1. Los desacuerdos del acuerdo con las
Farc
Ante la avalancha de cuestionamientos sobre el acuerdo entre el Gobierno y las Farc, acerca
de la Jurisdicción Especial para la Paz, las delegaciones de ambas partes decidieron que la
subcomisión de juristas volverá a congregarse para “buscar solución a diferencias recientes
sobre la interpretación de algunos aspectos”.
En un comunicado conjunto indicaron que ayer se reunieron los negociadores en La Habana,
“en un ambiente respetuoso y constructivo” y con presencia de los países garantes (Cuba y
Noruega).
Informaron que los juristas volverán a debatir las posturas el próximo 17 de octubre y a
partir de allí desarrollarán un cronograma de trabajo.
El meollo del asunto sigue siendo la trasescena del acuerdo sobre la justicia y las víctimas,
firmado el pasado 23 de septiembre, y del cual en principio la opinión pública solo conoció
un comunicado de 10 puntos en desarrollo.
Después salió a relucir que en realidad lo pactado se contempla en un documento más
extenso de 75 puntos, que todavía está en etapa de construcción.
Los opositores sospecharon que la no publicación de ese texto más largo, significaba que el
Gobierno quería ocultar algo. El expresidente y senador Álvaro Uribe, por ejemplo, indicó
que con ello se pretendía esconder que no habría cárcel para los insurgentes.
El exmandatario ha moderado un poco su discurso frente al tema, aunque ayer volvió a
declarar: “insistimos en la necesidad de que los cabecillas de las Farc vayan a la cárcel, así
sea sentencia reducida o una granja agrícola con condiciones penitenciarias. La falta de
cárcel engendra nuevos criminales, la falta de cárcel no disuade al criminal. Que no vayan a
la cárcel los guerrilleros rasos es entendible, pero los cabecillas deben ir”.
Concluyó que “reparar a las víctimas no es castigo, es una obligación ética”.
La manzana de la discordia
El pasado jueves, el jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, respondió
a varios cuestionamientos de alias “Iván Márquez”, su homólogo de las Farc, quien insinuó
que la contraparte estaba faltando a su palabra y que el sistema jurídico acordado no daba
lugar a modificaciones sustanciales, pues ya “está cerrado”.
2. De la Calle le recordó que era por todos sabido que el acuerdo aún estaba en desarrollo.
“Al documento le falta”, le había dicho al propio “Iván Márquez”, antes de la firma del
presidente Juan Manuel Santos y “Timochenko”, el comandante de los insurgentes.
Para demostrarlo, enumeró cinco de los subtemas en los cuales todavía no hay definiciones:
el secuestro, la extradición, las restricciones a la libertad, el tratamiento judicial a los
agentes del Estado y el Tribunal de Paz (ver los recuadros anexos).
Durante el quinto encuentro del Consejo Nacional de Paz, el ministro de Justicia, Yesid
Reyes, manifestó este viernes que “lo que estamos viendo ahora respecto de lo que se ha
acordado o falta por acordar, tiene muchísimo que ver con este tema. Necesitamos hacer
pedagogía de lo que se ha hecho, lo que se está haciendo y lo que viene”.
1. ¿EL DELITO DEL SECUESTRO PODRÍA SER OBJETO DE UNA AMNISTÍA?
FARC
El grupo ha defendido la tesis de que los delitos que la justicia les imputa se cometieron en
el marco de su lucha rebelde contra el Estado. Así, acciones como el secuestro no deben
entenderse aisladas y mucho menos con fines terroristas. En la década pasada tampoco
hablaban de tener secuestrados, sino “prisioneros de guerra” o “prisioneros políticos”.