1. Facultad de Educación C.F.P.
5º Pedagogía
Asignatura: Evaluación de Programas,
Centros y profesores.
TIPO 9
EL PACIFICADOR
Francisco Delgado López
Leyla Hernández Castro
Víctor león Carrascosa
Raúl Muñoz Rodrigo
Marta Sánchez Aparicio
Prof.: Guadalupe Juárez Pérez
2. Características principales del tipo 9: el pacificador
Aspectos positivos Aspectos negativos-mejorables
• Personas que evitan conflictos y • La pereza es el principal aspecto que
tensiones. puede mejorarse, tienen el peligro de
• Quieren preservar la armonía con los abandonarse a la inactividad y dejar
demás (o al menos con las personas para mañana lo que tendría que hacer
que les interesan) e intentan mantener hoy, o de dejarse influir por el humor
la paz a cualquier precio. del momento o por las decisiones de
• Cariñosos, amables, confiados. los demás.
• Los mejores mediadores. • Pueden ser holgazanes, descuidados,
• Con el tiempo ganan confianza y deshabitados en alma y obstinados.
capacidad para dirigir… • Tienden siempre a evitar las disputas
• En los grupos, desempeñan una parte o riñas sea como sea o a toda costa.
importante de ellos por su armonía, • Algunos sienten un cierto grado de
trayendo la paz y la calma cuando en desprotección y pueden no participar
alguna ocasión se disparen posibles al cien por cien para aislarse de las
enfados o disputas. amenazas y obtener su paz interior.
• Su esencia de vida es la paz y la • Son fáciles de convencer porque
armonía. adoptan una estrategia de "seguir la
• Son personas en las que puedes corriente".
confiar, humildes, comprensivos, • A veces renuncian a los cambios en
condescendientes, pacientes y su vida, para no poner en peligro su
agradables. paz, porque los cambios pueden
• Suelen adoptar un enfoque optimista provocar sentimientos molestos o
en la vida. Tienden a confiar en los desagradables y perturbar el deseo de
demás y ven lo mejor de cada uno de la comodidad, aunque cuando se
ellos. producen los cambios en su vida,
• Tienen una creencia profunda y tienen facilidad para su pronta
arraigada de que las cosas de alguna adaptación.
manera se solucionarán y arreglarán. • Tienen una actitud modesta y esto a
• Desean crear armonía a su alrededor, menudo suele a invitar a los demás a
evitar conflictos y tensiones, tomar por sentado, o pasar por alto
mantener las cosas como son, sus contribuciones a menudo
resistirse a cualquier cosa que los importantes.
pueda molestar o incomodar. • Cuando están muy enfermos, pueden
llegar a hacer mucho daño a otros a
través del abandono a sí mismos o
incluso con una conducta pasivo-
agresiva. Podrían caer en cualquier
tipo de adicciones (alcohol, drogas...)
• Implicarse más en la vida y también
con los demás.
• Tienen que prender el fuego y la
fuerza de la motivación.
Confirmar su propio valor y amor
propio.
• Intentar expresar a los demás las ideas
3. u objetivos.
• Hacer frente, dar la cara de manera
constructiva a los conflictos o
diferencias (sin necesidad de
violencia).
• Llevar la atención donde quieran para
lograr tener iniciativas, establecer
prioridades organizativas y tomar
buenas decisiones.
Quisiéramos añadir dentro de sus características tres tipos de personalidad que
pueden surgir en los tipos nueves con sus aspectos positivos y negativo:
Sanos. Los tipo Nueve sanos son muy receptivos, abiertos, poco cohibidos,
emocionalmente estables y serenos. Aceptan su entorno. Confían en sí mismos y
en los demás. Son relajados y están en armonía con la vida; pacientes, modestos,
inocentes, sencillos y en verdad agradables. Se tornan optimistas, reforzadores,
bondadosos, apoyadores; hacen que la gente se sienta cómoda y tienen una
influencia sedante, sanadora; armonizan a los grupos y unen a las personas.
Buenos mediadores, confortadores y protectores. Tienen una enorme dignidad,
profunda serenidad y verdadera paz que provienen de la aceptación de su
condición humana. En su mejor estado: se vuelven dueños de sí mismos y tienen
una gran ecuanimidad y genuina satisfacción. Se sienten autónomos y
realizados, paradójicamente unidos consigo mismos pero capaces de establecer
relaciones más profundas. Están alertas, despiertos así como conectados con
ellos mismos y con los demás.
Promedio. Los tipo Nueve promedio se vuelven humildes; se acomodan y
aprueban demasiado a los demás. Son dóciles, adaptables y conciliadores de
manera excesiva; aceptan—con ingenuidad y sin condición—las expectativas
convencionales; se subordinan al otro, lo idealizan y viven a través de él. Los
tipo Nueve son conservadores y temerosos a los cambios, trastornos y presiones
de cualquier tipo. Son pasivos, indiferentes y complacientes; se alejan de los
conflictos y evaden los problemas. Son perezosos, emocionalmente indolentes,
no tienen ninguna disposición al esfuerzo o al enfoque de problemas; muestran
una enorme indiferencia y se esperan hasta que los problemas desaparecen solos.
Empiezan a "desintonizarse" de la realidad y se olvidan de lo que no quieren ver.
Si los problemas no desaparecen los tipo Nueve empiezan a minimizarlos para
apaciguar a los demás y para tener paz a cualquier precio." Son estoicos,
fatalistas y resignados como si no pudieran hacer nada para cambiar las cosas.
Tienen poco criterio y los demás se sienten frustrados y enojados por su falta de
responsabilidad y por su apatía.
Malsanos. Los tipo Nueve malsanos pueden reprimirse muchísimo y entonces se
produce un desarrollo personal inadecuado. Se convierten en individuos
desvalidos e incapaces. Se vuelven obstinados y niegan con terquedad la
existencia de problemas y conflictos. Son seriamente negligentes e
irresponsables y pueden ser peligrosos para cualquier persona que los necesite.
Si los problemas persisten, se disocian de cualquier cosa amenazante de modo
4. que a la larga no pueden funcionar y se convierten en individuos muy
desorientados, despersonalizados, catatónicos e inmovilizados. Existe la
posibilidad de colapso emocional y de fragmentación de la personalidad.
¿Qué queremos que los otros hagan para que nos sintamos a
gusto?
Con calma…que no desaparezcan, que se queden para aliviar las penas con
sonrisas; sentirnos recompensados por ser guerreros de la no guerra. Que nos ayuden sin
preguntas y dejarte recompensar a mi manera, ayudarte cuando te vea perdido, alterado
o abatido.
Y aunque las mayores satisfacciones nos las llevamos con nosotros mismos
somos conscientes de que pocas veces lo hicimos solos y por ello…también nos
emocionamos cuando los de al lado consiguen sus logros.
Y la verdad es que sabemos que no tenemos nada mejor que los demás, pero nos
queremos por ser quienes somos. Nos sentimos apreciados y valorados cuando nos
confiesan que sanamos heridas del alma, escuchan nuestra visión de la vida y la
comprenden.
De los desconocidos esperamos siempre cosas buenas pero no siempre nos
fiamos; de ellos deseamos que sean personas de cálidos pensamientos y buenos gestos.
Porque nos sentimos plenos cuando tienen pequeños detalles sin sentido.
Y solo esperamos de ellos lo que el resto, que nos quieran y recuerden como
portadores de buenas vibraciones y alegrías, de confidentes en la noche fría y apoyo en
los tropiezos. Que nos cuenten sus temores pero tampoco que todos los días sean
grises…pues nos venimos abajo cuando solo nos traen tristeza.
Nuestro objetivo en la vida es ayudar pero lo que más nos gusta que haga el
resto por nosotros es…estar CONTENTOS.
5. ¿Qué tienen que hacer los demás para ayudar a pensar, a
mejorar, a sacar lo mejor de los nueves?
Destacamos unos puntos, a través de los cuales consideramos que los demás nos
pueden ayudar a las personas que somos de tipo NUEVES (pacificador) a pensar y
mejorar. Esos puntos son los siguientes:
Motivación. Mostrarnos y expresar que nuestras ideas, opiniones o emociones
son igual de validas e importantes que las demás. Que no se deben guardar por
evitar conflictos y/o tensiones.
Dar tiempo a considerar las opciones, aprender a reconocer lo que se desea de
una situación. Con frecuencia estamos más ocupados tomando en consideración
las posiciones y puntos de vista de los demás, de manera que tendemos a
desatender los propios. Debido a ello, tal vez no sabemos qué deseamos en ese
momento.
Mostrar que no pasa nada por decir que “no”. Que manifiesten la mayoría de las
personas que desean saber cuáles son nuestras verdaderas opiniones o
preferencias, aunque en ese momento nos parezca a nosotros que no tienen
importancia.
Fomentar el cambio. Tenemos tendencia a ser conservadores, temerosos al
cambio.
Refiriéndonos con la parte de cómo sacar lo mejor de los tipos NUEVES, destacamos:
A las personas de este tipo, es mejor que no le des órdenes, pídele ayuda y lo
hará sin problemas.
Debes preguntarle si está de acuerdo con algo, no interpretes su silencio como
un asentimiento. Son personas que se dejan llevar, son cordiales y amables, pero
les gusta mandar y que su mandato sea reconocido, si se muestra respetuoso y
modesto, es para que tú también lo seas con él.
Les gusta hablar y se implican más con la consecución de objetivos si les
preguntas y cuenta con su opinión. Encomiéndale objetivos concretos y ofrécele
atención pues esto le motivará.
Haz que sepa que lo que está realizando es importante y que cuentas con él
porque lo necesitas.
6. ¿Qué puedo dar u ofrecer a los demás y qué esperan los
demás de mí?
Los tipos Nueve pueden caracterizar por ser afables, bondadosos y por ser
capaces de acomodarse con facilidad.
Tienden a ofrecer a los demás su apoyo, pero también pueden estar demasiado
dispuestos a transigir con los demás para mantener la paz. Se pueden considerar como
un buscador del bienestar.
Desean que todo vaya sobre ruedas, sin conflictos, pero tienden a ser
complacientes y a minimizar cualquier cosa inquietante, de ahí que tengan iniciativa a la
hora de ayudar a resolver los problemas o contratiempos que puedan surgir. Sin
embargo, también suelen se caracterizarse por tener problemas de pasividad y tozudez.
Por último, señalar que en su mejor aspecto, los Nueve sanos son indómitos y
abarcadores; son capaces de unir a las personas y solucionar conflictos. Les gusta
relacionarse, participar en lo que sea que esté ocurriendo, pero también se resisten a que
se espere demasiado de ellos. Es decir, que por lo general no les importa trabajar o
ayudar a los demás, pero les gusta tener muy claro lo que se espera de ellos. Podrían ser
sorprendentemente tradicionales y conformistas, en el sentido de que satisfacen las
expectativas de su círculo social, pero también les angustia la idea de perder su
identidad, de convertirse en un «clon» o en un apéndice de otra persona.