Este documento analiza la situación de seguridad en Medellín en 2014. Mientras que los homicidios disminuyeron un 29% en comparación con 2013, otros delitos como los hurtos y la extorsión aumentaron. A pesar de la reducción de homicidios, la percepción de inseguridad entre los ciudadanos sigue siendo alta. El documento argumenta que para entender completamente la situación de seguridad se debe adoptar un enfoque integral que considere todos los delitos, en lugar de centrarse únicamente en los homicidios.
2. Introducción
Sin duda, una de las prioridades para la gente y aquello en lo que la administración
tiene que poner toda su atención y hacer grandes esfuerzos sin escatimar, es el
asunto de la seguridad y la criminalidad en la ciudad. No es solo una cuestión de
percepción generalizada, la situación de criminalidad y violencia (inseguridad) que
está viviendo la ciudad es una realidad.
Preocupa que apenas un 42% de los ciudadanos se sienten seguros y que otro 19%
se sienten abiertamente inseguros. Así como también preocupa, si se observan las
cifras históricas de percepción ciudadana arrojadas por el programa Medellín Cómo
Vamos, cómo el porcentaje de personas que se sienten seguros ha venido
disminuyendo al tiempo que el porcentaje de personas que se sienten inseguros ha
aumentado (Ver Gráfica 1).
A pesar de la disminución de algunos delitos, como se verá y analizará más adelante,
el incremento de otros hechos delincuenciales y criminales que también atentan
contra la integridad de los ciudadanos y que son de alto impacto también por su
cualidad de revictimizar a quien ya fue víctima, es una de la principales razones por
las que la ciudadanía, mientras padece la sensación de inseguridad y su permanente
crecimiento, ha empezado a tomar conciencia de la verdadera y crítica situación que
de (in)seguridad vive la ciudad.
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3. !
Por años Medellín se ha visto aquejada por ser uno de los principales escenarios
mundiales del crimen organizado y su Administración Pública ha tenido la necesidad y
obligación de intentar contrarrestar esa realidad y buscar sobreponerse a ella. Los
esfuerzos que ha hecho el actual gobierno han estado dirigidos especialmente hacia
ciertos fenómenos delictivos, tales como el homicidio y, aunque sabemos que se trata
de uno de los principales fenómenos que puede aquejar una ciudad toda vez que se
trata de la vida, el bien más preciado de todos, creemos que se han dejado de atender
otros fenómenos igualmente importantes y que han venido afectando la situación de
seguridad de nuestra Medellín. Y es que no podemos olvidar que el crimen es plural,
tiene muchas y muy diversas causas y manifestaciones; y todas ellas, no solo una,
hacen que exista inseguridad.
Comenzamos este informe reiterando nuestro mensaje de que la seguridad en la
ciudad no se puede evaluar ni diagnosticar desde indicadores individualizados y
aislados, puesto que las dinámicas de seguridad en Medellín no están desconectadas
ni son independientes las unas de las otras. No solo mediante el homicidio se mide
qué tan violenta o insegura es una ciudad; dicho problema debe evaluarse y tratarse
desde una mirada integral, sopesando todos los fenómenos criminales en la ciudad.
Se requiere una mirada amplia y profunda, que nos permita ir al fondo del asunto, a la
estructura del problema, y no seguir avanzando tibiamente en el manejo tradicional de
la seguridad.
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4. Hablar del mundo criminal en Medellín es, finalmente, hablar de rentas criminales. El
narcotráfico, el tráfico de armas, el control territorial de las bandas criminales, el
control de las rentas por extorsión, el lavado de activos, el contrabando, el
clientelismo, el control de los mercados locales, la cooptación del Estado, entre
muchos otros fenómenos que se hallan en la explicación del funcionamiento del
crimen en Medellín, encuentran su punto en común en un asunto concreto: dinero. En
efecto, hablar de criminalidad en Medellín es hablar de recursos móviles que llegan a
todos los sectores sociales y que encuentran su origen en la ilegalidad e incluso en la
informalidad, y hasta penetran el mundo de lo legal y lo formal; un mundo criminal
que se encuentra dominado por dos grandes bandas o estructuras criminales,
denominadas “La Oficina” y el “Clan Úsuga” (otrora los “Urabeños”), las cuales han
acordado la repartición milimétrica de la ciudad, desde el dominio del territorio hasta el
control de las actividades criminales, acuerdo que como se sabe data de mediados del
2013 y se conoció como el “pacto del fusil” o “pacto de San Jerónimo”.1
Según fuentes de la Personería de Medellín y de organizaciones sociales, los
acuerdos a los que llegaron estas estructuras ilegales aún se mantienen en gran parte
de la ciudad y el Área Metropolitana, donde se mantiene una tensa calma. A pesar de
esto, hay otros lugares donde este acuerdo ya se ha roto y como consecuencia de ello
se han presentado fuertes enfrentamientos, como ha venido ocurriendo en las
Comunas 5 (Castilla), 6 (Doce de Octubre) y 10 (La Candelaria) en donde aumentan
la inseguridad y la violencia. Aún así, esta situación no parece extenderse al resto de
la ciudad, aunque, no se debe dejar de advertir, el peligro continúa latente. Esto
sucede cuando la seguridad de una ciudad no depende exclusivamente de la
contundencia del Estado por controlar la ciudad sino también de las decisiones y
acuerdos entre criminales y mafiosos.
Acorde a nuestro compromiso con la ciudad, al diagnóstico y visibilización de la
situación de seguridad en Medellín y a la construcción de propuestas encaminadas a
enfrentar de una manera integral la criminalidad, presentamos este nuevo informe de
seguridad sobre el año 2014, comparándolo con lo ocurrido en el 2013, y los retos que
la ciudad está pendiente por superar para lograr el fin de alcanzar una Medellín
segura y sin miedo.
http://www.elespectador.com/noticias/judicial/pacto-criminal-medellin-articulo-4508441
http://www.semana.com/nacion/articulo/los-pactos-del-fusil/353677-3
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5. Esta Medellín que queremos no es solo un sueño, sino una realidad digna de ser
planificada y ejecutada. No queremos ciudadanos con miedo de salir a las calles, de
hablar con sus vecinos, de corregir a sus amigos, de votar por quien le guste, de
compartir con todos los sectores, de estudiar donde lo sueña, de moverse por donde
le plazca. Estamos convencidos de que ese ha sido y seguirá siendo uno de nuestros
principales enemigos. Nombrar el miedo como enemigo es, necesariamente,
declararle un alto a la ilegalidad y la criminalidad. Si los ciudadanos que cumplen las
normas, que respetan a sus vecinos, que quieren vivir la ciudad y que quieren trabajar
en la construcción de una todavía mejor Medellín tienen miedo y se ven frenados por
el mismo, el éxito de nuestra lucha como sociedad permanecerá en veremos. Trabajar
para encarecer y destruir la labor de las bandas criminales y de la violencia
sistemática es un primer paso –uno profundamente necesario– en el camino hacia la
desarticulación del miedo y la construcción de la confianza interpersonal, social e
institucional en Medellín.
El miedo es la herramienta del mercado criminal. Si bien las justificaciones sobre la
existencia y capacidad de aceptación de las bandas criminales por parte de ciertos
sectores de la sociedad civil tienden a construirse alrededor del concepto de
confianza, en último término la garantía del funcionamiento de las bandas se da por la
capacidad de control violento que tienen en los territorios que ocupan. Si se tratara de
confianza, la violencia sería innecesaria. En efecto, una sociedad que confía en sí
misma y que dirige y entrega su confianza a sus vecinos, a los líderes, a sus amigos,
lo hace de manera voluntariosa y discrecional: no hay allí, por tanto, ningún grado de
constricción que entienda la confianza como una decisión obligada. La confianza es,
propiamente, una decisión. Por lo mismo, cuando la confianza se convierte en atributo
de obligatoriedad, y don José el de la tienda de la esquina se ve en la necesidad –en
la obligación– de "confiar" en el combo del barrio y sobre esta justificación paga la
cuota diaria, don José pierde su capacidad discrecional y se halla ante un escenario
de constricción en donde el miedo es la herramienta última. Allí la confianza pierde
sentido y el miedo se prefigura como la explicación más clara para el funcionamiento
de la criminalidad, sin dejar de reconocer que la estructura de la dinámica criminal es
más compleja que eso y que tiene otros factores también importantes y a considerar.
Con todo, y como comprendemos que en materia de criminalidad organizada la
solución no se halla exclusivamente en campañas de convivencia ciudadana, el
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6. ejercicio de la autoridad del Estado debe ser estructurado y estratégico. En nuestra
ciudad quienes tengan miedo deben ser los criminales, desde el expendedor de
drogas y quien forma parte de alguna estructura criminal hasta los mafiosos de bajo y
alto perfil que han encontrado asiento en diferentes sectores sociales de nuestra
ciudad, sin dejar de incluir a los corruptos; pero que el miedo no lo sienta el
ciudadano, que es precisamente lo que sucede en la actualidad. Definitivamente la
tolerancia frente a la criminalidad no puede ser una opción, y la creación de las
condiciones necesarias para perseguir y desarticular las estructuras criminales que
viven del miedo ciudadano, debe ser una prioridad de gobierno y sociedad que
nosotros creemos la ciudad debe asumir bajo el liderazgo de su Alcalde.
La meta es, por tanto, combatir la cultura de la ilegalidad, la mafia y la criminalidad, e
incluso la corrupción, para avanzar hacia una sociedad donde lo que prime sea el
componente humano y cívico de las personas. Una sociedad que le diga no, al
unísono, al dinero fácil, no a la cultura del vivo sobre el bobo, no al crimen. Una
sociedad comprometida con la seguridad como valor fundamental, esa seguridad que
no es de derecha ni de izquierda, sino un derecho de todos y a la vez una obligación.
El presente informe se desarrolla con dos enfoques, uno cuantitativo y otro cualitativo.
En lo cuantitativo, se pretende, desde una forma estadística y gráfica, ir más allá de
las cifras presentadas en homicidios y dar cuenta de lo que está sucediendo con otros
fenómenos delictivos como los hurtos, la extorsión, el desplazamiento forzado
intraurbano y la desaparición, de manera tal que sea posible realizar un análisis
integral, amplio y profundo, de los datos consolidados de la ciudad y verificar,
identificar y reconocer, con todo, cuál y cómo es la realidad de la seguridad en
Medellín . Lo que se pretende comprobar, en un primer momento, es que el asunto2
integral de la inseguridad en Medellín va más allá de los homicidios y que, incluso
cuando estos bajan, la ciudad puede experimentar –como en efecto lo está haciendo–
incrementos importantes de otros fenómenos delictivos de alto impacto. En un
segundo momento (en lo cualitativo), por su parte, se pretende exponer un desarrollo
analítico del problema de la inseguridad en Medellín que nace del estudio cuantitativo
previamente expuesto. El lector encontrará allí, además del análisis estructurado de la
Los datos que se utilizan a lo largo de este documento provienen de cifras oficiales y públicas2
(SISC (sistema de información para la seguridad y la convivencia), Personería de Medellín y del
programa Medellín Cómo Vamos). Igualmente, este informe cuenta con fuentes periodísticas y
fuentes ciudadanas.
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7. inseguridad, algunas ideas, propuestas y conclusiones que se han ido construyendo al
interior del grupo de investigación que elabora el presente informe, y que tiene por
intención la prefiguración de propuestas en materia de seguridad para nuestra ciudad.
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8. Bajan los homicidios…
En materia de homicidios se debe reconocer que la ciudad está viendo importantes
descensos en la ocurrencia de este delito, llegando en el 2014 a su punto más bajo en
30 años. Mientras que en el 2013 la tasa de homicidios fue de 38 casos por cada 100
mil habitantes, presentándose unos 925 homicidios, para el año siguiente, 2014, esta
tasa cayó 11 puntos ubicándose en 27 homicidios por cada 100 mil habitantes y con
un número de 653 homicidios ocurridos en la ciudad. Esto demuestra una evidente
reducción que equivaldría a una disminución de un 29% en los homicidios de un año
para otro. Es por supuesto que esta buena noticia para la ciudad se debe reconocer,
sin dejar de llamar la atención sobre la posibilidad de que en dicha reducción hayan
influido, adicional al innegable esfuerzo institucional para desarticular y controlar las
agrupaciones delincuenciales, algunos “factores indeseados pero ciertos” propios de
la misma dinámica criminal.
Si bien esta cifra es positiva, no se pueden desconocer otras realidades que esta
encierra. Se debe tener en cuenta también elementos como que en el 2014 se
produjeron un promedio de casi 2 homicidios diarios. Se debe tener en cuenta también
que en la mayoría de los homicidios, exactamente en el 54%, la víctimas fueron
personas entre 18 y 32 años de edad, siendo el grupo entre 18 y 26 años, es decir, los
jóvenes mayores de edad de la ciudad, los que más están poniendo los muertos en
homicidios, unos 247 en el 2014; y entre los jóvenes, son los hombres el género más
victimizado en materia de homicidios.
Como se puede observar en la Gráfica 2, los índices de homicidios en la ciudad son
principalmente de hombres, guardando una relación de dependencia con el número
total de homicidios. Aún así, esto no puede implicar descuidar los homicidios a
mujeres que en menor proporción, pero no en menor importancia, engrosan también
la cifra de homicidios. Así, se observa cómo la violencia y la criminalidad en la ciudad
continúan cegando la vida de muchos jóvenes de Medellín que, en edad productiva y
con toda una vida por delante, le son arrebatados a la ciudad para siempre.
Preocupante es pues que los jóvenes sigan siendo los que ponen los muertos y que
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9. una gran porción de nuestra futura generación, ya sea por ser víctimas o victimarios,
se halle en vilo.
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Otro hecho que se debe tener en cuenta también a la hora de analizar estas nuevas
cifras de homicidio son los lugares de Medellín donde más está ocurriendo. En primer
lugar, como ya es habitual desde hace unos años, la Comuna 10 (La Candelaria) o el
centro de la ciudad fue el territorio donde más homicidios se presentaron en el 2014,
unos 115 casos que representan el 18% de los homicidios en la ciudad, aún con una
importante disminución del 19% con respecto al año anterior. Se debe recordar que el
centro de la ciudad es donde convergen más de un millón de personas diariamente y
donde se presentan fenómenos de criminalidad tan complejos como la presencia y el
actuar criminal de los denominados grupos de vigilancia ilegal o “convivir” –que no son
cosa distinta a los mismos combos delincuenciales que existen en el resto de la
ciudad– que se tienen repartidos el centro cuadra por cuadra, además de tener una
alta concentración de una población en un estado crítico y una difícil realidad como lo
son los habitantes de calle. En segundo lugar, se encuentra la Comuna 13 (San
Javier) con 64 homicidios en el 2014, un 44% menos que el año anterior, que
encuentran explicación en las dinámicas criminales que surgen de conflictos entre
bandas delincuenciales por el control territorial o venganzas y riñas que terminan en
violencia, fenómenos todos que, aunque van en descenso, ya sea por impacto de la
labor de la Alcaldía o por voluntad de algunas bandas delincuenciales, siguen
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10. presentes en la comuna y todavía son motivo de preocupación y zozobra para muchos
habitantes de este sector.
En tercer, cuarto y quinto lugar se encuentran las comunas 7 (Robledo), 5 (Castilla) y
4 (Aranjuez) respectivamente. Cabe destacar el caso de la comuna 5 (Castilla), donde
se ha observado un aumento sostenido de los homicidios desde el año 2012 y que
continúa hasta esta última entrega, aumento que alcanza el 22% desde el 2012,
siendo también una de las comunas que, junto con El Poblado y el Corregimiento de
Palmitas, terminaron el año 2014 aumentando sus homicidios.
En el caso de Castilla y su continuado aumento en homicidios se está reflejando el
aumento en la intensidad que están teniendo los enfrentamientos entre bandas
delincuenciales de la zona, especialmente entre las que han dominado
tradicionalmente la comuna y las nuevas que van apareciendo en la competencia por
el dominio territorial. Precisamente cabe destacar también que el barrio con mayor
número de homicidios fue el barrio Castilla de la comuna 5 con 19 homicidios en el
2014 y que, como lo acabamos de ver, se trata de una zona donde este fenómeno
viene en aumento.
Inquieta también el caso de la comuna 6 (Doce de Octubre), que si bien presentó
disminución de 15% entre 2013 y 2014, parece asistir a un escenario de normalización
y equilibrio en lo que a número de homicidios se refiere, presentando 48 en el 2013 y
41 en el 2014. Se habla de normalización y equilibrio debido a que la caída de
homicidios que se venía presentando desde el 2010 se frenó en el 2013 y se mantuvo
así –aún con la disminución señalada– en el 2014. Esto puede obedecer a la
reactivación de las luchas territoriales entre combos y grupos delincuenciales en el
sector, evitando que los homicidios siguieran cayendo al ritmo que iban y
presentándose nuevas luchas que hacen que se mantenga un tenso equilibrio
alrededor del fenómeno del homicidio. Por lo anterior, consideramos necesario hacer
permanente seguimiento de esta comuna en especial en el 2015 para comprobar la
reactivación de estas luchas y saber cómo reversar el fenómeno.
Esta concentración de los homicidios en el 2014 en la ciudad se puede ver más
claramente en el siguiente mapa (Ver Gráfica 3), donde se puede apreciar cómo la
mayor densidad de estos se está concentrando en las comunas antes mencionadas:
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11. !
Gráfica 3. Los lugares señalados dentro de los círculos rojos son los lugares donde se están
presentando la mayor concentración de homicidios en la ciudad. Entre más roja sea el área, mayor
será la concentración de homicidios. Fuente: SISC.
Cabe destacar la importante reducción de homicidios en la comuna 8 (Villa Hermosa).
Con un 46% menos de ocurrencia de homicidios en 2014 con respecto a 2013, pasó
de 59 casos a 32. Y no solo desde esta fecha, pues esta comuna ha tenido un
descenso sostenido desde el 2012 hasta el 2014, con un consolidado de disminución
del 71% en dos años, en una comuna donde se llegó a presentar más de 100
homicidios por año y durante 4 años consecutivos, entre 2009 y 2012.
En lo que respecta a los corregimientos de San Antonio de Prado y San Cristóbal,
también ha tenido lugar una importante reducción en el número de homicidios. San
Antonio de Prado tuvo una disminución del 76% entre 2013 y 2014, pasando de 41 a 9
homicidios respectivamente. Por su parte, San Cristóbal experimentó una reducción
del 33% pasando de 52 homicidios en 2013 a 35 en el 2014. Esta situación de los
corregimientos y en general de la zona rural de Medellín amerita una consideración
particular para determinar qué papel han jugado ellos dentro de la dinámica de las
actuaciones de las diferentes estructuras criminales, como quiera que fue a través de
sus territorios que a Medellín, sobre todo en los últimos años, han avanzado y entrado
organizaciones criminales, lo que, sin duda, en unos momentos hizo que la situación
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12. en dichas zonas se agudizara. No deja entonces de caber la pregunta si la reducción
de homicidios allí en algunos sectores rurales de la ciudad, en una u otra medida, ha
estado influída por el control territorial que sobre tales territorios las estructuras al
margen de la ley hayan podido consolidar.
De otro lado, es de mencionar el particular caso de la Comuna 14 (El Poblado) que
fue la comuna con el más alto porcentaje de crecimiento en homicidios, un crecimiento
del 57%. Si bien esta cifra es alarmante, al observar la variación de homicidios en
términos absolutos, esta fue de 7 homicidios en el 2013 a 11 homicidios en el 2014.
Aunque este crecimiento no necesariamente está obedeciendo a una dinámica
criminal como un control territorial violento de grupos delincuenciales como sucede en
otras comunas, no se puede pensar tampoco en la ausencia total de estas dinámicas
en el sector puesto que otros delitos como la extorsión y los hurtos reflejan la
presencia o accionar de grupos delincuenciales.
A continuación, en la tabla 1, se puede ver el comportamiento comparativo del
fenómeno de los homicidios entre los años 2013 y 2014 en todas y cada una de las
comunas de la ciudad.
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En el 2014, las 5 comunas donde se presentó el mayor número de homicidios, suman
en conjunto el 51% de los homicidios cometidos en toda la ciudad. Estas comunas, La
Candelaria, San Javier, Robledo, Castilla y Aranjuez, poseen respectivamente una
tasa de homicidios de 134, 46, 34, 36 y 27 por cada 100 mil habitantes. Como se
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13. puede observar, 4 de esas 5 comunas arrojan tasas de homicidios más altas que la
tasa que arroja la ciudad en su conjunto (27 homicidios por cada 100 mil habitantes) y
una de ellas arroja una tasa igual a la de la ciudad. En lo que a los corregimientos
respecta, es de destacar el caso de San Cristóbal y Santa Elena que posee una tasa
de 44 homicidios por cada 100 mil habitantes, así como también el caso de Altavista,
cuya tasa es de 30 homicidios por cada 100 mil habitantes. Por el contrario, es de
resaltar positivamente lo acontecido en el Corregimiento de San Antonio de Prado, el
cual, acorde a su gran reducción de homicidios, arrojó también una drástica
disminución en su tasa de homicidios por cada cien mil habitantes, pasando, del 2013
al 2014, de 40 a 8 homicidios por cada 100 mil habitantes (Ver Tabla 2).
No deja de ser relevante también el hecho de que la tasa de homicidios del centro de
la ciudad, comuna 10, la cual registró 134 homicidios por cada 100 mil habitantes, es
superior a la tasa de homicidios de la segunda ciudad más violenta del mundo que
para el 2014 fue la capital de Venezuela, Caracas, con 117 homicidios por cada 100
mil habitantes . Este hecho es un reflejo de la grave situación de seguridad que3
continúa viviendo el centro de Medellín. Sin la intención de comparar una parte de
Medellín con el todo de otra ciudad, y aún reconociendo las particulares
características de La Candelaria como punto de encuentro de la ciudadanía y como
sector con la mayor cantidad de población flotante de la ciudad, los resultados
numéricos que arroja la tasa de homicidios siguen siendo lo suficientemente
alarmantes como para no compararlos con otras tasas a nivel mundial. Todo esto, sin
lugar a dudas ni reparos, y por más duro e incómodo que pueda resultar, e incluso
haciendo las advertencias y aclaraciones pertinentes como las que se acaban de
hacer, refleja la dramática, difícil y crítica situación de violencia y crimen que afronta el
corazón de nuestra ciudad.
A pesar de este hecho, es de destacar el descenso de la ciudad en su tasa de
homicidios, pasando de 38 a 27 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo cual hizo
que la ciudad pasara del puesto 35 al 49 entre las 50 ciudades más violentas del
mundo según el ranking para el 2014 , situándonos entre Torreón y Cuernavaca,4
La primera ciudad más violenta del mundo es San Pedro Sula en Honduras con una tasa de homicidios3
de 187 por cada 100 mil habitantes.
http://www.seguridadjusticiaypaz.org.mx/sala-de-prensa/1165-por-cuarto-ano-consecutivo-san-pedro-sula-4
es-la-ciudad-mas-violenta-del-mundo
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14. ambas ciudades mexicanas. Esta noticia es de destacarse y es causa de motivación
para alcanzar la meta de sacar a Medellín de dicha lista.
!
Cuando se entra a analizar la evolución de los homicidios a lo largo del año y se
compara con el año inmediatamente anterior, se puede observar que hay meses
específicos donde la tendencia en homicidios es similar. Los meses de marzo, mayo y
agosto son los meses donde se observa un aumento en los homicidios. Este aumento
es más marcado en ambos años en el mes de marzo (Ver Gráfica 4). Conocer estos
desarrollos y concentraciones de los homicidios, no solo geográficamente sino
también temporalmente, es necesario para la investigación de las dinámicas
criminales en la ciudad, sus movimientos y los momentos donde es más probable que
se reactiven los periodos de violencia. Teniendo conocimiento de esto, se podrá
también determinar los momentos donde los esfuerzos en la contención y lucha contra
la criminalidad homicida se deben intensificar.
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15. !
En la gráfica 4 se puede observar también un fenómeno preocupante en el 2014,
desde el mes de septiembre hasta diciembre se observa que el número de homicidios
en la ciudad se ha estabilizado, es decir, se ha mantenido en un mismo nivel sin
disminuciones considerables. Esto es preocupante puesto que no hay garantía
alguna de que este índice seguirá necesariamente en descenso en los meses que le
siguen a diciembre de 2014.
Otro aspecto que se debe mencionar es la variación en el uso del arma homicida.
Lógicamente la disminución general de los homicidios conllevará también a la
disminución del uso de estas armas en la comisión de estos. Sin embargo, como se
puede observar en la Gráfica 5, lo que se debe revisar es la proporción del uso, ya
sea de arma de fuego o de arma blanca, en los homicidios ocurridos en la ciudad. Se
puede observar que para el 2014 el 70% de los homicidios ocurrieron con arma de
fuego y el 20% con arma blanca. Cuando se contrasta con la proporción de uso de
las mismas armas en los homicidios del año 2013, se observa que en ese año ocurrió
un mayor porcentaje de homicidios con arma de fuego y un menor porcentaje de
homicidios ocurridos con arma blanca. Esta variación de la participación del uso de
las armas en los homicidios debe analizarse con cuidado para comprender a fondo
cómo se viene reflejando la ya mencionada disminución de homicidios y qué tipo de
homicidios son los que se están reduciendo (y cuáles no) para, en consecuencia, ir
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16. ajustando, en la medida del tiempo, las acciones que contribuyan a que susodicha
disminución pueda seguir su rumbo descendente.
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En fin, es evidente entonces la reducción en los homicidios, pero es evidente también
que sigue tratándose de una problemática a la que hay que atender con un mayor
cuidado porque, de ninguna manera, es posible asegurar que el haber alcanzado una
tasa de homicidios que por años no habíamos logrado tener nos garantice que la
misma seguirá descendiendo o manteniéndose en niveles relativamente bajos. Y no
se puede reducir la mirada exclusivamente al fenómeno del homicidio sino que, como
en infinitas ocasiones lo hemos expresado, es importante y necesario expandir el
horizonte y analizar lo que sucede con los demás delitos o fenómenos criminales que
se dan en la ciudad. Veamos ahora, en ese orden de ideas, qué ha sucedido en
Medellín a lo largo del 2014 en materia de algunos de esos otros fenómenos:
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17. Suben los hurtos…
Si bien es claro que en términos de homicidios las cifras están mostrando que la
ciudad tiene una evidente mejoría, que efectivamente los homicidios en la ciudad han
disminuido, ello no puede ser motivo para cantar victoria y disminuir esfuerzos. Por lo
mismo, reiteramos nuestro mensaje de que la seguridad en una ciudad no se puede
medir mediante un solo indicador como son los homicidios, sino que debe ser una
mirada integral que implique la consideración de otros delitos y fenómenos que tienen
impacto en la ciudadanía y mantienen al habitante en una sensación generalizada de
inseguridad e intranquilidad.
Si en homicidios el panorama es alentador para Medellín, infortunadamente no lo es
así cuando se habla de hurtos en la ciudad. Como se verá a continuación, los hurtos
en general en la ciudad en el 2014, basándose en los casos denunciados, subieron un
8% con respecto a los registrados en el 2013. Estos hurtos en general de la ciudad
pasaron de 11.658 en el 2013 a 12.533 en el 2014. Esta cifra contrasta con la caída
de los homicidios en la ciudad, lo cual da a entender que todavía hay mucho por hacer
en materia de seguridad en la ciudad y confirma que no se puede mirar una sola cifra.
Es importante recalcar, antes de continuar, que las cifras que en este apartado se
tienen son las cifras oficiales producto de la denuncia ciudadana, denuncia cuyo nivel,
aun cuando haya pasado de un 33% en el 2013 (en el 2012 fue de un 49%) a un 40%
en el 2014 según el programa Medellín Cómo Vamos, no deja de preocupar: apenas 4
de cada 10 personas que son víctimas de un delito se acercan a las autoridades para
hacer su respectiva denuncia. Ahora, importante reconocer lo atinado de la aplicación
virtual de Seguridad en línea cuya creación ha liderado la Administración Municipal
que muy seguramente ha contribuido a que la denuncia ciudadana en algo haya
aumentado. Sin embargo, es esta una de las materias en las que mucho falta por
hacer. La tecnología, sin duda, debe jugar un papel preponderante en ello para facilitar
e incentivar con eficacia la denuncia y corresponsabilidad ciudadana.
Si se mira la evolución histórica de los hurtos en la ciudad, se puede observar un claro
crecimiento continuo y sostenido de estos, especialmente desde el 2011 hasta el
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18. 2014. Para evidenciar lo alarmante que ha sido este crecimiento, se puede observar
que en el 2010 se registraron 3.877 casos, y en los siguientes 4 años, hasta el 2014,
cuando los hurtos alcanzaron los 12.533 casos, ha tenido lugar un aumento
consolidado del 223%.
Esto deja en evidencia también otro hecho de gran preocupación: la cifra de hurtos en
general y registrados alcanzada en el 2014 ha sido la más alta de los últimos 10 años.
De esta manera se puede ver cómo la ciudad de Medellín está lejos pues de ser una
ciudad verdaderamente segura para sus habitantes y que si bien el valor fundamental
de la vida se está buscando preservar, la integridad y la habitabilidad del ciudadano,
entre otros bienes que hacen de la vida no una mera existencia sino una vida vivible,
con dignidad, se están viendo gravemente perjudicadas.
Al comparar el descenso de los homicidios y este aumento general de los hurtos se
refleja una posibilidad preocupante ya advertida en el informe de seguridad
Inseguridad en Medellín: Percepción y Realidad publicado a comienzos del 2014 , a5
saber, la posibilidad de que la agenda de seguridad en la ciudad esté siendo en casos
y en alguna medida determinada por las decisiones de las estructuras criminales y no
solo por el liderazgo y la labor de seguridad de la Administración Municipal. Si este
fuera el caso y se estuviera ejerciendo un real control a las bandas delincuenciales
que asolan la ciudad, no solamente los homicidios hubieran bajado, sino que a la par
lo hubieran hecho también los hurtos en general, sobre los cuales estas bandas
delincuenciales tienen una gran influencia y dominio. El hecho del crecimiento
sostenido de los hurtos está dejando en evidencia el desbordamiento de este
fenómeno en la ciudad y las dificultades existentes, no solo para contenerlo, sino
también para contener el dominio de las estructuras delincuenciales.
http://federicogutierrez.com/inseguridad-percepcion-y-realidad/5
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 18
19. !
Es necesario entrar también a evaluar la evolución y las cifras que el 2014 arrojó en
los diferentes tipos de hurtos que componen la cifra general de hurtos que se vio
anteriormente. Estos tipos de hurtos serían los hurtos de automotores, el hurto a
personas, los hurtos a entidades comerciales y el hurto a residencias. Según las cifras
del último año, al compararlas con las del año 2013, se puede observar que todas las
cifras de hurtos del 2014, exceptuando la de hurtos a automotores, subieron con
respecto al 2013.
Comencemos con el hurto a automotores siendo este el primer tipo de hurtos en la
ciudad, los cuales comprenden el 46% de los hurtos totales que ocurrieron el último
año. Al hablar de hurtos a automotores se entienden los hurtos a automóviles y a
motocicletas. Este tipo de hurto presentó un descenso del 12% en el 2014 con
respecto al 2013, año en el que el hurto a automotores alcanzó 6.575 caos, mientras
que para el siguiente año, 2014, bajaron a 5.803. Este descenso se reflejó tanto en los
hurtos a automóviles como en los hurtos de motocicletas: el primero bajó un 28% y el
segundo bajó un 6%.
La mayoría de los hurtos a automóviles se concentran en las comunas 11 (Laureles –
Estadio) con 178 casos que representan el 15% del total de casos de la ciudad, 10 (La
Candelaria) con 160 casos y 16 (Belén) con 117 casos. Por su parte, la mayoría de los
hurtos de motocicletas se concentran en las comunas 10 (La Candelaria) con 917
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 19
20. casos que representan el 20% del total de casos de la ciudad, 4 (Aranjuez) con 484
casos y 5 (Castilla) con 467 casos.
A diferencia de los hurtos de automotores donde se ha bajado la cifra, en el hurto a
personas, por el contrario, la cifra ha aumentado. De hecho, la cifra alcanzada en
esta materia en el año pasado ha sido la más alta durante los últimos 10 años.
Entre el 2013 y 2014 el hurto a personas aumentó un 38%, pasando de 3.516 en el
2013 a 4.862 en el 2014, la mayoría de estos hurtos tratándose de casos de atracos,
los cuales comprenderían el 52% de los robos a personas, seguido de un 22% de
aquellos casos en los que el factor “oportunidad” le permitió al ladrón realizar el delito.
La mayoría de los hurtos a personas en la ciudad, un 38%, están focalizados en la
Comuna 10 (La Candelaria). El hecho de que esta comuna sea el lugar donde más
hurtos se dé puede ser entendible –mas no justificable– por tratarse precisamente del
centro de la ciudad, poseer una población itinerante diaria de más de un millón de
personas y ser el mayor punto de transacciones de todo tipo en Medellín; sin
embargo, no es excusa y debe preocupar y ocupar la situación de seguridad en este
sector, en el cual, para el 2014 y de cada 100 hurtos a personas ocurridos en la
ciudad, 38 se dieron allí.
En el mismo panorama negativo se sitúan los hurtos a bienes inmuebles como a
entidades comerciales y residencias. Estos hurtos tuvieron un aumento del 25% y
23%, respectivamente. En el caso de hurtos a entidades comerciales se pasó de
1.065 en el 2013 a 1.334 en el 2014. Y en el caso de hurtos a residencias, que
representan un 4% de los hurtos totales en la ciudad, se pasó de 413 denuncias en el
2013 a 510 en el 2014 (Ver Gráficas 7 y 8).
El aumento en todas estas modalidades de hurtos en la ciudad, exceptuando el de
automotores, está reflejando el control criminal que las estructuras delincuenciales
están ejerciendo sobre diferentes puntos de la ciudad y cómo ese accionar se ha
venido incrementando en los últimos años como forma de dominación en aquellos
territorios.
Precisamente desde el 2012 la Personería Municipal indicó que la ciudad se
encontraba en una cuarta fase de conflicto armado, en donde se corría el riesgo de
que la hegemonía de un grupo armado abanderara el conflicto armado, lo que se
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 20
21. reflejaría en una bajísima tasa de homicidios acompañada por el aumento sostenido
de otros fenómenos criminales tales como los hurtos, las amenazas, la extorsión, etc.
Es así como, habiendo culminado el 2014, se comienza a confirmar la hipótesis de
este despacho del Ministerio Público a través del aumento constante de los hurtos
hasta el punto donde está hoy, que como ya lo advertimos, es el más alto en la última
década.
Al observar la evolución de cada uno de los hurtos en los últimos años, se debe
destacar el aumento sin freno y sobremanera significativo que tiene el hurto a
personas desde el 2012, el cual ha pasado de 1.863 casos en el 2012 a 4.862 en el
2014, evidenciándose un crecimiento del 160% en este periodo de tiempo (Ver Gráfica
8). Este crecimiento, junto con los aún elevados números de hurtos a automotores,
son los principales responsables de que la cifra total de hurtos se encuentre en un
punto tan alto. En una menor medida están los hurtos a entidades comerciales y
residencias, que, pese a no representar cifras de igual gravedad que las anteriores,
continúan siendo un flagelo para comerciantes especialmente del centro de la ciudad
y El Poblado donde se concentran los mayores números de este tipo de hurtos.
!
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 21
22. !
Cuando se entra a analizar la distribución de los hurtos totales por cada una de las
entidades territoriales de la ciudad, se puede observar que, en primer lugar, hubo un
aumento entre 2013 y 2014 en los casos de hurtos en 9 de las 16 comunas de la
ciudad y también en los 5 corregimientos. Estas comunas fueron la 3 (Manrique),
aumentando 6% pasando de 300 a 318 denuncias; 4 (Aranjuez), con un aumento del
2% pasando de 868 a 889; 5 (Castilla), con un aumento del 23% pasando de 806
denuncias a 988 denuncias; 6 (Doce de Octubre), aumentando 14% y subiendo de
228 denuncias a 259; 9 (Buenos Aires), aumentando 27% pasando de 528 a 671; 10
(La Candelaria), con un aumento del 22% pasando de 2.683 denuncias en el 2013 a
3.268 en el 2014; 11 (Laureles – Estadio), subiendo un 22% pasando de 1.092
denuncias a 1.332 denuncias; 13 (San Javier), con un aumento del 8% subiendo de
199 a 215; y, finalmente, en la comuna 16 (Belén), que tuvo un aumento del 1%. De
estas comunas, en donde se vio el mayor porcentaje de crecimiento, fue la comuna 9
(Buenos Aires) que presentó un crecimiento del 27% en el 2014 con respecto al 2013
(Ver Tabla 3).
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 22
23. !
Por su parte, la comuna que continua con el mayor número de hurtos es la Comuna
10 (el centro de Medellín), la cual presentó unos 3.268 casos de hurtos en el 2014,
registrando un 22% más que el año anterior. Resultados que no dejan de ser
paradójicos si tenemos en cuenta que es precisamente esta la comuna que más
policía tiene de la ciudad. En el centro funcionan 40 cuadrantes, mientras que en las
demás comunas solo tienen presencia entre 20 y 10 cuadrantes (incluso menos). Hay
4 subestaciones (incluyendo CAI) y funciona el comando principal de la Policía
Metropolitana. No obstante, el centro de Medellín reporta los mayores índices en
materia de inseguridad, retando la presencia institucional y señalando grandes retos
que tiene por delante la autoridad. La administración se debe dar a la tarea de
reconocer estas situaciones y comprender que en materia de seguridad, no todo es
cuestión de presencia y control policivo. El acompañamiento y liderazgo de la
institución gubernamental es esencial en la lucha por desarticular la criminalidad y la
violencia, por lo que el respaldo a la principal institución con presencia en el territorio,
la policía nacional, no debe ser un asunto marginal: debe ser centro de la atención
administrativa.
A la comuna 10 (La Candelaria) le siguen en orden las comunas 11 (Laureles –
Estadio) con 1.332 casos; la comuna 5 (Castilla) con 988 casos; la comuna 7
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 23
24. (Robledo) con 937 casos y la comuna 16 (Belén) con 915 casos. Entre estas 5
comunas se reúnen el 59% de los hurtos totales de toda la ciudad.
Preocupa notoriamente el caso de la Comuna 11 (Laureles – Estadio), la cual ha
tenido su segundo año consecutivo en aumento de hurtos y donde hoy figura como la
segunda comuna donde más ocurre este fenómeno, especialmente en materia de
hurtos a automóviles, como quiera que solo ella representa el 20% de los hurtos
totales de automóviles que ocurren en la ciudad. De igual manera, preocupa que la
Comuna 14 (El Poblado) sea la comuna con el mayor porcentaje de hurtos residencias
en la ciudad: un 15%. En cuanto a los corregimientos, aunque todos presentaron un
aumento en sus cifras de hurtos, la situación más crítica es la del Corregimiento de
San Cristóbal con 125 hurtos en el 2014.
Con todo, tal y como se puede evidenciar en la Gráfica 9 e incluso en la Gráfica 3 en
lo que a los homicidios respecta, se ve cómo en la ciudad existen patrones dentro de
la dinámica criminal que persisten históricamente, lo que claramente demuestra que,
si por años las cosas se han mantenido de una manera aun cuando cosas en materia
de seguridad las autoridades hayan hecho, la situación (enfermedad) se ha vuelto
crónica. Entonces: o aumentamos la dosis del remedio que hemos venido aplicando o,
definitivamente, cambiamos la medicina. De lo contrario, estaremos condenados a
seguir igual.
!
Gráfica 9. Fuente: SISC.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 24
25. También aumenta la extorsión…
La extorsión es otro de los fenómenos que, además de ser un delito, golpea
fuertemente la seguridad de los habitantes de la ciudad y cuya cifra real no se ve
reflejada en las estadísticas, sino que existe un sub registro inmenso de su real
ocurrencia en la ciudad. Ello no solo dificulta el análisis sino también el diagnóstico de
la (in)seguridad en la ciudad y su posterior, consecuente y correcto tratamiento.
Ahora, lo que sí es cierto e indiscutible es la desbordada existencia y persistencia de
este fenómeno en la ciudad, un flagelo que está padeciendo la gran mayoría de todos
los ciudadanos. Basta con examinar la desconcertante situación de los comerciantes:
hace unos pocos meses Fenalco denunció que el nivel de extorsión que aqueja a los
comerciantes inscritos en la cámara de comercio de Medellín asciende a un 90%.6
Teniendo estos que pagar entre 50.000 y 250.000 pesos semanales lo que, según
Fenalco, representaría una ganancia para las bandas criminales de 50.000 millones
de pesos anuales, de los cuales 3.100 millones de pesos mensuales los pone solo el
centro de la ciudad. Esto deja en evidencia la enorme rentabilidad de este negocio
para la criminalidad y lo extendida y grave que está este fenómeno, no solo en el
centro de Medellín, sino en todo el Valle de Aburra. Esto sin tener en cuenta la
extorsión que sufren el día a día los miles y miles de tenderos de barrio y los muchos
otros comerciantes que no denuncian o declaran el estar siendo extorsionados por
miedo de las consecuencias o retaliaciones por parte de los criminales que puedan
padecer de llegar a hacerlo, o, en veces, por la desconfianza que tengan en el aparato
judicial del Estado.
Pero la situación es aún más crítica si se tiene en cuenta que este fenómeno no se
reduce de ninguna manera a lo que viven los comerciantes, sino que toda persona
está sujeta a verse en una situación en la que tenga que afrontar un caso de
extorsión: desde la señora de la casa que paga por su “seguridad”, hasta el habitante
de la calle que paga por poder utilizar una banca, pasando por el niño que debe pagar
para ir a su escuela hasta el vendedor ambulante que debe pagar para que le
http://www.elcolombiano.com/el_90__de_los_tenderos_del_valle_de_aburra_sufre_extorsiones_fenalco-6
OFEC_311069
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 25
26. permitan vender sus productos. El asunto no es para nada minúsculo, es la expresión
más clara de estructuras criminales organizadas que funcionan bajo dinámicas
empresariales que instrumentalizan el miedo y someten a la sociedad y desafían el
Estado; se trata es de crimen muy, pero muy organizado.
Y no podemos seguir siendo permisivos con esta realidad, no puede seguir ocurriendo
que compañías o comerciantes tengan que incluir el rubro de “vacunas” dentro de sus
contabilidades y que personas solo alcen su voz en contra de este fenómeno cuando
“la situación ya se les esté saliendo de las manos” y estén teniendo que pagar dos o
hasta tres extorsiones por un mismo motivo. No podemos aceptar que la extorsión se
siga normalizando y nos siga cogiendo ventaja, extorsión que, ya de hecho en algunos
casos, tal y como nos lo ha hecho saber la misma ciudadanía, se materializa a través
de consignaciones.
Lo complejo de la extorsión se extiende aún más cuando se tiene en cuenta su
facilidad y natural propensión de conllevar a otros fenómenos criminales tales como
las amenazas y el desplazamiento forzado (al no tener la víctima forma de pagar el
cobro ilegal), e, incluso, su posibilidad de degenerar en situación de homicidio.
La extorsión es además un delito que también es difícil de medir debido a su nivel de
denuncia. Las estadísticas que acá se analizan son las arrojadas con base en las
denuncias de los ciudadanos pero, infortunadamente, son muchísimas las personas
que no denuncian ya sea por temor a represalias por parte de los victimarios o por
desconfianza o desmotivación hacia las autoridades debido a que se filtre la
información o por percepción de inoperancia. En casos, sin duda, esa falta de
denuncia obedece a la no colaboración de la ciudadanía por simple pereza y apatía
por parte de las personas. Esto es lo que termina por crear el inmenso subregistro al
que hace unas líneas se hacía referencia y que hoy en la materia tiene la ciudad; una
cifra oscura enorme de la extorsión que impide ver la realidad de este fenómeno y, por
supuesto, tomar muchas de las acciones que podrían y deberían tomarse por parte de
la Administración.
Al revisar los niveles históricos de denuncias en la ciudad se puede observar que este
ha sido bajo y que no corresponde con la realidad del fenómeno denunciada por otros
organismos. En términos de cifras, en el 2013 la denuncia a la extorsión alcanzó su
punto más alto en la última década, 459 denuncias, para caer nuevamente a 169
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 26
27. denuncias en el 2014, nivel idéntico al del 2012. Este salto abrupto en el nivel de
denuncias de un año para otro y su igual abrupta caída de un año para otro, impide
que esta cifra sea tomada como confiable y certera, pues no habría fundamento
racional para este comportamiento desigual y errático. Esto confirma lo recientemente
advertido sobre la existencia de un subregistro y la necesidad que existe de que las
autoridades consoliden un debido, eficiente y completo sistema informativo que
contemple todos los diferentes fenómenos que constituyen la situación de crimen
organizado y violencia que vive Medellín (Ver Gráfica 15).
!
No se entiende cómo la Administración sigue a través de los años con información y
cifras tan deficientes y tan alejadas de la realidad en materia de extorsión, cuando hay
entidades privadas u organizaciones sociales que por su propia iniciativa han logrado
estudios o investigaciones cuyos datos, aun cuando puedan no reflejar del todo la
realidad, sí se acercan mucho más a la situación que ciertamente vive la ciudad.
¿Acaso mientras se incentiva la denuncia no se pueden impulsar investigaciones de
las mismas autoridades que reflejen situaciones muchos más reales? Decir que en un
año se denunciaron 169 casos de extorsión es un total despropósito, cuando esos
casos podrían fácilmente ser los casos que se den en un solo día, en una mañana y
en una comuna.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 27
28. En todo caso, no se puede dejar a un lado la siguiente pregunta: ¿por qué las
personas no están denunciando? Como se mencionó anteriormente, las razones son
varias y de distinta naturaleza, pero hay una en especial de gran relevancia y
preocupación, y es la desmotivación de los ciudadanos para denunciar por la falta de
confianza en las autoridades, tanto judiciales como administrativas. Esto se puede
comprobar en los resultados arrojados por la última encuesta de percepción
ciudadana de Medellín Cómo Vamos, en esta se demuestra cómo la mayoría de los
encuestados, un 40%, piensa que la probabilidad de que un delito sea sancionado es
baja o muy baja. Así mismo se muestra cómo el 67% de las personas piensan que la
justicia en Medellín poco o algo ayuda a reducir la criminalidad. Y otra cifra bastante
grave, que el 67% de las personas que fueron víctimas de un delito sientan que tienen
una alta y muy alta probabilidad de ser de nuevo víctimas en un corto plazo.
Estos indicadores están dando a entender el nivel de desconfianza que sienten los
habitantes de la ciudad frente a los operadores de justicia, lo cual está desmotivando
la denuncia de delitos y, naturalmente, afectando la denuncia de la extorsión. Es vital
por tanto una revisión de las relaciones entre las instituciones de justicia y de la
Administración Municipal con el fin de trazar las líneas de colaboración
interinstitucional y fortalecer, no solo los canales de comunicación, sino también la
operatividad y la aplicación de justicia.
A pesar la debilidad o escasez en las cifras, existe un claro indicio de la territorialidad
en la ocurrencia de este delito, por lo que es posible afirmar que, tal y como ocurre
con los demás fenómenos criminales, en materia de extorsión también existen
patrones. Debido a que la extorsión está más enfocada o afecta más a la actividad
comercial en la ciudad, es lógico que la concentración de este fenómeno se de en las
comunas donde la actividad comercial es más intensa; tal es el caso de las comunas
10, 11, 14, 16 y 15. Esta hipótesis se puede ver corroborada a continuación en la
gráfica 16, donde se observa la comuna 10 (La Candelaria) como la que lleva la
delantera en denuncias a extorsión, seguida por la comuna 11 (Laureles).
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 28
29. !
Vale la pena recordar también la denuncia que en octubre del 2014 se hizo sobre
como los “combos” y las estructuras delincuenciales de la ciudad extorsionaban a
transportadores y comerciantes bajo el supuesto fin altruista de organizar y financiar
fiestas y regalos de navidad para los niños de las comunas marginales de la ciudad .7
Esto demuestra también el nivel de cinismo al cual han llegado las organizaciones
delincuenciales que utilizan y se escudan de forma descarada en propósitos
comunitarios para justificar sus accionar ilegal.
http://federicogutierrez.com/con-extorsion-delincuentes-preparan-su-fiesta-de-diciembre/7
http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/nuevas-formas-de-extorsionar-en-medellin/14660862
http://www.semana.com/nacion/articulo/combos-de-medellin-extorsionan-pidiendo-para-regalos-de-
navidad/405372-3
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 29
30. !
Con todo, es este uno de los delitos que hoy más aqueja a las personas y que más
está contribuyendo a la percepción de inseguridad. Se ha vuelto, sin duda, una
situación de macro-extorsión y, por ello, un delito que, pareciera no tener porqué serlo,
pero que ha terminado siendo de alto impacto. Aunque exista un plan piloto en lo que
toca con la extorsión, se requiere pues consolidar un método efectivo de recaudación
de datos e información que le permita a las autoridades tener un conocimiento más
certero de la situación, fomentar realmente, y no solo en anuncios, la denuncia
ciudadana y fortalecer la confianza de los ciudadanos para con sus instituciones,
tomando acciones mucho más contundentes y eficaces para perseguir y castigar a los
responsables, no solo quien pide la plata sino todos aquellos criminales que se
encuentren detrás en la cadena, acciones que incluyan desde la investigación y la
tecnología, la persecución del dinero producto de la extorsión, y el mejoramiento de la
actividad de la justicia.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 30
31. El desplazamiento forzado intraurbano persiste…8
El desplazamiento forzado intraurbano (DFI) es otro de los flagelos que mantienen en
situación de zozobra a muchos habitantes de la ciudad, siendo expulsados de sus
hogares debido a amenazas y presiones de las estructuras delincuenciales. En este
sentido, reclutamiento forzado de menores, acoso sexual hacia mujeres menores de
edad, enfrentamientos entre bandas delincuenciales en las calles y episodios de
violencia y amenaza de “limpieza social” contra personas “indeseadas”, son también
causantes para la existencia de casos de desplazamiento forzado al interior de la
ciudad.
Al observar las cifras de DFI, tanto en casos como en víctimas correspondientes, se
puede ver que en primer lugar, ambas cifras han visto una disminución que por
supuesto vale la pena resaltar . En lo que concierne a los casos de DFI, después de9
alcanzar un número histórico de 2.427 casos en el 2012, la cifra tuvo un descenso
importante y drástico en el 2013, y otro tanto en el 2014, año en el que, hasta el mes
de octubre se tuvieron 1.397 casos reportados, lo que representaría una disminución
aproximada a la fecha mencionada del 24%, respecto del 2013. Así mismo, las
personas que declararon ser víctimas del DFI también ha tenido un descenso drástico
desde el 2012, año donde esta cifra llegó a las 9.941 víctimas, teniendo una
importante caída en el 2013 y así mismo hasta octubre de 2014 se arrojó una cifra de
4.315 víctimas, un 28% menos que en el 2013 (Ver Gráfica 10).
Aunque estos descensos son importantes y hay que reconocerlos y tenerlos en
cuenta, no se debe descuidar ni desconocer en ningún momento que este es un
fenómeno todavía persistente y que las realidades que han llevado a estos casos y a
Para efectos del presente informe se debe tener en cuenta que las cifras de desplazamiento forzado8
intraurbano que del 2014 se analizan y se comparan son hasta octubre de ese año. Las cifras presentadas
del 2013 sí corresponden a lo ocurrido a lo largo de todo el año respectivo.
Se debe hacer la aclaración que las estadísticas del DFI son muy variables debido a que muchas de las9
víctimas no declaran su desplazamiento inmediatamente este ocurre sino que pueden pasar años para la
denuncia, por eso las disminuciones en los datos pueden ser solo una “ilusión”. Además de esto, hay casos
donde las personas desplazadas de sus hogares no van a otros barrios de la ciudad sino que salen de esta
a otros municipios por los que no comparecerían en el registro oficial de la ciudad y deja una importante
cifra en el subregistro de casos.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 31
32. que sigan ocurriendo en la actualidad no han cambiado. Realidades como el control
territorial de los grupos delincuenciales, la ausencia de las instituciones, la impunidad
y la intimidación en general que realizan los grupos delincuenciales a la población
inocente son situaciones del día a día en nuestra ciudad. Sin dejar de mencionar que
el desplazamiento forzado en sí sigue siendo una táctica utilizada por las estructuras
criminales, entre otras cosas, como mecanismo para la instrumentalización del miedo
y herramienta de intimidación y consolidación del poder territorial, para “colonizar” o
“repoblar” zonas de sus intereses.
!
Cuando se entra a revisar la territorialidad de este fenómeno, se puede observar que
una comuna en particular posee la situación más crítica tanto en casos de DFI como
en número de víctimas, y es la comuna 13 (San Javier). A pesar de haber disminuido
tanto en número de casos como en número de víctimas, la comuna 13 registra el
primer lugar en el 2014, con 280 casos, un 40% menos que el año pasado, y 843
víctimas registradas, un 45% menos que en el 2013. No obstante lo anterior ser así,
el hecho de que esta comuna ocupe el primer lugar como comuna expulsora por 5
años consecutivos es muestra de que las condiciones que propician el DFI aún
persisten. A la comuna 13 le siguen las comunas 8 (Villa Hermosa), 1 (Popular), 7
(Robledo) y 3 (Manrique). Entre estas primeras 5 comunas expulsoras suman el
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 32
33. 55,5% de los casos totales de DFI reportados en la ciudad, y también el 56,6% de las
personas reportadas como víctimas del DFI (Ver tablas 4 y 5).
Como puede observarse, 4.315 personas tuvieron que dejar sus hogares a causa de
la criminalidad y la violencia que todavía existe en algunos puntos de la ciudad,
personas que probablemente sufrieron también alguna de las siguientes
consecuencias a causa del desplazamiento: deserción escolar, desintegración familiar,
aumento de su nivel de pobreza, exclusión e indefensión, pérdida de bienes y
afectación del patrimonio, pérdida de confianza en las autoridades y el Estado,
aumento en la vulnerabilidad de caer en situación de calle, afectación en la salud tanto
física como mental, entre muchas otras más consecuencias que rebajan al ser
humano y lo despojan de su dignidad, que es lo que el Estado debe proteger a toda
costa. Medellín no puede seguir permitiendo que sus ciudadanos sigan teniendo que
padecer este drama humano y la decisión institucional de confrontar este fenómeno
para seguirlo haciendo disminuir cada vez más debe ser clara y contundente. El
Estado debe velar eficazmente para que los medellinenses no sigan siendo víctimas
de este atroz actuar criminal y debe, también, velar por la protección y garantía de no
repetición para quienes ya, infortunadamente, fueron víctimas en alguna ocasión del
DFI.
Ha de recordarse que la ocurrencia de este fenómeno se debe principalmente a la
presencia de bandas delincuenciales, debido a que las comunas donde mayor ocurre
el DFI en el último año también han registrado niveles similares en años pasados, por
lo que se puede concluir que en aquellas comunas donde viene ocurriendo
fuertemente este fenómeno son comunas donde no se ha logrado solucionar
eficazmente el problema criminal que representan las estructuras criminales y su
ejercicio del poder territorial, que, sin duda, va de la mano de un poder social, militar,
económico y hasta político.
Si bien es positivo que el DFI esté en disminución en general, también se debe tener
en cuenta que hay comunas como Castilla, Robledo, Buenos Aires, y otras 4 más, en
las que, por el contrario, el DFI ha aumentado, siendo Castilla donde más creció tanto
en casos reportados como en víctimas, un 58% y 24% respectivamente, pasando de
64 casos en el 2014 a 101 en el 2015 y de 225 víctimas en el 2013 a 289 en el 2014.
Esto está demostrando también una consolidación e intensificación de las estructuras
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 33
34. delincuenciales en aquellas zonas, en detrimento de la dignidad y la calidad de vida
de sus habitantes (Ver tablas 4 y 5).
!
!
El Estado entonces debe avanzar en la protección de sus ciudadanos, recuperando el
ejercicio de su autoridad en todo su territorio y no permitir así que personas en
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 34
35. sectores de la ciudad se sientan desprotegidas e indefensas y con la amenaza latente
de, en cualquier momento y ante la voluntad de unos cuantos criminales, tener que
soportar la tragedia que implica el verse obligadas a abandonar sus hogares.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 35
36. También persiste la desaparición forzada…
Cuando se habla de desaparición como fenómeno en general se debe tener claro que
se trata de una situación o figura bastante amplia que acarrea o implica a su vez
diversas situaciones. No es la desaparición en sí un delito, ello es claro; pero detrás
de ella puede haber –y en efecto así ocurre en muchos de los casos– una situación
delictiva o criminal que, en el peor y más trágico de los casos, degenera en lo que se
denomina desaparición forzada.
Entonces, debe haber claridad. La desaparición, cuando una persona es reportada
conforme a como las leyes indican debe hacerse, puede responder a tres variables:
desapariciones voluntarias, involuntarias y forzadas.
Para el 2014 los casos reportados de desaparición fueron 585, un 11% menos que el
año anterior. Dentro de estos casos de desaparición caben tres posibilidades en su
evolución: primero, que aparezca vivo; segundo, que aparezca muerto; y tercero, que
nunca aparezca o que permanezca desaparecido. Para el 2014, de los 585 reportes
de desaparición, unos 424 aparecieron vivos, es decir, un 72%; otros 18 aparecieron
muertos, un 3%; y, finalmente, un 24% hasta ahora no ha aparecido: unas 141
personas (Ver Gráfica 11).
!
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 36
37. Con todo, para establecer cuáles de dichos casos fueron de desaparición forzada es
complejo, pues se debe determinar que la persona fue desparecida de su entorno
cotidiano en contra de su voluntad , y como se vio antes, una desaparición también10
puede ser voluntaria o involuntaria.
La desaparición, en todo caso y de manera general, tiene una estrecha relación con la
inseguridad y específicamente con algunos fenómenos delictivos o criminales como,
entre otros, control territorial, el secuestro, el homicidio y la explotación sexual, y, por
tanto, no solo es la desaparición forzada la que ha de asegurarse es un problema
criminal. Debe pues ser centro de atención, preocupación y acción de las autoridades.
Ahora, es un hecho que la desaparición forzada es una situación concreta que se
debe analizar, comprender y atender, pero para ello debe aceptarse y comprenderse
que un caso de desaparición forzada cabe tanto en los casos de desaparecidos que
luego aparecieron vivos, como también en los casos de desaparecidos que luego
aparecieron muertos y de personas que aún siguen desaparecidas. Por lo tanto,
además de los casos en que la autoridad con certeza determina que son de
desaparición forzada, también existiría una cifra oscura o un subregistro de esta, la
cual por las condiciones del fenómeno es difícil de determinar distorsionando así la
verdadera estadística que finalmente se muestra como el reflejo de la “realidad” de la
desaparición forzada.
Con todo, es pues la desaparición, y dentro de ella la desaparición forzada, una
realidad compleja y difícil que enfrenta nuestra ciudad dentro de su dinámica criminal.
Urge que una postura decidida, fuerte y contundente por parte de la Administración
sea tomada para luchar contra esta situación. Sin duda, mucho ayudaría a ello el que
las autoridades, todas y de manera coordinada, avanzaran en el afianzamiento de un
sistema de datos que incluyera con detalle esta realidad.
A pesar de que existen múltiples variables para que una persona se encuentre
desaparecida, se encuentra muy preocupante que exista un importante número de
personas que nunca vuelven a aparecer o que permanecen aún como desaparecidas.
Es indudable que Medellín posee dinámicas criminales donde las estructuras
Se entenderá como desaparición forzada lo dicho en el Código Penal Ley 599 de 2000 artículo 165: El10
particular que someta a otra persona a privación de su libertad cualquiera que sea la forma, seguida de su
ocultamiento y de la negativa a reconocer dicha privación o de dar información sobre su paradero,
sustrayéndola del amparo de la ley.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 37
38. delincuenciales utilizan la intimidación, las amenazas y en algunos casos la
desaparición forzada para ejercer, no solo control territorial, sino también control social
en la población, en búsqueda de conseguir su colaboración en sus actividades
criminales o de encubrimiento de ellas. Como reiteramos en el informe Unos Pocos
Atemorizando a Muchos :11
“La desaparición forzada es otro de los fenómenos criminales que más ha
venido afectando a la seguridad de la ciudad. Es una práctica propia de los
grupos delincuenciales toda vez que les es bastante “útil”, bien sea para la
generación de intimidación colectiva o bien sea para su objetivo de
invisibilizar sus acciones, esto es, poder seguir asesinando, ocultando
pruebas y posibles testigos y, en todo caso, llamando la atención de las
autoridades lo menos posible. La institucionalidad está en mora entonces de,
ante una situación tan real y delicada pero de la que pocas cifras
consolidadas se tiene, mejorar la manera de registrar los casos de
desapariciones y, con ello, estratégicamente, combatir esta cruel e inhumana
práctica”.
Preocupa que una importante y considerable porción de desaparecidos se encuentre
entre los 10 y 17 años de edad. Según fuentes de la Personería de Medellín y
organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos, varías de las
desapariciones forzadas comprobadas, fueron de menores en estas edades a causa
de su negativa de incorporarse a alguna estructura delincuencial o que se negaron en
su colaboración. Se habla de menores desaparecidos forzadamente, algunos de los
cuales con posterioridad aparecieron vivos y que denuncian como motivo de su
desaparición a las bandas delincuenciales por negarse a colaborar con ellos.
Nuevamente esto demuestra el control y la presión social que ejercen estas
estructuras sobre la población donde tienen presencia. Situación que se puede
corroborar al ver que la cifra de desaparecidos entre 10 y 17 años ha venido en
aumento, la cual entre 2013 y 2014 ascendió un 3% (Ver Gráfica 12).
http://federicogutierrez.com/unos-pocos-atemorizan-a-muchos/11
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 38
39. !
!
Es urgente pues una priorización de los esfuerzos, no solo contra la desaparición, sino
para la preservación de un entorno de seguridad hacia los jóvenes y menores de
edad, el cual dificulte el accionar y la intimidación de las estructuras criminales hacia
ellos y prevenga así más casos de desaparición forzada. Es grave que hoy los
jóvenes sean los más vulnerables de este fenómeno a causa del control territorial y el
poder de las bandas criminales y que muchos de ellos se encuentren en una situación
de indefensión frente a esta realidad.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 39
40. Cuando se entra a revisar como tal los casos de desaparición forzada comprobadas
en el 2014, se puede observar que esta cifra es de 12 casos. El mayor número de
ellos se presentó en la comuna 7 (Robledo): 3 casos (Ver Gráfica 14).
!
En conclusión, es preocupante que la desaparición forzada no haya sido tomada
como una problemática priorizada dentro del Plan Integral de Seguridad y Convivencia
– PISC para la ciudad, ni que exista una estadística consolidada sobre la desaparición
forzada. Recordemos que esta práctica continua siendo utilizada por las estructuras
criminales, no solo como herramienta de control social a través del temor y la
intimidación, sino también como una forma de ocultar sus acciones homicidas
escondiendo los cuerpos y desapareciéndolos por completo, dificultando la labor de
las autoridades y contribuyendo a la impunidad frente a estos casos. Mantener esta
impunidad y con ello debilitar la acción de la justicia es también interés de las
estructuras criminales.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 40
41. Sin duda, lo que más crece, es el control territorial…
Detrás de los fenómenos criminales como las extorsiones, el desplazamiento forzado
intraurbano, las desapariciones y los hurtos disparados hay otra gran problemática, y
es la del control territorial que las estructuras delincuenciales están ejerciendo en
algunos barrios y comunas de la ciudad. Control territorial que se expresa también en
control social, control del ingreso de personas a los barrios donde hacen presencia
dichas estructuras, control en el uso del espacio público apropiándose de este, control
en la realización de eventos sociales en los barrios, manipulación del presupuesto
participativo para estos barrios, entre muchas otras cosas, además del control sobre
las rentas ilegales en estos sectores de la ciudad.
Para mencionar y poner en evidencia el problema de la ciudad en este sentido, según
reportaje de prensa , para mediados del 2014, en la ciudad existían identificadas un12
aproximado de 261 “combos” u organizaciones delincuenciales. De las cuales sólo en
la comuna 6 (Doce de Octubre) había 36, seguida por la comuna 13 (San Javier)
donde había 35, la comuna 5 (Castillas) con 21 y la comuna 3 (Manrique) y 10 (La
Candelaria) con 20 combos cada una.
Se debe recordar que uno de los principales objetivos que tienen las estructuras
criminales para con ello conservar el control sobre “sus” territorios, es el
mantenimiento de las estructuras económicas y de ingresos para los fondos de estas
bandas, para poder tener un poder económico que, a su vez, les garantice un poder
militar y social. Para esto requieren controlar entonces las rentas ilegales en cada
barrio, y para consolidar y expandir este control se requiere de equipamiento y mano
obra, lo cual las lleva también a “gerenciar” y ejercer un control social sobre las
comunidades donde tienen presencia, ya sea a través del miedo o de la colaboración
“voluntaria” de estas. Es una cadena trágica nacida de la finalidad económica y del
dinero sucio.
¿Qué rentas dependen de este control territorial? La extorsiones a comerciantes como
se vio anteriormente, las plazas de vicio, las extorsiones a las rutas de buses en las
http://www.pdf.investintech.com/preview/874c161a-ab10-11e4-b807-002590d31986/index.html12
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 41
42. cuales un conductor puede pagar hasta 40.000 pesos 3 o 4 veces en la misma ruta, la
vigilancia privada por la cual los comerciantes en barrios pagan entre 15.000 y 20.000
semanales, extorsiones a construcciones y reformas a casas y edificios las cuales
pueden llegar a ser hasta de 1 millón de pesos mensual, e incluso extorsiones a los
habitantes de calle que duermen en las aceras de sus territorios, entre otras . Se13
trata apenas de una de las distintas maneras con las que se materializa el control
territorial que cada combo ejerce sobre su lugar de asentamiento, control que se
evidencia, también, hasta en la permeación que estas estructuras han logrado tener
dentro de las economías barriales al, por ejemplo, entrar a determinar qué productos
se venden y cuáles no e, incluso, entrar a ser ellas mismas quienes impongan los
precios y distribuyan exclusivamente algunos de esos productos; y, entre muchas
otras cosas, en la manera como están siendo controladas hasta las esquinas (quién
puede estar allí y qué se puede hacer) de los diferentes sectores de la ciudad.
Con este control territorial hay adjunto también otra problemática que aún sigue
vigente en nuestra ciudad, y es la de las fronteras invisibles. Como es lo lógico, en un
territorio donde ejercen el control varios grupos delincuenciales que se tienen
repartido dicho territorio, existirán límites y fronteras invisibles entre los territorios
controlados por los diferentes grupos delincuenciales. Como los grupos
delincuenciales están ejerciendo también un control social al interior de estos
territorios y también un control sobre quién llega o se va del barrio, están perjudicando
el desarrollo de la vida cotidiana de las comunidades de estos barrios quienes a diario
ven coartadas sus principales libertades. Esto lo tienen que padecer algunos niños de
nuestra ciudad que no pueden pasar de un barrio a otro para ir al colegio o para jugar
en los parques de otro territorio.
Este control territorial también esconde otro tipo de dramas que padecen
principalmente los jóvenes de estas comunas, como el reclutamiento forzado de
menores, las amenazas contra los que se nieguen o contra quienes no colaboren con
estos grupos ilegales, la utilización de niñas y adolescentes para fines sexuales, la
imposibilidad de pasar de un lado a otro dentro del mismo barrio y la estigmatización
social. Estos dramas están siendo las principales razones para que ocurra
http://oi58.tinypic.com/2u5rexw.jpg Así se tapan de plata en Medellín las organizaciones criminales. El13
Colombiano. 28 de mayo de 2013
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 42
43. desplazamiento forzado intraurbano, a causa del miedo y la zozobra que pueden
generar estos grupos en las comunidades.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 43
44. Pero el problema es de fondo y también es de
convivencia…
La seguridad de la ciudad no solamente se encuentra en los fenómenos criminales
que pasan por las bandas criminales, sino que también se encuentra en los
fenómenos nacidos desde la misma convivencia cotidiana de las personas y dentro de
la misma estructura social. El deterioro de la convivencia entre familias, vecinos o
entre comunidades puede llevar a la ocurrencia de delitos graves o fenómenos que
también afectan la seguridad de los que viven en la ciudad.
Está el asunto de las riñas. Como se puede observar en la Tabla 6, hasta octubre del
2014 habían ocurrido 41.933 riñas, apenas un 2% menos que las ocurridas hasta esa
misma fecha del año anterior. Es decir, en la ciudad ocurren un promedio de 153 riñas
por día, unas 6 por hora. Esto estaría demostrando una ciudad gravemente intolerante
a la hora de la convivencia, que es propensa a la solución de problemas más por vías
violentas que por medio de la conciliación, una sociedad que prefiere tomar muchas
veces la justicia por mano propia que acudir a las autoridades judiciales, lo que
también evidenciaría cierto nivel de desconfianza en estas.
La comuna con mayor índice de riñas es la comuna 10 (La Candelaria), donde entre
enero y octubre de 2014 ocurrieron 4.091 riñas, un 10% con respecto a las ocurridas
en el resto de la ciudad. Aún así, el resto de las riñas están repartidas en
proporciones considerables en el resto de las comunas de la ciudad, mostrando una
población considerablemente violenta e intolerante.
Una ciudad con pocos homicidios pero con un alto número de peleas y riñas no es
muestra de una ciudad segura, tranquila, respetuosa, sino de una ciudad en donde la
utilización de medios violentos para dirimir conflictos y la intolerancia entre su
población todavía son un problema y rasgos por revertir.
!
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 44
45. Aparte de las riñas, existe otro fenómeno delictivo, también nacido de la convivencia,
o la falta de esta, y donde se puede encontrar génesis de delincuencia futura: la
violencia intrafamiliar. La violencia intrafamiliar es un fenómeno que lo que demuestra
es un alto deterioro del tejido humano y social y la deshumanización de los victimarios
frente a las personas más vulnerables y cercanas. Para el 2014 se habían presentado
unos 4.488 casos de violencia intrafamiliar, un 15% menos que en el 2013 cuando se
habían presentado unos 5.292 casos. Aunque esta reducción es considerable y
destacable, aún queda mucho por hacer. Este fenómeno debe ser de especial
cuidado puesto que destruye el tejido familiar y humano al interior de las
comunidades, y al ser la familia el núcleo fundamental de la sociedad, cuando esta se
rompe, hay una grave crisis en la formación y los valores de un individuo que
posiblemente termina viendo afectada su capacidad de un correcto desempeño de su
rol como sujeto social y que, efectivamente también es posible, puede incluso
responder a lo vivido optando por caminos no deseados como lo es, por ejemplo, la
delincuencia.
En cuanto a la territorialidad de la ocurrencia de este fenómeno, en el 2014 la comuna
con mayor número de casos fue la 8 (Villa Hermosa) con 454 casos registrados, el
10% del total de la ciudad. Infortunadamente, y como se verá más a profundidad a
continuación, las personas más vulnerables frente a esta violencia son los niños, niñas
y adolescentes (NNA), que muchas veces, huyendo de esta violencia, caen en
situaciones de criminalidad y estructuras delincuenciales, adicciones a las drogas y
otras sustancias como mendicidad, indigencia y prostitución.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 45
46. !
También existe otro tipo de violencia nacida de los problemas en la convivencia y es
aquella producto de los delitos sexuales. Este tipo de violencia demuestra el completo
desdén por la dignidad humana violando su fuero más íntimo. Delitos sexuales
entendidos como trata de personas, acceso carnal violento, acto sexual violento,
acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir, acceso
carnal abusivo con menor de catorce años, acto sexual con menor de catorce años,
acceso carnal o acto sexual abusivos con incapaz, acoso sexual, inducción a la
prostitución, proxenetismo con menor de edad, constreñimiento a la prostitución,
estímulo a la prostitución de menores, pornografía con menor de edad, turismo sexual
y utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer actividades
sexuales con personas menores de edad. Para el 2014 se habían presentado unos
1.085 de estos casos de delitos sexuales, tristemente la mayoría de ellos en la figura
de actos sexuales con menor de 14 años, unos 396 casos, un 36% de los casos
totales en la ciudad.
!
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 46
47. Aún más grave y preocupante es la distribución por edades de las víctimas de estos
delitos sexuales. Como se puede observar tristemente en la gráfica 16, el mayor
número de víctimas se concentran entre las edades de 0 a 17 años, es decir, en
menores de edades: unos 823 casos, lo que equivaldría al 76% del total de hechos.
Ahora, la mayor parte de ese porcentaje está concentrado en niños y niñas de 0 a 9
años. Sin duda, una muestra más del deterioro del tejido humano dentro de nuestra
sociedad por causa del actuar de unos individuos frente a los cuales el Estado debe
responder con la mayor contundencia y el mayor peso.
!
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 47
48. Pero hay que reconocer…
A pesar de que las cifras en seguridad de la ciudad se muestran en un tono agridulce,
no se deja de reconocer los esfuerzos que la Administración ha realizado en lo que a
la seguridad respecta. Entre estos esfuerzos se destacan:
- Incremento sustancial del pie de fuerza: Para el 30 de noviembre de 2013, la
Policía Metropolitana del Valle de Aburrá contaba con un personal de 8.021
efectivos, si se compara esta cifra con la de noviembre de 2014, se observa que el
personal de policía había ascendido a 10.179 efectivos, lo que significa un
aumento del 27% en el número de policías en el Valle de Aburrá. Una diferencia de
2.158 efectivos policiales en un año. Aún así, se debe tener presente que el
aumento en el pie de fuerza debe estar acompañado de estrategias para la
optimización de estos nuevos agentes que llegan, pues los esfuerzos que se ganan
en número de agentes, se pueden perder en su desaprovechamiento o uso en
asuntos no prioritarios o urgentes.
- Dotación de vehículos policiales por parte de la Alcaldía y el Gobierno Nacional: en
cuanto a medios logísticos la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá cuenta en el
momento con 2.377 motocicletas, 810 vehículos, 3.075 radios y 426 celulares
Avantel. También se debe recordar que la optimización de estos recursos es
fundamental y por tanto es necesario planear las mejores formas para su
aprovechamiento.
- Estrategias de video vigilancia: 823 cámaras instaladas, mayoritariamente
ubicadas en la comuna 10 (La Candelaria).
- Además de lo anterior, también es de destacar el número de capturas que se
realizaron en el 2014. Según el SISC, en ese último año ocurrieron 19.231
capturas, un 18% más que en el 2013 cuando ocurrieron 16.322 capturas. La
mayoría de estas capturas, un 51%, fueron realizadas por tráfico, fabricación o
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 48
49. porte de estupefacientes, el cual creció un 29%. Por su parte, las capturas por
hurtos crecieron un 24% y las capturas por homicidios bajaron un 20%.14
- Cabe resaltar también que ha habido importantes capturas de jefes o cabecillas de
combos y de estructuras delincuenciales, tal es el caso de los líderes de “la
quiebra”, “los edificios de castilla”, “la 40” y la “oficina del 12”; “la luz del mundo o
Antonio Nariño”, “peñitas”, “la loma” y “el acopio”. Siendo las más notorias las de
Juan Camilo Rendón Castro, alias "el Saya" presunto cabecilla de la Odín “San
Pablo o La Terraza”; la de Didier Ríos López, alias "Tuto", supuesto jefe de la Odín
“La Unión” y la de los supuestos jefes del “Clan Úsuga” Carlos Arturo Rincón
Correa alias ‘Don Daniel’ y Albeiro Feo Alvarado, alias “Benavidez”.
Estos esfuerzos son valiosos, necesarios e importantes para destacar, así como
necesarios y fundamentales para la seguridad en la ciudad. Estos esfuerzos son
acciones que siempre se deben fortalecer, más allá del Plan Integral de Seguridad que
se vaya a implementar para la municipalidad. Hay acciones que, independiente de la
estrategia específica, siempre se deben hacer, como el refuerzo en vigilancia, como el
refuerzo en pie de fuerza, como la adquisición de tecnológica para la lucha contra el
crimen, como la búsqueda sin tregua de los cabecillas y mandos medios de las
bandas criminales y la desarticulación de las estructuras criminales, como la
motivación a la denuncia ciudadana, como el control de armas, como el
desmantelamiento de expendios de vicio, como el fortalecimiento a la atención pronta
y oportuna de las autoridades frente a la denuncia ciudadana, y muchas otras
acciones que son vitales y absolutamente necesaria para fortalecer y reforzar la
seguridad y la integridad de los habitantes de la ciudad.
Es importante también tener en cuenta la proporción de estas capturas que se hicieron por orden14
judicial y por flagrancia. Y también cuántas llegaron a tener proceso de judicialización. Conocer estas
cifras daría un buen indicio de qué tan efectiva y eficiente serían las instituciones judiciales en la ciudad
y como podría ser también su fortalecimiento.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 49
50. Y para contribuir al debate de ciudad…
En primer lugar y para comenzar con esta parte propositiva del informe, reiteramos el
mensaje que se ha venido dando desde los anteriores informes en seguridad y que15
es bandera principal de nuestro mensaje en la materia: el Alcalde de la ciudad es el
llamado a tomar el liderazgo claro y tangible de la seguridad en Medellín, sin dudas ni
vacilaciones, y sin caer en la burocratización de la seguridad como creemos se ha
venido haciendo y que, en vez de colaborar con el manejo y la solución del problema,
lo único que logra es diluir las responsabilidades. Aprovechamos pues la oportunidad
para, una vez más y de la manera más respetuosa y sin llevar el debate a lo personal,
hacer el llamado para que la Vicealcaldía de Gobernabilidad, Seguridad y Servicio a la
Ciudadanía (al igual que el resto de las Vicealcaldías) sea eliminada de la estructura
administrativa.
Es el Alcalde entonces quien debe apersonarse, junto con toda la institucionalidad, de
los problemas que vive la ciudad en este asunto, primero reconociéndolos y, segundo,
liderando la estructuración e implementación de un modelo de seguridad integral de
ciudad que sea el reflejo del ejercicio de la verdadera autoridad de la Administración
Municipal. Una política de seguridad integral la cual debe contener el combate al
crimen desde tres estrategias fundamentales cuya realización debe ser de forma
unísona y completa.
En segundo lugar, tal y como se acaba de advertir, esta política de seguridad integral
de ciudad que se cree debe tener Medellín y ser liderada desde la Alcaldía ha de estar
orientada hacia el combate de la criminalidad desde tres frentes:
El primero de ellos es una estrategia de contención del crimen y de los fenómenos
ilegales que diariamente tienen un alto impacto en los ciudadanos, afectando su
calidad de vida y tranquilidad. Esta contención debe ser tanto de delitos productos de
la violencia espontánea como de los crímenes y delitos producto de la violencia
instrumental y, en general, que tienen raíz en el dominio y control territorial de los
http://federicogutierrez.com/inseguridad-percepcion-y-realidad/15
http://federicogutierrez.com/unos-pocos-atemorizan-a-muchos/
http://federicogutierrez.com/5-verdades-y-mentiras-sobre-la-seguridad-en-medellin/
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 50
51. grupos criminales sobre diversos sectores de la ciudad y que hace parte de la fuerte y
afianzada dinámica criminal que sobre nosotros se ha asentado. Aún así, estamos
conscientes de que la contención y represión del crimen no puede ser suficiente, pues
el enfoque solo en la contención sería “pan para ya, hambre para mañana”; es por eso
que en segundo lugar es necesaria una estrategia de prevención de la criminalidad
que se enfoque en tres líneas fundamentales que más adelante se verán. Ligado a la
prevención más no igual a ella está la tercera estrategia de esta política de seguridad
que es la inversión social, la cual es absolutamente necesaria para que los esfuerzos
tanto en contención como en prevención no caigan en saco roto y tengan un impacto
duradero en la sociedad, con el fin de desarrollar una Medellín segura integralmente,
priorizando las verdaderas necesidades de sus habitantes las cuales muchas veces
son germen mismo de la criminalidad y la delincuencia.
En tercer lugar, se reitera que existen acciones que, independientemente del plan
especial de seguridad que se implemente en la ciudad, son necesarias para retomar el
rumbo de la seguridad y tomar el liderazgo de la seguridad por parte del alcalde. Estas
acciones las propusimos en el Informe Inseguridad: Percepción y Realidad y que las16
rescatamos en este informe porque las consideramos necesarias y fundamentales
para liderar la seguridad en la ciudad:
- Realizar consejos de seguridad diarios, así como consejos de seguridad y
convivencia en comunas cada semana y liderar la realización de consejos de
seguridad metropolitanos cada mes.
- Fortalecer las instituciones que deben actuar frente a la inseguridad en la ciudad,
especialmente la rama judicial y la Policía, no solo con dinero sino con trabajo
conjunto: logística, infraestructura, operaciones conjuntas, etc. En este papel debe
jugar un papel principal la tecnología que se debe convertir en un destino clave de
toda la inversión que en materia de seguridad la ciudad haga de ahora en adelante:
cámaras de videovigilancia aéreas y terrestres, scaners, rastreadores, entre
muchas otras herramientas, todas ellas de la más alta tecnología.
http://federicogutierrez.com/inseguridad-percepcion-y-realidad/16
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 51
52. - Reforzar la relación existente entre la Policía y el ciudadano, exigiéndole a aquella
un mejor desempeño, a través también de la depuración en los casos que sea
necesario y adelantando las labores de control interno con el fin de acabar con la
corrupción institucional. Pero brindándole siempre el respaldo y apoyo de la
institucionalidad del municipio. Lo importantes es que exista una verdadera
confianza entre los ciudadanos y la Policía a través de su eficacia y eficiencia. La
Policía es y debe ser nuestro principal aliado en esta lucha.
- Fortalecimiento de la capacidad operativa de la Policía, continuando con las
inversiones en tecnología y equipamiento. Esto debe permitir que se proyecte una
imagen de autoridad y presencia estatal que permita la labor de la Policía ser más
efectiva.
- Fortalecimiento decidido a la investigación judicial para reducir los márgenes de
impunidad, y a la inteligencia que permita hallar y capturar a los verdaderos amos
de la criminalidad en la ciudad. Una decisión clara y contundente para perseguir el
dinero que le permite a las estructuras permanecer y consolidarse en el tiempo, lo
que implica atacar el lavado de activos. Esto es indispensable para desarticular a
estas estructuras, porque en ellas no solo hay personas sino que, y de manera
muy importante, lo que hay en ellas es dinero, dinero que ha sido producto de las
distintas rentas criminales –a todas ellas hay que combatirlas– y que ha logrado
camuflarse y permear incluso la economía legal. Se trata pues también de luchar
contra los dueños del mundo criminal y hasta sus negocios fachada.
- Creación de grupos especializados en los que participen todas las fuerzas del
Estado para la lucha contra cada uno de los fenómenos criminales.
Aunque el desarrollo completo de estas y otras propuestas y líneas estratégicas se
pondrá en conocimiento de la ciudadanía próximamente en un documento donde se
hará la presentación de la Política de Seguridad que se pretende proponerle a la
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 52
53. ciudadanía, a continuación, y en cuarto lugar, se presentará una breve descripción y
desarrollo de cada una de estas estrategias anteriormente mencionadas y que a
nuestro criterio, debe ser prioridad de la siguiente administración:
➢ Contención: La contención de las diversas formas de criminalidad y de sus
impactos en la ciudadanía es de las respuestas más urgentes que piden los
ciudadanos. Como se ve en el informe, hemos alcanzado el mayor número de
hurtos en general en los últimos 10 años, el desplazamiento forzado intraurbano
aún asola a miles de familias y la extorsión continúa flagelando gravemente a
los comerciantes y tenderos de la ciudad. Esto está demostrando el
desbordamiento de algunos fenómenos criminales en la ciudad y las causas
que los originan.
El objetivo de esta estrategia de contención es atacar estos fenómenos
criminales comenzado por su origen, tanto de los que nacen desde las bandas
criminales como los de la violencia que no muy precisamente pudiere
denominarse “común”; en ambos casos habrá cero tolerancia. E impedir que
sigan alterando y atentando contra la integridad de los ciudadanos. Para esto,
algunas de las líneas estratégicas que se deben considerar, son:
• Choque, lucha contras las estructuras y cada uno de los fenómenos
criminales.
• Recuperación del territorio y fortalecimiento de la presencia de la
autoridad estatal.
• Recuperación de la confianza y el apoyo ciudadano.
• Autoprotección y corresponsabilidad comunitaria.
• Reforma de la estructura administrativa.
• Una Medellín Blindada.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 53
54. ➢ Prevención: La estrategia de prevención debe estar dirigida, como su nombre lo
indica, a evitar la ocurrencia de los fenómenos criminales evitando también las
causas de su ocurrencia. En todo caso, hablamos de una prevención primaria,
directa. Como se vio anteriormente, la principal causa de estos fenómenos
criminales radica en la existencia y dominio de las bandas criminales en la
ciudad, y detrás de todo este entramando criminal, claro que hay otras causas,
históricas, sociales y culturales. Se requiere, entre tanto, contrarrestar el
componente de permisividad y pasividad que aún hay en algunos sectores de la
sociedad frente a la cultura de la ilegalidad y algunos hechos criminales, pero
para ello es necesario que el Estado se acerque a estos sectores, los repalde,
los motive e incentive en ellos la corresponsabilidad social. Para esto, las líneas
de enfoque de esta estrategia deben poder apuntar al fortalecimiento de, entre
otros, los siguientes aspectos en las comunidades y en la sociedad en general:
• Ciudadanía: Recuperación de los valores ciudadanos, la
participación ciudadana como forma de hacerle frente a la violencia.
• Legalidad: Rechazo total y de todas las formas a la cultura de la
ilegalidad y todo lo relacionado con ello, empezando por el ejemplo
de la Administración en su lucha contra la corrupción.
• Civismo: Fortalecimiento del papel del ciudadano como parte de la
comunidad y su trabajo por ella y por el interés general.
• Intervenciones físicas y desde el espacio público con la “arquitectura
y planeación de la seguridad”: espacios abiertos, limpios,
iluminados, entre otras cosas, que permitan que las personas
sienten protegidas pero a su vez vigiladas.
• Programas de recuperación y prevención que alejen a las personas,
a través de la cultura, el deporte y la educación humana, de la
dinámica criminal.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 54
55. ➢ Inversión social: No se puede confundir la prevención con la inversión social.
Ambas son necesarias e importantes: la primera busca confrontar la
criminalidad evitando que ocurra en el futuro, la segunda no ataca directamente
la criminalidad sino que, a través de la generación de oportunidades dignas y la
satisfacción de las necesidades básicas para las personas, busca reparar las
condiciones y las realidades que, entre otras cosas, propiciaron o facilitaron la
aparición de esa criminalidad. Si las estrategias de Contención y Prevención
son el componente estratégico (combatir y evitar el crimen) en la lucha contra la
criminalidad de la Política de Seguridad, la estrategia de Inversión Social es el
componente de integralidad de dicho plan. Busca resarcir realidades sociales y
desigualdades que a su vez han sido germen de resentimientos y divisiones en
la sociedad lo cual es caldo de cultivo para la aparición de la delincuencia.
Desigualdades que deben ser reparadas a través de Inversión Social y
acompañamiento permanente de las comunidades más vulnerables. Esta
inversión social debe estar dirigida a:
• Oportunidades de crecimiento social a través de la educación
pertinente y de calidad y las oportunidades de empleo, ligada esa
educación y ligado ese empleo a la vocación de ciudad que permita
empezar a garantizar la continuidad de toda la cadena, que empieza
desde
• Inclusión social de poblaciones tradicionalmente marginadas y
discriminadas.
• Jóvenes: Intervención y recuperación de jóvenes involucrados en
diversas problemáticas sociales. Y priorización y acompañamiento a
la labor hecha a través de los líderes juveniles y barriales.
• Recuperación del espacio público y de la ciudad como lugar de
encuentro cultural y ciudadano.
• Dotación integral del espacio público a través de los bienes públicos
(transporte público, parques, escenarios deportivos, instituciones
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 55
56. educativas, atención a la población, etc.), toda vez que son ellos la
principal herramienta para cerrar las brechas de la desigualdad.
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Pues bien, el debate de la seguridad en la ciudad está y debe seguir abierto, de la mano
de la Administración pero, sin lugar a dudas, con la participación de la sociedad. Es
nuestra invitación. Este documento no es entonces cosa distinta que un aporte
respetuoso y sincero, con el mayor ánimo de, sin dejar de reconocer la realidad, colaborar
constructivamente con la ciudad. Quedamos pues atentos a comentarios, aportes y
críticas.
- FEDERICO GUTIÉRREZ Z SEGURIDAD MEDELLÍN 2014 56