2. Se caracteriza la arquitectura egipcia por el
empleo de la piedra, en grandes sillares,
perfectamente aparejada, y el sistema
adintelado con altas y robustas columnas con
capiteles inspirados en motivos vegetales.
3. La organización
arquitectónica
tomando como
elemento básico la
columna es una
aportación esencial del
arte egipcio, como lo
es la fundamentación
de la belleza en la
razón matemática de
las proporciones, es
decir de las relaciones
entre las partes que
integran el edificio.
6. El tipo más antiguo de
tumba, que se repite en
el Bajo Egipto, es la
mastaba, que ofrece el
aspecto de una pirámide
truncada de planta
rectangular, dentro de la
cual existe una pequeña
sala, para las ofrendas,
una reducida capilla y,
bajo tierra, la cámara
mortuoria a la que se
accede por un pozo, que
se ciega una vez colocado
el cadáver.
7. La superposición de mastabas da lugar a la
pirámide escalonada, como la del faraón Zozer
de la II dinastía, en Saqqarah.
8. LA GRAN PIRÁMIDE DE KEOPS
En la IV dinastía se construye la gran pirámide
de Keops, a la que siguen en importancia las
de Kefrén y Mikerinos. La pirámide encierra en
su interior dos cámaras funerarias, una en el
centro y otra bajo tierra. Junto a las pirámides
se sitúan templos funerarios, una calzada
conduce al Nilo, donde se construye otro
templo y otras dependencias que crean un
ambiente en el que la pirámide es el centro de
atención.
11. Con la pirámide de Kefrén, está la esfinge de
Gizeh, retrato del faraón.
12. Otro tipo de templo tiene carácter
funerario, speos, siguiendo el modelo de
hipogeo, según vemos en los de
Deir-el-Bahari, sobresaliendo el de la reina
Hatsepsut, del Imperio Nuevo, organizado
en tres terrazas y en el que aparecen las
columnas protodóricas.
14. Las artes figurativas
egipcias - la escultura
en bulto redondo, el
relieve y la pintura-
adquieren un
carácter definitivo y
homogéneo hacia los
comienzos del
Periodo Dinástico.
15. Desde ese momento los cambios en los tres mil
años de historia siguientes son escasos. Sólo en
la mano de los especialistas está diferenciar
entre obras realizadas en el siglo I a. C. o entre
las hechas hace más de cuatro mil años.
16. CARACTERÍSTICAS ARTÍSTICAS DE LA
FIGURACIÓN EGIPCIA
• La función.
Muy pocas obras egipcias fueron producto
del "arte por el arte", si acaso algunos objetos
de uso cotidiano.
Son los templos y las tumbas, por tanto, los
lugares que nos han suministrado las figuras
de Egipto.
17. En los templos se
representaba a la
divinidad para atraerse
su protección.
En las tumbas se
depositaban los dobles
escultóricos o se
decoraban con relieves
y pinturas las tumbas
para obtener la
eternidad de
ultratumba.
18. Los materiales, las técnicas y el
soporte
En escultura exenta y en altorrelieve prefieren la piedra
por su especial resistencia, lo que contribuye a la
perduración de la obra.
Las rocas duras como la diorita, el granito o el basalto
son muy costosas de trabajar, por lo que su posesión es
un signo de status social y no suelen policromarse
después.
La caliza, la roca más común, recibe una capa
preparatoria de estuco sobre la que después se pinta
para embellecerla. Se utilizan también materiales
preciosos como la madera, el oro, el marfil o el vidrio.
20. El canon humano. Idealización y
realidad
Para un egipcio una estatua o una pintura de un
ser humano tiene tanta vida como cualquier
ser vivo y, por supuesto, es mucho más que un
recuerdo hecho imagen.
En su afán de buscar la esencia perfecta del ser
humano, lo que para ellos es inmutable o
eterno, les hace deformar la realidad u omitir
el detalle.
21. Les hace crear un ser humano estereotípico
o esencialmente perfecto. De esta idea
emanan muchas otras:
• El canon orgánico
• Perfección anatómica
• Solemnidad
22. El canon orgánico
Para el artista egipcio el
hombre perfecto radica en
la mediada y debe tener
unas proporciones basadas
en el propio cuerpo (un
canon orgánico). Así la
altura de un hombre de pie
equivalía a la medida de 18
de sus puños o a 4 de sus
codos o a 24 veces el ancho
de su mano. El ancho de los
hombros de un hombre era
igual a seis medidas de sus
puños o cinco en el caso de
las mujeres.
23. Perfección
anatómica
El representado para vivir en
la eternidad y en plenitud
debía conjugar en sí el
sumum de las perfecciones:
debía ser joven (aunque el
difunto muriera anciano),
de musculatura fuerte o
atlética (aunque nunca lo
hubiera tenido en vida) y
sin ninguna deformidad
(aunque fuera feo, alto o
bajo, tuviera una
malformación, etc.)
24. Solemnidad
El difunto además deber
ser representado con
expresión seria o
hierática, sin expresar
sentimientos
humanos, puesto que
como alma que pasa
la otro mundo no
debe tener
sensaciones humanas.
El faraón Amenofis III en Luxor