2. A finales del siglo XIX, Europa está en crisis, los
valores entran también en crisis y la pregunta por el
sentido de la vida cobra especial relevancia. Además
hubo una crisis del liberalismo, que había
predominado a lo largo del S. XIX.
Para 1898, España se encuentra en guerra contra
EE.UU y pierde las últimas colonias de ultramar:
Cuba, Puerto Rico y las Filipinas. A esta derrota se le
suman las continuas revueltas de los anarquistas y
socialistas contra la aristocracia imperante, lo que en
cierta medida logró una desmoralización de la
monarquía como forma de gobierno, lo que le abre la
posibilidad a las masas para que irrumpan en el
poder. 2
3. Luego de la derrota de 1898,
España inicia el S. XX aquejada
por dicha pérdida, lo que
produce un gran debate
intelectual sobre ¨los males de
la patria¨. Los
regeneracionistas intentan
recobrar el pulso del país, por
lo que se producen una serie de
discursos de diferente
configuración ideológica, pero
con una idea común:
modernizar las estructuras
sociales, económicas y políticas.
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4. El poeta español Azorín inventó la denominación
Generación del 98 para designar a un grupo de
escritores –poetas, novelistas, ensayistas y
dramaturgos- que empezaron a publicar sus obras en
los últimos años del S. XIX. Todos eran amigos entre
sí y compartían las mismas inquietudes.
Rasgos comunes.
Casi todos sentían una honda preocupación social y
política.
Todos expresaban una profunda preocupación por el
estado de crisis social y política de la España de la
época.
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5. La generación del 98 estaba conformada por un grupo
de escritores que hicieron de España su tema literario
dominante.
La generación toma su nombre del año en que España
perdió sus colonias. El desastre colonial se convirtió
para ellos en el símbolo de la crisis española.
Los escritores del 98 compartieron una actitud
política avanzada y una honda preocupación por los
problemas de España: el interés por su paisaje, la vida
de los españoles, su historia y su cultura.
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6. Su amor por España.
La preocupación por la ruptura con lo previo en términos
artísticos y temáticos.
La naturaleza proteica de sus creaciones.
La preocupación existencial y la crisis religiosa.
La actitud introspectiva que lleva a la autocontemplación y al
autodescubrimiento .
La tendencia a sintetizar un gran número de concepciones
artísticas.
La preocupación esteticista.
El intento de ampliar la temática literaria al mismo tiempo
que se le asigna un papel protagonista.
El interés por la perfección y la experimentación formal.
El uso de lo decorativo.
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7. Cuestionamiento sobre el sentido de la vida y el
destino del hombre.
El énfasis en lo que sugieren las cosas para, de esta
manera, captar lo más profundo en ellas.
La protesta contra el materialismo burgués
imperante.
El uso de teorías deterministas en el Positivismo y el
Naturalismo en un intento de definir lo esencial en el
temperamento de la raza española y,
paradójicamente, el rechazo del cientificismo
positivista que lleva la búsqueda de lo auténticamente
espiritual.
La adopción de poses o máscaras para hacerse lucir en
un época considerada hostil. 7
8. La sencillez es, quizás, el
rasgo más destacado.
Buscan la belleza en
situaciones aparentemente
sencillas, pero con
significados simbólicos.
La claridad y la
precisión. Intentan decir
las cosas directamente, sin
palabras ni construcciones
extrañas o exuberantes, y
en ello encuentran la
belleza.
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9. La concepción moderna del ensayo con la
flexibilidad que proporciona para recoger temas
muy variados, especialmente los temas políticos
que tanto les interesaban.
La revista ALMA ESPAÑOLA desempeñó un
papel fundamental en la vida cultural de la
época: unificar y abrir caminos a la juventud
literaria y periodística de la Generación del 98.
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10. Los intelectuales que conformaban la Generación del
98 vivían un individualismo radical que los lleva a
formular propuestas alternativas de carácter poco
constructivo, lo que los hace conscientes de su labor
crítica. Sin embargo, esto los conduce a la decepción y
una profunda desorientación en medio de la crisis de
valores durante el cambio de siglo. Pero va a ser esa
falta de un proyecto constructivo, originado en el
culto al egoísmo que tenía, lo que hizo que se
disolviera porque no tenían ni podían tener una obra
común que realizar.
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12. Nació en Bilbao, allí estudió su bachillerato y,
después de doctorarse en Filosofía y Letras
por la universidad de Madrid, obtuvo la
cátedra de griego en la universidad de
Salamanca.
Participó en la política: en su juventud fue
socialista, pero más tarde sus posturas fueron
cada vez menos radicales. Unamuno fue
desterrado de España por 5 años debido a sus
ideas republicanas.
Es el escritor de más edad entre los de la
generación del 98. sentía los problemas
esenciales de la vida con una terrible
intensidad y se dedicó a comunicarlo a los
demás.
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13. La obra de Unamuno es una continua meditación
sobre el hombre, la muerte y Dios. Para él, el hombre
sólo puede conocer a Dios a través de la razón.
El estilo de Unamuno fue siempre sobrio y preciso,
buscaba que la lengua reflejara con exactitud su
pensamiento. Rescató localismos y palabras
tradicionales de corte popular.
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14. Nació en Sevilla. Después de vivir unos años en
Madrid, se trasladó a Soria, donde fue
catedrático de francés. Allí descubrió el paisaje
castellano y conoció a una muchacha de dieciséis
años, con la que el poeta se casó. Más tarde
después de la muerte de esta conoció a otra
mujer que aparece en sus versos bajo el nombre
de Guiomar.
Escribió algunas obras de teatro con su hermano
Manuel y cultivó también la prosa; pero, sobre
todo, destacó como poeta. Para él, lo
fundamental era que la poesía transmitiera algo a
alguien. Consideraba la poesía como palabra en
el tiempo.
El tiempo es el eje de la poesía de Machado.
El diálogo es otro de los aspectos esenciales de 14
su poesía.
15. La poesía de Machado se inicia como modernista,
para evolucionar, luego, hacia los temas propios de la
Generación del 98. Superó los planteamientos
poéticos de su tiempo y creó una obra poética
originalísima que abrió nuevas rutas a la poesía del S.
XX.
Machado emplea un lenguaje sencillo y comprensible
para todos. Esto lo lleva a emplear escasas metáforas,
aunque, en cambio, con frecuencia utiliza símbolos de
gran fuerza expresiva.
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16. Nació en San Sebastián, fue un hombre
tímido, retraído y extremadamente
pesimista, posiblemente como consecuencia
de algunas vivencias de su niñez. En una de
sus obras se definió a sí mismo como liberal,
radical, individualista y anarquista.
Aunque escribió algo de poesía y de teatro y
algunos ensayos, Baroja fue esencialmente un
novelista. Escribió multitud de novelas, las
cuales agrupó en series o trilogías de modo
muchas veces arbitrario.
Consideraba que el arte es inmensamente
inferior a la vida; en consecuencia, la novela
debe estar basada en la observación directa
de la realidad.
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17. La novela ha de tener un único objetivo: entretener al
lector.
El estilo ideal para Baroja consistía en expresarse de
forma clara, rápida, directa y sencilla. Su objetivo era
siempre entretener al lector con multitud de
aventuras. Por eso, lo importante para él eran la
acción y el diálogo, un diálogo que refleja el habla
popular hasta en sus incorrecciones. Y por eso
también huye de todo retoricismo, de las palabras
rebuscadas, de las complicaciones sintácticas.
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18. Nació en Alicante, en su juventud fue un
anarquista convencido, pero su ideología fue
cambiando hacia posturas más conservadoras.
Dedicó su vida a la literatura, trabajó como
periodista y crítico literario, escribió mucho y
fue poco amigo de reuniones sociales.
Es uno de los autores más representativos de
su generación. Fue el primero en emplear el
término Generación del 98 para designar a los
escritores de su época.
Escribió novelas y algunas obras de teatro,
pero en lo que destaca con mayor fuerza es en
sus ensayos y artículos periodísticos. Fue, ante
todo, un periodista.
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19. Algunas de sus obras son: Los pueblos, La ruta de don
Quijote, Castilla, etc.
En sus novelas no tiene en cuenta ni la intriga ni la acción.
Se trata más bien de narraciones, generalmente
autobiográficas, donde lo esencial es la descripción del
ambiente y del paisaje hasta el más mínimo detalle. Entre
sus novelas se encuentran: La voluntad, Antonio Azorín y
Las confesiones de un pequeño filósofo.
Azorín protesta por la situación española. Por ello, la
historia de España es el tema que más atrae su interés.
Pero no se preocupa de los grandes acontecimientos, sino
de los pequeños detalles. Más tarde, valora la realidad
española, tanto pasada como presente.
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