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Qué esconde el cerebro de los asesinos
1. ¿Qué esconde el cerebro de los asesinos?
Por: QFB AIDEÉ GARCÍA VÁZQUEZ
Con más frecuencia de la que nos gustaría, nos enteramos de crímenes horrorosos que nos
conmueven como sociedad. Si bien todo hecho de sangre es horrible, nos perturban más cuando el
asesino parece una persona completamente normal.
¿Qué hace que alguien decida tomar la vida de otra persona? Estudios científicos creen que muchos
asesinos nacen predestinados a serlo y que incluso podría tratarse de un defecto genético.
La mente del asesino
Puede ser tu vecino, compañero de trabajo o ese chico que conoces de la escuela que, de un día a
otro, comete un crimen horrible. Un científico de California lleva varias décadas estudiando el
cerebro de los asesinos y, tras mucho análisis, cree tener la respuesta.
El Doctor James Fallon ha dedicado gran parte de su carrera a desentrañar qué esconde la mente
de un sociópata mediante escáneres, pero su respuesta se escondía dentro de su propio cerebro.
Conversando con su madre, Fallon se enteró que en su familia hubo varios asesinos, por lo que
decidió examinar su cerebro, para buscar posibles causas genéticas y justo eso fue lo que encontró.
Este investigador, descubrió que una de las regiones del cerebro encargada de la ética del
comportamiento y control de impulsos tenía menor actividad que lo normal, algo que se repetía en
los asesinos que llevaba estudiando por años.
Para ir más allá, realizó un completo screen de sus genes y detectó un variante agresiva del gen
monoamina oxidasa A, también conocido como gen guerrero.
¿Nacido para matar?
Quienes tienen el llamado Gen guerrero no son asesinos por naturaleza, pero si tienen una mayor
predisición a protagonizar hechos violentos.
Este gen, se caracteriza por una mutación en la enzima monoamina oxidasa A, que tiene como
labor degradar la basura que dejan algunos neurotransmisores como la serotonina y
noradrenalina.
Las personas que poseen la mutación, tienen problemas para degradar estos neurotransmisores, lo
que se traduce en reacciones precipitadas y exceso de ira.
El tener el “gen guerrero” no transforma a una persona en asesino o psicópata, la gran mayoría de
ellos lleva una vida totalmente normal, aunque si están más expuestos a trastornos depresivos.
Nadie nace asesino, pero si se combinan una serie de circunstancias sumadas a una condición
genética que puede devenir en un escaso control de impulsos, una persona tendría una mayor
posibilidad de serlo.
El descubrimiento de James Fallon es tan interesante como peligroso; por un lado, se revela un
misterio y, por otro, podría significar una discriminación a personas completamente normales, por
el sólo hecho de llevar el gen equivocado.