1. MODELO EDUCATIVO
ADVENTISTASomos llamados al servicio de la iglesia para educar, preparar y
disciplinar a los jóvenes en la actualidad, la humanidad enfrenta un gran
reto de sobrevivencia donde la educación en general y el aprendizaje,
en particular es mucho más que recolectar conocimientos, o construirlos.
2. Cada agente formador que imparta una educación adventista
debe ser un maestro que evidencie el amor de Cristo Jesús en
su vida personal, consagrado en estudiar la palabra de Dios, y
predicar lo que vive y estudia, un docente comprometido con
Dios, consigo mismo y con la sociedad
El papel del docente
3. ÁREA ESPIRITUAL
• Reconoce a Dios como su creador, su salvador y sustentador,
estableciendo una relación de dependencia constante con él
• Conoce y vive de acuerdo a los valores, normas y principios
cristianos establecidos en la palabra de dios.
• Testifica a través de sus actos y vivencias por precepto y
ejemplo integrándose a su comunidad con espíritu de servicio.
Área física
• Reconoce que su cuerpo es templo del espíritu santo.
• Conoce y practica los principios de higiene y cuidado personal.
• Practica el ejercicio físico para lograr un desarrollo armonioso,
generando hábitos de calidad en su vida personal.
4. • ÁREA INTELECTUAL
• Competente en resolver problemas de forma creativa con
razonamiento lógico y verbal.
• Idóneo para competir en cualquier área académica con el
fin de superarse en todos los ámbitos.
• ÁREA SOCIAL
• Respeta las normas y valores en la sociedad teniendo
como base principios cristianos.
• Conoce y valora las costumbres de su comunidad
formando su identidad nacional.
• Se comunica con valor y propiedad y ejerce un liderazgo
positivo.
5. EL DOCENTE Y SU FORMA DE
EXPRESARSE
Cada docente debe experimentar a Cristo Jesús en su
vida, amar como él, soñar com él, pensar como él, vivir
como él, sentir como él, sonreír como él, el docente en su
expresión estará evidenciando el carácter de Jesús.
6. CONCLUSIÓN
Nos estamos acercando rápidamente a la crisis final de
la historia de este mundo, y es importante que
comprendamos que las ventajas educativas ofrecidas
por nuestras escuelas son diferentes de las ofrecidas
por las escuelas del mundo.
El carácter de Cristo es el único modelo perfecto que
hemos de copiar.