2. Xbox One X
La primera consola de Microsoft con soporte 4K nativo a 60 fps para juegos
es una realidad de la que ya conocemos todos los detalles.
3. Xbox One X
Si definimos a la nueva Xbox One X como la consola de sobremesa más potente hasta ahora, no es por
capricho. Su ficha técnica es toda una declaración de intenciones a nivel de fuerza bruta para alcanzar el
objetivo principal marcado por Microsoft: juego nativo a 4K.
4. Xbox One X
Para alcanzar tal desempeño, Microsoft ha rediseñado el interior de la consola y muchos de los componentes,
en la mayoría de los casos de la mano de AMD y con diseños exclusivos. El procesador se compone de ocho
núcleos Jaguar modificados y que trabajan a una frecuencia de reloj de 2,3 GHz.
5. Xbox One X
Sin embargo, el verdadero golpe de Microsoft (y AMD) está en la GPU, que alcanza una potencia de 6 TFLOPs
(aquí todos los detalles de qué significa esto), lo mismo que una GTX 1070 de Nvidia y lejos de los 4 TFLOPs
de la PS4 Pro, pero mucho más de la Xbox One S, que está por debajo de 1,5 TFLOPs. Más clarificador
respecto a la ambición para el juego 4K es el hecho de que cuentan con 12 GB de memoria GDDR5 para un
ancho de banda total de 326 GB/s.