Juan Corcuera, maestro y defensor a ultranza de la Escuela rural, con la convicción de que la Educación es sembrar, regar y buscar que después de la floración las semillas vuelen libres intentando mejorar el mundo en el que viven, ha tenido la suerte de capitanear el maravilloso equipo de escritores formado por Alex Fuente, Amélie Quero, Blanca Campo, Martín Rodríguez, Óliver Sanjoaquín, Pablo Raluy, Idaira Aparicio, Martí Guardia, Mussa Walad, Tomás Lanau, Yara Vera, Ángel Secorun, Elisa Mur, Marcos Solano, Saúl Larramona, Andrés Martínez, David López, Laura Mansilla y Saray Fernández en un proyecto que ha sido un viaje precioso cargado de emociones, vivencias y crecimiento personal y colectivo.
“Te Cuento un cuento en un Mundo poético” escrito por los niños y niñas del valle de La Fueva (Sobrarbe-Huesca) en colaboración con cuatro niños y niñas de Barriadas Obreras del Sur (Cuencas mineras-Teruel) está escrito para que lo lean niños y adultos y en él encontraréis una primera parte de cuentos escritos en prosa y una segunda parte de poemas.
Este es un proyecto sin ánimo de lucro y el cien por cien del dinero recaudado se donará a la ONG Atades-Boltaña, que es una asociación con el objetivo de mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual, por lo que podemos hablar de un verdadero PROYECTO SOLIDARIO.
9. “Los sueños son el primer paso del camino”
Martin Luther King
“Como no sabían que era imposible lo hicieron”
Jean Cocteau
“Todos somos ignorantes. Lo que pasa es que cada uno
ignoramos cosas diferentes”
Albert Einstein
10.
11. 9
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Índice
BIENVENIDOS......................................................... 13
TE CUENTO UN CUENTO...................................... 19
- La golondrina Golondra (Juan) ....................................21
- El duende travieso (Amélie) .........................................25
- Dos amigas fantásticas (Yara)........................................27
- El niño sin piernas africano (Ángel)..............................29
- Dos dragones asombrosos (Óliver)................................31
- El verdadero deseo (Elisa)..............................................33
- Un ladrón incomprendido (Alex)..................................35
- El vampiro bromista (Pablo).........................................36
- La niña con alas (Mussa)...............................................37
- La patinadora (Blanca)..................................................39
- El tucán malherido (Marcos).........................................40
- Un viaje de despedida (Yara).........................................42
- La golondrina (Martí)...................................................45
- El bosque mágico (Saúl)................................................47
- Elfos (Idaira).................................................................49
- El lince (Martín)...........................................................52
- El ratón (Óliver)...........................................................54
- El oso goloso (Amélie)..................................................55
- El pueblo fantasma (Tomás)..........................................57
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Te cuento un cuento en un mundo poético
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MUNDO POÉTICO.................................................. 59
- La cabra Cadabra (Colectiva)........................................60
- Un hada en el Sobrarbe (Mussa)....................................61
- Alegrías y tristezas (Elisa)..............................................62
- El huerto (Ángel)..........................................................63
- Pesadilla (Idaira)............................................................64
- Baloncesto en el Polo Norte (Tomás) ............................66
- El águila (Pablo)............................................................67
- El Campo (Blanca)........................................................68
- Montaña y compromiso (Alex)......................................69
- El payaso y la payasa (Amélie).......................................70
- Pedaleo en el Sobrarbe (Saúl)........................................71
- Saturno (Martí).............................................................72
- El lobo hambriento (Yara).............................................73
- Refugiados (Idaira)........................................................74
- Deporte y esfuerzo (Óliver)...........................................75
- Música y alegría (Martín)..............................................76
- No al maltrato (Marcos)................................................77
- La mariposa y la flor (Marcos).......................................78
- El zorro (Ángel)............................................................79
- Realidad violenta (Elisa)................................................80
- Oda al perro (Saúl)........................................................81
- El tigre de Bengala (Mussa)...........................................82
- El roble (Martí).............................................................83
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Te cuento un cuento en un mundo poético
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- La tortuga (Tomás).......................................................84
- El parque de atracciones (Yara)......................................85
- El bizcocho (Idaira).......................................................86
- Guerra y Paz (Alex).......................................................87
- Colores (Blanca)............................................................88
- El buitre y la urraca (Pablo)...........................................89
- El oso (Amélie).............................................................90
- Mis patines (Martín).....................................................91
- El espacio (Óliver).........................................................92
- El zorro (Idaira)............................................................93
- Canela (Amélie)............................................................94
- Retahíla (Yara)..............................................................95
- Carnaval (Elisa).............................................................96
- El tiburón (Martín).......................................................98
- El payasete (Blanca)......................................................99
- La amistad (Laura)......................................................100
- La montaña (Andrés)..................................................101
- El miedo y la esperanza (David)..................................103
- Tristeza (Saray)............................................................105
- Cazadora compasiva (Juan) ........................................106
CARTA A MIS SUPERALUMNOS........................... 108
14.
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BIENVENIDOS
El libro que tienes en las manos, titulado Te cuento un cuento en
un Mundo poético, es la culminación de dos proyectos desarrolla-
dos en el área de Lengua con los alumnos de 3º y 4º de Primaria
del CRA Martín del Río en Barriadas Obreras del Sur (Teruel),
con quienes empezó todo, y con los alumnos de 4º, 5º y 6º del
CEIP La Fueva (Huesca), con los que hemos conseguido la pu-
blicación definitiva.
Todo surgió de un proceso reflexivo y crítico, al ver que en los
actuales libros de texto el tratamiento que se hacía de los cuen-
tos, pero sobre todo de la poesía, rozaba lo anecdótico y quedaba
descontextualizado desde que se acababa un tema y se llegaba a
la sección de literatura del siguiente. Los chicos y las chicas no
llegaban a entender la poesía, no se motivaban y les daba pereza
escribir historias de cualquier tipo.
Tanto los cuentos como los poemas es necesario sentirlos para
disfrutarlos y llegar a entenderlos, pues sobre todo en esto último
radica el éxito de que consigamos fomentar la lectura en prosa
o en verso de nuestros alumnos. Si no conseguimos el proceso
comprensivo tan sólo formamos reproductores de letras, y preci-
samente eso es lo que no nos interesa.
Los niños son verdaderas máquinas de imaginar, auténticas
fuentes de variadas y variopintas inspiraciones. Son seres vitales,
activos e imparables, y por eso en ellos debemos explotar el nivel
más complejo de las letras infantiles, el trabajo creativo para el
16. 14
Te cuento un cuento en un mundo poético
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que, una vez que tienen las herramientas necesarias, parecen “má-
quinas” diseñadas para ese fin.
A continuación explicaremos brevemente en que consiste cada
uno de los dos proyectos que nos han llevado a la aventura de esta
publicación que está escrita con la mayor ilusión, esfuerzo y com-
promiso de todos los alumnos y alumnas y que se basa en cinco
palabras clave que definen nuestra filosofía.
PIENSA-SIENTE-DESCUBRE-ESCRIBE-COMPARTE
El Proyecto Te cuento un cuento es un proyecto que tiene
como objetivo final escribir un libro digital de cuentos que se
van publicando poco a poco en el blog de aula (www.aventu-
radeducar.blogspot.com), conforme los alumnos van escribien-
do unas historias que se ilustran con imágenes provenientes de
bancos de imágenes libres, con licencias de autor Copyleft, que
permiten su compartición. Posteriormente trabajamos lecturas y
dramatizaciones en la pizarra digital a partir de estos cuentos.
Metodológicamente nos basamos en la escritura reflexiva y crea-
tiva. Imaginamos, planificamos y escribimos; y para inspirarnos
utilizamos flash cards, dados de Story cubes y diferentes elemen-
tos y estrategias de reinvención de cuentos clásicos que nos sirven
como inductores para empezar a soñar historias nuevas.
Para ser buenos escritores debemos leer mucho, y en conse-
cuencia fomentamos la lectura libre pero también guiada, leyen-
do obras de Charles Perrault, Óscar Wilde, Roald Dahl, Alejan-
dro Dumas, Charles Dickens o Eloy Moreno entre muchos otros.
Por otro lado, el Proyecto Mundo poético, además de tener el
objetivo final de hacer un libro digital de poemas, tiene la finalidad
17. 15
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
de llevar a cabo un verdadero recital poético para las familias y las
gentes de los pueblos que quieran pasar una buena tarde escuchan-
do poemas. La poesía, debido a su dificultad técnica y semántica,
es una escritura que a priori resulta poco atractiva y lejana para los
alumnos; además es una escritura muy relacionada con las emocio-
nes y generalmente a los alumnos chicos les repele. ¡Qué bonito es
ver la evolución y cómo se motivan y juegan hasta convertirse en
pequeños grandes poetas! Para conseguir esto se creó un método
basado en dar a los alumnos las herramientas necesarias en for-
ma de recursos y estructuras poéticas que representan las piezas del
puzle que serán sus poemas. Recitar y dramatizar no es tarea fácil. Y
a través de dinámicas de movimiento y desinhibición conseguimos
no sólo desarrollar los poetas y poetisas que llevan dentro, sino ser
capaces de controlar y entender emociones y aumentar de manera
significativa la velocidad y fluidez lectora.
Para ser grandes poetas debemos leer también a Grandes Poe-
tas, y para esto recitamos a Gloria Fuertes, Rafael Alberti, Pablo
Neruda, José Agustín Goytisolo, Antonio Machado, Miguel Her-
nández, Francisco de Quevedo o Lope de Vega; además de otros
poetas más contemporáneos, con los cuales aprendemos el arte de
la poesía e incentivamos la curiosidad por saber qué dicen exac-
tamente unos poemas cargados de misterios. Un símil interesante
que se da a los alumnos es ver algunos poemas como un ovillo
de lana que debemos ir desenredando poco a poco hasta llegar a
comprenderlos totalmente.
La escritura de cuentos y de poemas evidencia la necesidad
de investigación, documentación y reflexión. A través de ellos
tratamos temas transversales importantes, como la violencia de
género, el ecologismo, el racismo, la discapacidad, las emociones
y, en definitiva, los grandes temas sociales que no dejan de ser in-
creíbles inductores para escribir y para entender un mundo lleno
de poesía, Y es que, como dice Roberto Benigni, “poesía es todo”.
18. 16
Te cuento un cuento en un mundo poético
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Mucho de este trabajo se relaciona con métodos como los de
Celestin Freinet (1886-1966), que se basó en la cooperación, de-
mocratización y difusión de los textos y desarrolló la famosa im-
prenta escolar. Ahora, en el siglo XXI, reinventamos sus técnicas
y las adaptamos a las tecnologías consolidadas y emergentes para
entrenar la lectura y hacer las producciones escritas más visuales,
compartiéndolas con un número mayor de personas. Nos aprove-
chamos también de esta revolución tecnológica para publicar el
libro en soporte digital, pero también en papel gracias a que la
editorial Círculo Rojo establece unos cauces de comunicación rá-
pidos y eficientes.
No podemos dejar de agradecer a todas y cada una de las per-
sonas que han colaborado de manera altruista y desinteresada con
nuestros recitales poéticos, exponiéndose públicamente y recitan-
do los maravillosos poemas de los chicos y chicas.
Damos las gracias de corazón a Merce Carbonell, nuestra
profe de radio y productora audiovisual; Cecilia Buil, alpinista
profesional; Daniel Zaragoza, escritor; Jesús “el Lion”, rapero;
Tony Zalama, mago; José Ortiz, profesor universitario y creador
de artes plásticas; Teresa Garbí, escritora; Darío Villanueva, cate-
drático de universidad y Director de la Real Academia Española;
Sebastián Álvaro, periodista y fundador del programa de TVE Al
Filo de lo Imposible; Eduardo Martínez de Pisón, catedrático de
Geografía; Javier Ibarra “Kase O”, rapero; Mar Álvarez, escalado-
ra y bombera; Marta Alejandre, primera aragonesa en ascender
un pico de ocho mil metros; Tony Sánchez, capitán de Zuzenak
y campeón de Euskadi de baloncesto en silla de ruedas; Javier
Plaza, escritor; Alicia Fernández, maestra y músico; Javier Mo-
zota “Dr Leen”, maestro y músico; Francho Sarrablo, cantautor
y miembro de la Ronda de Boltaña; Ignacio Pardinilla, miembro
de la Ronda de Boltaña; Paco Paricio, titiritero; Belentuela, con-
tadora de cuentos infantiles; Martín Campoy, rider de enduro;
Alberto Marín, guía de montaña y de naturaleza; AMPA del Ceip
19. 17
Te cuento un cuento en un mundo poético
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La Fueva, Comarca del Sobrarbe y Pixabay por su impresionante
banco de imágenes libres. Y por supuesto a Patricia Fernández,
Fidel Corcuera, Laura Corcuera y Ana Zalaya por su corrección
ortotipográfica.
Por último, destacamos que los poquitos ingresos que se
obtengan de esta publicación sin ánimo de lucro se donarán
íntegramente a la ONG Atades-Boltaña, que tiene el fin social
de mejorar la vida de personas con discapacidad funcional e
intelectual y también de sus familias, a través de talleres ocu-
pacionales, deportes, apoyo asistencial, apoyo a la vivienda y
al empleo digno y, en definitiva, el objetivo de conseguir una
sociedad más justa y democrática.
Dichoesto,esperamosqueosgusteel
trabajoquehemosrealizado
23. 21
K
TE CUENTO UN CUENTO
Juan Corcuera
La golondrina golondra
Érase una vez que se era una golondrina sin nombre. Los
animales libres generalmente no tienen nombres y se lla-
man a través del piar, del chillar, del maullar, del rugir…
El caso es que la golondrina protagonista de este cuento es
la típica golondrina feliz que anida en los aleros de los tejados,
construyendo nidos de adobe que parecen iglús puestos del
revés. Su vida es verdaderamente ajetreada, un espectáculo
digno de los mejores acróbatas y malabaristas del circo chino.
Entra, sale, vuela, come, descansa, sale, vuela… Pero lo
más impresionante es, sin duda, cómo vuela. La golondrina,
cuando vuela, vuela de verdad. Difíciles maniobras a veloci-
dades de vértigo, caídas en picado, giros imposibles, aleteos
y chirivueltas solo posibles gracias a su peso ligero, la fuerza
de sus alas y una cola partida en dos agujas que le posibilitan
todo tipo de quiebros y acrobacias.
Si comparáramos a la golondrina con un avión, esta sería
sin duda una de esas pequeñas avionetas con varios motores,
que echan humo de colores y que no se cansan haciendo ro-
deos, tirabuzones y loopings dobles.
24. 22
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
En un día normal de primavera en el que se podía oler la
eclosión floral y sentir los sonidos mágicos de esa época del
año en un constante piar, Patricia salió a la ventana de su ha-
bitación y se entretuvo viendo en primera fila el espectáculo
que le estaba dando nuestra amiga la golondrina.
La verdad es que Patricia alucinó con ese pequeño pero
habilidoso pájaro negro. Rápidamente -los humanos somos
muy dados a esto- quiso ponerle un nombre y tras enterarse
de que era una golondrina la llamó la golondrina Golondra.
Lo que Patricia sintió ese día fue amor a primera vista. Y es
que se quedó fascinada con ese pequeño animal.
Durante varios días le dejaba miguitas de pan en el borde
de la ventana intentando que Golondra se acercara. Pero no
surtía efecto. Justo el día en el que Patricia tomó la decisión
de no dejarle más pan, Golondra se acercó y, en un movimien-
to tan rápido como la velocidad de la luz, cogió con su pico
una miga y se marchó como un torbellino.
Patricia y Golondra habían estrechado un vínculo y empe-
zaban a ser amigas. Patricia se sentía llena de felicidad cada
vez que Golondra se acercaba, ya sin miedo ni cautela, a co-
mer al alféizar de la ventana, en el que ya no había solo pan
sino también un pequeño recipiente con agua.
Realmente eran amigas y Golondra agradecía la generosi-
dad de Patricia con preciosos y espectaculares vuelos acro-
báticos cargados de felicidad y agradecimiento, luciendo un
plumaje brillante que, aun siendo negro, conseguía reflejar
los rayos del sol.
Un día Patricia, desde su pensamiento infantil, se preguntó
por qué ella y Golondra, siendo amigas, no podían vivir juntas.
Les comentó a sus padres lo que pensaba y cómo se sentía,
y entre los tres decidieron comprar una jaula en la tienda de
animales que tenían cerca de la vivienda. Ya con la jaula en
25. 23
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
casa, pensaron cuál era la mejor estrategia para cazar a Go-
londra.
¡Fue fácil! Tan solo metiendo el pan y el agua en el interior
de lo que sería la nueva vivienda de Golondra. Esta, confiada
en la amistad con la pequeña, entró sin dudarlo para comer su
ración diaria de pan y saciar la sed de una primavera avanzada.
Cuál fue su sorpresa cuando de repente se vio encerrada
en lo que para Patricia era un nuevo hogar que había deco-
rado con enorme cariño, pero para Golondra resultó ser una
cárcel con barrotes de metal en la que nunca más volvería a
divertirse con sus acrobacias.
Fue entonces cuando Golondra se sintió la golondrina más
desdichada del mundo.
Pasaban los días y Patricia observaba con desánimo cómo
su amiga no probaba bocado alguno. De hecho, tan apenas se
movía y poco a poco el plumaje negro y brillante perdía color
y densidad.
Llegó un día en el que Golondra parecía más una pelusa
negra que un hermoso pájaro.
En ese preciso momento, en el que Patricia y Golondra
cruzaron las miradas, Patricia aprendió una gran lección al
observar el estado de Golondra y comprender la tristeza que
mostraban sus ojos.
Sin dudarlo ni un solo segundo, sacó la jaula a la ventana y
abrió la puerta de lo que no era un hogar sino una cárcel. Y a
pesar de la debilidad de sus alas Golondra salió volando reali-
zando una rápida maniobra de escape.
Patricia nunca más volvió a ver a Golondra, pero entendió que
la amistad no es querer tener siempre a tu lado a los amigos que
quieres sino desear su felicidad tanto como deseas la propia.
FIN
27. 25
K
TE CUENTO UN CUENTO
Amélie Quero (9 años)
El duende travieso
Érase una vez un duende muy travieso que pasaba el día
haciendo travesuras, como tirar huevos a las casas o dar
sustos. Vivía en la luna. Ahí hacía mucho, mucho calor en ve-
rano, pero en invierno hacía mucho, mucho frío.
Un día se fue a pasear por el bosque. Estuvo andando dos
horas jugando a piratas y a detectives, y llegó a una casita en
el medio del bosque lunar. Estaba hecha de galletas de canela
con las ventanas de lacasitos azules cristalinos y las cortinas
de gelatina. El duende llevaba una mochila con cinco docenas
de huevos de gallina y empezó a tirarle huevos. Le tiró dos do-
cenas de huevos y el duende se fue corriendo y se escondió.
A los cinco minutos apareció su dueña y grito: “¡maldita sea!”
Pero el duende no sabía que su dueña era una bruja.
La bruja dijo: “Todo el mundo que esté en este bosque que
aparezca aquí”. Y el duende apareció ahí y le preguntó: “¿tú
le has tirado huevos a mi casa?” El duende se quedó callado
y la bruja le cogió la mochila y vio que tenía huevos. Y le dijo:
“¡has sido tú!” La bruja lo metió en casa, lo encerró en el sóta-
no y se fue. Se fue a limpiar la casa, terminó de limpiarla y se
echó una siesta de dos horas.
28. 26
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Al despertarse sacó al duende del sótano. La bruja cogió un
paraguas mágico y metió al duende en el paraguas, lo soltó y
se fue volando. El duende llevaba un traje de astronauta pues-
to porque iba a llegar al espacio.
El duende se durmió y cuando se despertó estaba en un
planeta llamado Júpiter, en el que había muchas casas pero no
vivía nadie. Entonces, cogió y empezó a tirar huevos, pero se
sentía muy solo y le gritó a la bruja. Esta apareció y le dijo que
si quería volver que no tirara más huevos a las casas. Y desde
ese momento no fue tan travieso y le dio las gracias a la bruja.
FIN
29. 27
K
TE CUENTO UN CUENTO
Yara Vera (10 años)
Dos amigas fantásticas
En un reino lejano, vivía un hada que era vecina de una bru-
ja buena. Las dos vivían felices. Umpridge, la bruja, tenía
pelos de loca; y Flor, el hada, tenía el pelo súper peinado. Un
día Flor fue a visitar a Umpridge, pero ella no quería porque
se había vuelto malvada. Umpridge decidió hacer una guerra
entre ella y Flor. Flor no quería, pero no tenía otra opción.
Umpridge reunió a todo su ejército, que eran monstruos feí-
simos y brujas malvadas, y Flor reunió a hadas, dragones de
plata, duendes y elfos. Tuvieron una semana para prepararse
para la gran batalla. Flor practicaba con su dragona y con su
varita nuevos conjuros, y Umpridge practicaba con su varita y
su monstruo volador.
Llegó la gran batalla. Las dos competidoras estaban prepa-
radas en el campo de batalla, y cuando el árbitro dio la sali-
da las dos empezaron a competir. Flor empezó a volar con su
dragona y Umpridge con su monstruo volador. Flor le hizo:
“¡petrificus!” Y Umpridge se petrificó. Mientras tanto, los pa-
dres de Flor, el rey y la reina de Florencia también estaban
en guerra contra los padres de Umpridge, el rey y la reina de
Brujarencia. Estaban en guerra porque también se habían
30. 28
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
peleado. Cuando Umpridge se despetrificó, le hizo: “verdus
esmeraldus”. Pero Flor lo esquivó. Por poco le dio a ella… Lo
malo es que un elfo se convirtió en una esmeralda. Umpridge
le lanzó un hechizo a un hada: “¡Brujacsus!”, y la convirtió en
una bruja mala. Entonces Flor aprovechó para hacerle un he-
chizo a Umpridge, que era “¡buenalus!”, y se convirtió otra vez
en una bruja buena.
Umpridge preguntó: “¿por qué estamos luchando?”
Y Flor le contestó: “¡estamos luchando porque tú decidiste
hacer una guerra!
Flor le preguntó: “¿por qué te has vuelto mala?”
Y entonces Umpridge recordó que su padre le había he-
cho un hechizo malvado para que hubiese una guerra entre
ellas y sus padres.
Después de contárselo a Flor hicieron las paces como bue-
nas amigas. Su padre le pidió perdón a su hija e hizo las pa-
ces con el padre de Flor. Y fueron muy amigos y nunca más
hicieron guerras. Flor y Umpridge eran muy buenas amigas,
jugaban a hacer hechizos a la gente, a asustar a la gente con
animales y monstruos, a jugar al escondite en los castillos de
sus padres, a bañarse en las fuentes del jardín, a hacer paseos
con los dragones y a muchas cosas más… Pero lo más impor-
tante es que todos los del reino vivieron felices para siempre…
Y siempre hubo paz.
FIN
31. 29
K
TE CUENTO UN CUENTO
Ángel Secorun (12 años)
El niño sin piernas africano
En un país muy lejano de la Sabana africana había un niño
llamado Güertano. Vivía en un poblado en el cual faltaban
muchas cosas para la capacidad limitada que tenía Güertano.
Su casa era una choza en un árbol, alejada del suelo por
los peligrosos animales. Estaba construida con paja, barro y
palos.
Allí vivía con su familia: padre, madre y tres hermanos.
Güertano no tenía piernas. Nació así y su vida no era muy fá-
cil, pero ponía todas sus ganas para que todo fuera bonito.
Cuando había cole siempre su padre le montaba en burro y
nada más llegar iban a ayudar al padre a cogerlo.
Cuando era la hora de clase, Güertano entraba. La asigna-
tura favorita era mates pero también disfrutaba leyendo his-
torias de otros países. Su profe era muy simpático, muy alto y
divertido. Les enseñaba a disfrutar de lo aprendido.
Todos los días salían al patio a jugar a fútbol. Güertano era
muy buen rematador de cabeza, se apoyaba con las manos,
con ayuda de sus prótesis se desplazaba, estiraba el cuello y
remataba. Al no tener piernas utilizaba las manos y las próte-
sis, que le había costado mucho controlar, para correr y andar.
32. 30
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Su entrenador se llama Juan. Una persona especial para
Güertano, pues le hacía sentir igual a sus compañeros de
equipo.
LoscompañerosdeGüertanoeranlosmismosqueibanaclase.
Le ayudaban en todo lo que pedía, y su mejor amigo era el porte-
ro. Se llamaba Usembol. ¡Güertano estaba a gusto en el equipo! Y
habían llegado a la semifinal del campeonato de colegios.
El gran día estaba por llegar y estaban todos nerviosos. Se
acercaba la hora del partido. Juan daba las últimas explicacio-
nes antes de saltar al campo.
Entonces comenzó el partido y al poco el marcador iba a
favor del cole de Gualiquipati por un gol a cero; pero al poco
volvieron a empatar y el partido siguió empate. Pero cuando
quedaban tan solo cinco minutos un centre de Javi fue directo
a Güertano, que remató de cabeza y metió gol.
Ganaron el partido y el equipo se sintió orgulloso de él, así
como su familia, amigos y él mismo, porque había tenido que
esforzarse mucho para controlar sus prótesis y había conse-
guido marcar gol en un partido oficial.
FIN
33. 31
K
TE CUENTO UN CUENTO
Óliver Sanjoaquín (9 años)
Dos dragones asombrosos
Un día un niño iba paseando por Brasil. Ese niño se llamaba
Lucas y era alto, delgado y siempre llevaba un colgante de
tiburón.
Otro día Lucas iba por el bosque y se encontró a un trol.
Ese trol se llamaba Espada. Se llamaba así porque tenía la for-
ma de una espada. Lucas y Espada se hicieron muy amigos y
querían ir de excursión a un sitio terrorífico.
Cuenta una leyenda que en una cueva vivía un dragón que
escupía hielo. Lucas y Espada les pidieron permiso a sus ma-
dres para ir a ver al dragón. Sus madres dijeron que no por-
que era muy peligroso. Entonces Lucas y Espada no hicieron
caso y se fueron a la cueva del dragón.
La cueva del dragón estaba a cinco kilómetros hacia el nor-
te. Cuando ya estaban muy cerca vieron la cueva y cuando se
acercaron aún más vieron al dragón, y este fue primero a por
Lucas y luego a por Espada. El dragón los iba a congelar pero
en ese momento apareció otro dragón que escupía fuego. El
dragón que escupía fuego podía hablar y Lucas le dijo al dra-
gón que escupía hielo que no quería hacerle daño. El dragón
que escupía fuego lo entendió y se lo dijo al otro dragón. Por
34. 32
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
eso el dragón que escupía hielo entendió que no querían ha-
cerle daño y les dejó irse sanos y salvos.
Antes de llegar a casa sus madres se habían dado cuenta
de que no estaban y cuando llegaron a casa les contaron todo
lo que había pasado y dijeron que habían aprendido la lección
y que nunca más se escaparían.
FIN
35. 33
K
TE CUENTO UN CUENTO
Elisa Mur (11 años)
El verdadero deseo
Hace mucho tiempo en la tierra de los elfos había un elfo
llamado Légolas. A él no le gustaba bailar y pintar piedras
como a los demás elfos, ¡no!, a él lo que le gustaba de verdad
era tirar con arco, pero sus mayores no le dejaban porque de-
cían que tenía que ser como los demás.
Un día vinieron unos exploradores a su aldea. Légolas des-
cubrió que había una piedra que te concedía tu mayor deseo,
pero para llegar hasta donde estaba la piedra había que en-
contrar dos objetos: una pulsera y una manta de piel.
Descubrió que la pulsera estaba en el desierto de las arenas
movedizas, así que Légolas fue hasta allí. Ya en el desierto Lé-
golas buscó la pulsera pero no la encontró, de repente vio algo
que se movía y curioso se acercó; entonces las arenas lo absor-
bieron y lo llevaron hasta un túnel en el que tuvo que resolver
una operación matemática hasta que apareció la pulsera.
La pulsera se convirtió en una brújula que llevó a Légolas
hasta las montañas resbaladizas, donde creía que se encon-
traba el segundo objeto.
No podía subir la montaña porque se resbalaba todo el
rato. Por el cielo volando apareció un pájaro gigante. Légolas
36. 34
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
tenía miedo pero el pájaro le animó para que subiera a su
lomo. Al final Légolas subió y llegó a la cima de la montaña.
Allí encontró el segundo objeto, la manta de piel, que al
tocarla lo transportó hasta el bosque perdido. Caminando por
el bosque empezó a oler algo repugnante; el olor procedía de
un árbol con manzanas azules. Légolas pensó que si tiraba los
objetos al árbol descubriría la siguiente pista. Tiró los objetos
y le apareció de la nada la piedra de los deseos en sus manos.
Fue a pedir el deseo… y entonces se dio cuenta de que su
verdadero deseo no era poder tirar con arco, sino vivir aven-
turas porque se lo había pasado genial. Así que pidió poder
vivir muchas más aventuras.
FIN
37. 35
K
TE CUENTO UN CUENTO
Alex Fuente (9 años)
Un ladrón incomprendido
Cuentan los que lo vieron que había un hombre que se lla-
maba Víctor y tenía 20 años. Él era un ladrón porque cuan-
do tenía 14 años se murieron sus padres en un accidente de
tráfico. Toda su familia vivía al otro lado del mundo, así que
no tenía a nadie que lo cuidara. Entonces robaba para alimen-
tarse.
Un día, en un centro comercial de Madrid, Víctor quería
robar una tablet para hablar con su familia y pedirles que vi-
nieran a cuidarlo, pero un vigilante lo vio.
Le dijo: “¡A dónde vas con esa tablet!” Víctor le intentaba
explicar que la quería para hablar con su familia que estaba
al otro lado del mundo para que vinieran a vivir con él. Pero
el vigilante no lo comprendía porque para usar un ordenador
podía ir a una biblioteca. Víctor se sintió incomprendido. El
vigilante lo soltó y le dijo: “ven a mi oficina que tengo un or-
denador y hablas con tu familia”.
Al final Víctor consiguió juntarse con su familia y ya nunca
más fue un ladrón.
FIN
38. 36
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
TE CUENTO UN CUENTO
Pablo Raluy (9 años)
El vampiro bromista
En un pueblecito donde a veces había luz, se estaba acer-
cando una tormenta y entre las nubes se veía un castillo.
La gente iba al castillo para coger agua. Había un hombre
y, de repente, se oyó un ¡ARRRRRRGGGGG! y un “vete y no
vuelvas jamás, de lo contrario te comeré”, ¡ARRRRRRGGGG! Y
en ese momento, el hombre se fue y se lo dijo a los habitantes
del pueblo. “¡No vayáis a ese castillo, porque está maldito!”
Lo que no sabían era que estaba custodiado por un vampi-
ro al que le gustaba hacer bromas.
Undíallególatormentay,Óliver,elniñoquevivíaenlacasamás
pequeñadelpueblo,queríairalcastillo.Asíqueseescapódecasa
yfuealcastillo.Allíoyó¡UUUUUUUUUUUAAAAAAAAARRRRRRR-
GGG! “¡Vete y nunca vuelvas o de lo contario te comeré!”
“Tú no me das miedo”, dijo Oliver con valentía.
“Vete, vete, vete, vete”, decía el vampiro.
Pero Óliver le dio una orden: “muéstrate”.
Entonces la sombra de Oliver se convirtió en la capa de un
vampiro y un retrato se transformó en el vampiro. Óliver y el
vampiro se hicieron amigos y el vampiro nunca más hizo bro-
mas para asustar a los habitantes del pueblo.
FIN
39. 37
K
TE CUENTO UN CUENTO
Mussa Walad (12 años)
La niña con alas
Había una vez una niña llamada Alma que vivía con sus
abuelos porque sus padres, por desgracia, murieron en
un accidente de tráfico, en un tren AVE con trayecto Sevi-
lla-Madrid, en unas vacaciones de verano.
Desde ese día Alma quedó destrozada y se tuvo que ir a
vivir con sus abuelos a Sevilla. Y de vivir en Madrid, que es
una ciudad..., bueno…, no la más bonita que se diga, a vivir en
Sevilla, que es maravillosa, pues... hay un gran cambio.
Alma siempre se dejaba las puertas abiertas. La de la coci-
na, la del baño, la de los armarios, la de la habitación... y su
abuelo siempre le decía:
- “Alma no te dejes las puertas abiertas porque nunca sa-
bes lo que te puede salir”.
Aun así Alma no podía evitar dejarse las puertas abiertas.
Un día, bueno, mejor dicho una noche, Alma se dejó la puer-
ta del armario abierta, y a las cuatro de la madrugada más o
menos un fuerte destello le deslumbró la cara y la despertó.
Abrió los ojos y vio un ángel de rostro hermoso y angelical;
se llamaba Óliver y era muy bello. Tenía unas alas preciosas
que le llegaban hasta el suelo y le hacían volar como un rayo.
Óliver subió a Alma sobre sus preciosas alas y se fueron volan-
40. 38
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
do hasta un castillo en el cielo donde había millones de niños
y niñas acompañados de sus ángeles de la guarda.
De repente un ángel anciano y sabio comentó:
- “Los niños y niñas que estáis aquí es porque... sois los
elegidos y elegidas, así que, si tenéis un deseo, vuestro ángel
de la guarda os lo concederá”.
Óliver preguntó:
- “¿Y tú que quieres Alma?”
- “Pues... ¡ya lo tengo! Deseo poder volar. Respondió Alma”.
Al ángel le pareció muy bien, así que hizo un conjuro ex-
traño y al instante Alma se quedó dormida. Cuando Alma se
despertó ya había amanecido, así que pensó que todo había
sido un sueño y decidió darse una ducha para despejarse.
Mientras se estaba secando se miró en el espejo y... ¡tenía sus
alas hermosas que tanto deseaba!
Desde aquel momento Alma empezó a ayudar a otras per-
sonas en hospitales, en accidentes, peleas, etc. Y gracias a ella
todos fueron muy felices y comieron perdices.
Bueno, mejor dicho, no comían perdices porque Alma ayu-
daba también a todos los animales, sobre todo a los del aire,
para que no los cazaran los furtivos.
Y… ahora sí, ¡colorín colorado este cuento se ha acabado y
colorado colorín este cuento llegó a su fin!
FIN
41. 39
K
TE CUENTO UN CUENTO
Blanca Campo (10 años)
La patinadora
Había una vez una patinadora que se llamaba Lucía y hacía
patinaje todoterreno. Mientras aprendía se rompió una
pierna, se fisuró el cúbito y se esguinzó el radio, pero ella no
se rendía. Se cayó mucho pero acabó apuntándose a un cursi-
llo, donde se hizo muy buena patinadora. Cada vez hacía rutas
más difíciles, hasta que un día se cayó al río. Tuvo suerte de
conseguir salir de allí. Ella no sabía mucho de supervivencia
pero sabía lo más básico. Lucía hizo señales con fuego, se po-
tabilizaba el agua y se alimentaba de bayas; hasta que la en-
contraron. Y a partir de ese día tuvo más cuidado.
Días después, iba Lucía haciendo una ruta solitaria y al caer
la tarde se encontró un marciano con su O.V.N.I. (objeto vola-
dor no identificado). Ella se asustó y cayó de culo sobre el sue-
lo, pues pensaba que la iba a secuestrar y llevarla a su nave.
El marciano resultó ser bueno y estaba huyendo de sus
compatriotas, ya que lo querían encarcelar por ser el único
marciano que no vivía en Marte.
El marciano se llamaba Mark. Lucía ayudó a Mark. Lucía y
Mark saltaron al mismo río por el que se cayó Lucía. Ellos con-
siguieron salir del río y también despistaron a los demás mar-
cianos. Allí se hicieron muy amigos y a la semana los marcia-
nos se rindieron y Mark llamo a su O.V.N.I. y llevó a Lucía a la
montaña y él se fue a Marte. Volviendo todo a la normalidad.
FIN
42. 40
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
TE CUENTO UN CUENTO
Marcos Solano (12 años)
El tucán malherido
Había una vez un pájaro que vivía en una selva donde había
un montón de animales pero sobre todo había muchos
pájaros.
Sultán era un tucán muy, muy presumido. Le gustaba ir
muy arreglado para que la gente lo viera y le dijeran que iba
muy guapo.
Un día Sultán volaba sobre un río muy caudaloso y el pá-
jaro, con muy mala suerte, chocó con una rama y cayó al rio
en picado. La corriente se lo llevó hasta que al final chocó con
una roca y salió disparado por los aires, quedando colgado de
un árbol gigante. Un hipopótamo que iba paseando con la bici
lo vio y enseguida llamó a su amigo el mono para que resca-
tara al tucán porque él no podía escalar ese árbol tan grande.
Elmonolorescatóyelhipopótamofueelencargadodellevar-
le al médico porque Sultán no podía volar. En el médico le aten-
dió una jirafa muy alta que le dijo que tenía que estar quieto en
casa y el tucán le hizo caso y se fue a su casa con el hipopótamo.
Cuando llegaron a la casa del tucán, Sultán le dio las gracias
al hipopótamo y este se fue a su casa.
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Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El tucán al mirarse al espejo se asustó y pego un grito tan
fuerte que espantó a todos los animales de la selva porque vio
que se le habían caído plumas y tenía un ojo morado del golpe.
Sultán quería que nadie lo viera pero todos venían a su
casa a preguntarle cómo estaba. El tucán estaba muy triste y
era muy negativo pero su amigo el pelícano le puso una pelu-
ca y lo arregló un poco.
El tucán estaba más guapo que nunca y salió a pasear por
la selva; y una “tucana” lo vio y le dijo que era muy guapo. Los
dos fueron muy amigos y volaban juntos por las mañanas y se
lo pasaban genial.
El tucán descubrió que si eres positivo te pasan cosas bue-
nas y si eres negativo te pasan cosas malas
FIN
44. 42
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
TE CUENTO UN CUENTO
Yara Vera (11 años)
Un viaje de despedida
Los hobbits de la familia Hobbites se despidieron de su pue-
blo para hacer un viaje en crucero hacia un país de libertad,
donde podrían descansar sin tener que luchar más con mons-
truos y animales malignos.
David se despidió de sus amigos hobbits para irse con su
tío Ismael, el mago Wally y los elfos Elmo y Dalia.
Mientras iban en el barco oyeron unos ruidos muy raros
que parecían venir de una montaña que estaba en una isla
no muy lejana al barco. Se acercaron a la isla y desembarca-
ron para ver de dónde venían los ruidos, y al bajar del barco
vieron una especie de león de seis patas con un forzudo que
estaba encima de él. Llevaba un hacha de dos toneladas y es-
taba dispuesto a atacarles. El mago Wally cogió su vara y les
lanzó un rayo a los dos y se cayeron hacia atrás. Cuando se
incorporaron, el león echó a correr hacia ellos y el forzudo
le iba a dar con su hacha, pero Wally, Elmo y David fueron
a luchar contra el forzudo. Los tres le cortaron las seis patas
al león y lo mataron, y al forzudo le cortaron el brazo donde
tenía el hacha.
45. 43
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Después se montaron en el barco y siguieron su rumbo ha-
cia la isla de la libertad, pero oyeron algo que chocaba contra
el barco. Se asomaron y vieron a un león que intentaba subir
al barco pero no podía. Elmo le apuntó con sus flechas pero el
león empezó a rugir. Wally le comentó a Elmo que no dispara-
se porque solo quería buscar refugio y amigos.
Wally se podía comunicar con los animales porque sabía su
lenguaje gracias a que Dalia le había enseñado. Todos ayudaron
a subir al león al barco y Dalia le preguntó cómo se llamaba. El
león le dijo rugiendo “Feroz”, y Dalia le contó a Feroz que iban
al país de la libertad para poder vivir en tranquilidad. Feroz les
dijo que él sabía el camino para ir más rápido a la isla, y los de-
más se fiaron de él y siguieron las indicaciones al pie de la letra.
Feroz tenía razón y solo tardaron media hora en llegar. Des-
embarcaron y bajaron del barco al muelle, donde había mu-
chos tipos de seres muy amables. Por la noche hicieron una
hoguera para bailar alrededor y contaron las aventuras que
habían vivido al llegar a la isla.
Al día siguiente hicieron una expedición acuática alrededor de
la isla para ver el fondo marino. Los cinco se sumergieron en el
agua, pero Ismael dijo que estaba demasiado cansado para bu-
cear y por eso se quedó en la isla. Los cuatro empezaron a bucear
hacia el fondo y se metieron en una gruta, pero ninguno sospe-
chó que se habían metido dentro de ¡una ballena! Cuando se
dieron cuenta fue cuando oyeron ruidos de ballenas y el interior
empezó a temblar. Intentaron salir pero no podían. Menos mal
que habían traído una cuerda. Entonces los cuatro se ataron a
ella y Wally empezó hacerle cosquillas para que estornudara y
salir disparados. Su plan salió perfecto y cogieron un par de meji-
llones, langostas, peces y algas para comer en la isla.
Cuando salieron del agua y estuvieron en la isla, le llevaron
a los cocineros la comida que habían cogido para que la coci-
46. 44
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
naran para la hora de comer; y cuando la comida estuvo he-
cha empezaron a comer y les contaron la aventura que habían
vivido en el interior de la ballena. Después de haber comido
se echaron una siesta en unas hamacas que estaban colgadas
de la casa del árbol donde vivían ellos, y todos se durmieron
menos David, que se fue con el mago Wally, que siempre esta-
ba mirando el horizonte mientras fumaba tabaco en su pipa.
Estuvieron hablando durante horas sobre la expedición
acuática y sobre sus aventuras, luego fueron con todos alrede-
dor de la hoguera que habían preparado para hacer sus ritua-
les y reírse un rato hablando de sus aventuras favoritas. Luego
cenaron cerca del fuego y después hicieron una fiesta hasta las
tantas de la noche. Los que estaban cansados se fueron a dor-
mir y los demás siguieron bailando y cantando en la fiesta.
Cuando se despertaron se fueron a un bosque donde había
una tirolina y se tiraron por ella; después se fueron a bañar al
mar y jugaron con unos delfines que eran muy graciosos.
¡Habían conseguido vivir tranquilos y en libertad!
FIN
47. 45
K
TE CUENTO UN CUENTO
Martí Guardia (11años)
La golondrina
Había una vez una golondrina que puso un huevo. Pasaron
unos meses y nació una pequeña golondrina que salió del
cascarón. A las dos semanas la golondrina ya comenzó a volar.
Empezó el otoño y la golondrina tuvo que migrar a África.
Tuvo que volar kilómetros para llegar a África. Y cuando llegó,
se construyó un nido con ramas, paja y palos que se había en-
contrado al lado de donde vivía un niño que se llamaba Klen-
cio. No le gustaban mucho los pájaros, y Klencio, cuando vio
esa golondrina, la siguió y vio dónde había construido el nido.
Al día siguiente Klencio vio a esa golondrina otra vez co-
miendo mosquitos y la llamó Alita. Klencio la siguió y la llevó
hasta su nido, y vio que estaba incubando huevos; así que
decidió vigilar los huevos para que nadie los robara.
A la semana siguiente Klencio le puso unos mosquitos a
Alita y entonces Alita se acercó. El niño intentó tocar a Alita
pero entonces esta se fue volando a su nido. Pasaron dos se-
manas y vio que Alita había tenido polluelos. El chico le puso
comida al lado del nido cuando la golondrina no estaba en el
nido.
48. 46
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Alita volvió y no trajo comida para sus polluelos, pero en-
tonces vio que alguien había puesto comida.
Al día siguiente Klencio pudo tocar a Alita y vio cómo Alita
cazaba mosquitos a gran velocidad. Al volver a casa la madre
de Klencio le dijo que Alita y las demás golondrinas también se
irían otra vez a España pero Klencio no le hizo caso a su madre.
A la semana siguiente los polluelos de Alita ya comenzaron
a volar y la madre de Klencio sabía que en unos días las golon-
drinas marcharían a España.
Pasaron unos días. Klencio vio que en el nido ya no había
ningún pájaro y le preguntó a su madre. Esta le respondió que
las golondrinas se habían ido esa mañana y entonces Klencio
se puso a llorar un montón. Pero su madre lo consoló dicién-
dole que al año que viene volvería y entonces Klencio se puso
más contento.
FIN
49. 47
K
TE CUENTO UN CUENTO
Saúl Larramona (12 años)
El bosque mágico
Había una vez un niño al que no le gustaba nada la escuela.
Siempre quería que fuera fiesta o fin de semana. Cuando
llegaban las vacaciones de verano se iban a la playa.
Él vivía en un pequeño pueblo con apenas treinta perso-
nas. En su pueblo se aburría mucho porque casi no había ni-
ños. Pero un verano decidió no ir de vacaciones a la playa y
alquilaron una casa en el bosque.
Su cumpleaños era en julio y siempre lo celebraban en la
playa, pero ese año se fueron a la montaña. En la montaña se
aburría mucho y sus padres le regalaron un gato y con él ya no
se aburría pues se iban a dar paseos a un estanque que tenían
al lado de su casa.
Un día fueron al estanque y vieron un duende. ¡Era un bosque
mágico lleno de duendes! El niño se sorprendió mucho, le pidió al
duende si quería ser su amigo. El duende le dijo que le encantaría
pero que tendrían que guardarlo en secreto. Y el niño así lo hizo.
Pidió a sus padres que compraran la casa del bosque y des-
de entonces el niño y el gato se lo pasaban genial todos los
veranos en el bosque mágico.
50. 48
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Un día el gato se murió. Pero el duende lo metió en el es-
tanque y revivió y nunca más murió.
Niño (N)- “No sé cómo agradecértelo”.
Duende (D)- “Me tienes que ayudar a construir un poblado”.
N- “¿Para cuántos?”
D- “Para 70”.
N- “Vale”.
Cuando empezaron a construirlo, llamaron a cenar al niño
y no pudo acabarlo. Al día siguiente acabaron el poblado y
todos los duendes tenían casa y entonces el niño se convirtió
en el rey de los duendes.
FIN
51. 49
K
TE CUENTO UN CUENTO
Idaira Aparicio (11 años)
Elfos
Hace mucho tiempo en la Tierra no había humanos y los
elfos gobernaban la Tierra con un lenguaje diferente al
nuestro, aunque también hablaban como nosotros.
Todos vivían juntos, en paz y armonía, antes de que empeza-
ran las guerras por los territorios, pues los elfos de las montañas
eran los que más territorios gobernaban. El rey de los elfos se lla-
maba Tomiolf y tenía muchísimos problemas. Sobre todo con los
elfos del bosque, que se quejaban porque tenían pocos territorios
y además miles de orcos les atacaban a lo largo de las semanas,
pues una gran magia oscura se extendía por el bosque amarillo.
Esa magia oscura provenía de un Negrodiamante. Este ser
se formaba a partir de un humano o algún ser que se encon-
trara con un diamante completamente negro. Estos diaman-
tes son escasos; de hecho creo recordar que mi abuelo me
dijo que solo existía uno y una vez que lo ves no puedes ni
parar de pensar en él ni alejarte mucho más de un metro de
distancia. Justamente este diamante lo encontró ese ser.
Los elfos vigilaban las lindes de su bosque montando en
sus búhos gigantes capaces de ver a 3 millones de kilómetros
52. 50
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
de distancia y de volar a más de 40 millones de kilómetros
por hora.
Hegort era el capitán de la guardia para vigilar las lindes
del bosque. Era el hijo del rey, por lo tanto algún día sería rey
junto a su reina. Hegort estaba completamente enamorado
de Áriel una de las elfas más hábiles del clan. Áriel era una
elfa de fiar y nunca dudaba con matar a los animales malig-
nos, incluyendo a los monstruos que vagaban por el bosque
esperando para acechar.
A Áriel le gustaba pelear y aunque vivía junto a los elfos del
clan era medio autónoma, pues casi nunca obedecía las órdenes
del rey, cosa que a veces le había metido en grandes líos. Todos
ellos estaban indignados por el poco terreno que contenían.
Un día Garot, el rey de los elfos del bosque, se hartó y pre-
paró a sus elfos para la guerra.
Llegado el día los elfos montaron en sus búhos y lobos gi-
gantes. ¡Ah! y casi se me olvida… Hegort y Garot iban monta-
dos en leones gigantes; junto a ellos iba un gran forzudo elfo
quien se llevaba muy bien con Hegort desde la guardería.
Lo que no sabían era que los elfos de la montaña también es-
taban preparados para la guerra, pues un bonito zorzal les había
contadotodo losucedidoanteriormenteenelinteriordelbosque.
Los elfos del bosque partieron a mediodía, pues llegarían a la
ciudad de Tomiolf a media noche si mantenían un paso ligero.
Cuando llegaron a la ciudad todos se escondieron tras unas gran-
des rocas, mientras unos elfos de la guardia de Hegort les tiraban
dardos tranquilizantes a los guardias de la entrada principal.
Así fue como esa tranquilidad dio paso al terror de la gue-
rra. Al cabo de un minuto se veía cómo flechas repletas de
fuego surcaban los cielos. En palacio dieron la alarma de in-
trusos y miles de guerreros también empezaron a disparar. Al
cabo de media hora quedaban pocos elfos del bosque. Entre
53. 51
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
ellos yacía medio muerto el gran forzudo que le deseó toda la
suerte del mundo a Hegort antes de desaparecer.
Los elfos blancos les ganaban en número, pocos consiguie-
ron entrar y refugiarse en palacio. Al cabo de dos días de gue-
rra continua el rey ordenó la retirada, dando fin a la guerra
y dando también la victoria a los elfos blancos, quienes no
tardaron en encontrar a los cinco elfos que habían sobrevivi-
do en la guerra. Entre ellos estaba Hegort, quien como futuro
rey habló sobre los motivos de esta triste guerra. El rey lo en-
tendió enseguida y negoció junto a Hegort sobre los nuevos
territorios que tendrían los elfos del bosque.
Los cinco elfos regresaron a su hogar junto a Tomiolf, quien
habló con Garot sobre lo que había hablado con su hijo. Ma-
ravillado, Garot nombró rey a su hijo de inmediato, quien al
cabo de dos meses se casó con Áriel.
Ya se me olvidaba… la misma noche en la que les entre-
garon los territorios muchos elfos cantaban alegres, excepto
algunos que guardaban silencio por los guerreros valientes.
Entre ellos, el forzudo al que Hegort añoraba mucho y que
había muerto en el campo de batalla.
FIN
54. 52
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
TE CUENTO UN CUENTO
Martín Rodríguez (10 años)
El lince
Había una vez un lince muy pequeño que quería investigar.
Su madre no le dejó porque decía que un lince se tenía
que quedar en su territorio. Pero el pequeño lince se escapó
porque decía que para poder mejorar había que investigar.
Entonces el lince se fue de su casa de España a Portugal,
después a Francia y de Francia llegó a Alemania. En Alemania
conoció a un hombre que no era de esos que les quitaban las
orejas a los linces. No, era un hombre muy majo, amable y
superforzudo.
El forzudo le salvó de grandes peligros, como de un cruel
cazador que quería disecar al pobre lince. Entonces, en un
parque natural de Alemania conocieron a un malvado león
que era como el forzudo de fuerte. Y el pobre forzudo en la
lucha murió.
El lince, furioso, le arrancó la cabeza de cuajo. Entonces
se quedó a vivir en casa del forzudo muerto y llamó a toda
su familia y con el paso de mucho tiempo vivieron felices en
esa casa que estaba en un bonito parque natural. Pero… su
tranquilidad se acabó cuando llegó un cavernícola que había
llegado al presente desde el pasado.
55. 53
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Ese cavernícola era un investigador prehistórico y tenía que
resolver tres misterios: la huella invisible, los ladrones de ban-
cos y la rata gigante Comequeso.
El cavernícola por más que lo intentaba resolver no podía
porque no tenía en cuenta un gran escondite que estaba de-
bajo de la carretera.
El hombre prehistórico buscó por todos lados. Entonces apare-
ció el lince y le explicó el gran escondite de los ladrones de bancos.
El lince, además, sabía que para llegar había que seguir un camino
porlaalcantarillaquemarcabanlosladronesconhuellasinvisibles.
Pero por suerte el lince tenía una superlupa que encontró en casa
del forzudo y que hacía visibles las huellas invisibles.
Entonces fueron a la guarida y por el camino se encontraron
unaratagigante.Parapoderpasarladespistaronconelquesomás
grande del mundo que encontraron en la quesería de Alemania.
Finalmente llevaron a los ladrones a la cárcel más segura
de toda Europa y el cavernícola pudo volver al pasado des-
pués de resolver los tres misterios. Siempre, claro, gracias a la
ayuda del lince.
FIN
56. 54
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
TE CUENTO UN CUENTO
Óliver Sanjoaquín (10 años)
El ratón
Hace ya muchos años vivía un ratón pobre que no hacía
más que trabajar por la noche y por el día, pero nunca ga-
naba dinero. Un día fue un niño ratón y le compró una galleta
y le dio dinero con el que el ratón se compró un trozo de pan.
El pan le duró una hora pero le llenó la tripa.
Al cabo de otro rato vino otro niño ratón y dio dinero para
comprar veinte galletas. Como ya no tenía hambre se guardó el
dinero. Después vino otro, otro y otro… y al final se hizo rico pero
en vez de gastárselo se lo dio a un niño que estaba llorando.
El niño se lo agradeció y después se fue, pero antes de irse
le dijo que si quería ser su amigo y el ratón le dijo que sí. Y des-
de entonces fueron los mejores amigos ratones del mundo.
Tuvieron muchas aventuras. Como cuando hicieron un trail en
laFueva,fueronalaselvaybucearoncontiburones.Perosumejor
aventura fue cuando se encontraron a un genio que les permitió
undeseo.Losdosdijeronquequeríaniralespacioy elgeniocons-
truyó una estrella fugaz en la que montaron y se fueron a otros
planetasenotragalaxia.Selopasarongenialyvolvieronalatierra.
Al volver se habían gastado todo el dinero y se pusieron muy
tristes. Pero cuando vieron a otro niño ratón pobre que se lo pa-
saba genial los ratones se dieron cuenta de que lo importante
no es el dinero sino otras cosas, como por ejemplo la amistad.
FIN
57. 55
K
TE CUENTO UN CUENTO
Amélie Quero (9 años)
El oso goloso
Érase una vez un oso muy goloso al que le encantaban los ositos
degoma.Ensupueblohabíauncastillollenodeositosdegomi-
nolaysepasabaeldíaahícomiéndoselos.Undía,decomertantos
ositos de goma no podía levantarse porque estaba muy gordo y
cuando el lunes fue al cole todos se rieron de él. Todos menos un
elfo porque a él no le parecía gracioso. El oso se fue a llorar a la
fuente y el elfo fue a consolarlo. El elfo tenía un anillo y el oso le
preguntó por él y le contestó que el anillo producía poderes.
El sábado el elfo y el oso fueron a pasear y encontraron un
cartel en el que decía “se busca ladrón, ha robado el anillo mági-
co del Rey”. Los dos a la vez dijeron: “¡vamos a capturar al malo!”
Se prepararon y fueron a hablar con el rey. Le preguntaron
dónde lo tenía guardado, si alguien lo vigilaba y muchas cosas
más. Con esos datos se fueron a investigar, el elfo con su sú-
per anillo y el oso con sus súper golosinas, que las mascaba y
cuando las escupía se quedaba todo pringoso y pegajoso.
Al día siguiente los dos empezaron a buscar sospechosos y
pistas y en tres horas el oso encontró una pista. Un collar con
una foto pequeña.
Era el sirviente del Rey, su mujer y su hija y por fin ya tenían
un sospechoso.
Hablaron con él pero no había hecho nada. Tenía un tes-
tigo, el propio rey, ya que el sirviente había estado todo ese
mes con el rey a su lado sin separarse.
58. 56
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Entonces interrogaron a todos los del castillo y al sirviente
le devolvieron su collar.
El oso, de tener que ir de ahí para allá, adelgazó. Pero lo
que pasaba es que nadie era el ladrón y acabaron sin encon-
trarlo.
El lunes al oso y al elfo les dieron la enhorabuena por ha-
ber intentado capturar al ladrón. Aunque el oso y el elfo se
preguntaban a todas horas quién habría sido y nunca se supo
nada más del ladrón.
FIN
59. 57
K
TE CUENTO UN CUENTO
Tomás Lanau (10 años)
El pueblo fantasma
Había una vez un pueblo al que todos le llamaban el pueblo
fantasma.
En ese pueblo todas las noches a media noche ocurrían
cosas muy extrañas. Así que la gente se fue poco a poco del
pueblo hasta que solo quedaron dos adolescentes llamados
Pablo y Jorge. Y Pablo, que era el más valiente, decidió descu-
brir el misterio.
Una noche Pablo y Jorge salieron de su casa y fueron di-
rectos a las minas de la montaña. Entraron, oyeron un chillido
diabólico y buscaron a quien lo había hecho pero no encon-
traron nada. Jorge, cansado, se sentó en una roca y de repen-
te se abrió un pasadizo secreto.
Entraron y al llegar al final había una escritura en la pared en
la que ponía: “para llegar al final dos pruebas deberéis pasar”.
Ellos aceptaron, pero no podían volver atrás; así que se en-
contraron en un laberinto con un minotauro que intentaba
cogerlos. Mientras los dos amigos se adentraban en el labe-
rinto, el minotauro los perseguía y los alcanzaba.
Después de cinco días se encontraron en un camino sin sa-
lida y al darse la vuelta se encontraron con el minotauro.
60. 58
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Fue entonces cuando Jorge sacó una pistola de agua y le
disparó en la cara al minotauro. Cuando estaba distraído co-
rrieron sin parar y encontraron la salida del laberinto, así que
saltaron y escaparon del minotauro.
Anduvieron largo rato y se encontraron con un precipicio
gigantesco. Fue entonces cuando Pablo sacó de su mochila
una pértiga y con ella saltó al otro lado. Cuando Pablo le iba a
lanzar la pértiga a Jorge se cayó una estalactita, asustó a Pablo
y la pértiga cayó al precipicio.
Jorge estaba desesperado. Pero el colmo fue cuando apare-
cieron unos centauros que empezaron a atacarle con flechas.
Entonces tuvo una idea, que era que con unos muelles salta-
ría al otro lado del precipicio. Cuando saltó le dio una flecha en
el brazo y en el otro lado del precipicio Jorge le consiguió curar.
Vieron unas huellas de oso y como había una montaña al
fondo supusieron que vivía ahí. Se les ocurrió la idea de ca-
zarlo y comérselo pero no sabían que ese oso era también
conocido como el Yeti.
Anduvieron tres días sin parar y llegaron agotados a un pi-
nar. Durmieron y cuando despertaron estaban en una cueva
con un extraño ser y descubrieron que era el Yeti. Intentaron
escapar pero el Yeti les cortó el paso y les dijo que era él quien
invocaba a los monstruos y que el ruido que habían oído en la
cueva había sido él.
Entonces hicieron una pelea y todos salieron malheridos,
pero consiguieron atrapar al Yeti; y mientras volvían al pue-
blo lo echaron al precipicio, y al llegar al pueblo anunciaron la
noticia y todo volvió a la normalidad.
FIN
62. 60
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La cabra cadabra
Una cabra que hace el cabra,
porque es una cabra,
tiene cuernos y escala.
¡Una cabra muy flipada!
(Micropoesía colectiva)
63. 61
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Un hada en el Sobrarbe
Mussa Walad (12 años)
En un bosque muy pequeño,
lleno de hayas enormes,
nació un duende pequeño
en el pueblo de Solipueyo.
Allí había un hada hermosa,
con alas doradas y rosas,
volaba, volaba y volaba
y en las casas paraba.
Le encantaba el Sobrarbe
y no se quería ir,
así que se quedó jugando
en ese precioso jardín.
Sobrarbe es todo belleza,
la Fueva no te puedes perder,
visitar Muro de Roda
y toda su naturaleza.
64. 62
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Alegrías y tristezas
Elisa Mur (11 años)
El amor es un sentimiento,
sentimiento que produce alegría.
Tanto alegría como tristeza,
tristeza que por mí se iría,
se iría con el viento.
El viento que lo arrastraría,
arrastraría las hojas secas,
secas o también marchitas.
Marchito nuestro corazón,
corazón de alegrías.
Tanto alegrías como tristezas,
tristezas que por mí se irían.
65. 63
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El huerto
José Ángel Secorun (12 años)
En el huerto hay vegetales:
patatas, calabacines, guisantes .
También hay árboles frutales:
Melocotones, manzanos, perales.
Primero abonamos el huerto,
después toca motocultor.
Eso lo hace mi abuelo
porque no es nada tuerto.
Después juntos
a sembrar y a plantar.
Para que crezcan las plantas,
tenemos que regar.
Y después a recolectar.
Manzanas de los frutales,
judías y vegetales.
66. 64
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Pesadilla
Idaira Aparicio (10 años)
¡Qué he hecho yo para merecerlo!
¡Tengo que pasar página,
él se ha ido!
Siempre que entraba en casa
paliza que me llevaba.
Un psiquiatra me ha ayudado.
No se lo digo a nadie
por puro temor,
creo que ya ha pasado,
no quiero que se enteren.
Él en la cárcel está encerrado,
si no sería mi muerte.
Todo ha pasado.
Cada día era lo mismo:
paliza y que me quiere.
Yo soy inocente,
nunca le he hecho nada.
¡Por favor para ya!
Es lo único que pido.
Pero hoy ya me he hartado.
¡No voy a tener miedo!
Voy a ir a la policía
y cuando vuelva ya podré descansar.
Pero él no me deja salir,
tengo mucho miedo y no puedo comunicar,
él me va a seguir.
¡Esto es el fin!
67. 65
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
He llamado a la policía
mi casa han arreglado
una denuncia he comunicado
por fin puedo descansar.
Todas las noches tengo pesadillas
creo que me estoy volviendo loca,
no sé qué hacer.
Él sigue en mi pensamiento,
él sigue tras de mí.
Yo lo noto
no sé qué hacer,
irme o quedarme,
no quiero que se arme.
Puede volver y matarme.
68. 66
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Baloncesto en el Polo Norte
Tomás Lanau (10 años)
Estaba haciendo deporte
en el auténtico Polo Norte.
Hice un gran esfuerzo
para ganarme el almuerzo.
Jugué al baloncesto.
haciendo un magnífico gesto,
metí una canasta
y me vieron desde casa.
Después de mucho tiempo,
entrenando sin parar,
jugamos la final
¡y salimos a ganar!
69. 67
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El Águila
Pablo Raluy (9 años)
El águila es dorada,
dorada como el oro,
con un gran pico,
para cantar en un coro.
Vuela muy alto,
rápida como una bala.
¡Cuidado que te chocas,
y te rompes el ala!
Y eso pasó,
con una roca chocó,
hasta que se curó,
y más alto voló.
Más alto que las nubes,
más alto que el sol,
más rápido que un guepardo,
más rápido que un halcón.
70. 68
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El campo
Blanca Campo (10 años)
El verde de la hierba es campo,
el rojo de las flores es campo,
el cereal amarillo también es campo,
las flores bonitas son campo,
y también las menos bonitas son campo.
Los pajaricos revoloteando alegran el campo,
la lluvia de abril embellece el campo,
el calor de junio también embellece el campo,
los niños jugando disfrutan del campo,
y yo también soy campo.
Blanca Campo
71. 69
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Montaña y compromiso
Alex Fuente (9 años)
Para subir una montaña
hay que tener compromiso
y también hacer un esfuerzo
durante todo ese tiempo.
En la montaña vas a andar
hasta que empiezas a merendar,
porque tienes que parar,
para comer y descansar.
Cuando llegues a la cima
sentirás mucha alegría
y durante todo el día
querrás volver a la cima.
72. 70
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El payaso y la payasa
Amélie Quero (9 años)
El payaso en la pista reía
y toda la gente ahí se divertía.
Un día el payaso
se encontró a una payasa
y el payaso fue a animarla.
A bailar dijo que quería sacarla
y al final
muy amigos se hicieron.
El mundo entero recorrieron,
y montaron una gran actuación
con agua, risas y canción.
Cada día hacían felices a los demás
la payasa Margarita
y el payaso Tomás.
73. 71
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Pedaleo en el sobrarbe
Saúl Larramona (11 años)
Yo estoy en el Sobrarbe,
en el Sobrarbe con mi bicicleta.
Me monto encima de ella
y empiezo a pedalear.
Me encanta recorrer
el Sobrarbe en bicicleta,
dale dale a los pedales
para llegar a Formigales.
Subo y subo sin parar,
para luego poder bajar,
cuando bajo me divierto
como mi amigo Alberto.
Desde Muro veo el pantano,
y desde Palo, Mediano,
y al llegar a Tierrantona,
Cotiella al fondo asoma.
74. 72
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Saturno
Martí Guardia (10 años)
Saturno es redondo como una pelota,
gris y grande como una nube enfadada.
Tiene un anillo congelado,
congelado como un helado.
Es gaseoso
como el aire que respiras.
Está en el sistema solar,
el astronauta va a aterrizar,
ha estado buscando Saturno
pasando por muchos mundos.
Brillante como Alicante,
nadie puede llegar al instante,
tendrás mucho terror
al apoyar los pies en vapor.
Saturno alegra a otros planetas,
con un llamativo anillo,
bailando el “julahop”
parece que le falta un tornillo.
75. 73
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El lobo hambriento
Yara Vera (10 años)
El lobo tiene hambre,
Como tiene hambre sale a cazar,
quiere cazar una gallina,
una gallina que está en la colina.
La colina es muy alta,
alta como una montaña,
una montaña con un río,
el río Saltarino.
El río Saltarino es azul,
azul como el cielo,
el cielo de mi mundo,
en el mundo que estás tú.
76. 74
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Refugiados
Idaira Aparicio (10 años)
La gente escapa,
nunca con un mapa,
están pegados al miedo,
miedo por la muerte.
Muerte que les persigue
con la guadaña en la mano.
Vida de tristeza,
terroristas sin cabeza,
sin cabeza y sin conciencia.
¡Pobres vidas que matan!
Niños que la vida no pueden acabar,
cuando no han hecho más que empezar.
A las muertes poned fin,
el cambio empieza en ti
77. 75
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Deporte y esfuerzo
Óliver Sanjoaquín (9 años)
El sarrio corre mucho
saltando por la montaña,
hace mucho deporte
escalando y andando.
Corre mucho porque entrena
y también porque descansa.
Se esfuerza un montón
para ser un gran campeón.
Al fin lo consiguió
y tuvo gran motivación.
Si te esfuerzas como el sarrio,
escalaras mogollón.
Correrás por la montaña
sintiendo que eres la caña,
escalar, correr y disfrutar
disfrutar de poder entrenar.
78. 76
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Música y alegría
Martín Rodríguez (9 años)
La música alegre
trasmite alegría.
La música triste
trasmite tristeza.
Pero siempre
¡gracias a los instrumentos
y también a los músicos!
Yo quería sentir alegría
alegría durante todo el día,
pero también quiero alegría,
alegría para toda la vida.
Sentir la música
es sentir la guitarra,
el piano y la flauta.
Cuando la música empiece a sonar
¡tú empezarás a bailar!
79. 77
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
No al maltrato
Marcos Solano (11 años)
El maltratador está loco,
cerebro tiene poco.
Es abusón y egoísta,
¡es supermalo!
La víctima se siente sola.
Está muy triste.
No quiere volverse loca.
El maltratador no le deja salir,
le quita las ganas de vivir.
La víctima escapa
pero el maltratador la placa.
Le pega una paliza,
pero ella no se calla.
La víctima a la policía llama,
y todo ya se acaba.
80. 78
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La mariposa y la flor
Marcos Solano (11 años)
La mariposa se posa,
se posa en una flor.
¡Una flor roja preciosa!
Preciosa como la mariposa.
La mariposa vuela,
vuela sin parar;
sin parar.
Sin parar
no para de jugar.
Jugar con su flor,
una flor con mucho color.
81. 79
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El zorro
José Ángel Secorun (12 años)
El zorro está asustado,
escapa del cazador,
corre más que un coche,
escapa de los humanos.
Come más que una ballena
y le ayudan a escapar,
una niña y un niño
que van a su casa a ayudar.
Un coche les sigue,
hasta su casa sin parar,
de repente el zorro no está
en el bosque feliz descansará.
82. 80
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La realidad violenta
Elisa Mur (11 años)
El maltratador es malvado,
machista y despiadado.
A la mujer utiliza
como a una muñeca de revista.
La mujer es una víctima,
el hombre le hace sufrir,
la mujer es inocente
ya no puede sonreír.
La mujer quiere luchar
para que le deje de controlar,
para que no le mire el whatsapp,
y así poder disfrutar.
La mujer lo ha conseguido,
al maltratador ha vencido
con fuerza de voluntad.
Hombres por favor...
¡QUE EL MALTRATO ACABE YA!
La mujer ha vuelto a vivir,
después de conseguir
librarse del psicópata
que le hizo sufrir.
Ahora está bien,
tiene un poco de miedo
por si vuelve a aparecer
ese maltratador
que no le dejó crecer.
Hombres de todo el mundo,
las mujeres estamos llorando,
nosotras estamos sufriendo
por culpa de vuestro maltrato.
83. 81
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Oda al perro
Saúl Larramona (11 años)
El perro es juguetón
porque le gusta jugar,
es pequeño y travieso,
el perro es mi amigo.
El perro tiene hambre,
porque no para de correr,
porque es muy alegre.
¡El perro es el mejor!
84. 82
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El tigre de benagala
Mussa Walad (12 años)
Tigre salvaje y loco,
loco como el hombre
al que le tienen miedo,
miedo por la flor roja
a la que le llaman fuego
Les da pánico,
no la quieren ni ver.
Proteger a sus crías
lo más importante es.
¿Por qué merecen eso?
¡Si solo les roban el queso!
Pobrecitos los tigres,
ya ni corren ni ríen.
85. 83
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El roble
Martí Guardia (10 años)
Un viejo roble solitario,
contrario a la alegría,
tiene agujeros por todas partes.
Tiene muchos nidos
pero ningún pajarillo.
Cada año le caen las hojas,
este árbol está llorando,
llorando muy tristemente.
Grande como un gigante,
marrón como el chocolate,
chocolate pero no comestible
que sus raíces derrite.
86. 84
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La tortuga
Tomás Lanau (10 años)
La tortuga cazada está,
quiere salir ya,
para poder llegar
y a los huevos cuidar.
El cormorán va a llegar,
para poderse zampar,
un par de huevos,
que recién puestos están.
La tortuga ya escapó,
va a llegar y va espantar
a ese glotón cormorán.
87. 85
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El parque de atracciones
Yara Vera (10 años)
Yo quería ir,
entonces me fui a dormir,
porque tenía que madrugar,
porque pronto quería llegar.
Cuando llegué me alegré,
y pronto entré,
tenía muchas ganas,
igual que mis hermanas.
Me monté en la noria,
con mi hermana Victoria,
y después me compré un helado,
con el dinero que me había encontrado.
Cuando terminé,
me fui al cine,
cuando terminó la película,
no tenía duda
de que volvería algún día
con mi mejor amiga.
88. 86
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El bizcocho
Idaira Aparicio (10 años)
Si quieres un bizcocho esponjoso,
pídele ayuda a un oso.
Cuidado no sea muy goloso
o se te comerá el bizcocho.
Pon al horno tu bizcocho,
que no se te pase del número ocho,
si no explotará
y muy lejos llegará.
Luego cómetelo
con tu amigo Totó.
Que no se te olvide ponerlo en un plato
o se lo comerá mi gato.
89. 87
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Guerra y paz
Alex Fuente (9 años)
Guerra,
tristeza, miedo, ira.
Matando, disparando, amando, ayudando.
Amor, ayuda, amistad,
Paz
La paz es buena,
es buena porque ayuda,
ayuda a los que lo necesitan,
lo necesitan para vivir.
La guerra es mala,
porque mata a mucha gente,
bombardean y disparan.
¡Que la guerra pare ya!
90. 88
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Colores
Blanca Campo (9 años)
Verde es la hierba de la pradera.
Roja es la amapola de la herradora.
Amarillo es el sol.
Naranja es el caracol.
Rosa es parte de mi flora.
Morada es la mora
Azul es mi camisón
Rojo mi corazón.
91. 89
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El buitre y la urraca
Pablo Raluy (9 años)
El buitre come carne,
carne de animales muertos,
muertos a zarpazos,
que los dejan medio tuertos.
El buitre vuela en círculos,
cuando tiene que comer.
Si lo ve el animal
¡Todos a correr!
Hasta que una urraca,
valiente y atrevida,
consiguió plantarle cara,
aunque estaba malherida.
El buitre que era miedoso,
aunque fuerte y poderoso,
se asustó de la embestida
y se fue sin su comida.
92. 90
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El oso
Amélie Quero (9 años)
El oso está en la montaña,
jugando con su mamá,
jugando a saltar a la comba,
y también con su papá.
Se despistaron un momento
y de repente al osito pequeño
se lo llevaron y desapareció.
Ahora el oso pequeño
despertó en un terrorífico zoo.
Triste estaba y no jugaba.
Lo soltaron donde vivía
y con sus padres volvió a la vida.
93. 91
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Mis patines
Martín Rodríguez (9 años)
Ahora no ando,
ruedo y ruedo.
Con unos bonitos patines
te diviertes, giras y molas.
Ahora las ruedas van solas por el suelo
y se mueven a dos mil por hora.
No importa si te caes
lo importante es aprender,
levantarse y esforzarse.
¡Eso sí que es importante!
Lo único que tienes que hacer
es rodar, controlar y disfrutar.
94. 92
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El espacio
Óliver Sanjoaquín (9 años)
Planeta
grande, rocoso, rojo,
girando, rotando, iluminando, explotando,
amarilla, mortal, enorme
Estrella.
El planeta es grande,
grande como una estrella,
una estrella muy bonita,
muy bonita como tú.
El espacio tiene estrellas
¡dan mucha luz!
porque son muy bonitas
el espacio es igual que tú.
95. 93
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El zorro
Idaira Aparicio (10 años)
El zorro es astuto y rápido
porque cada mañana
sale a cazar,
porque así…
consigue sobrevivir.
El zorro vive
en el interior del bosque
porque si no el humano
lo va a cazar,
porque el humano…
de alfombra lo quiere tener.
¡El zorro no se deja tener!
96. 94
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Canela
Amelié Quero (9 años)
Canela es mi perrita marrón.
Marrón
y suave es su pelo,
pelo que yo acaricio
cuando me viene a despertar.
Me despierta por las mañanas,
¡no me quiero levantar!
Levantar de la cama,
cama que comparto con ella.
¡Ella!
Mi perrita Canela.
97. 95
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La retahíla
Yara Vera (10 años)
La niña tiene un perro,
el perro come pienso,
pienso que le da energía,
energía para todo el día.
El día se cambia por la noche,
la noche tiene olores,
olores para tus sabores.
El cielo es azul,
azul es el mar,
el mar tiene animales,
animales con flores,
flores para tus olores,
olores con colores,
colores para tus sabores.
98. 96
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Carnaval
Elisa Mur (11 años)
El carnaval es divertido
y más si vas con amigos.
El carnaval es genial
y la música espectacular.
Los carnavales de la Fueva
son los mejores que existen,
son ruidosos y asombrosos,
y sobre todo graciosos.
Te disfrazas de payaso
hasta que llegue el ocaso
o de policía
hasta que acabe el día.
En él puedes beber,
y también puedes comer,
pero rápido tendrás que ir
cuándo al coche loco veas rugir.
99. 97
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El carnaval no es relajante,
pero tampoco estresante,
es lo que más le gusta a la gente
porque hay mucho ambiente.
Lo más importante del Carnaval
no es cuanta gente habrá,
ni quién lleva el mejor disfraz,
sino disfrutar y disfrutar
con amigos, disfrutar.
100. 98
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El tiburón
Martín Rodríguez (9 años)
El tiburón no es como el ratón,
tampoco como el halcón,
porque no es pequeño
ni tampoco es muy veloz.
El tiburón es como el león
porque de la selva es el rey
y el tiburón del mar
del mar es el rey.
Además el león zampa un montón
tanto como el tiburón.
101. 99
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El payasete
Blanca Campo (9 años)
El payaso se ríe,
se ríe de su propia broma.
Una broma muy graciosa,
graciosa como el payasete.
El payaso no da miedo,
es muy gracioso,
porque hace reír.
El payaso me divierte.
El payaso come chuches,
y la verdad que no da muchas,
El payaso es muy feliz,
el payasete se llama Juanete.
102. 100
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La amistad
Laura Mansilla (9 años)
Culebra.
Mala, venenosa, reptil.
Nadando, picando, comiendo, devorando.
Pequeña, delgada, pensativa,
lagartija.
La lagartija cuatro patas
canta una canción,
mientras su amiga la culebra
baila el brikindance.
La lagartija se siente feliz
y su amiga la culebra también.
La culebra morirá de hambre
Antes que comerse a su amiga.
103. 101
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La montaña
Andrés Martínez (9 años)
El monte es…
el amor que me da el monte.
Pinos, chopos y zarzas.
Jabalís, corzos y zorras.
Cuando voy a la montaña
Recojo algunas castañas.
El monte es…
el amor que me da el monte.
Con mi padre y con mi madre,
con mi hermano y mis amigos.
Buscamos fósiles y minerales,
y vimos muchos romerales.
El monte es…
el amor que me da el monte.
104. 102
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Estoy muy feliz y me voy a reír,
y también siento amor.
Está limpia la naturaleza,
me sorprendo con su belleza.
El monte es…
el amor que me da el monte.
105. 103
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
El miedo y la esperanza
David López (8 años)
Una araña miedosa y negra
está en peligro de extinción.
Si la mata una persona,
será una abusona.
Una serpiente larga y venenosa
está hambrienta en el bosque.
La serpiente ataca a la araña,
pero esta va y le engaña.
La araña se siente aliviada.
No la lograron cazar.
Unos bichos va a comer,
y todos ellos la van a temer.
Tejiendo una tela de araña,
ellos van a picar.
La araña se los va a comer,
y las patas se va a relamer.
Los bichos quieren escapar,
los está matando de miedo.
A lo mejor no se los zampa,
si se escapan de la trampa.
107. 105
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Tristeza
Saray Fernández (8 años)
Conejo.
Blanco, bonito, listo,
juguetón, travieso.
Lectora, trabajadora,
guapa, lista, amable,
niña.
El conejo estaba en la calle,
lo habían abandonado.
No querían animales
y el conejo estaba muy triste.
La niña estaba llorando,
no vería más a Orejones.
Ya no estaba en su casa,
y la niña estaba muy triste.
Ella seguirá viendo a Orejones
en el baúl de sus recuerdos
108. 106
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
Cazadora compasiva
Juan Corcuera
Una leona naranja y fiera
corre y caza en la gran África.
¡Debe alimentar a sus crías!
Cuando caza una gacela
se la come con cautela.
Una gacela saltarina y veloz
escapa de la leona.
¡Tiene miedo por su vida!
Si corre sin atención
se pegará un tropezón.
Una leona hambrienta y cansada
contempla toda la escena
¡Está esperando el momento!
Cuando tenga la ocasión
a por la gacela sin compasión.
109. 107
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
La gacela, alegre y madre,
sigue huyendo desconsolada.
¡Ha abandonado a su cría!
Cuando la leona ve a la pequeña
dejará que viva risueña.
110. 108
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
CARTAAMISSUPERALUMNOS
Si estáis leyendo esto ahora mismo es que hemos conseguido
hacer realidad nuestro proyecto. Hace un año con los fovanos
y hace ya dos con los mineros, trabajando con esfuerzo y con
compromiso, ingredientes fundamentales en todo proyecto.
Tengo que deciros que me siento orgulloso de vosotros por-
que, al margen de unas notas u otras, todos tenéis en el corazón
sentimientos preciosos y un diamante en bruto que debéis ir pu-
liendo con lo que os haga felices de verdad.
Es una pena coincidir tan poco tiempo, pues con vosotros los
cursos se me pasan volando y me encantaría veros seguir crecien-
do. Pero la vida hace que unos y otros caminemos de aquí para
allí. Quién sabe si un día nos reencontraremos.
Me acordaré siempre de vosotros. Y ahora, gracias a este libro,
el olvido será imposible.
¡Ha sido un verdadero placer!
Juan Corcuera
111. 109
Te cuento un cuento en un mundo poético
K
PIENSA
SIENTE
DESCUBRE
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