2. Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas.
Este fenómeno se enmarca durante la década de 1990 y principios de 2000,
principalmente luego de la crisis de diciembre de 2001. Dentro del amplio
movimiento de empresas recuperadas en la Argentina encontramos al
Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas y al Movimiento Nacional de
Empresas Recuperadas.
El M.N.E.R. está formado por empresas de diversos tamaño y actividad:
desde pequeños emprendimientos textiles hasta grandes fábricas, con
aproximadamente más de 2000 obreros. Actualmente, las empresas
recuperadas, en su mayoría, están organizadas como cooperativas, por lo
tanto, las decisiones se toman en asambleas, donde los obreros debaten y
deciden en forma democrática.
Objetivos.
Los fines de este Movimiento Nacional son promover el desempleo y la
igualdad ya que todos los obreros que trabajan en las fábricas perciben el
mismo salario. Uno de sus principales objetivos es recuperar las fuentes de
trabajo, entonces los obreros decidieron tomar las fábricas abandonadas y
ponerlas a producir. Otro de los objetivos es que la justicia reconozca el
trabajo de recuperación de cada empresa como legitimo.
Brukman.
Brukman es una fábrica textil ubicada en Balvanera, en Buenos
Aires, Argentina. Actualmente está bajo control de una cooperativa de
trabajo llamada "18 de Diciembre", y se encuentra entre las empresas
recuperadas más conocidas del país.
La fábrica Brukman sufrió los efectos de la crisis argentina, que se volvió
notoria a partir de la recesión del año 1998. Desde 1995 los negocios habían
ido disminuyendo, y Brukman había despedido a 180 empleados (más de la
mitad de un total de 300). Las ventas fueron cayendo y las deudas se
3. acumularon. Los salarios de los trabajadores empezaron a pagarse con vales
y fueron reducidos al punto que no podían pagar el transporte diario para
llegar al trabajo.
A mediados de 1995 comenzaron los problemas para cobrar. En lugar del
sueldo se daban vales de 100 pesos semanales, que después se convirtieron
en 90, 80, 70 y finalmente 5 y 2 pesos. La empresa se fue endeudando con los
empleados. En los últimos años se pedía a los empleados trabajar gratis los
sábados como "aporte" voluntario. De las 300 personas que trabajaban
inicialmente, al momento en que los empresarios abandonaron la fábrica
quedaban sólo 115.
Los hermanos Brukman, dueños de la fábrica, prometieron entregar el dinero
y se retiraron. Los trabajadores decidieron quedarse y retornaron a trabajar
sin ellos. Luego de algún tiempo, la fábrica hizo nuevos clientes y se hizo
cargo del pago de las deudas. Los trabajadores, organizados en asamblea,
decidieron un salario razonable para ellos mismos.
Los dueños trataron de desalojar a los trabajadores en varias ocasiones. El 16
de marzo de 2002, el 24 de noviembre del 2002 y el último desalojo vino del
juez Jorge Rimondi, a la medianoche del 18 de abril de 2003, más de 300
infantes de tropa de la Policía Federal Argentina y alrededor de 30 civiles
expulsaron a los trabajadores.
Los trabajadores de Brukman recibieron apoyo de numerosas fuentes y
montaron un campamento frente a la fábrica.
En septiembre de 2003 se formó una cooperativa. En octubre de 2003 la
legislatura aprobó la expropiación de la empresa con lo que Brukman pasó a
ser, oficialmente, de los trabajadores.
La cooperativa continúa funcionando como cooperativa al día de hoy. Está
integrada por unos 60 trabajadores, pero con la vigencia de la ley será
abierto un registro para incorporar como socios a los restantes trabajadores.