1. Morgan Robertson nació en 1861 en Oswego (Nueva York). A los 16
años, tras sus estudios e bachiller, se enroló en la marina mercante
de 1877 a 1886. Posteriormente encontró trabajo en una joyería,
pero sus problemas oculares le obligaron a abandonar este empleo
fatigante para los ojos y se consagro a la escritura, especializándose
en la novela y los relatos marítimos. Aunque era autodidacta
poseía una cultura sólida y una poderosa capacidad de expresión,
según testimonian sus escritos. Era visiblemente un marginado, un
hombre indignado contra la sociedad de su época, que pasó toda su
vida dificultades materiales y, en este sentido, parece que Rowland,
el personaje central de Futilidad, sea en parte autobiográfico. Con
la publicación de sus obras completas consiguió posteriormente
cierto reconocimiento, a la vez que se quedaba ciego. Le
encontraron muerto en la habitación de un mísero hotel de Atlantic
City, el 24 de marzo de 1915, sentado en un sillón de cara al mar.
2. Morgan Robertson
Escribió varios relatos y novelas sobre el mar,
entre ellos:
Los piratas
Más allá del espectro
En el valle de las sombras
El Naufragio del Titán, o Futilidad.
3. Es precisamente en esta última novela (Publicada en 1898) en
la que llamo la atención del lector. En ella, en una noche de
abril, el buque surca a toda máquina las aguas próximas a
Terranova. Va a batir un récord despreciando toda
prudencia. El riesgo ha sido aceptado. Se trata de un navío
revolucionario construido con la tecnología naval más
avanzada: sus planchas impermeables son consideradas
insumergibles. En plena noche, el vigía avista un iceberg
que se les viene encima. Demasiado tarde: el navío choca
contra el iceberg a toda máquina.
Es la catástrofe. Mueren casi todos sus pasajeros debido a que
el buque no lleva suficientes botes salvavidas. ¿Nombre del
buque? Titán.
4. Lo escalofriante de todo el asunto es que fue escrita
catorce años antes del viaje del Titánic, y coincide en
un 98% de las circunstancias con el acontecimiento
real: Por ejemplo; los nombres de los barcos, las
causas lejanas, psicológicas y culturales del drama: el
orgullo técnico empaña la razón: se lanza a la niebla
para batir un récord incumpliendo las normas, los
lugares: el Atlántico norte, a la altura de Terranova, la
época del año: una noche de abril, la causa inmediata:
la colisión con iceberg, la causa de pérdidas humanas:
la falta de botes para salvamento. Las coincidencias nos
acercan a una sobrecogedora interpretación de esta
historia, tal como lo muestra la siguiente gráfica
5. The Wreck of the Titan' o 'Futility' es el título
de un libro que escribió Morgan Robertson en
el que se cuenta la historia de un
transatlántico, el más grande y lujoso de la
época, que se hunde después de chocar con
un iceberg en el Atlántico Norte en su viaje
inaugural entre Nueva York y Southampton. El
Titán de Robertson solo disponía de 24 botes
salvavidas que apenas tenían cabida para
menos de la mitad de las 2.500 personas,
pasajeros y tripulación, que iban a bordo, y
entre las que se encontraban algunas de las
grandes fortunas del planeta y una importante
representación de lo más selecto de la alta
sociedad inglesa y estadounidense.
6. Todo esto nos parecería un guión nada original
sobre el hundimiento del Titanic, si no fuera
porque Robertson escribió 'The Wreck of the
Titan' en 1898, es decir: 14 años antes de que
el 15 de abril de 1912 el Titanic, el
transatlántico más grande y lujoso de la época,
se hundiera en su viaje inaugural entre
Southampton y Nueva York tras haber chocado
con un iceberg en el Atlántico Norte
7. Las similitudes entre uno y otro barco van más
allá de lo que pueda imaginarse. Como ya
hemos dicho ambos naufragaron en su viaje
inaugural; ambos fueron calificados por sus
constructores como insumergibles e
indestructibles; ambos tenían un tamaño muy
parecido: 267 metros el real y 244 metros el
imaginario; los dos portaban tres hélices y dos
mástiles; en ambos casos también se había
utilizado en su construcción un sistema de
compartimentos estancos semejante; los dos
emprendieron su primer y único viaje en abril;
el Titanic tenía 20 botes salvavidas por 24 del
Titán y en ambos casos su capacidad apenas
servía para acoger a la mitad del pasaje; el
primero golpeó con el iceberg cuando viajaba
a una velocidad de 23 nudos, mientras que el
segundo lo hizo a 25; ambos se hundieron
aproximadamente 600 kilómetros al sur de
Terranova.
8. También existían algunas
diferencias entre las dos tragedias,
fundamentalmente tres: el Titánic
golpeó el iceberg en perfectas
condiciones de navegación,
mientras que el Titán lo hizo en
condiciones climatológicas
adversas; en el primero se salvaron
711 personas y en el segundo
apenas 13; el barco real navegaba
de Europa a Estados Unidos,
mientras que el literario lo hacía en
sentido inverso
9. Robertson se educó en una época en la que el
Reino Unido controlaba una cuarta parte del
mundo y le embargaba un cierto desdén
yanqui hacia los británicos del Imperio, de los
que no se fiaba en absoluto. Eso se traduce en
su novela de forma bastante clara. Para el
autor, que escribía en las postrimerías de la era
victoriana, el insumergible Titán es un símbolo
de orgullo desmedido y, al igual que en el
Titanic, quedan patentes las divisiones
sociales tanto de finales del siglo XIX como de
principios del XX.
10.
11.
12.
13. No es la del Titán Titánic, la única premonición
de la literatura de este autor. También escribió
otra novela titulada 'MÁS ALLÁ DEL ESPECTRO'
en la que pronosticó una futura guerra entre
Estados Unidos y Japón, que arrancaría con un
ataque marino por sorpresa de los asiáticos a
instalaciones norteamericanas. Sería otro
guión escasamente original de lo sucedido en
Pearl Harbor, si no fuera porque se escribió 27
años antes, en 1914, un año antes de morir
por sobredosis.
El cuerpo de Morgan Robertson se encontró
delante de una ventana abierta por la que,
presumiblemente, estuvo mirando al mar
hasta que sus ojos se cerraron definitivamente.