2. ¿A quién no le ha pasado por la cabeza la idea de montar
su propio negocio?
Para…
- Poner en práctica una idea novedosa y
potencialmente rentable.
- Salir de un entorno de trabajo incómodo y
apostar por ser tu propio jefe.
- Obtener un cierto reconocimiento, mejorar tu
posición financiera, tener libertad de horarios.
- Demostrarte a ti mismo que puedes lograrlo.
3. ¿Falta de espíritu emprendedor?
Posiblemente, incluso de las carreras
universitarias orientadas a la
creación de empresas, o incluso de
las escuelas de negocios, salen
poquísimos emprendedores.
4. ¿Miedo?
Quizás exceso de prudencia o aversión al
riesgo. Posiblemente sea un problema
cultural. En todo caso no es un término
demasiado riguroso y habría que
profundizar en sus orígenes.
5. ¿Falta de recursos? ¡No lo
creo!
Busca en Internet y descubre que hay
empresas, asociaciones y particulares
dispuestos a invertir en ideas de negocio
bien explicadas y con perspectivas de
éxito.
6. ¿Exceso de burocracia?
No es un motivo suficiente para
acabar con la iniciativa del
emprendedor ciertamente
motivado.
7. Entonces…
¿cuál es el problema para que un
empresario en potencia, con una
buena idea y espíritu emprendedor,
no se lance a conquistar su futuro
capitaneando su propia nave?
8. 3 factores fundamentales que
paralizan el proceso:
-Incultura emprendedora.
-Falta de reconocimiento social
e institucional del
empresario.
-Sistema educativo que no
fomenta el emprendimiento.
9. Es algo que antes o después
tendremos que afrontar como
nación:
- Venciendo inercias sociales y
culturales.
- Apostando por políticas de medio y
largo plazo que permitan desarrollar
el tejido productivo, fomenten el
empleo y mejoren las expectativas
de las generaciones futuras.
10. Pero, hay buenas noticias.
En nuestra sociedad conviven personas con
buenas ideas y personas dispuestas a
financiar las buenas ideas. Porque muchos
disfrutamos trabajando para desarrollar
nuevos proyectos y nuevas empresas, y no
dudamos ni un instante en
que, realmente, merece la pena apostar
por ello.
11. Aunque a veces duermas poco, aunque
a veces te caigas y tengas que volver a
iniciar la carrera de despegue…
…sin ninguna duda experimentas una
enorme satisfacción con cada
pequeño logro, porque es tu creación
y tu pasión lo que está en juego.
12. La verdadera satisfacción está en el
camino, en las victorias y en las
derrotas, en el aprendizaje…
… en definitiva, en el proceso de
transformación de la idea en una
realidad empresarial
rentable, viva, apasionante y
esencialmente motivadora.