1. Campaña preventiva de diabetes e hipertensión arterial para
mejorar el estado de salud en población de 55 a 80 años en el
distrito de Santa Anita
I. Introducción
Según el Ministerio de Salud (2022), en el Perú existe un 22 % de la
población mayor a 15 años padece de hipertensión arterial (HTA),
siendo la región Lima la que posee el mayor número de casos. El
principal factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular es la
HTA; por ello, el Ministerio de Salud brinda diversas campañas
preventivas para tratar de controlar y diagnosticar de manera
temprana esta enfermedad (1).
En un mismo escenario, la Diabetes Mellitus continúa siendo uno de los
más relevantes desafíos para la salud pública en el Perú. Se
caracteriza, esencialmente, por el alto índice de glucosa en sangre a
causa de una deficiente producción de insulina. De acuerdo con los
datos arrojados por la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar en
2021, una de cada veinte personas mayores de 15 años padece de
diabetes, sin contar la cifra no visible de casos no diagnosticados (2).
En la primera salida a campo en el distrito de Santa Anita, no resultó
arduo notar que ciertas zonas no cuentan con un suficiente número
de áreas verdes que promuevan la actividad física en la población.
Asimismo, los pocos parques o lozas deportivas que encontramos se
hallaban en mal estado. Paradójicamente, abundan diversos
restaurantes de comida rápida que propician el consumo de comida
“chatarra” y, simultáneamente, se evidencia una débil acción de
promoción y comunicación relativa a campañas preventivas y estilos
de vida saludable.
En la reciente campaña preventiva, por otro lado, observamos que la
mayoría de los pacientes que acudieron padecían de diabetes y/o
hipertensión arterial. Conjuntamente, notamos que muchos de ellos
no llevaban un control adecuado de su peso, ya que la mayoría sufría
de sobrepeso. Resaltó, además, la poca información y conocimientos
que los pacientes poseían sobre estas enfermedades.
Ante lo expuesto anteriormente, nosotros como grupo sugerimos que
las personas que padecen de estas enfermedades deberían seguir un
plan de alimentación saludable, controlar las porciones de alimentos,
monitorear sus niveles de glucosa y medir con frecuencia su presión
arterial, realizar actividades físicas con frecuencia, gestionar el estrés
y mantener un peso saludable.
2. II. Objetivos
A. Objetivo general:
Concientizar y educar a la población para así reducir la
incidencia junto a la carga de las enfermedades,
beneficiando la calidad de vida de las personas, del distrito
de Santa Anita, mediante un diagnóstico temprano. A través
de las acciones mencionadas anteriormente, se espera
disminuir la aparición de nuevos casos de diabetes e
hipertensión arterial en la población. Esto se logrará al
promover cambios de estilo de vida saludables y mejorar el
acceso a servicios de salud preventiva.
B. Objetivo específico:
a) Diabetes:
Se debe promover y apoyar los hábitos alimenticios
saludables al mismo tiempo que se pone énfasis en la
variedad de alimentos saludables y los tamaños de las
porciones adecuadas para una salud óptima.
Fomentar la actividad física junto a la educación sobre
el efecto negativo del sedentarismo y como este
puede perjudicar su calidad de vida
b) Hipertensión arterial:
Fomentar la realización regular de mediciones de
presión arterial y el conocimiento de los valores básicos
de referencia saludables.
Destacar los beneficios de una dieta baja en sodio
junto con la falta de un consumo excesivo de alcohol
y/o tabaco.
3. III. Beneficios:
En las personas se busca aumentar la conciencia y la educación
sobre la presión arterial alta y la diabetes, incluida sus causas,
síntomas, complicaciones y métodos de prevención y control.
Esto les permite tomar medidas preventivas y tomar mejores
decisiones sobre su salud.
El empoderamiento a los pacientes con conocimientos y
herramientas, para que adopten un estilo de vida saludable, se
les brinda la oportunidad de tomar medidas proactivas para
prevenir o controlar su riesgo de desarrollar diabetes e
hipertensión.
Reducir los gastos asociados con el tratamiento de las
complicaciones y la gestión de casos avanzados. Esto beneficia
tanto a los pacientes como al sistema de atención médica.
Facilita la identificación de personas con altas probabilidades
de desarrollar diabetes y/o hipertensión arterial a través de la
toma de signos vitales en triaje, pruebas de detección o
preguntas dirigidas. El evaluar dichos factores de riesgo
aumenta significativamente las oportunidades para prevenir y
detectar las enfermedades precozmente.
La mejora de la calidad de vida de la población, gracias a que
se puede “inspirar” a las personas a mantener un estilo de vida
saludable abandonando costumbres que los ponen en riesgos
de padecer enfermedades no transmisibles.