Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Augusto monterros
1. CUENTOS ¥ FABULAS
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Augusto Monterroso
Augusto Monterros( 21 de
diciembre de 1921 – 7 de
febrero de 2003)
Fue un escritor guatemalteco conocido
por sus relatosbreves.
Augusto Monterroso nació el 21 de
diciembre de 1921 en Tegucigalpa,
capital de Honduras, hijo del
guatemalteco Vicente Monterroso y de la
hondureña Amelia Bonilla. Pasó su
infancia y adolescencia en Guatemala,
país qué consideró clave en su
formación, y que asimismo hizo su patria:
El medio y la época en que me formé, la
Guatemala de los últimos treinta y los primeros
cuarenta, del dictador Jorge Ubico y sus catorce
años de despotismo no ilustrado, y de la Segunda
Guerra Mundial, contribuyeron sin duda a que
actualmente piense como pienso y responda al
momento presente en la forma que lo hago.
Al estallar en 1944 las revueltas contra el
dictador Jorge Ubico, Monterroso
desempeñó un activo papel, lo que le
llevó a la cárcel al tomar el poder el
generalFederico Ponce Vaides, pero en
septiembre logró escapar de prisión y
pidió asilo en la embajada de México.
Tras la revolución de octubre
en Guatemala, encabezada por Jacobo
Arbenz, Monterroso fue designado para
un cargo en el consulado de Guatemala
en México, donde permaneció hasta
1953. Tras la caída de Arbenz se exilió
en Chile, donde trabajó como secretario
de Pablo Neruda, para retornar a México
en 1956, país en el que iba a
establecerse definitivamente.
Narrador y ensayista, empezó a publicar
sus textos a partir de 1959, año en que
se publicó la primera edición de Obras
completas (y otros cuentos), conjunto de
incisivas narraciones donde comienzan a
notarse los rasgos fundamentales de su
narrativa: una prosa concisa, breve,
aparentemente sencilla que sin embargo
está llena de referencias cultas, así como
un magistral manejo de la parodia, la
caricatura, y el humor negro.
Los escritos de Augusto llegaron a los
más diversos lugares del mundo, como
Japón, país donde varias de sus obras
se convirtieron en series de televisión,
haciendo referencia a dibujos animados,
cómics y series como Pieza Única (One
Piece),que fue compuesta por el director
de mangas Eiichirō Oda.
Tito, como lo llamaban sus allegados, el gran
escritor de cuentos y fábulas breves, falleció
de un paro cardíaco el 7 de febrero de 2003.
Estuvo casado con la escritora de
origen libanés Bárbara Jacobs.
2. CUENTOS ¥ FABULAS
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Augusto Monterroso
Obras y Crítica
Es considerado como uno de los maestros de
la mini-ficción y, de forma breve, aborda
temáticas complejas y fascinantes, con una
provocadora visión del mundo en el universo
y una narrativa que deleita a los lectores más
exigentes, haciendo habitual la sustitución
del nombre por el apócope. Entre sus libros
destacan además: La oveja negra y demás
fábulas (1969), Movimiento perpetuo (1972),
la novela Lo demás es silencio (1978); Viaje
al centro de la fábula (conversaciones,
1981); La palabra mágica (1983) y La letra e:
fragmentos de un diario (1987). En 1998
publicó su colección de ensayos La vaca.
Su composición Cuando despertó, el
dinosaurio todavía estaba allí, estaba
considerada como el microrrelato más breve
de la literatura universal hasta la aparición
de El emigrante de Luis Felipe Lomelí. Ha
sido incluido en una docena de antologías y
traducido a varios idiomas, además de tener
una edición crítica de Lauro Zavala titulada El
dinosaurio anotado . Con razón, Monterroso
aseveró sobre este micro-relato que "sus
interpretaciones eran tan infinitas como el
universo mismo". En 1970 ganó el premio
Magda Donato, en 1975 el Premio Xavier
Villaurrutia por Antología personal, y
en 1988 le fue entregada lacondecoración del
Águila Azteca, por su aporte a la cultura de
México. Fue galardonado con el Premio FIL
de Literatura en Lenguas Romances (México)
en 1996. En 1997 el Ministerio de Cultura y
Deportes de Guatemala le otorgó el Premio
Nacional de Literatura "Miguel Ángel
Asturias". En 2000 le fue concedido el Premio
Príncipe de Asturias de las Letras en
reconocimiento a toda su carrera. En las
palabras del jurado: Su obra narrativa y
ensayística constituye todo un universo
literario de extraordinaria riqueza ética y
estética, del que cabría destacar un
cervantino y melancólico sentido del humor.
(...) Su obra narrativa ha transformado el
relato breve.
Obras
Obras completas (y otros
cuentos) (1959)
La oveja negra y demás fábulas (1969)
Movimiento
perpetuo (cuentos, ensayos y aforismos,
1972)
Lo demás es silencio (novela, 1978)
Viaje al centro de la
fábula (entrevistas, 1981)
La palabra
mágica (cuentos y ensayos, 1983)
La letra e: fragmentos de un diario (1987)
Los buscadores de
oro (autobiografía, 1993)
La vaca (ensayos, 1998)
Pájaros de
Hispanoamérica (antología, 2002)
Literatura y
vida (cuentos y ensayos, 2004)
Ilustración 1
3. CUENTOS ¥ FABULAS
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Augusto Monterroso
CUENTOS:
Caballo imaginando
a Dios
"A pesar de lo que digan, la idea de un cielo
habitado por Caballos y presidido por un Dios
con figura equina repugna al buen gusto y a
la lógica más elemental, razonaba los otros
días el caballo.
Todo el mundo sabe -continuaba en su
razonamiento- que si los Caballos fuéramos
capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos
en forma de Jinete."
FIN
El burro y la flauta
Tirada en el campo estaba desde hacía
tiempo una Flauta que ya nadie tocaba,
hasta que un día un Burro que paseaba por
ahí resopló fuerte sobre ella haciéndola
producir el sonido más dulce de su vida, es
decir, de la vida del Burro y de la Flauta.
Incapaces de comprender lo que había
pasado, pues la racionalidad no era su fuerte
y ambos creían en la racionalidad, se
separaron presurosos, avergonzados de lo
mejor que el uno y el otro habían hecho
durante su triste existencia.
FIN
Dejar de ser mono
EL espíritu de investigación no tiene límites.
En los Estados Unidos y en Europa han
descubierto a últimas fechas que existe una
especie de monos hispanoamericanos
capaces de expresarse por escrito, réplicas
quizá del mono diligente que a fuerza de
teclear una máquina termina por escribir de
nuevo, azarosamente, los sonetos de
Shakespeare. Tal cosa, como es natural, llena
estas buenas gentes de asombro, y no falta
quien traduzca nuestros libros, ni, mucho
menos, ociosos que los compren, como antes
compraban las cabecitas reducidas de los
jíbaros. Hace más de cuatro siglos que fray
Bartolomé de las Casas pudo convencer a los
europeos de que éramos humanos y de que
teníamos un alma porque nos reíamos; ahora
quieren convencerse de lo mismo porque
escribimos.
FIN
La tortuga y Aquiles
Por fin, según el cable, la semana pasada la
tortuga llegó a la meta.
En rueda de prensa declaró modestamente
que siempre temió perder, pues su
contrincante le pisó todo el tiempo los
talones.
En efecto, una diezmiltrillonésima de
segundo después, como una flecha y
maldiciendo a Zenón de Elea, llegó Aquiles.
FIN
4. CUENTOS ¥ FABULAS
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Augusto Monterroso
El Conejo y el León
Un célebre Psicoanalista se encontró cierto
día en medio de la Selva, semiperdido.
Con la fuerza que dan el instinto y el afán de
investigación logró fácilmente subirse a un
altísimo árbol, desde el cual pudo observar a
su antojo no sólo la lenta puesta del sol sino
además la vida y costumbres de algunos
animales, que comparó una y otra vez con las
de los humanos.
Al caer la tarde vio aparecer, por un lado, al
Conejo; por otro, al León.
En un principio no sucedió nada digno de
mencionarse, pero poco después ambos
animales sintieron sus respectivas presencias
y, cuando toparon el uno con el otro, cada
cual reaccionó como lo había venido
haciendo desde que el hombre era hombre.
El León estremeció la Selva con sus rugidos,
sacudió la melena majestuosamente como era
su costumbre y hendió el aire con sus garras
enormes; por su parte, el Conejo respiró con
mayor celeridad, vio un instante a los ojos del
León, dio media vuelta y se alejó corriendo.
De regreso a la ciudad el célebre
Psicoanalista publicó cum laude su famoso
tratado en que demuestra que el León es el
animal más infantil y cobarde de la Selva, y
el Conejo el más valiente y maduro: el León
ruge y hace gestos y amenaza al universo
movido por el miedo; el Conejo advierte esto,
conoce su propia fuerza, y se retira antes de
perder la paciencia y acabar con aquel ser
extravagante y fuera de sí, al que comprende
y que después de todo no le ha hecho nada.
FIN.
Ilustración 2