1. MUJER, CIENTIFICA ,ESPAÑOLA
¡Siempre han estado ahí pero no siempre han sido vistas!
Cien años que llevan otorgándose los premios Nobel, pero tan solo 57 han sido
otorgados a mujeres, frente a más de 800 hombres que han logrado con ese galardón
de ellas, 17 han ganado el Nobel de la Paz y 16 el de Literatura. Lo cual viene a decir que,
en más de 100 años de historia, solo 23 mujeres han obtenido uno de los galardones
más importantes del mundo en el terreno de las ciencias, incluyendo a dos mujeres que
se llevaron el de Economía que no es estrictamente un premio Nobel ya que así lo quiso
su fundador. De esa veintena, solo cinco (dos de ellas en 2020) lograron el premio sin
compartirlo con ningún hombre.
Además, entre esas mujeres científicas que consiguieron ese altísimo
reconocimiento no hay ninguna española. ¿Quiere decir que no existen mujeres en el
mundo de la ciencia en España? Nada más lejos de la realidad, las mujeres tienen más
presencia en universidades o en laboratorios, pero no así en congresos, eventos
científicos o mesas de debate donde se hace pública su valía.
Por ello, la Fundación AXA a través de Constantes y Vitales, crearon una base de
datos para hacer accesible el talento femenino en la ciencia que ya recoge más de 3.000
investigadoras y tecnólogas. Y como forma de conmemorar este Día Mundial de la
Ciencia, qué mejor manera que honrar a esas mujeres científicas españolas que están
liderando los avances hoy en día, aunque, aún, no hayan ganado un Nobel.
Vamos a conocer algunas de ellas y hacer hincapié en una de ellas que llama
especialmente la atención por su empeño en ayudar a caminar a niños con dificultades
para hacerlo.
Margarita Salas, bioquímica
Está considerada una de las mujeres españolas más importantes en el mundo de la
ciencia, concretamente en el campo de la bioquímica. Discípula de Severo Ochoa (él sí
ganador del Nobel de Medicina en 1959), fue la creadora del primer grupo de
investigación en genética molecular de España y, en 2016, fue la primera mujer en
recibir la Medalla Echegaray de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Entre sus mayores logros está el del ADN polimerasa, una proteína que interviene en
cómo las células replican su ADN y que, además de ser una de las patentes españolas
más rentables hasta la fecha, permite que si tenemos una muestra de ADN escasa
podamos amplificarlo hasta poder analizarlo debidamente. Murió en 2019 a los 80 años
y tras su fallecimiento, el Centro de Investigaciones Biológicas de CSIC pasó a llamarse
Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas.
María Blasco, bióloga molecular
La actual directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) es una
referente mundial en el estudio de los telómeros –la parte final del cromosoma que lo
2. protege frente a la degradación y cuya longitud es una variable importante para
cuantificar la esperanza de vida genética de un ser humano- y la telomerasa –la enzima
encargada de controlarlos- y la relación de estos con el cáncer y el envejecimiento.
Rosa Menéndez, química
Es la primera mujer, desde noviembre de 2017, que llega a presidir el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC) desde la fundación de este organismo en 1939. Su
investigación se ha centrado en los materiales y las fuentes de energía, con una especial
atención a la optimización de los procesos de conversión del carbón y revalorización de
sus derivados, así como los procedentes del petróleo, en la búsqueda de tecnologías
limpias de ambos combustibles fósiles. Además, en los últimos años se ha interesado
por el grafeno y sus usos en biomedicina y como almacenamiento de energía.
Alicia Calderón, física. Formó parte del equipo que descubrió el bosón de Higgs, una
partícula elemental que se cree fundamental en el origen de la masa del universo y cuya
existencia no pudo demostrarse hasta 2014 gracias, en parte, al análisis realizado por
Calderón y otros investigadores de los datos extraídos en los experimentos que usaron
el acelerador de partículas de CERN. Actualmente, su trabajo se centra en la búsqueda
de materia oscura.
Flora de Pablo, medicina. Una de las fundadoras de la Asociación de Mujeres
Investigadoras y Tecnólogas y su primera presidenta. Doctora en medicina lidera un
equipo que investiga los mecanismos fisiológicos que regulan la proliferación,
diferenciación, competición y muerte celular cuyas aplicaciones médicas podrían servir
en enfermedades de degeneración del sistema nervioso y especialmente en el
Alzheimer, una enfermedad que afecta actualmente a cerca de 50 millones de personas
en todo el mundo.
En esta ocasión nos vamos a centrar La ingeniera que sueña con hacer andar a los niños
que van en silla de ruedas:
Elena García Armada (Valladolid, 1971). Ingeniera industrial, doctora en Robótica,
investigadora del Centro de Automática y Robótica (CAR) del CSIC y cofundadora de la
empresa Marsi Bionics. Ella tiene más que un brillante currículo. Su capacidad
innovadora le ha llevado a liderar el desarrollo del primer exoesqueleto pediátrico del
mundo, ATLAS, diseñado para ayudar a caminar a niños que sufren tetraplejia y atrofia
muscular espinal. Este enorme descubrimiento, que recibe el nombre de Atlas 2020, se
compone de un peto mecánico en el que está integrado un robot que interpreta los
movimientos que quiere llevar a cabo el menor. Este robot también es posible gracias a
otro descubrimiento anterior de García Armada, Silo 4, un sistema de sensores que
informa al robot de los diferentes cambios que se producen en el entorno. Un invento
usado también en labores de rescate y de desminado. Esta investigadora en robótica del
CSIC trabaja ahora para adaptar el dispositivo a otras enfermedades, como la parálisis
cerebral.
García, que mostró sus diseños en el congreso mundial de robótica IROS
2018 celebrado recientemente en Madrid, expuso que la idea de construir el dispositivo
3. surgió en 2010 como parte de un proyecto del CAR, que comenzó cone desarrollo de
un robot biónico para Daniela, una niña que quedó tetrapléjica tras un accidente. Ella
fue el origen de toda esta historia. Previamente, tenía intención de trabajar en el campo
de exoesqueletos enfocados a incrementar la fuerza de los trabajadores de la industria
pesada, pero fue entonces cuando conocieron a Daniela para la que se creó el primer
prototipo. Logró con su equipo que el prototipo ATLAS funcionara .Fue probado con ella
en el tercer año de su desarrollo, cuando la niña tenía nueve años. Esto supuso un doble
hito: fue el primer exoesqueleto pediátrico y el primero en tetraplejia y sigue siéndolo.
García y su equipo desarrollaron el primer exoesqueleto para tetraplejia. Lo probó una
niña de nueve años, que logró levantarse de la silla y caminar.
En su primera versión era un armazón de aluminio y titanio de nueve kilos de peso
compuesto por cables, motores y varios tipos de sensores (fuerza, presión, temperatura,
etc.), que sirven para descifrar las intenciones del portador para asistirle en los
movimientos que desee hacer.
El objetivo de que Daniela se levantara y pudiera caminar con ayuda del robot se
cumplió. El avance tuvo mucha repercusión. En España afecta a uno de cada 10.000
bebés, ocasiona que los músculos estén cada vez más débiles, debido a la muerte de las
motoneuronas. Los niños con AM tipo 2, no llegan a andar nunca y los efectos de esto
sobre su salud son drásticos hasta el punto de que se produce una escoliosis tremenda,
debido a que los músculos torácicos no se tonifican lo suficiente y no son capaces de
sustentar la espalda. Todo ello conduce a una disfunción pulmonar que agrava su estado
de salud y condiciona su esperanza de vida. El hecho de que estos niños pudieran andar
con este tipo de dispositivos ayudaría a fortalecer su musculatura y a mejorar su calidad
de vida en gran medida.
Este reto, ayudar a niños afectados por atrofia muscular espinal tipo 2, fue el siguiente
que abordaron García y su equipo de la empresa Marsi Bionics.
Un robot para mantenerse en pie y caminar
El exoesqueleto ATLAS “se adaptó y se mejoró para esta enfermedad, se tuvieron cuenta
las retracciones articulares causadas por la inmovilidad y las luxaciones de cadera que
suelen padecer. Modificaron la parte mecánica, el software de control, la ergonomía y
todo el sistema ortoprotésico que sujeta al niño/a. Otro hito ha sido el desarrollo de un
robot pediátrico destinado a ayudar a niños afectados por atrofia muscular espinal
El modelo, denominado ATLAS 2020, está fabricado con aluminio y tiene un peso
de doce kilos, que el niño no nota porque se descarga en el suelo. Consiste en unos
largos soportes, llamados órtesis, que se ajustan y adaptan a las piernas y al tronco. En
las articulaciones, una serie de motores imitan el funcionamiento del músculo y aportan
al niño la fuerza que le falta para mantenerse en pie y caminar. El sistema lo completan
una serie de sensores, un controlador de movimiento y baterías de litio recargables con
cinco horas de autonomía. La seguridad, ausencia de efectos
secundarios y usabilidad del dispositivo son el objetivo del estudio además del
tremendo impacto que tenía en la motivación de los niños y en su autoestima.
4. Álvaro, de cinco años y afectado por atrofia muscular espinal, camina hacia sus padres
durante una prueba del exoesqueleto.
Un ejemplar de exoesqueleto ATLAS 2030 está funcionando ahora en el servicio de
Rehabilitación del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y el equipo está en
conversaciones con la Comunidad de Madrid para que se instalen varios de estos robots
en distintos hospitales madrileños. Los resultados del exoesqueleto son fascinantes
como una herramienta potentísima de rehabilitación. Solo queda que salgan al mercado
y se puedan adaptar a otras enfermedades para como bien es sabido es necesaria
financiación.
ATLAS 2030, su actual diseño, sirve para algunos casos de parálisis cerebral, pero para
la más frecuente que es la espástica, en la que los niños sufren espasmos y movimientos
incontrolados, habrá que realizar modificaciones que están en estudio para adaptarlo.
¿No crees que esta mujer investigadora y emprendedora e inconformista es
merecedora de un reconocimiento galardonado? . Su sueño, debería ser el de todos,
que todos los niños que estén ahora en silla de ruedas tengan la oportunidad de usarlo.
Por ello los altos cargos deberían financiar, conocer y promocionando su valía y la de
tantas otras.