como las ideologías, las formas productivas,.... Estas transformaciones tienen como consecuencia que las circuns- tancias e influencias que rodean el crecimiento y maduración de una generación sean bastante distintas de las de su generación predeceso- ra. Padres, madres, profesoras y profesores tuvieron un desarrollo que poco tiene que ver con el que ahora están viviendo sus hijas, hijos, alumnos y alumnas. Los roles que aquellos desempeñaron cuando les tocó ser hijos/as o alumnos/as y los modelos de padres, madres, profesora/or que pudieran tener, no son unas referencias en las que puedan apoyarse mucho para afrontar las responsabilidades educativas que hoy tienen. La sociedad actual exiqe, pues. que la formación de las personas no con las enseñanzas medias. o en la familiar y escolar, suroe como orimera evidencia y necesidad la forma- de los agentes encarqados en primera instancia de la educaci las niñas/os v ióvenes: rLaltgs,ladlcs profesora§ y profe es.'-------+ Pá9. 9 educativa. Por todo esto, a la hora de abordar la Prevención en el medio
  • 14. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias Semina.c '? - Uno dríam d9_1q -Yot cas c ------r- poor¿ 9e Las Ex Son r sas Asc cuyos ul tutores i a) Ce Es qr de los v a la pob moilvart Esm zación c ciones r 'Lo siempre desarro - Cal comt Prevención en el Medio Familiar Como decíamos anteriormente son muchos los cambios producidos (y que se siguen produciendo) en un breve período de tiempo. Cambios muchas veces difÍciles de asimilar, de incorporar a la vida cotidiana sin que tengan consecuencias negativas. En el caso particular de la familia, además de estar inmersa en un mundo en continua transfor- mación, y como consecuencia de ello, el cambio que se ha producido en su propio seno es muy considerable. Los avances en la igualdad de los sexos, el papel del hombre y la mujer en la pareja, y por ende en la familia, han evolucionado más en las últimas décadas de lo que lo habían hecho en cientos de años. La presencia de la TV ocupando casi todo el tiempo libre (y a veces el no libre) de los componentes de la familia, obstaculizando e incluso impidiendo el diálogo y la comuni- cación familiar; la aparición de los ordenadores y video-consolas; la pérdida de la calle, ahora ocupada por los coches, como espacio de socialización natural donde los niños jugaban y se relacionaban con otros y otras; la caída de las figuras del padre autoritario e incuestiona- ble y del hijo/a obediente y callado/a, sustituida por la del padre o madre dialogante y amigo/a; la nueva concepción de las relaciones sexuales y el descrédito del pecado; la enorme dificultad para que el hijo/a encuentre trabajo; el número creciente de padres sin empleo; los miedos a las drogas, al SIDA, a los embarazos,...; etc,.etc. han provo- cado una desubicación y un desconcierto en los padres y madres, del que pued ué hacer, cómo relacionarse con su hijo o hija, y a actuar de forma poco coherente en muchas ocasiones. De esta forma, las relaciones familia- res suponen muchas un factor de de vis las d Así pues, como decíamos antes, no se puede hablar de prevención en el medio familiar sin empezar haciéndolo de la lg LáL os qG-ñánría de llevarse a óábo en dos niveles: Pá9.10
  • 15. Sem¡nario 1994 Prevención de Drogodependencias ---'------=: - Unoóolect,yQüjglqo_g l.q pg9tgc¡On en.qenera@ra to que po- dríamos-ütillzar, entre otros instrumentos, los programas de escuelas de familias y los centros de educación de adultos. - ¿-'_4 /--l=--_- - Y otr(¡dividualiza9g)dirigida a famil¡as que prese - cas de lo que o qdUgadeles ge-E!u!e Las Escuelas de Familias Son programas que ya han llevado, o están llevando, a cabo diver- sas Asociaciones (algunas con el nombre de Escuelas de padres) cuyos usuarios son los padres y madres o personas que actúan como tutores de los niños y niñas. Se desarrollan en dos fases: a) Captación de los usuarios Es quizás la fase más complicada y la que exige mayor participación de los voluntarios de la Asociación, se trata en esta fase de informar a la población a la que va dirigida de la existencia de la escuela y de motivarla, sin duda lo más difícil, para su asistencia. Es muy conveniente buscar la implicación de cualquier otra organi- zación como pueden ser las APAs., Asociaciones de Mujeres, Asocia- ciones de Barrios, ... ' Los medios usados para este fin suelen ser variados y están siempre en función de las características del barrio o pueblo donde se desarrolle y del tejido asociativo que exista en el mismo: - Campañas de sensibilización mediante carteles, charlas, videos comunitarios, radios locales, etc. Pá9.11
  • 16. Seminario 1994 Prevención de Drogodependenc¡as Seminario 13( 'L con la dualic rL SEXU€ rL las st ,I la sol Los ( para d€ lleguen de otra' bg§!e!! qlr§lglq El Educ Cuar resulta éf ta fat padre c bajo nir o dePer dualizar estos c prograr educad - Contactos con diversas Asociaciones y a través de ellas llegar a los padres y madres. - Mediante los grupos de parroquias, Cáritas,... - Mediante los Colegios o lnstitutos. - Etc, etc, b) Curso Familiar Terminada la fase de captación comienza el curso que será imparti- do por una persona o un equipo que cuente con una formación adecua- da. Su duración puede variar según el lugar donde se desarrolle y el contenido del mismo, no obstante viene siendo habitual que coincida con la duración de un curso escolar, con una per¡odicidad de una sesión por semana o quincena. La metodología es slempre participativa y hace mucho uso de diversas técnicas de dinámica de grupos. El o,bidlvol@mentaldel la de la familia, dotándola de la abordar ías las rela en El contenido del curso Se compone de una Serie de temas tales como: ' La comunicación en la familia: comunicación en la pareja, comunicación padres-hijos. Los riesgos de la TV.., ordenadores, video-juegos,... ' La educación de los hijos e hijas: lmplicación del padre y la madre, necesidad de criterios comunes en la pareja, la coherencia entre el discurso y el comportamiento de los padres, la responsabili- dad como alternativa a la obediencia, la igualdad de los sexos, la imitación a los padres y madres en el proceso de aprendizaje, ... Pág.12 rE riesgc
  • 17. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias ' El estilo de vida familiar: la utilización del tiempo libre, los riesgos del consumismo, la alimentación, la higiene, ... ' La democracia familiar: la evolución de la autonomía personal con la edad, la toma conjunta de decisiones, el respeto a la indivi- dualidad de cada uno o una, ... ' La adolescencia: los cambios físicos y psíquicos, las relaciones sexuales, ... ' Los medicamentos, el tabaco, el alcohol, otras drogas, el juego, las sectas, ... ' El respeto a los demás, la preocupación por el medio ambiente, la solidaridad con los desfavorecidos, ... Los C€ntros de fulgltos pueden ser unos instrumentos muy útiles para Oe6á?ñIál-estos lrogramas de formación, posibilitanáo que lleguen a algunas personas a los que, tal vez, nos sería difícil llegar de otra forma, y además por resultar su ejecución bastante fácil, pues O 1!9q_gofesores y profesoras que q!§!graLgolaborar. El Educador de Calle Cuanto mavor desestructuración presente la familia, más 9if!qi[ ma de Además si la familia presenta uno, o varios, rasgos tales como: ausencia del padre o madre, madre soltera, padres parados, penuria económica, bajo nivel cultural, malos tratos, padre o madre o ambos alcohólicos o dependientes de otras drogas,..., suele necesitar una atención indivi- dualizada.que no puede prestarse desde una Escuela de Familia. En estos casos nuestra actuación se puede llevar a cabo mediante un programa de Atención familiar a través de Educadores-§le_]Qalle. Los educadores de calle trabajan normalmente con aquellas familias que Pá9. 13
  • 18. Seminario 1994 Prevención de Drogodependenc¡as tienen un hijo o hiia. que se considera que vive en situación de riesqo, q través del que se contacta con el resto de la familia. Los o@ía que se plantean en este programa familiar están gn función de la situación que presente, pudiéndose trabajar cosas que van desde la toma de conciencia de la responsabili- dad del padre v la madre en la educación de sus hijosy la formación en_esfe*senligo, hasta la eco nó m i co_s_ Qq't:r_qu e-c uenten y I a Prevención en el Medio Escolar Si atendemos a lo que hemos presentado en la lntroducción como circunstancias favorecedoras del consumo de drogas, parece claro cuál sería el papel de la Escuelal en la Prevención de Drogodependencias: Contribuir decididamente en la consecución de personas maduras, autónomas, críticas, hábiles para relacionarse con los demás, capaces de enfrentarse a sus problemas, respetuosas, solidarias,.... en definitiva de dotar a las personas de la capacidad suficiente para desenvolverse y ser feliz, y ayudar a que los demás también lo sean, en este mundo y en este tiempo que les ha tocado vivir. Y Ia contribución que puede hacer la Escuela, sin llegar a ser determinante, es muy importante. Es mucho el tiempo que los niños y niñas pasan escolarizados en sus distintas etapas. Además, las capacidades, los valores y actitudes personales que, según hemos dicho antes, habría que desarrollar en pro de una actuación preventiva, son objetivos educativos fundamenta- les recogidos en la LOGSE, es decir, a nivel formal, o legal, la escuela estaría cumpliendo con su función preventiva. ' Con el término Escuela designamos los distintos Centros de Enseñanzas por donde una persona pasa desde que comienza a ir al colegio a los 4, 5 ó 6 años, según el caso, hasta los 18 años en que puede terminar el bachillerato o la formación profesional Pá9.14 Seminario 1Eg Sin er muchos e das,.... y. gran factc SEAN A SL dos conv, y/oasu1 Otra c realmente diferenci¿ debidas a vorecidos El sist, que pro( generaln demás y estos ch¡ A SU VE: diferenc¿ y se hao Para suponen los malq vez más comportÍ dos de '¡ que hau ausencia clase cu' cosas *
  • 19. Sem¡nario 1994 Prevención de Drogodependenc¡as Sin embargo la práctica, por lo general, es bien distinta y, para muchos escolares, la escuela es motivo de frustración, de reprimen- das,..., y, en lugar de ser un agente preventivo, está suponiendo un gran factor de riesgo, consiguiendo que un alto porcentaje de personas sean a sus 12, 13 ó 14 años, e incluso antes, unos auténticos fracasa- dos convencidos, además, de que su fracaso se debe a su "torpeza" y/o a su falta de voluntad y trabajo. Otra contradicción entre lo que debería ser la escuela y lo que es realmente, es que, a lo largo del período escolar, se suelen aumentar las diferencias que inicialmente podemos encontrar en los niños y niñas debidas a su pertenencia a entornos socioculturales más o menos desfa- vorecidos, llegándose en muchos casos a enfatizar su marginación. El sistema funciona con una perfección diabólica. Los niños y niñas que proceden de ambientes familiares más deficitarios presentan generalmente dos características: un nivel cultural más bajo que los demás y poca motivación escolar. Como consecuencia de las mismas, estos chicos y chicas comienzan a obtener malos resultados lo que es, a su vez, causa de desmotivación. Cada nuevo curso escolar las diferencias con respecto a otros compañeros y compañeras aumentan y se hace más difícil su superación. Para las profesoras y los profesores, estos alumnos y alumnas, suponen un motivo de frustración (y de irritación muchas veces) por los malos resultados académicos que obtienen y porque, al estar cada vez más "perdidos" y desmotivados, presentan también problemas de compoftamiento dificultando sustancialmente la labor docente. Califica- dos de "alumnos problemáticos" todo el mundo asume que hay poco que hacer con ellos y, en cierta forma, se viven como un "alivio" sus ausencias a clase porque posibilitan trabajar mejor con el resto de la clase cuyo avance están dificultando. Y con el absentismo escolar las cosas se complican más. Pá9.15
  • 20. Seminario l994 Prevención de Drogodependencias Seminario l9 ampliar ( de la edt prevencl respuest ResPt o profes sufriendr acePciór magistra la única Son r la respo basta cc la cump como a La es tiva (no 'En si, comt a niños alcanza entende préseot, zando. 'En podrían como: L riesgo. medica lncapaces por si mismos de romper esta dinámica (el sistema escolar no tiene, al menos hasta hoy, respuestas para este problema), un alto porcentaje de niños y niñas son, a sus 14 años, unos inútiles para proseguir sus estudios que es la única posibilidad educativa que esta sociedad tiene para ellos y ellas. La escuela actual es casi exclusivamente un instrumento de transmi- sión de conocimientos. La formación académica, o en todo caso laboral, y conseguir que la conducta en clase de los alumnos y alumnas permitan el desarrollo "normal" de las mismas, son el único fin, por lo general, de la tarea docente. El resto de los objetivos que se plantea la LOGSE, que son esenciales en la educación de una persona, y para la prevención de cualquier conducta asocial, está ausente en la práctica escolar. A esto hay que añadir que no existe ningún mecanismo de recupera- ción que no sea el consabido "repetir curso". No hay nada previsto para ese enorme número de personas que no alcanzan el nivel mínimo exigido por profesoras y profesores. El fracaso escolar está asumido por todos. Y la diversificación curricular con que la reforma pretende afrontar el problema, difícilmente -por no Ser absolutista-, va a mejorar la situación. Por otra parte, es preciso tener en cuenta que la profesión docente es, con toda seguridad, una de las más complicadas que existen en la actualidad. Muy atractiva para aquellos y aquellas que la ejercen por vocación, pero enormemente insatisfactoria para los y las que la tienen sólo como una profesión, como una "forma de ganarse la vida", que se han visto forzados a desempeñar por las altas cotas de desempleo existente. Tener responsabilidades en la educación de una persona eS algo inquietante, pero tenerla en la de 30 por curso cuando son peque- ños, o por curso y hora cuando son adolescentes, llena a la profesora o profesor de incertidumbres y angustias. ¿Qué hacer para que aprendan? ¿Cómo motivar a esa mayoría de alumnas y alumnos que les gustaría estar en cualquier sitio menos en clase? ¿De qué está sirviendo el esfuerzo realizado cada día? ¿Cómo Pág.16
  • 21. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias ampliar e incorporar a los objetivos tradicionales de la enseñanza los de la educación para la paz,la ecología, la igualdad de los sexos, la prevención de drogas, la vida sexual,....?. Son preguntas de difícil respuesta. Respuestas que cotidianamente tiene que encontrar cada profesor o profesora, inmersos en un sistema educativo que también está sufriendo una profunda transformación, donde la disciplina.en su acepción clásica, la autoridad del maestro, los castigos, las clases magistrales, ... están en desuso -o al menos, en cuestión- pero que es la única forma de enseñanza que ellos conocieron. at.aa Son muchas las cosas que tendrían que cambiar para que la escue- la responda a las necesidades que la sociedad le está planteando. No basta con recoger estos cambios en una ley y decir a los docentes que la cumplan, culpabilizándoles de los malos resultados o animando, como a veces se ha hecho, a las APAs. a exigirles más. La escuela, no obstante, podría ejercer una impoftante función preven- tiva (no sólo de toxicomanías) que podría desarrollarse en tres planos: ' En un primer plano, en una actuación más general e inespecífica, si, como ya ha quedado expresado antes, la escuela lograra ayudar a niños y niñas en su proceso de aprendizale y maduración personal alcanzando, en último termino, una persona capaz de comunicarse, de entender el mundo que le rodea, de afrontar los problemas que se le presenten, con sentido crítico, con autoestima positiva,... estaría reali- zando, sin duda, una importante labor preventiva. ' En segundo lugar, en un plano más concreto, en la escuela se podrían llevar a cabo programas de prevención con objetivos tales como: uso saludable del tiempo libre, enfrentamiento a situaciones de riesgo, toma de decisiones, habilidades sociales, defensa frente a los medicamentos,.... Pá9.17
  • 22. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias Seminar c ' v: ,c todos ,D zadl' ble.;- actuai t; les. ... Y alur- o Evide ciÓn (q. mlentos. juegue e Juntc Asociac los Cen' una cole nuestroi y chicas Nues colabo'.; malos t' enfrent¿ adoptas de nues por ser chos si de no trc siones) es culP Estas dos actuaciones serían llevadas a cabo por los propios profe- SOreS y prOfesoraS, Si bien sería neCesario, para lOgrarlo, un cambio profundo en la concepción que muchos de ellos y ellas tienen de cual es la función de la escuela y su papel en la misma. Conseguir que los enseñantes evolucionen hacia otro concepto y práctica de la educaciÓn, en el sentido antes expresado, es una tarea muy compleja y muy olvidada, por mucho que a nivel formal se haya hablado de ella, y a lo que no Se puede aspirar Si no Se realizan unos planes serios de formación del profesorado. , Por último, tendría que existir en la escuela un tercer plano de actuación específica que ofreciera atención especial (individualizada en muchos casos) a aquellos alumnos y alumnas que presenten caracteríSticas de riesgo. Para esta actuación habría que dotar a los Centros de equipos psico-pedagógicos que trabajasen en estrecha colaboración con profesores y profesoras. ¿Qué podemos hacer desde las federaciones y asociaciones para contribuir en la consecución de una escuela distinta, capaz de prestar a la sociedad el servicio que actualmente le demanda? En líneas generales nuestra labor en este campo (que no puede ni debe ser actuación directa con los niños y niñas salvo excepciones, como cuando hemos realizado programas de tiempo libre en Centros Escolares) deqe--[ -e-lgeru]lAqg ? fa-v,ol,g§gf 9-.!ac1l!!a1 la ap,9-¡!9j-ó¡¡ -Qe las circunstanciá§tiue permitan a los docentes realizar su trqbajg 9¡ Condicjqnes--óptimas,.En este sentido tendíamos que exigir a la Admi- iiéiilc¡ón que fuese coherente con lo que legisla y que emprendiese todas las acciones necesarias para que la LOGSE se pueda cumplir' Entre las medidas que debería tomar, podríamos destacar: ' Reducción a 20 del nÚmer,o de.al-U"m.!qs/a9 por grup.9 o clase en todas las etapas de la énseñanza (infantil, primaria y secundaria). Pág.18
  • 23. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias ' Que la formaciéI p*elm?!en]g 9.p!-ptote-S-9"_r_qdo se generatice a todos y tooas tos oóCeñtés inctüyénd'üá en"§üJórnaoJ laboral. ' Dotación a los Centros de Enseñanzas del personal especiali- . lelo necesario (psicólogos/as, pedagogas/os, ...) para hacer posi- ble, junto con los profesores/as que se realicen los tres planos de actuación antes mencionados. :__Po_tql, asimismo, a los Centros de monitores deporlivos, cultura- _!-e-s, ... para que, fuera del horario docente, se oferten a los alumnos y alumnas actividades de ocio y tiempo libre. o Evidentemente todo ello supondría una fuerte inversión en educa- ción (que luego podríamos ahorrarnos en cárceles, centros de trata- mientos, policias,...) pero es necesario si pretendemos que la escuela juegue el papel que ié corresponde. Junto a esta actitud reivindicativa frente a la Administración, cada Asociación en su barrio o pueblo debe intentar estar en contacto con los Centros Educativos del mismo, proponer al profesorado y APAs. una colaboración recíproca, intercambiando información, ofreciéndoles nuestros recursos, analizando conjuntamente los casos de los chicos y chicas con una problemática inquietante, .... Nuestra actitud hacia el profesorado debe ser siempre de apoyo y colaboración y nunca de exigencia hostil o culpabilizadora por los. malos resultados que se puedan estar obteniendo. Una postura de enfrentamiento y reproches resultaría estéril, pues sólo lograríamos que adoptasen una posición corporativista y a Ia defensiva que nos aleiaría de nuestros propósitos. Además no debemos olvidar que los docentes, por ser esa su ocupación diaria, serían los primeros en sentirse satisfe- chos si las cosas fueran bien. Si en la parte que a ellos les correspon- de no lo hacen mejor es (salvo excepciones, como en todas las profe- siones) porque o no pueden o no saben, y eso, en última instancia, no es culpa suya. Pá9.19
  • 24. PREVENC¡ON EN GRUPOS DE ALTO RIESGO Cuando hablamos de Prevención en grupos en Situación de Alto Riesgo Social, debemos tener en cuenta, en primer lugar, cómo se definen estos grupos, cuales son los factores sociales que los generan, y a qué realidad social concreta estamos haciendo referencia. La marginación de aquellos sectores sociales que no cuentan con los medios soeio-económicos neóesarios que les permitan desenvolver- se en esta sociedad, no es producto de situaciones coyunturales o pasajeras, como en muchas ocasiones se nos quiere hacer ver, sino que está en la base del modelo económico-social en el que vivimos y que se define a través del desequilibrio, de la exclusión. Hemos cons- truído un modelo de sociedad, desde el que día a día asistimos al aumento de grupos sociales a los que sistemáticamente se les margina o excluye en muchos sentidos (económico, social y/o culturalmente), para los que cada vez existen menos salidas, y que constituyen la otra cara del "desarrollo", del "Mundo sin fronteras", son en definitiva, esa "inmensa minoría" a los que hemos etiquetado como población de Alto Riesgo Social. En este marco social, por tanto, el fenómeno de las drogodependen- cias constituye otra de las consecuencias añadidas a situaciones de desfavorecimiento y desequilibrio. No nos enfrentamos, pues, a un problerna unidimensional o unifactorial, y es por ello, que la prevención sobre estos grupos pasa por un cambio de las situaciones de vida y por un cambio social global. Sin negar la realidad antes mencionada, hemos de tener presente que existen otros grupos sociales que, dada una serie de condicionantes Pá9.20 Seminario 1* como pL situacion de Alto abordad, desestru Pese a quiene dás eñ r consabic vas, pro no quier los que : §obre ell con lo t existen como cc cias no que vier coyuntu Tenir present Socialt valores sócieda en lált grupos. cionam relaciót la potet
  • 25. Seminar¡o 1994 Prevención de Drogodependenc¡as como puede ser la edad, las relaciones de iguales, determinadas situaciones de crisis familiar, etc, pueden desembocar en una situación de Alto Riesgo en relación con el abuso de drogas, que de no ser abordado de forma adecuada, puede traer como consecuencia una desestructurac¡ón permanente a nivel personal y soc¡ofamil¡ar Pese a todo, se siguen proponiendo medidas que no sólo no llegan a quienes realmente sería necesario, Sino que en general están basa- dás én modelos de actuación sectoriales, haciéndose hincapié en el consabido mensaje de las responsabilidades individuales. Estas iniciati- vas, programas o intervenciones, no_tienen en cuenta, o meior dicho, no quieren tener en cuenta, las necesidadéS reales de los grupos con los que se trabaja, y en la máyoilá--de lo§ cá§os, se sigue interviniendo §óbre éiios iéntrando el interés única y exclusivamente en la sustancia, con lo que se elude o desvía el problema de fondo; pues aunque existen algunos casos de personas que han llegado a la marginación como consecuencia de su toxicomanía, en general, las drogodependen- cias no generan por Sí mismas marginación o desestructurac¡ón, Sino que vienen a agravar situaciones ya de por sí marginales, o situaciones coyunturales críticas a nivel personal y/o sociofamiliar. Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, hemos de tener presente que la prevenciÓn en grupos en Situación de Alto Riesgo Social o exclusión social, pasaría por la potenciación de capacidades, v-alores y hábitos que permitan a las personas desenvolverse en la sóciedad, y cuya finalidad sería la de propiciar cambios estructurales en lás condiciones de vida en las que Se encuentran inmersos estos grupos. La prevención con grupos, que debido a determinados condi- c¡onamientos, pueden encontrarse en situación de alto riesgo en relación con el abuso de drogas, tendría como finalidad, igualmente, la potenciación de dichas capac¡dades, valores y hábitos. Pá9.21
  • 26. Seminar¡o 1994 Prevención de Drogodependenc¡as El papel de nuestras Asociaciones Partiendo de la base que nos encontramos ante grupos sociales en los__qqe los cauces de socialización formales han fallado, o mejor dicho, no han sabido dar respuesta a sus necesidades reales, asistiendo día a día a realidades como absentismo escolar, desestructuración familiar, paro, drogodependencias, etc., dgbemos pensar en otras vías de educación y socialización; y en este sentido-, nuestras- asociaciones juegan, o pueden jugar, un papel fundamental como posibilitadoras de cámbio, ya que forman parte de ese entramado, que se ha venido a denominar sociedad civil, y que día a día se está desarrollando como alternativa a aquellos sectores sociales o grupos de poder que no dan respuesta a las necesidades reales de la sociedad. Es decir, se trata d9 propiciar cambios desde y para la propia sociedad Teniendo en cuenta lo anterior, nuestro siguiente paso sería pregun- tarnos de qué forma podemos actuar para propiciar esas vías alternati- vas de socialización, qué podemos ofrecer como asociaciones y cómo podemos hacerlo. En primer lugar, debemos tener presente, que una adecuada prevención en grupos de alto riesgo social, ha de tener en cuenta que no nos encontramos ante responsabilidades a nivel individual. Como hemos dicho anteriormente, los grupos con los que trabajamos pafiici- pan de una realidad socio{amiliar caracterizada, en muchos casos, por la desestructuración y la exclusión, y en otros, por situaciones de crisis personal y/o sociofamiliar, por lo que todo trabajo enfocado hacia estos grupos debe tener en cuenta todos aquellos factores socio-económicos, familiares y culturales, que determinan la situación de alto riesgo social en la que se encuentran inmersos. Por otra parte, nuestros programas e intervenciones serán más efica- ces cuanto mayor sea nuestra implicación dentro de la red asociativa de la comunidad, cuanto más coordinados trabajemos y cuanto más se acerquen a nuestra realidad las actuaciones a poner en marcha. Por ello, hemos de ser conscientes que nuestro trabajo no puede sustentar- Pá9.22 Seminario 193 se en act que para que van descoord ciones, d mos; es actuacior Pese riormente una nec( tlana¡o O siones qt que trab exponer situación pueden s nes que de años modelo « mente. e cimiento A niv nuestra referenc Latr principal el trabaj de incidi mente P tengan t y sin cre familiar
  • 27. Seminario 1994 Prevención de Drogodependenc¡as se en actuaciones, por así decirlo, estándar, en modelos prefabricados, que para nada tienen en cuenta la realidad social de los grupos a los que van dirigidos; no pueden ser actuaciones puntuales, aisladas y descoordinadas, cuyas consecuencias no son sino duplicidad de actua- ciones, desencanto y frustración de las personas con las que trabaja- mos; es decir, debemos abandonar la idea de que todas nuestras actuaciones previenen, que todo vale. Pese a que la mayoría de nosotros somos conscientes de lo ante- riormente expuesto, en ocasiones nuestras actuaciones responden a ula necesidad urgeñÍJd"é i'actuar", sin contar con un programa de trabajo de referencia que nos permita planificar y evaluar las repercu- siones que nuestra intervención puede tener sobre los grupos con los que trabajamos. Siendo conscientes de esta realidad, intentaremos exponer líneas de actuación enfocadas al trabajo con grupos en situación de alto riesgo social, fruto de nuestra experiencia diaria, y que pueden servirnos como hilos conductores, no sólo a aquellas asociacio- nes que comienzan su andadura, sino también a aquellas que, después de años de experiencia, constatan la necesidad de contar con un modelo de trabajo eticaz para el abordaje en prevención y, concreta- mente, en eltrabajo con grupos en situación de alto riesgo o desfavore- cimiento social. A nivel operativo, proponemos como espacio global de trabajo nuestra comunidad, constituyendo nuestra asociación, el punto de referencia desde y hacia la comunidad. La población hacia la que irán destinadas nuestras actuaciones, principalmente, serán grupos de niños, jóvenes y/o adultos, sin olvidar el trabajo con la lgmilia y la comunidad, ya que si no somos capaces de incidir en los distintos niveles de socialización del individuo, difícil- mente podremos hacerlo a nivel individual sin que los resultados sólo tengan vigencia el tiempo que estemos trabajando con estos grupos y sin crear unas expectativas que choquen de frente con una realidad familiar y social que para nada tienen que ver con estas expectativas. Pá9. 23
  • 28. Seminario l994 Prevención de Drogodependenc¡as Propuestas de Actuación con Grupos de Alto Riesgo Una vez delimitado el espacio y la población donde y con la que trabajamos, podemos comenzar apuntando algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de abordar nuestro trabajo * Gonocimiento de Ia realidad Como señalamos anteriormente, aquello que sirve para unos grupos no tiene porqué servir para otros, el conocimiento del entorno donde vamos a actuar es fundamental a la hora de realizar una buena programación o planificación de nuestras actividades. La falta de un exhaustivo conocimiento de la realidad social, económica y cultural en la que nos movemos, puede traer como consecuencia el que nuestras actuaciones no tengan nada que ver con los grupos sobre los que trabajamos y, por ende, nuestro trabajo sea estéril desde el principio. * Planificación o Programación Las actuaciones aisladas, que no prevean cambios a largo plazo, tienen vigencia, cuando mucho, eltiempo en que éstas están puestas en marcha y, en la mayoría de las ocasiones, no suponen cambios cualitativos en los grupos con los que trabajamos. Como hemos dicho anteriormente, la Prevención en grupos de alto riesgo, tiene como finalidad propiciar cambios cualitativos en las personas con las que se trabaja, cambios en sus condiciones de vida. Y esto supone trabajar a largo plazo, de poco pueden servirnos determinadas actuacio- nes que, entre muchas otras cuestiones, fijan sus objetivos, única y exclusivamente, en cambios de conducta, centrándose éstos en la relación con el consumo de una u otra sustancia, y eludiendo las causas reales que provocan las drogodependencias. Por todo ello, es fundamen- tal, como señalábamos al principio de este documento, que nuestro tra=baje se desarrolle a través de. programas que aborden el tema de fonna integral y que sean continuadoit en el tiempo. * Evaluación Nuestro trabajo ha de ser evaluado o revisado constante- mente, de nada nos sirve actuar, sin conocer los resultados o repercu- siones que estas actuaciones han tenido, sin saber qué objetivos se Pá9.24 Seminario 199 han visto mas, pos marcha n ción de a * Coordir das, tant< entidades y duplicic Tenier intentarel Grupos e anteriorn diario. Nc sino líne asociacio en varias en un m( En pnt ha de st generai. consider¿ el individ tes, cam de poten personas de su co Cómo st El cor tran inmt
  • 29. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias han visto cumplidos y cuales no. La evaluación constante de progra- mas, posibilita la modificación de aquellos objetivos cuya puesta en marcha no ha tenido resultados positivos, evitándose así la perpetua- ción de actuaciones erróneas. * Coordinación Por último nuestras actuaciones han de estar coordina- das, tanto a nivel interno (asociación) como externo (con las distintas entidades de la comunidad), evitándose de esta forma contradicciones y duplicidad de actuaciones. Teniendo en cuenta la importancia de los aspectos señalados, intentaremos cocretar las líneas de actuación para la Prevención en Grupos en situación de Alto Riesgo, a las que hacíamos referencia anteriormente, y que pueden servirnos de base en nuestro trabajo diario. No vamos por tanto a proponer recetas mágicas de actuación, sino líneas básicas que puedan ser utilizadas por todas nuestras asociaciones, ya que hemos de tener presente, como hemos señalado en varias ocasiones a lo largo de este documento, que lo que es válido en un medio o realidad concreta no tiene porqué serlo en otra. En primer lugar, una adecuada prevención en grupos de alto riesgo ha de ser abordada, al igual que el tema de las toxicomanías en general, desde el medio socio{amiliar propio de la persona, pues consideramos que es desde éste desde donde realmente se desarrolla el individuo, donde realmente se pueclen producir cambios permanen- tes, cambios en las condiciones de vida de las personas. Se trataría de potenciar valores, comportamientos, formas de vida, para que las personas con las que trabajamos sean agentes vivos de su entorno, de su comunidad. Cómo son las personas con las que vamos a trabaiar El conocimiento de la realidad social concreta en la que se encuen- tran inmersas las personas con las que vamos a trabajar, cómo y en Pá9. 25
  • 30. Prevención de Drogodependenc¡as Sem¡nano 1E€! metodolq profios g preseñte i el que üvt tador, ab¿ sino para Con qué Cuand cia a aqil marcha n todos y tc la puesta conscienl delimitar peñar de organizac mental a figura de El Edt medio en por lo qut liar de és de formar na concf animador cerque s tas de su te que s estas pe que otrat Sem¡nario 1994 qué ámbitos se desarrolla su vida diaria, es fundamental a la hora de planificar nuestro trabajo, pues a través de este conocimiento sabremos 'hacia quienes dirigiremos nuestras actuaciones, qué podremos ofertar y cómo podremos hacerlo. Paraello,proponemosdosvíasparalelasdedetección: * Acercamiento a las instituciones (Colegios, Centros de Salud,...). Se trátaría de aCercarnos a todas aquellas instituciones, que de una forma u otra participan, en teoría, en el proceso de socialización de la perso- na. El objetivo sería el de recabar información ya existente en estas instituciones, Sobre la situación en la que se encuentran los grupos con los que estamos trabajando, y que podría servirnos para contrastar con la recogida por nosotros, a través de otras vías * Detección en la calle: Una de las formas más importante de conoci- miento de las situaciones de vida, de las necesidades, centros de intefés,..., de los grupos con los que vamos alrab$ar,lo constituye la información que, sobre estos grupos, recabemos nosotros y nosotras como asociaciones; y en este sentido debemos ser conscientes de que esto sólo es posible si estamos, o nos dirigimos, a los centros o luga- res donde se desarrolla la vida de estos grupos Cómo podemos trabaiar si partimos de la base que la prevención en grupos en situación de alto riásgo social pretende potenciar actitudes, valores, habilidades, que posibilitén a las personas desenvolverse en nuestra sociedad, nuestra forma de actuar nunca puede ser directiva, es decir, todoS'nuestros programas y actíüitl?ides concretas deberán tener en cuenta a las p"ráon"r cón las que trabajamos, y esto supone, no sólo adecuar éstas a su realidad diaria, sino además conseguir que ellos mismos seán los propios agentes críticos de cambio, tanto de sus vidas como de su comunidad eñ general. Esto significa utilizar lo que denominamos Pá9.26
  • 31. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias ryglggglg_gig pjligip"tiva; es decir se trata de trabajar cgn y para los propios giúpó§-y"éñ'définitiva, la propia sociedad. Debémos tener presente que nosotros somos una pañe más del entramado social en el que vivimos, y por ello nuestro trabajo ha de ser propiciador, posibili- tador, abandonando actitudes paternalistas, salvadoras, que no siruen sino para crear falsas expectativas, o cambios no reales Gon qué recursos humanos podemos contar Cuando hablamos de recursos humanos, estamos haciendo referen- cia a aquellas personas con las que podemos contar para poner en marcha nuestro trabajo. En este sentido y, teniendo en cuenta que todos y todas en nuestra asociación podemos y debemos participar en la puesta en marcha de las actividades programadas, hemos de ser conscientes que una adecuada planificación y programación supone delimitar el papel que cada uno de nosotros y nosotras puede desem- peñar dentro de un programa. No vamos a ofrecer un esquema de organización ideal, pero sí nos gustaría proponer, como recurso funda- mental a la hora de trabajar con grupos en situación de alto riesgo, la figura del Educador o Educadora de Calle. El Educador o Educadora de Calle lleva a cabo su labor en el propio medio en el que se desarrolla la vida de los grupos con los que trabaja, por lo que conoce o debe conocer perfectamente la realidad sociofami- liar de éstos grupos. Es una persona formada y en constante proceso de formación, si bien ésta no tiene porqué responder a ninguna discipli- na concreta, no tiene porqué ser psicólogo/a, trabajador/a social, animador/a socio-cultural, etc. Su tarea consiste en posibilitar o favore- cer que sean las propias personas con las que trabaja las protagonis- tas de su propio desarrollo personal y social, si bien debe ser conscien- te que sus actuaciones repercutirán en el proceso de desarrollo de estas personas, ya que al trabajar con ellas, participa en él a la vez que otras personas o contextos, como son la familia y la comunidad. Pá9.27
  • 32. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias Seminario 1gf * Trab manej; * Pror py_eblo sus pr( * Favo su entt * Trabi poÍenC de su * Actu¿ tividao particu Hemoi das, son desde nu y las acti', realidad t Por tanto el educador o educadora nunca debe ser un modelo a seguir, sino un punto de referencia más en el proceso de educación y sociali- zación de las personas o grupos con los que trabaja' Pero el educador o educadora de calle no es el Único o la única responsable de la puesta en marcha de un programa, sino que forma parte de un equipo donde estamos incluidos todos los miembros de nuestra asociación, y ello significa que todos podemos y debemos implicarnos en este trabajo. Qué actuaciones podemos poner en marcha A continuación, proponemos una serie de actuaciones, que si bien no Son las únicas posibles, pueden servirnos de base o referencia a la hora de planificar y poner en marcha actividades concretas desde nuestras asociaciones. Estas actuaciones serían: * Analizar de forma exhaustiva la problemática personal, familiar y social de los grupos con los que trabajamos, centrándonos en las necesidades y carencias que presentan * Crear confianza, acompañando a los grupos o personas concretas en su actividad normal * Profundizar en esta confianza, proponiendo actividades que tengan en cuenta los centros de interés de los grupos * Fomentar formas de ocio creativas y estimulantes * Apoyar a los grupos en la búsqueda de actividades ocupacionales (escuelastaller, cursillos, trabajo,..') * Potenciar valoreS que favorezcan una integración activa en Su entorno, fomentando la autoestima, la solidaridad y la crítica. Animar sus propias iniciativas reivindicativas Pág.28
  • 33. Seminario lgg4 Prevención de Drogodependencias * Trabajar las habilidades sociales con el grupo, aprendiendo a manejarse en diferentes ambientes * Promover el conocimiento y participación en la vida del barrio o pGEIó, á -tráúés dé ra integráción en asociacion"., o .ár.ión de sus própias estructuras, en caso de que éstas no existan * Favorecer el conocimiento de una realidad más amplia que la de su entorno inmediato (pueblo, ciudad, comarca, provincia,...) . llapajar griv_9!_famll!qr, tanto en grupos como a nivet individuat, potenciando lá tbma de conciencia e implicación en la superación de su problemática * Actuar de mediadores en la comunidad, procurando que la conflic- tividad de estos grupos se asimile como una cuestión social y no particular, fomentando actividades de apoyo y no de rechazo. Hemos de señalar nuevamente que las actuaciones aquí presenta- das, son sólo algunas de las muchas que pueden ser llevádas a cabo desde nuestras asociaciones, y si bien pueden seruirnos de base, éstas y las actividades que de ellas se deriven deberán ser adecuadas a la realidad concreta donde trabajamos cada uno/a de nosotros/as Pá9.29
  • 34. LA PREVENCIÓN COMUNITARIA Y EL MOVIMIENTO ASOCIATIVO Desde que las drogodependencias aparecen como fenómeno gene- ralizado, ró hun desárrollado dos líneas de abordaje, que parten de concepciones totalmente distintas sobre el tema' En primer lugar, se producen interuenciones sectoriales independien- fes, mádiante lás que se abordan de forma individual aspectos aislados del fenómeno, y, de esta forma, según se considera al drogodependien- te, por ejemplo, un delincuente o un enfermo, la intervención es asumi- da bien por la policía o bien por un médico. A medida que aumenta el número de toxicómanos y se añade a la dependencia otra serie de problemas (prostitución, transmisión de enfer- ,ádades, robos, etc...) que deterioran aún más las condiciones sociales en las que vive la mayoría de estas personas, y ante la escasez de resultados de las intervenciones que hasta el momento se venían reali- zando, comienzan a tomar conciencia y sensibilizarse algunos Sectores sociales, que irán progresivamente ampliándose, apareciendo una Segun- da línea de abordaje basada en una concepción de las toxicomanías inmersas o generadas por el sistema social en el que vivimos. Esta segunda línea, considera elfenómeno de las drogodependen- cias no co-*o algo individual ni aislado, sino generado por múltiples causas, de las que no podemos olvidar la influencia de la imagen social de las drogas (se asocia diversión con alcohol), la publicidad y los medios deiomunicación; el proceso de maduración del individuo, las condiciones sociales generales como pueden ser carencias de medios económicos y laborale!, superprotección o abandono familiar, tensiones en eltrabajo, fracaso escolar, marginación,.... En esta línea de abordaje Pá9. 30 Sem¡nario 199 se consr( implicaci( llevan a t Actual de abord¿ de una pt ¿Qué en Todos fenómen« tan "impc delegand más pelir muchos ¡ una cuesl y difícil qt demuestr eficaces. formaciór mos en r todas par ésta cons zación dr idóneo p drogodep Nuestl la comun comunita en nuestr dencias.
  • 35. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias se consideran actuaciones preventivas aque,ras que potencian fa implicación de ra co.munidad en mejorar ras condiciones sociares que llevan a un desarroilo integrar tanto der individuo como-der grupo. Actualmente en el trabajo cotidiano se simultanean las dos líneas de abordaje, pero hay que resartar una regresión de ra primera en favor de una progresión de la segunda. ¿Qué entendemos por prevención Comunitaria? Todos coincidimos en que ras drogodependencias constituyen un fenómeno comprejo, pero lo hemos iio convirtienooLn-rn probrema tan "importante" que nadie en ra sociedad cree que oáoá abordarro, delegando así en otro su resorución. Esa imagen ildt¡;;, es mucho más peligrosa para ra intervención de ras tóxicomániu. o" ro que muchos pensamos, pues de esta forma se convierte er probrema en una-cuestión de expertos, de especiaristas; se considera tán específico y difícil que sóro ros entendidos deben actuar. sin emorág;, tos rrecnos demuestran que ros programas de intervención parciarés no resurtan eficaces, si paralela o simultáneamente no trabajamos por una trans- formación de ra sociedad, acercándonos ar Modelo sociáique definía- mos en nuestro anterior seminario; y esto sólo es posible si todos y todas participamos en este proceso desde nuestra .bruniáro, ya que ésta constituye uno de ras principares pirares "n "r pro.á.o oe sociari_ zación de la persona, a la vez que resulta se, ,n ,urao de trabajo idóneo para la puesta en marcha de programas de intervención en drogodependencias Nuestras asociaciones, como corectivos que conocen y nacen de la comunidad, pueden y deben, ser un agente sociar de prevención comunitaria, ya que ésta debe ser uno delos campos tundamentares en nuestro trabajo diario sobre el fenómeno social de las drogodepen_ dencias. No tenemos porqué buscar "sarvadores,,, iio aorrnitario,, Pá9. 31
  • 36. Prevención de Drogodependenc¡as Seminario 1994 como las Sindicatos decir, la in Estos ¡ simultane¡ a fondo la y metodol efectivos I Algunas En nin todas las document cuenta an en sí de li Hemos seis bloqr Reivindic - Denu promueve su inform ejemplo. responsal violencia, desde la t el mal us< esta socit Seminario 1994 significaquetodosytodasestamos.implicados/as,.quetenemosres- óJnr"nif¡áuOes. CáOa ciudadano, desde el papel que juega en la Iociedad en cada momento, (madre/padre, profesor/profesora, átumnolatumna, trabajador/a, parado/a,"') tiene un lugar en la preven- ;iñ y debemos ltegai al conocimiento.y convencimiento de que saber fracei bien nuestra función es preventivo' Enresumen,laPrevenciónComunitariadebeirdirigidaalatomade conciencia de los distintos sectores de la sociedad con elfin de lograr su óártú,pac¡On activa en la solución de los problemas sociales"' Debemos [ár¡nár hacia una integración dinámica en la que todos y todas trabaje- ,á. "n la mejora del n'Ível de desarrollo y bienestar de la población' Algunas cuestiones a tener en cuenta en la lnteruención comunitaria 1.- S¡ buscamos vivir en una comunidad lo más participativa e intejradora posible, en la que estemos todos y todas' debemos empe- ,"l- -po,q," nuestra asociación se aproxime lo más posible a esta idea, buscando los puntos comunes y aceptando nuestras diferencias a todos los niveles. 2.-Todoprogramacomunitariotienequepartirdeunconocimiento lo más exhaustivo posible de la comunidad, teniendo en cuenta todo tip; ¿ información, como la demográfica, recursos, identificación de grupos Y Personas relevantes, etc' 3..Losproblemasquetieneunacomunidadhandesolucionarse desde,conyparalaComunidad,yporlotanto,debeserlacomunidad la proiagonisia en el diseño, planificación y gestión en el programa a desarrollar. 4.- Debemos tender a planes integrales de carácter comunitario' Los programas comunitarios son aquellós en los que participan tanto las inri',t*io'l"s Públiáás (Ayuntamiento, Escuelas, Centros de Salud'"') Pág.32
  • 37. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias como las lnstituciones privadas ( Asociaciones no gubernamentales, sindicatos, ...), desde un abordaje multisectoriat y m-uttiprofesional, es decir, la intervención conjunta desde lo sanitario, éducativo, social, etc,. Estos programas deben tender a optimizar los recursos y a no simultanear inútilmente esfuerzos y presupuestos. Debemos estudiar a fondo la realidad sobre la que vamos a actuar, unificando objetivos y metodología, coordinando nuestras intervenciones, haciendo más efectivos nuestros programas. Algunas actuaciones En ningún momento se pretende hacer un listado exhaustivo de todas las actuaciones posibles a llevar a cabo, ya que Ia idea de este documento es reflexionar sobre una serie de- aspectos a tener en cuenta antes de elaborar un programa, dependiendo las actuaciones en sí de las características de la Comunidad concreta. Hemos esbozado unos trazos de intervención que giran en torno a seis bloques. Reivindicaciones - Denunciar a los medios de comunicación por la facilidad con que promueve el consumismo, por las visiones parciales que presentan en su información sobre el fenómeno de las drogodepenáencias (por ejemplo, nos presenta el tema de las drogodepend'encias como de responsabilidad individual), porque incitan contravalores tales como violencia, agresividad, individualismo, ..., por la omisión del trabajo que desde la base se está haciendo en relación al tema, y en geneial por el mal uso que se hace de uno de los instrumentos más pltentes de esta sociedad. Pá9. 33
  • 38. Prevención de DrogodePendencias Sem¡nano 199 la informe dad,... pe tos en inft nes, y es Los pr (tomando alguna n eficacia. generalm heterogér se transn en la ma¡ Por otl un fenóm sustancia formas dt enfermed de adapte se vaya ¿ sencillos parte pos Formacit Como los eleme la formac es formar De la apartado Seminar¡o 1994 - Exigir a la Administración que dote a los barrios y pueblos de unas infraestiucturas (zonas verdes, plazas, cines, servicios básicos como son ambulatorios, farmacias, escuelas, institutos, etc) donde todos y todas fióvenes, niños/as, ancianos/as) podamos vivir' - comprometer a la Administración para que corrija Ia mala planifi- cación urbanística de ciudades y pueblos' Existen barriadas periféricas dotadas de escasas infraestructuras que concentran a .los grupos sociales más desprotegidos, (desempleados, parados"") de tal forma que aquettos/as que co-nsiguen un trabajo o situación socio-económica más estable saltan a otros barrios dotados de mejor infraestructura y abandonan éstos; con lo que se están creando verdaderas barriadas de marginaciÓn. - obligar a la Administración a acercil y coordinar los servicios que nos ofertan. Fomentar el asociacionismo En líneas generales, una organización o colectivo que surge para ofrecer alternativas saluáables e integradoras, capaz de llenar un espacio vacío, ayudando a madurar a las personas y promoviendo |a pafti:¡p1c]:11 soc¡aí, éstá haciendo prevención. Así pues, a medida que vamos consl- é;úá" una población activa, crítica, que participa, capaz de plantear sus firoblemas y buscar sus soluciones, estamos haciendo prevención. Información Todos coincidimos en resaltar que una información adecuada, no dramatizadora, ajustada a la realidad, de conceptos claros y sencillos, sobre las drogas más utilizadas y que comprenda la complejidad del óiool"r" oe ás drogodependencias, es necesaria, al igual que lo es Pá9.34
  • 39. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias la información sobre cuarquier otro tema, como arimentación, sexuari- dad,"' pero pensamos que se gastan muchos estuerios y presupues- tos en informar de forma aisradá, sin acompañar esto de otras actuacio_ nes, y eso no es preventivo. Los programas de información dirigidos a ra pobración en generar (tomando como tar nuestro barrio o puebro de actuación), son, de alguna manera, ros más discutidos desde .r prÁio oá vista de su eficacia. Evaruar estos programas es muy compricado, y por eilo,generalmente, no se hace. por otra parte, van dirigidos a'grupos muy heterogéneos, por ro que, tanto ra información coñ,o Ia forma en que se transmite, deben estar adaptados a esta circunstancia, hechos que en la mayoría de los casos tampoco suceden. Por otro rado, tenemos que considerar que ras drogas constituyen un fenómeno comprejo y cambiante, cambian cont¡nuañénte tanto ras sustancias disponibres, como ras sustancias consum¡ores,ás, como ras formas de consumirras, sin orvidar ra aparición de nuevos cuadros de enfermedad en ros consumidores..., tod'o esto nos rreva ála necesidad de adaptar nuestro mensaje a la realidad concreta oel momlnto en que se vaya a desarrollar nuestro programa, y de contar con instrumentos senciilos y de rápido acceso a ricomunidad, o ar menos a ra mayorparte posible. Formación como decíamos ar principio der documento ra formación, es uno de los elementos básicos para ra prevención. Haorá que áütingui, entre la formación en er proceso de maduración de rai E;;;;., y ro que es formación específica en drogodependencias. De 13 primera, ya se trata anteriormente es este documento en er apartado de Prevención Escolar y Familiar. Pá9. 35
  • 40. Prevención de DrogodePendencias Semina.-c '33 ordenado culto del c con los 0 semanas a mostrar ciando to( competil Si penr físicas. (E NES, dES¿ comunita Libre ser Medios Quere vención ( que coml Pero t - lnfra barrio - Med existe nes dr - Actu Seminar¡o 1994 Lasegunda,seríalaquedeberíantenerpadres'madres'profesores' proi".ioñ"fás áe salud, átc sobre drogas, tanto legales como ilegales, i';6|5r; ¿¿*o abordar'este tema. Coñ respecto a esto,.la formación e ',nvástigacion sobre árágodependencias, se está dando en élites de "iráf.."rup"riores (Másiár, cursos de Expertos...), sin que recibamos ál upoyo suficiente para la formación de personas que trabajamos en nuestras asociaciones. Regulación Legal Lasdrogodependenciassonunarealidadytodopareceapuntara que en el fúturo no van a desaparecer. Y la única forma, hasta ahora, dá aooroarlas desde el podei Legislativo ha sido a través de una feg¡siáciOn restrictivá, como si todos-los aspectos de las Toxicomanías s-Jsalraran con el cúmplimiento del código, y no podemos olvidar que el ordenamiento jurídico no sólo no es uninstrumento terapéutico, sino quá comptica laá posibilidades de intervención a todos los niveles' Porotraparte,queremosdestacarlaincongruencialegalquese mantiene sob,e las drogas legales e ilegales, cuando se dan tantas ,u"ftá. para modificar ia normativa vigente sobre publicidad, lanto oirecta óo.o indirácta, de alcohol, tabaco y cualquier otro producto .áñáio" crear depend'encias. Por ello, desde las asociaciones propo- ;il;. la revisión de dicha normativa y exigimos que se ejecuten medidas contundenles sobre la publicidad, Ilegando a prohibirse ésta ;iv, polideportivos, centros educativos, vallas de los partidos que sean retransmitidos, calles, prensa, etc' Ocio y TiemPo Libre Las actividades de ocio que nuestra sociedad nos oferta nos llevan a una vida cada vez más ocupada por las máquinas (TV' Video juegos' Pá9. 36 Sa tos
  • 41. Sem¡nario 1994 Prevención de Drogodependencias ordenadores, ...) y más solitarias, a aumentar el t¡empo dedicado al culto del cuerpo (modas, estéticas, ...), a disminuir el tiempo compartido con los demás, a limitar el denominado Tiempo Libre a los fines de semanas (viviendo, cadavez, semanas más monótonas, mecánicas,...), a mostrarnos la diversión cada vez más cerca del consumo, ... poten- ciando todo ello contravalores tales como individualismo, consumismo, competitividad, ... si pensamos que el riempo Libre debe satisfacer tanto necesidades físicas, (Ejem. hacer deporte) como psicosociales (autoestima, relacio- nes, desarrollo personal y social, etc.) el pensar en una intervención comunitaria que no tenga en cuenta la "educación" para el riempo Libre sería insuficiente. Medios Queremos hacer hincapié en que el mejor medio para hacer pre- vención comunitaria es la comunidad, es decir, las personas y grupos que componen la Comunidad. Pero también podemos apuntar los siguientes medios: - lnfraestructuras. utilizar las infraestructuras de que disponga el barrio o pueblo, así como el tejido social existente. - Medios de comunicación. utilizar los medios de comunicación ya existentes, como pueden ser radio local, TV local, revistas o boleti- nes de información, - Actuar a través de formadores: . Aprovechar mediadores: Formación para profesionales de salud, Educación, servicios sociales... aportándoles conocimien- tos y habilidades para que desarrollen su función preventiva. Pá9.37
  • 42. Prevención de Drogodependencias Sem¡nario 199¿ c) Si no se ven inl (escuela. f una parte. campos y. cualquier cualquier c conjunto d importante das en uni mucho me todos los t d) Monl grupos de que gastar nales, no s tienen que actúen las ningún far Por últir rio, si en e do todas l¿ dad en la , implicada dades, ele Sem¡nario 1994 .FiguradeleducadordeCalle,(Verestepuntoenprevenciónen alto riesgo). AcTUActoNEs?,NTRAPREuENT|VAS(NoEFEcTlVAs) a) La información puede ser preventiva, pero una información sesgada, prohibicionista o que no se ajuste a la verdad es contrapre- ventiva. La lnformación se tiene que caracterizar por posibilitar a la persona o a los grupos para elegir positivamente' como dijimos anteriormente, los resultados obtenidos con las campa- ñasde prevención realizadas a través de los medios de comunicación, que se plantean como objetivo el cambio de comportamiento y que utilizan únicamente este procedimiento, con el agravante de que se dirigen a la población en su totalidad (utilizan los mismos mensajes y medios para Iná pooru.ión muy heterogénea), han demostrado ser ineficaces cuando no cbntraproducentes, enLl sentido de que se puede producir un incre- mentodeaquellasconductasqueseintentabancontrolar. b) Ya decíamos que con las actividades aisladas y puntuales como pr.á" ser el día de ia bicicleta, o el concierto de rock en contra de la droga,aveces,conseguimostodolocontrariodeloquepretendíamos' poróu" parcheamos á iguat que la administración, porque sabemos lue'la shución no es poñ"r." en contra de la sustancia, sino posibilitar alapersonapa@queelijaSanamente,cambiarhábitosyactitudes,y esto no se hace en un "día" sino a través de un trabajo continuado' De hecho nuestras asociaciones van evolucionando y sustituyen este tipo deactuacionespuntualesporotrasmascontinuas,enlasqueel objetivo ya no es simplernente informar sobre las drogas, sino llegar a una formación integral. En definitiva, sería cambiar actuaciones, como por ejemplo el típico cartel de ,,No a las drogas", por unas actuaciones que lleven al enrique- cimiento y desarrollo de las personas y los grupos' Pá9. 38
  • 43. Seminario 1994 Prevención de Drogodependencias c) si nos limitamos a actuar sobre uno de los campos por los que se ven influenciados los grupos y las personas que lo componen (escuela, familia, medios de comunicación, amigos,...) estamos, por una parte, ignorando el poder de influencia que tienen los demás campos y, por otra, podemos estar creando contradicciones. por ello, cualquier actuación aislada corre el riesgo de ser inefectiva y, en cualquier caso, siempre será menos efectiva que si se actúa sobre el conjunto de campos relacionados, de ahí que la coordinación sea tan importante en la Prevención comunitaria. Las modificaciones consegui- das en una comunidad a través de actuaciones de prevención, seián mucho menores e inestables si no encuentran un marco adecuado en todos los sectores, que las facilite y mantenga. d) Montar grandes espectáculos, en los que los protagonistas son grupos de teatro famosos, equipos de fútbol con mucha afición, en los que gastamos la mayoría de nuestros presupuestos y esfuerzos perso- nales, no son preventivos. Los programas preventivos comunitarios se tienen que hacer desde, con y para la comunidad potenciando que actúen las gentes del barrio, que sean ellos los protagonistas y no ningún famoso que llegue de lejos, o al menos, no como único ácto. Por último, no podemos hablar de un verdadero programa comunita- rio, si en el diseño, ejecución y evaluación del mismo no han participa- do todas las lnstituciones (tanto públicas como privadas) de la comuni- dad en la que intentamos desarrollarlo. Toda la comunidad debe estar implicada de una forma activa en detectar necesidades, buscar priori- dades, elegir estrategias de acción y evaluar los resultados. Pá9. 39
  • 44. Federación Andaluza de Asociaciones de Drogodependencias ..ENLACE" c/. José Bermejo, 3 Local Social 41009 - Sevilla Tflno. 49S BB 24 Fax495 71 93