1. 3. CAUSAS DE OBESIDAD
La obesidad es un trastorno
específico y heterogéneo por su
origen, es de causa multifactorial,
en el cual están implicados factores
genéticos y ambientales. La
genética parece establecer el
escenario de la obesidad, sin
embargo, la dieta, el ejercicio y el
estilo de vida son los que determinan
la magnitud del problema. Todos ellos pueden contribuir al desequilibrio entre la
ingestión energética y el gasto de energía que favorece la acumulación de grasa.
A. Factores genéticos
La evidencia indica que en algunas familias se llega a dar la susceptibilidad a la
obesidad. Se ha explorado el papel de genes específicos en la obesidad humana o
Figura 3. Factores determinantes de la
obesidad. Fuente: Bouchard91
2. en el contenido de grasa a partir de estudios de alteraciones mendelianas.
Actualmente se sabe que existen varios genes capaces de causar obesidad o de
aumentar la susceptibilidad de desarrollarla. El descubrimiento en humanos del
llamado gen de la obesidad o gen “ob” ha cambiado la noción sobre la función de
la herencia en el desarrollo de la obesidad. Este gen codifica la proteína leptina en
las células adiposas. Aparentemente, la leptina actúa a nivel del hipotálamo e
influye en el apetito y en el balance energético.
Existen otras evidencias de la participación de los genes en el origen de la obesidad
como son: mutaciones en el gen humano que codifica la proopiomelanocortin
(POMC), produce obesidad severa por fallo en la síntesis de alfa MSH, el
neuropéptido que se produce en el hipotálamo, e inhibe el apetito. Otros estudios
genéticos en roedores muestran varios candidatos para mediadores moleculares de
la obesidad. El gen fat codifica la carboxipeptidasa E, una enzima procesadora de
péptidos, que participa en el procesamiento de hormonas y neuripéptidos, y la
mutación de este gen causa obesidad en ratones. La proteína relacionada con el
agutí (AGRP) se expresa con el NPY en el hipotálamo y antagoniza la acción de
la alfa MSH en los receptores MC4; la mutación del gen agutí produce obesidad
por una expresión ectópica de la proteína relacionada con el agutí. Por otra parte,
una mutación en los genes que codifican el peroxisome - proliferator activated
receptor gamma (PPAR gamma) un factor de trascripción del adipocito necesario
para la adipogénesis, ha sido relacionado con la obesidad en individuos alemanes.
Dos síndromes raros, pero conocidos y con base genética, tienen entre sus
componentes fundamentales la obesidad: el síndrome de Prader Willi, en la
mayoría de los casos tiene una delección del cromosoma 15 y el síndrome de
Laurence-Moon Biedl. Lo mismo sucede con otros síndromes raros con base
genética como son los de Alstron, de Bardet-Biedl, de Carpenter y de Cohen.
3. B. Factores metabólicos
Se ha postulado que una anormalidad metabólica básica podría incrementar el
almacenamiento energético en el tejido adiposo por varios caminos:
La desviación preferente de los sustratos energéticos hacia la síntesis y el
almacenamiento de los triglicéridos.
El aumento de la eficiencia para degradar los de carbohidratos, los ácidos
grasos y los aminoácidos, y almacenar la energía adicional en forma de
triglicéridos en el tejido adiposo.
Una mayor eficiencia para efectuar trabajo fisiológico, lo que da por
resultado una situación en la que se requiere menos energía y el exceso de
ésta se convierte en triglicéridos, que se almacenan en el tejido graso.
La inhibición de la movilización de la energía almacenada en forma de
triglicéridos en el tejido adiposo.
C. Factores del sistema nervioso central
Los mecanismos básicos que regulan el ingreso de energía o el acto de comer se
localizan en el sistema nervioso central; de manera específica, en el encéfalo. El
hipotálamo es una de las porciones del encéfalo que tiene mayor influencia en la
regulación de la ingestión de alimentos. Se sabe que la destrucción del núcleo
ventromedial del hipotálamo en animales de experimentación causa hiperfagia,
hiperinsulinismo y obesidad, en tanto que la estimulación eléctrica del llamado
centro de saciedad trae consigo el cese de la ingestión de alimentos. En el humano,
los tumores, las inflamaciones o las lesiones en esta zona causan obesidad.
Además, se sabe que existen centros encefálicos superiores e inferiores que
influyen en la regulación del comportamiento alimentario.
D. Factores endocrinos
Entre las alteraciones endocrinas que se asocian con el desarrollo de obesidad se
encuentra el síndrome de ovarios poliquísticos, el hiperinsulinismo, el síndrome
de Cushing y el hipotiroidismo, entre otros, aunque hay que destacar que
proporcionalmente ocupan un sitio pequeño en la prevalencia de obesidad en la
población.
E. Factores ambientales
La obesidad ha incrementado en los países industrializados o en vías de desarrollo
en los cuales la dieta es rica en grasas y carbohidratos, y los hábitos sedentarios
4. han aumentado con el desarrollo económico, se muestra a favor del factor
ambiental en su origen y desarrollo. Además el incremento epidémico de la
obesidad en los últimos veinte años no puede ser explicado por alteraciones
genéticas, por tan corto tiempo. Por otra parte, a medida que la pobreza ha
disminuido en países industrializados o en vías de desarrollo, ha aumentado en
forma proporcional la obesidad. Lo cierto es que el desarrollo económico trae
aparejado problemas sociológicos importantes: aumenta la vida sedentaria al
disponerse de medios de transporte, elevadores, equipos electrodomésticos
diversos, incluido el uso del control remoto y el tiempo destinado a ver televisión
o trabajar en el computador; a su vez, la actividad física programada, aunque se
practique quizás con mayor frecuencia e intensidad, no es siempre por los más
sedentarios, y la mayoría de las veces está seguida de un período de actividad
sedentaria. También se suman la comercialización de comidas altas en calorías y
bajas en nutrientes, el aumento en la frecuencia de estas por su fácil accesibilidad,
el aumento en la ingestión de grasas saturadas.
o Factores nutricionales
La obesidad es resultado de ingerir un exceso de energía. La sobrealimentación
puede ocurrir en cualquier etapa de la vida, pero por lo que respecta a la
obesidad, su inicio en los primeros meses de edad puede tener particular
importancia. La nutrición materna antes y durante el embarazo llega a ser un
factor esencial del peso corporal del individuo al nacer y durante su vida
adulta. Los estudios realizados en lactantes hijos de mujeres expuestas a
subalimentación intensa indican con claridad que la desnutrición severa puede
reducir en forma notable el peso del recién nacido. Otro aspecto importante de
la dieta del obeso es la distribución de los nutrimentos. Algunos estudios sobre
los hábitos alimentarios de los sujetos obesos muestran que éstos por lo general
tienden a abusar de alimentos ricos en lípidos, que por tener una elevada
densidad energética y no existir una regulación adecuada de una comida a otra,
a diferencia de las proteínas y los hidratos de carbono, favorecen su depósito
en forma de grasa corporal.
o Actividad física
Los cambios recientes en el estilo de vida, caracterizados por un consumo
excesivo de energía y una reducción notable en la actividad física, ofrecen una
5. explicación razonable de la etiología de la obesidad. La disminución en los
patrones de actividad física en los países desarrollados, e incluso en las
naciones en vías de desarrollo, han contribuido de manera notable al
escalamiento del problema de la obesidad.
o Factores psicológicos
Las perturbaciones emocionales en ocasiones precipitan la sobrealimentación
y acompañan a la obesidad. En individuos obesos se han observado casi todos
los tipos de trastornos psicológicos, incluidos la ansiedad, la culpa, la
frustración, la depresión y los sentimientos de rechazo y vulnerabilidad. Sin
embargo, no se ha atribuido a la obesidad ninguna personalidad o trastorno
psiquiátrico característico.
El estilo de vida sedentario, la ingesta excesiva de nutrientes con elevada concentración
energética (comida rápida, bebidas azucaradas, etc.), contribuyen al incremento de la
obesidad. También puede deberse a alteraciones metabólicas y trastornos
neuroendocrinos, factores sociológicos, componentes genéticos hereditarios e incluso a
la interacción entre estos factores. Por ello, el ejercicio físico regular, la promoción de
hábitos saludables y dieta equilibrada son algunas de las medidas más eficaces para la
prevención del sobrepeso y obesidad.
Figura 4. Agentes etiológicos de la obesidad. Fuente: Martínez J. 2006.
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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http://www.medigraphic.com/pdfs/gaceta/gm-2004/gms042d.pdf