cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
Reflexión echado fuera del nido.
1. (El Señor) lo guardó como a la niña de su ojo. Como el águila que
excita su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los
toma, los lleva sobre sus plumas, el Señor solo le guió.
Deuteronomio 32:10-12.
2. • Os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Éxodo 19:4.
En Europa, el águila, majestuosa ave de rapiña, construye su nido
a una altitud de 1500 metros más o menos, en rocas escarpadas.
Lo hace con ramas y lo tapiza con materiales más suaves como
lana y pieles, para que sea más confortable. Los aguiluchos
permanecen mucho tiempo allí, pero cuando llega el tiempo en
que deben aprender a volar, el águila emplea un método de
educación muy singular. Saca del nido todo lo que lo hace cómodo
y la madre empuja al aguilucho al vacío. Pero ella vigila volando
por encima de él para tranquilizarlo, y lo incita a imitarla. Si el
aguilucho se acerca peligrosamente al suelo, su madre, rápida
como un rayo, se lanza debajo de él y lo recoge sobre sus alas.
¡Qué hermosa imagen de los cuidados de Dios para con sus hijos!
Él quiere verlos crecer, madurar y estar firmes en la adversidad. A
veces, mediante fuertes pruebas, él trastorna una vida demasiado
cómoda. ¿Hay que dudar de su amor, sentir pánico o perderse en
los porqués? ¡No! Como el águila que no pierde de vista a su
aguilucho, nuestro Padre celestial nos vigila. Quiere hacernos
experimentar su presencia en el torbellino. Quiere mostrarnos su
poder y sus cuidados. La fe no es una cuestión de emoción o de
sentimientos, se expresa con hechos: confiar en nuestro Señor,
quien conoce muy bien las necesidades de sus redimidos.
DIOS TE BNEDIGA