1. NIÑOS CON SINDROME DE DOWN
El síndrome de Down es una anomalía en los cromosomas que ocurre en 1,3 de cada
1.000 nacimientos. Por motivos que aún se desconocen, un error en el desarrollo del óvulo
fecundado lleva a que se formen 47 cromosomas en lugar de los 46 que se desarrollan
habitualmente. El material genético en exceso cambia levemente el desarrollo regular del
cuerpo y del cerebro del bebé.
2. EJERCICIOS DE LENGUAJE
La educación del niño con síndrome de Down comienza en
el seno familiar y está relacionada con la actitud de los
padres. Ya que el niño debe permanecer y disfrutar
psicoafectivamente del ambiente familiar, en clima de
cariño y adaptación ya que sus primeras vivencias y
experiencias marcarán si existencia.
Lo que dice relación con la educación psicosocial del niño
Down, esta es relativamente fácil y fructífera, y aunque su
instrucción es lenta, muchos de ellos aprenden a leer, a
escribir a sumar y restar satisfactoriamente, no se les debe
presionar durante su proceso de aprendizaje, ya que, la
educación de estos niños debe estar centrada en aspectos
concretos, sistemáticos e inmediatos.
3. EJERCICIOS:
• El niño Down, tiene dificultades para comprender y retener la relación entre las palabras y su referente;
también presenta dificultades para producir los sonidos de una palabra.
• Se le debe favorecer el vocabulario tanto en el aspecto articulatorio como en el aspecto semántico,
trabajando ambos paralelamente.
• Para ayudar al niño a articular, es necesario hablarle clara y lentamente para que el niño pueda
reconocer las palabras e imitarlas, siempre mirándolo a la cara. El niño pronuncia al principio sonidos
simples y luego más complejos; al niño pequeño no se le debe exigir sonidos demasiado difíciles y es
importante sensibilizar el oído del niño con un sonido por vez.
• En general o hay dificultad con las vocales, y para las consonantes nasales: m, n, ñ, se coloca los dedos
del niño en las aletas de la nariz del adulto mientras esta articula fuertemente, luego se invita al niño
que repita el sonido con los dedos en su nariz y que tome conciencia de la vibración nasal.
• Para las consonantes t y d, se coloca al niño frente del adulto de manera que mire la parte delantera de
la boca y el movimiento de la lengua por delante de los dientes y luego hacia atrás, Crear conciencia en
el niño de la diferencia del sonido de esas letras con la p, g, b y k.
• Para las consonantes v y j, se coloca la mano del niño en la laringe del adulto para que perciba las
vibraciones que se producen en ella. Se repite lo mismo con las consonantes f, s, y ch de manera que el
niño perciba la ausencia de las vibraciones y mostrarle que acústicamente son más sordas.
• Para las consonantes f y v, mostrar al niño como vacila la llama de una vela cuando coloca los incisivos
superiores en posición próxima o en contacto leve con el labio inferior.
• Para la consonante r, se coloca la mano del niño en la garganta del adulto mientras éste pronuncia una
serie de r y de sílabas con r y que tome conciencia de la vibración de la boca.
4. COGNICIÓN Y JUEGO
• El inicio del aprendizaje y del juego
• El desarrollo cognitivo que surge inicialmente se llama desarrollo sensorio-motor porque los niños
exploran el mundo a través de los sentidos. Los niños tocan y toman los juguetes y los objetos y los
llevan a su boca: están aprendiendo a ver las cosas, sentirlas, gustarlas, y a saber qué pueden hacer con
ellas. Están aprendiendo de qué modo la información que les llega de todos sus sentidos les hace
conocer un objeto. Los niños con síndrome de Down aprenden de la misma manera, pero puede haber un
retraso en su capacidad para explorar debido a que su desarrollo motor es más lento. Para algunos de
ellos, el retraso puede deberse también a aspectos sensoriales, como es su rechazo a sentir sus manos
mojadas o sucias. Por lo general, los niños con síndrome de Down van saliendo lentamente de estas
sensibilidades sensoriales.
• En la etapa siguiente, los niños aprenden sobre la causa y el efecto ―el hecho de que puedan hacer que
un juguete se mueva tirando de la cuerda, o de que se produzca ruido al agitar algo― y que pueden
avanzar en la solución de problemas sencillos como es encajar la forma correcta en el agujero correcto.
Aprenden también sobre la permanencia del objeto ―las cosas siguen existiendo aunque las tapemos―
y aprenderán a buscar y encontrar los objetos ocultos.
• Los bebés con síndrome de Down hacen todas estas cosas, pero en edades algo más retrasadas y tienen
más dificultades en las tareas que implican la solución de un problema conforme las tareas se hacen más
dificultosas. Se beneficiarán de las oportunidades del juego si hay un “compañero de juego” si les
muestra cómo hacerlo pero no lo hace en su lugar. Eso es lo que se llama entrenamiento o ensayo y lo
hacemos con todos los niños, pero puede que los que tienen síndrome de Down necesiten más apoyo en
el juego y durante más tiempo. Puede que no aprecien todas las posibilidades que un juguete ofrece sin
ayuda, y puede que entonces se dediquen al juego de manera simplemente repetitiva ―golpeando,
arrojando o montando los juguetes porque necesitan ayuda para pasar a la etapa siguiente.
5. Memoria
• las llamadas memoria implícita y explícita. La memoria implícita se refiere a las habilidades, como el andar
en bicicleta que lo hacemos automáticamente una vez que lo hemos aprendido, y la memoria explícita es
la que almacena hechos, experiencias y conceptos. Los niños con SD tienen más dificultad para la memoria
explícita ―quizá porque ello requiera la evocación consciente que utiliza el lenguaje.
• La mayoría de los investigadores han analizado la memoria operativa (traducida a veces como memoria de
trabajo): es el sistema de memoria inmediata que sustenta toda nuestra actividad mental consciente que
utilizamos para escuchar, ver, recordar, pensar y razonar. La información es procesada en la memoria
operativa antes de que se convierta en memoria a largo plazo. El sistema de memoria operativa incluye
dos componentes: el de la memoria a corto plazo verbal (auditiva) y el de la memoria a corto plazo visual.
• Los niños con síndrome de Down generalmente muestran habilidades de la memoria a corto plazo visual
mejores que las de la memoria verbal. Esto significa que aprenderán más fácilmente si la información se
les presenta de manera visual que si se les presenta de manera verbal. Por ejemplo, si se ilustran los
puntos clave de un cuento con imágenes ayudará a tu hijo a comprender y recordar mejor lo que está
ocurriendo. Le será mucho más difícil seguir el cuento si sólo lo escucha. Del mismo modo, aprenderá los
movimientos de danza si ve y copia al maestro, pero le resultará muy difícil seguir solamente las
instrucciones habladas. Para muchos niños con síndrome de Down, un programa u horario visual en el que
aparezcan imágenes que ilustren las actividades del día les ayudará a recordar lo que ha de suceder a lo
largo del día en casa o en la escuela.
• Este hallazgo sobre las dificultades de la memoria verbal a corto plazo es muy importante, dado que tanta
información a lo largo del día va a llegar al niño a partir de la gente que le habla ―ofreciendo una
información verbal que un niño con síndrome de Down va a tener muy difícil el procesarla y recordarla.
Además, la memoria verbal a corto plazo es importante para aprender a hablar, tanto para aprender
palabras como para aprender frases.