1. Redacción: Primera Máxima.
Descartes expone la moral provisional en la tercera parte del Discurso del
Método y con ella busca sustituir la ausencia momentánea de certeza. Uno de los
máximos valores que posee el ser humano es su libertad y es una condición
indispensable para el bienestar de los hombres que viven en sociedad. La Primera
máxima que propone Descartes en la Tercera Parte era obedecer las leyes y las
costumbres que tu país tenía, si no lo haces te convertirás en un infractor, y
además, si no respetas las costumbres de tu país, las cuales la sociedad tiene
arraigadas y condicionan la forma de conducta de las personas, puedes llegar a
ofenderles y molestarles y a nadie le conviene romper con las costumbres ya que
esto te puede llevar al rechazo social, cosa que se podrá evitar si se acepta la
religión, las normas y las opiniones más moderadas practicadas por los hombres
prudentes que viven en tu país.
Un hombre que vive en sociedad y no quiere vivir en conflicto, si no, realizar sus
acciones con prudencia y mesura, debe establecer una moral provisional para
aceptar las normas y así, no encontrará rechazo y vivir más tranquilo. A pesar de
que puedes no estar de acuerdo con los pensamientos de la sociedad en la que
vives y sus costumbres, se deben realizar ya que no te hacen ningún daño moral,
tienen una gran valor para tus conciudadanos y te garantizan la tranquilidad
personal y la aceptación social.
Además, si lo que se busca es sosiego y tranquilidad, uno no puede perder su
libertad; la tranquilidad emocional deriva de una cierta aceptación social, por
eso lo mejor es guiarse no por lo que dicen sino por lo que hacen quienes son
prudentes.
Descartes nos recomienda en esta máxima que en caso de incertidumbre y duda
y hasta que adoptemos nuestros propios principios, es mejor continuar la
tradición y el ejemplo de los más moderados.