Universidad Panamericana del Puerto Facultad de Ciencias Económicas y Sociales Escuela de: Contaduría Pública
Cátedra de: Presupuesto I
Sobreviviendo a una crisis económica con mentalidad emprendedora y positiva.
Autor: Gabriel Urdaneta C.I: V-27.393.438
Profesor: Luis Alfredo Gómez Rodríguez
Puerto Cabello, 06 de febrero 2021
Sobreviviendo a una crisis economica con mentalidad emprendedora y positiva gabriel
1. UNIVERSIDAD PANAMERICANA DEL PUERTO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES
ESCUELA: CONTADURÍA PÚBLICA
CATEDRA: PRESUPUESTO I
Sobreviviendo a una crisis económica con mentalidad emprendedora y positiva
Autor:
Gabriel Urdaneta
C.I: 27.393.438
Sec: 11-C
Facilitador:
Prof. Luis Alfredo Gómez Rodríguez
Puerto Cabello, enero 2021
2. INTRODUCCIÓN
La presenta actividad tiene como finalidad presentar como se encuentra la situación
actual en nuestro país, el cual es tema del día siendo el centro de todo problema, en hogares
como empresas, planteando la situación en nuestra sociedad. Venezuela está pasando una
crisis económica que ha causado que las personas tiendan a sufrir no solamente de falta de
recursos básicos si no de también frustración, depresión, falta de sentimientos hacia otras
personas y familias, de esta manera se ha tenido que adaptar e indagar herramientas que
ayuden a soportar esta situación para que poco a poco podamos resolverla, ya que hay
constantes cambios lo cual dificultan el poder adaptarse cada vez más.
3. Para muchos de nosotros la crisis significa desempleo propio, con sus secuelas de
escasez, desahucios, pobreza, y lo que es peor, indefensión y desesperanza; pero no es
menos cierto que tenemos armas con las qué defendernos. El cerebro humano es un ente
prodigioso y la pregunta real es qué podemos hacer ante esta situación. La primera decisión
fundamental es tomarse el tiempo para decidir si nos vamos a declarar víctimas o
supervivientes. De nada sirve lamentarse y esperar de forma pasiva a que escampe o a que
otros solucionen nuestros problemas mientras morimos frente al televisor escuchando la
crónica cotidiana de los desastres políticos y económicos. Al menos de nada sirve, si de
esto no se desprende la idea clara de declararse superviviente y por lo tanto actor de la
propia vida y ponerse a actuar en consecuencia. El lado positivo Lo primero es plantearse
cuál es el lado positivo de las cosas, que casi siempre existe. Casi cualquier situación
humana tiene un lado positivo. Quizá nosotros perdimos el empleo, y con ello el norte y el
sur de nuestra vida, pero, ¿qué hemos ganado? Contémonos las cosas bien. Quizá ahora
podemos estar más tiempo con nuestros hijos, hablar con ellos, jugar con esos hijos que
crecían muy deprisa mientras no los veíamos casi nunca. Es la ocasión de podernos formar
en eso que siempre fuimos dejando atrás por falta de tiempo, y que quizá nos ayude a
encontrar ahora empleo, o podemos planear ese negocio que siempre quisimos tener,
escribir nuestra historia, que es un ejercicio muy saludable para nuestra salud mental, o
podamos leer, pasear por las mañanas tranquilamente, ir a un parque y tener el tiempo de
fijarnos en los árboles y hablar con desconocidos, disfrutar de los espacios de ocio y
esparcimiento gratuitos que en casi todos los pueblos y ciudades existen, visitar a esos
abuelos o parientes lejanos.
Cada cual en su ámbito deberá entonces plantear las estrategias activas que más le
convengan, desde la reconversión otro tipo de empleo, el autoempleo, la formación
profesional dirigida a los sectores de mayor demanda, oposiciones al estado o
autonomías…Y entretanto, esa pequeña multitud de pequeños trabajos que se nos pueden
pasar desapercibidos y que se encuentran dentro de la propia comunidad: llevar a los hijos
de otros al colegio, pequeños trabajos de bricolaje en el vecindario, cuidado de personas
mayores y animales domésticos, clases particulares de las materias en que estemos
formados… trueque incluso de unos servicios por otros con otras personas paradas. Sacar
ventaja de la desventaja, la imaginación al poder adquiere aquí todo su sentido.
Para conseguir todo esto, un método sencillo es plantearse una serie de metas a
corto plazo, día a día. Elaborar una lista al inicio del día y revisarla al día siguiente,
tachando lo conseguido o realizado y añadiendo nuevas metas, pero ojo, siempre metas
realistas, no de esas que se escapan a nuestro control nuevamente, como “ganar a la
lotería”. Otro factor fundamental es mantener una disciplina estricta en cuanto a horarios y
actividades de autocuidado personal, lo que se llama “no abandonarse”, y que es el paso
previo a la depresión. Hasta aquí el primer factor que ha truncado nuestra tranquilidad, la
pérdida de nuestra seguridad y el cómo ir recuperándola. El segundo factor de
supervivencia tiene que ver con la convivencia social, la mayor o menor satisfacción con
las normas sociales del mundo que nos ha tocado vivir. Esta crisis ha afectado también a
nuestra concepción del mundo social. Nada va a ser igual que ayer.
4. Pero esto es sólo un lado de la parte positiva. Existe un lado menos contemplativo.
También podemos asociarnos a entidades o con otros para luchar por nuestros derechos
legítimos, trabajar de voluntarios, aprender a cocinar, planchar o hacer bricolaje o encargos
para nosotros que aún trabajan y viven con nosotros, es decir, trabajar a favor por y con los
demás. Cierto, todas las actividades del mundo enunciadas no nos devolverán el trabajo
seguramente, ni la tranquilidad económica, y a los hijos, además de contemplarlos hay que
alimentarlos, luego a la vez que buscar y disfrutar del lado positivo de las cosas hay otro
tipo de herramientas psicológicas que deberemos poner en marcha para volver a encontrar
un empleo.
Además, el control personal y aquiescencia social son las dos variables psicológicas
necesarias para nuestra salud mental y nuestra felicidad: el sentimiento de gobernar nuestra
propia vida y la conformidad con las reglas sociales formales e informales que nos toca
asumir. Pero estamos descontentos con los que nos gobiernan y gobernaron y muchos
consideran que esta es una situación catastrófica. ¿Por qué? ¿Existe algún motivo para
pensar, con datos históricos en la mano que las cosas no van a mejorar de ahora en
adelante? No es un ejercicio de ingenuidad pensar que de todo el descalabro político actual
vendrán tiempos mejores, más racionales y menos corruptos, y no lo es, por el mero hecho
de que la historia demuestra qué tras cada crisis o debacle viene un tiempo mejor. Y toda
debacle tiene también un lado positivo, que es el de la solidaridad y el altruismo absoluto
del género humano, cuando es preciso; o si no, ¿de verdad creen ustedes que con seis
millones de parados es posible la paz social? La paz social se llama hoy familia, amigos,
abuelos y personas anónimas que con su ayuda y sostén están consiguiendo más que todos
los ministros e inteligentes economistas europeos juntos en todas sus reuniones y
conferencias.
5. CONCLUSIÓN
Para concluir es importante que conozcamos nuestras capacidades al máximo y saber
aprovechar todas las oportunidades que se presenten, los ingresos económicos se dan en
diversas formas por ello cuando contamos con apoyo es más sencillo idear actividades que
nos ayuden a generar ingresos, ayudarnos mutuamente como familia, amigos y compañeros
para poder sobrevivir todas las adversidades que se nos presenten, siempre tener objetivos y
metas que lograr por más difícil que nos parezcan con esfuerzo podremos mejorar nuestra
estabilidad económica pero sobre todo nunca perder la cordura, que es lo que nos llevará al
éxito aprovechando ventajas en las desventajas.