Mauricio Rugendas llegó a Chile en 1834 e inmediatamente comenzó a crear obras pictóricas intensamente, incluyendo Llegada del Presidente Prieto a la Pampilla y El huaso y la lavandera. Debido a su carácter reservado y sensible, en pocos meses pudo acceder a los salones más selectos de la sociedad santiaguina. Una de sus pinturas más conocidas de Chile es El Huaso y la Lavandera de 1835, la cual actualmente se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Chile.