La cultura cajamarca se extendió entre 200 a.C. y 1300 d.C. en el norte del Perú, y tuvo como actividades económicas principales la agricultura, especialmente de papa, y la ganadería. Su organización política fue militarista y estaban divididos en caseríos gobernados por sacerdotes guerreros. Construyeron necrópolis, canales de riego e hicieron cerámica trípode de arcilla blanca, destacando las Ventanas de Otuzco como su expresión cultural más representativa.