6.
EL COMUNISMO EN AFRICA
El fin de lo que se ha llamado peyorativamente "Colonialismo", en el Continente Africano ha sido,
hablando con toda propiedad, una auténtica "Contra Revolución”. La Revolución la llevaron a cabo,
durante, unos tres siglos, puñados de europeos; hombres como Van Riebeck el holandés, pionero en
Sudáfrica; Sevorgnan de Brazza, Graziadi, el Duque de Aosta, Livingstone, Lyautey, Cecil Rhodes, Kruger,
Bartolomé Días, Saldanha... que convirtieron un Continente salvaje en un vergel. Pero la actual
Contrarrevolución fue fomentada por los revolucionarios profesionales, desde la URSS y, en menor escala,
desde Pekín. El dinero, motor de toda algarada comunista desde hace más de sesenta años, naturalmente,
salió de Occidente: de Nueva York y de Londres, por este orden de importancia.
Lenin ya dijo que el camino de París pasaba por Argel. Así los comunistas de todo el mundo,
obedientemente, ayudaron, según sus medios, la rebelión de los árabes de Argelia contra la metrópoli. Y en
el puerto de MerselKébir hay una base de submarinos soviéticos. Argelia funciona, económicamente bajo
un férreo control estatal de tipo marxista, y apoya a las bandas de partisanos del "Frente Polisario", a su
vez sostenidos tanto por la URSS como por China Roja.
Libia no es comunista; al menos no parece que lo sean, subjetivamente, sus líderes. Pero lo cierto es que la
Política es pragmática; que lo único que para ella cuenta es lo objetivo y que, desde ese ángulo, la política
del demasiado famoso Coronel Khadaffi sólo orienta en el sentido de atacar, cuanto puede, a Occidente. Y
su apoyo a la facción comunista que ha tomado el poder en su vecino Tchad es demasiado público y
notorio para que valga la pena negarlo.
Etiopía y Somalia son dos estados dominados por el Comunismo, prosoviético el primero, y
probablemente prochino el segundo. Y si Egipto se mantiene alejado de la influencia comunista, de
momento no puede decirse lo mismo de su vecino, el Sudán.
Marruecos y Mauritania lo puede decirse que sean comunistas; especialmente el primero pasa por un
”baluarte" anticomunista en Africa del Norte. Queda por ver lo que vale ese supuesto ”baluarte” y, sobre
todo, sería curioso saber si es, realmente, un ”baluarte” sólido. En todo caso, lo menos que puede decirse
es que Marruecos no es un estado proeuropeo. Ese resquemor contra Europa, y especialmente contra
Francia, es, objetivamente, favorable al Comunismo.
El supuesto gran (203 centímetros) patriota, Charles De Gaulle, batió el récord de los abandonismos
cuando, entre 1958 y 1960 concedió la independencia (?) a catorce, "naciones" africanas: las ya citadas
Tchad y Mauritania, más Gabón, Guinea, República del CongoBrazzaville, Togo, Camerún, Malí,
(Sudán), República del Niger, Alto Volta, República CentroAfricana (UbanguiChari), Costa del Marfíl,
Dahomey y Senegal. Todas estas "naciones" votan en la ONU. Sus delegados con corbata y todo
discuten gravemente con el delegado nepalí, o el bhutanés o el de Mongolia Exterior, problemas de índole
cósmica, aunque tal vez vaya una "s" de más. En alguna de tales "naciones” dominan gobiernos
comunistas, como en Guinea. En otras, como en la República CentroAfricana “reinó” un curioso
individuo que se hizo llamar nada menos que "Emperador", un tal Bokassa, que luego, según la prensa,
resultó practicar el canibalismo. En todo caso, si bien es cierto que el Comunismo, que es algo tremendo,
es también tremendamente serio, y que, por tanto, no puede fiarse de los hombres de paja que coloca en
tales "naciones", porque los niños no son de fiar en asuntos que competen a las personas mayores, no es
menos cierto que territorios de casi infinitas potencialidades, puestos en valor por el hombre blanco, han
escapado, en todo caso, a su control. Esto es, ya, un éxito grandioso del Comunismo, Los comunistas de
las metrópolis, tanto en Francia como en Inglaterra, en Bélgica o en Portugal, han hecho cuanto en su
mano ha estado para posibilitar la caída de sus Imperios Coloniales, teóricamente, para acceder a la
independencia; prácticamente, para ir a caer en manos de un neocolonialismo que, si no les da de comer,
ni les civiliza dentro de lo posible sí en cambio alimenta su complejo de inferioridad o algo más que
complejo con argumentos sofísticos para odiar al Blanco.
11. inconcebibles como el demasiado famoso "Complejo de Edipo”. Y el caso es que tal "Complejo de Edipo"
no solamente nunca ha existido excepto, tal vez, en algunos seres marginales y depravados sino que
también Freud, además, comprendió mal o, más probablemente presentó mal toda la base de tal
“complejo". Lo basó en un antiguo mito griego, la historia de Edipo, inmortalizado por Sófocles. Freud
adelantó la teoría de ese “complejo” en 1910, pero no fue hasta 1920 cuando publicó tres ensayos
estableciendo los fundamentos de esta teoría como proyección de la “sexualidad infantil". Se ha dicho que
el complejo de Edipo es el núcleo de todas las neurosis y constituye la parte más importante de su con
tenido, porque ese complejo, al aparecer en el comienzo de la vida, crea la base para todas las demás
neurosis que irán apareciendo. Pero el caso es que no existe la más mínima prueba, la más débil evidencia
de la existencia de esa supuesta "sexualidad infantil” que Freud sitúa en el primer año de vida. Pero eso no
preocupa a Freud, Si la "sexualidad infantil” no existía, se inventaba. Construyó el Complejo de Edipo al
transferir sus propias obsesiones sexuales favoritas sobre el mito de un viejo rey griego, Layo de Tebas
Cuando Layo consultó al Oráculo de Delfos, éste le profetizó que un hijo que tendría con su esposa Yocasta
le daría muerte. Cuando nació el hijo, Layo se lo arrebató a Yocasta y mandó que lo abandonaran en el
Monte Citero para que muriera de hambre y de frío Un pastor encontró al niño y le cuidó y educó. Un día,
Layo encontró a Edipo, con el que tuvo una absurda discusión sobre quién debía pasar primero por un
estrecho desfiladero, y Edipo le dio muerte. Este se fue a Tebas, donde conoció a la viuda de Edipo y se
casó con ella. Entonces apareció el pastor que reveló el verdadero origen de Edipo. Este, desesperado, se
pincho los ojos mientras Yocasta se colgaba de un árbol. Esta leyenda, convertida luego en un clásico de la
tragedia griega, tiene profundas implicaciones, subrayadas por Sófocles, en el sentido de que debemos ser
conscientes de nuestra propia identidad si queremos desarrollar nuestra vida satisfactoriamente, pero Freud
pareció no comprender esto, al contrario, lo que hizo fue distorsionar completamente la leyenda al
pretender que todo niño de sexo masculino, en su primer año de infancia, mientras se debate en los
tormentos de la sexualidad infantil, enloquece de celos contra su padre, a quien desearía matar con objeto
de poder fornicar con su madre. Thomas Szasz asegura que sólo un judío podía aportar a un mito
tradicional tal perversión y tal distorsión, y, por nuestra parte, nos limitaremos a hacer notar que Edipo,
que nunca conoció a su padre, difícilmente podía tener celos de él, como tampoco podía tener deseos de
yacer con su madre, de la que le separaron instantes después del parto.
Pero Freud, impasible, pretendió que gran parte de las neurosis se debían a la ”frustración" del niño, que
no podía ni yacer con su madre ni matar a su padre; así el niño padecía una "represión" que le afectaba
mentalmente, bajo diversas formas, en el resto de su vida. En realidad, todas las teorías de Freud,
injertadas de sexo ad nauseam, no sobrepasaron nunca el estado de la pura e indemostrable teoría. Tal, por
ejemplo, el pseudodogma de la "homosexualidad reprimida según la cual en casi todo hombre existe,
latente, un deseo homosexual Es famoso el "estudio" que Freud hizo de Leonardo Da Vinci,
"demostrando" que era un invertdio, como según él la mayoría de genios de la Cultura Occidental.
Lo que debiera tenerse muy presente al estudiar el caso de Freud es que, en todo caso, sus teorías sólo
podían fundamentarse, prácticamente, en sus pacientes que, durante muchos años y en su gran mayoría,
fueron judíos. Desde Belloc, hasta Mullins, todos los especialistas del tema, incluyendo otros numerosos
judíos, han afirmado que la etnia judía es muy propensa a las enfermedades y desordenes mentales.
En sus libros, Freud se queja a menudo del hecho de que los pacientes Gentiles le evitaran. Pero aún
admitiendo el hecho de que el judío, en general, es un individuo obsesionado por el sexo, se hace difícil
creer que las teorías freudianas tengan una contrapartida en la realidad, judía o gentil.
Según el ya aludido Szasz “la pseudociencia de la Psicoterapia es un instrumento del judío utilizado para
obtener poder sobre el Gentil”. (Szasz: "Siegmund Freud, the Jewish Avenger") Freud fue nieto de un
rabino, sionista de la primera hora y amigo personal de Herzl, padre del Sionismo moderno.
Naturalmente, hay psiquiatras que, más correctamente, deberíamos llamar psicólogos que no pueden en
modo alguno ser englobados en la categoría de farsantes encabezada por Freud. Tal, por ejemplo, Jung,
que se separó de Freud, harto de sus obsesiones sexuales: "para Freud todo son símbolos sexuales; ¿un
anciano se apoya en un bastón? En su subsconsciente está empuñando un falo. Un contable coge una
pluma ¿para anotar una cifra en una cuenta? Ese es el pretexto, pues, en su subsconsciente otra vez es el
13. por vez primera, en un ser humano, se ensayó en ella la droga del "LSD". Cuando la actriz salió del
hospital, física y moralmente deshecha, presentó denuncia por secuestro y malos tratos, pero fue
nuevamente internada en un manicomio, donde el doctor Freeman, un psiquiatra israelita, practicó en ella
la lobotomía, convirtiéndola prácticamente en un vegetal. A Arnold se le aconsejó que cejara sus
investigaciones; primero fue echado del periódico en que trabajaba, y luego sufrió un accidente de tráfico
de resultas del cual murió.
Ya que hablamos del LSD mencionemos, de paso, que fue un psiquiatra judío del Bronx neoyorquino, el
Doctor Sidney Gottlieb quien dirigió personalmente el programa LSD en la CIA, desde 1951 hasta 1956.
A través de Teddy Koollek, un terrorista de la "Hagartah" que era amigo personal del Director de la CIA,
Allen Dulles, Gottlieb obtuvo poderes casi omnímodos para el uso de la droga contra “potenciales
enemigos internos" Este Kollek es, en la actualidad, el Alcalde de Jerusalem. Pero en 1953, Kollek,
Gottlieb y otros correligionarios, George White (a) Weiss y el Doctor Ike Feldman, administraron una
dosis masiva de LSD a un grupo de científicos anticomunistas en un “party" celebrada en Fort Detrick,
Maryland.
Todos los científicos quedaron convertidos en piltrafas humanas, y uno de ellos, Frank Olson, murió,
Veinticinco años después, su viuda, al enterarse de las verdaderas circunstancias de la muerte de su
marido, se querelló contra el Gobierno de los USA y cobró una indemnización de tres millones de dólares.
Notorio es también el caso de Marion Zionchek, miembro del Congreso, que acusó al Director del FBI de
solapar actividades antiamericanas y anticonstitucionales, cual era, por ejemplo, infiltrar agentes en grupos
legalmente autorizados, como el Ku Klux Klan, para provocar su pérdida con actos provocadores. Esto se
sabe hoy, oficialmente, que era cierto. Pero entonces trajo como consecuencia que Zionchek, a pesar de su
"inmunidad parlamentaria”, fuera internado en el Hospital de Saint Elizabeth, durante siete años. Fue
tratado por un equipo de psiquiatras que lo soltaron en un estado que sus amigos describieron como el de
un "zombi". A los pocos días cayó desde el ático de su casa en Seattle. El veredicto fue suicidio, pero sus
amigos afirmaron que fue “empujado". Por cierto que en ese mismo hospital de Saint Elizabeth
permaneció encerrado durante trece años el gran escritor Ezra Pound, hasta que fue liberado por la presión
de sus amigos y colegas.
Incluso los más elevados miembros del gobierno americano están lejos de quedar exentos del brazo
todopoderoso de la tenebrosa "mafia" médica en los Estados Unidos. El Secretario de Defensa Forrestal,
que se oponía firmemente al deseo de Truman y del "Brains Trust” que éste heredó de su predecesor
Roosevelt, de colocar todo el poderío militar norteamericano al servicio del Estado de Israel, sufrió súbita
mente una inesperada "depresión nerviosa". Fue llevado al Hospital Bethesda y "cayó" por la ventana. Se
afirmó que cuando "cayó" estaba drogado.
En el mismo hospital "cayó" el Senador Joseph McCarthy, el perseguidor de espías y traidores comunistas.
Todo esto en el país que se supone el abanderado de la Libertad. Mientras, al otro lado, en la Unión
Soviética, ya nos informa Soljenitzin que la reclusión de los opositores al régimen soviético en
manicomios es moneda corriente. Y este paralelismo puede observarse en las instituciones armadas de
ambos colosos que se reparten el dominio del mundo. Mientras en la URSS los comisarios políticos tienen
autoridad sobre los más altos mandos militares, en el ejército norteamericano los psiquiatras de las Fuerzas
Armadas están en su perfecto "derecho" de encerrar en un manicomio, el tiempo que quieran, a cualquier
soldado o a cualquier general que manifieste tendencias o ideas consideradas ”subversivas”.
El tema es arduo, pero tentador. Podríamos escribir sobre él un libro entero. Dentro de los límites de este
artículo hemos querido limitarnos a los casos que nos han parecido más reveladores.
Joaquin Bochaca.
Nº 97 Mayo de 1981
20. pese al informe en contra de la Comisión de Honores de la Casa Real.
Sigamos. Lord Elland fue denunciado por Scotland Yard como cómplice de un tal Ricardas Viagauskas, un
hebreo lituano que (¡oh, coincidencia!) tambien trabajaba para el Mossad y la K.G.B.. Viagauskas fue
expulsado de la Gran Bretaña, pero a Lord Elland no le sucedió nada. Dice “Spotlight": "KaganElland
había adquirido sorprendentes contactos e influencia en los medios políticos británicos, y pronto utilizó
sus conocimientos e influencia para situarse entre la élite dirigente del Establishment inglés,
probablemente haciendo chantaje, primero al gobierno de Harold Wilson, y luego a los conservadores.
Kagan dirigía el terrorismo del Mossad en Europa, y su especialidad consistía en la provocación, es decir,
en perpetrar atentados contra elementos izquierdistas, liberales e incluso judíos, y luego desviar las culpas
hacia organizaciones nacionalistas o derechistas. Los servicios de contraespionaje británicos parecían
incapaces de actuar contra Kagan, debido a sus misteriosas protecciones, la menor de las cuales no era la
de pertenecer a la Cámara de los Lores, lo que le garantizaba la inmunidad parlamentaria. Pero el golpe
para Kagan vino desde Francia. El entonces Presidente, Valéry Giscard d'Estaing, del que se decía que, en
privado., maldecía de la “omnipotencia sionista ", mandó un informe por la vía diplomática normal al
Foreign Office en el que se demostraba que Kagan era un agente soviéticoisreaelita, culpable de la
organización de actos de terrorismo en Francia y en Inglaterra. Durante unos meses no pasó nada, pero la
presión de los servicios británicos de contraespionaje sobre su propio gobierno se hizo tan fuerte que no
hubo más remedio que llevar a cabo eso sí, ¡con guante blanco! una investigación oficial. Insólitamente,
el embajador de Israel en Londres, Menachem Savidor, intervino ante las autoridades inglesas en favor del
presunto ¡y más que presunto! espía. Algo sin precedentes en la historia de la diplomacia mundial.
Absurdamente, un hombre acusado de tremendos crímenes contra su patria oficial, de adopción, fue puesto
en libertad bajo fianza, y, sin esconderse, a la vista de todo el mundo, cogió el avión y se fue a Israel,
donde fue recibido como un héroe nacional. Una vez fuera de Inglaterra Kagan, la investigación se puso en
marcha en serio. Parece como si hubiera interés en permitir que se marchara. Increíble. Todavía no hay
indicios absolutos de la extensión de los daños causados por Kagan, pero parece que son inmensos, y,
desde fuego, muy superiores a los originados por los otrora famosos Burgess y Maclean. Una cosa aparece
como cierta: aún y cuando colaborara para el Mossad, sus mejores servicios los prestó a la URSS.
Unos días después de la llegada de Kagan a Israel, estallaba en los Estados Unidos el escándalo David
Aaron. Alto funcionario de la delegación americana en las Naciones Unidas y, al mismo tiempo, miembro
de la C.I.A., cometió la " indiscreción " de mencionarle al delegado de la Polonia comunista los nombres
de varios agentes occidentales que trabajaban tras el Telón de Acero. Tal indiscreción es increíble en un
funcionario de la talla de Aaron. Las consecuencias de esa “indiscreción" que cabalmente se parece a una
traición, y objetivamente lo es, fueron, como es lógico, que numerosos agentes occidentales cayeron en
manos de los soviéticos y el trabajo de muchos años se perdió para nada. David Aaron es un sionista
público y notorio que, como la gran mayoría de ellos, ayuda, directa o indirectamente, y siempre
objetivamente, a la URSS,
Hemos cogido estos dos casos, clamorosamente escandalosos y bien recientes, como más demostrativos.
Pero hay muchísimos más. Casi a diario. Aparecen mencionados en periódicos de escasa tirada, e incluso
en diarios importantes y sometidos, naturalmente, al Establishment, pero mencionados de manera sibilina,
logrando, la técnica expositiva, que pasen prácticamente desapercibidos. Y así va Occidente. Creyendo en
estupideces como el antisemitismosoviético, de manera que, ¡para que se enfaden los soviéticos !, se
ayuda a Israel y se ataca a los europeos y a los árabes, ¡Genial!
J.Bochaca
Nº 100 Octubre de 1981