Este ensayo explora el significado de Jesús como Salvador. La autora describe cómo Jesús dio su vida por la humanidad para liberarla del pecado y la muerte eterna. También discute cómo Jesús resistió las tentaciones de Satanás a pesar de estar débil, y cómo su ejemplo puede ayudarnos a nosotros cuando nos encontramos tentados. Finalmente, la autora reflexiona sobre la importancia de honrar el día de reposo para descansar y fortalecer nuestra relación con Dios.
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Jesús, mi salvador de las pruebas y tentaciones
1. Ensayo
“Jesús, Mi Salvador”
Superación Personal
Por: Kiara Alexandra González Moreno
Salvador… ¿qué es o a quien considero un salvador? O ¿Por qué necesito de un salvador?
¿Es tal vez un mito o un cuento que se nos ha dicho y repetido por mis padres durante años
que pronto vendrá un salvador para librar a la humanidad de este mundo lleno de pecado y
dolor?
Elegí esta cualidad de Jesús, Salvador, porque que tan grande amor puede llegar a tener una
persona por otra para poder dar su vida por ella y liberarla de una muerte eterna solo una
persona que me conoce tan bien que con sus propias me creo y creo todo el mundo que puedo
observar, solo una persona que me ha diseñado para un propósito único y con grandes sueños
y expectativas, y, sobre todo para que viva con él por la eternidad en los cielos.
Otra razón sería porque en estos momentos veo cómo es que suceden tantas tragedias,
violencia, desastres naturales, soberbia y orgullo de parte de la gente y la tanta indiferencia
e ignorancia que también hay frente a todos estos sucesos que ya es una necesidad urgente
que haya alguna esperanza y un SALVADOR que acabe con todo esto.
Y pienso yo, ¿Por qué tarda tanto en volver nuestro Dios? ¿Por qué no tiene fin este mundo
tan malo y perverso? ¿Acaso no hay alguien que escuche los clamores de tantas vidas
inocentes que ruegan por justicia y paz? Pero entonces digo si tal vez si no puedo detener el
dolor y sufrimiento de las personas, ¿Qué puedo hacer entonces? Ganar más almas para Dios
2. y cuanta más gente conozca a Jesús la venida de nuestro salvador será más pronto. Es por
eso que como jóvenes debemos tener ese ánimo para predicar y dar a conocer la verdad al
mundo, que no están solos en sus problemas, que existe alguien que los ama, que quiere lo
mejor para ellos, que tiene un propósito para su vida, eso es lo que debemos hacerle saber a
este mundo, que Dios pronto volverá y que deben estar preparados para su venida.
Nosotros como humanos tenemos la naturaleza a estar pecando una y otra vez, nos mostramos
a veces necios y tercos en querer aceptar a Jesús como nuestro único salvador, queremos
estar hundidos en los negocios terrenales y vivir el momento. Cuando estamos alejados de
Dios creemos o Satanás nos hace creer que estamos mejor sin Dios, que lo que el mundo
ofrece es mejor y que el aplauso y la admiración de las personas es lo que cuenta, pero una
vez que el enemigo nos pone la trampa y caemos es ahí donde pedimos y reclamamos de
¿Dónde está Dios? O ¿Por qué a mí? ¿Qué hice para merecer esto? Cuando por nuestro propio
pie nos dejamos llevar por los pasos de Satanás y nos cegamos a la realidad de sus planes.
Entonces si queremos afrontar las tentaciones y salir vencedores, el único que puede ser
nuestro escudo y sustento es Cristo Jesús, el estar cerca de él y dejar nuestra vida en sus
manos así él la dirigirá y él será el que peleará tus batallas. El estar en constante comunión
con Dios por medio de la oración, su palabra y predicar su evangelio son las estrategias para
poder obtener la victoria.
Mientras estamos en esta tierra sufrimos constantemente de pruebas, momentos difíciles,
tragedias a veces es difícil estar aferrados a Dios, pero por eso tal vez Dios nos pone estas
trabas en la vida para así aprender de ellas y acercarnos más a él.
3. Dice Elena G. de White: “Nada puede dañar a los que aman y siguen a Cristo, porque él
estará con ellos en todas partes y en todas las circunstancias. Pueden ser muertos, pero él
les dará la vida eterna y una corona de gloria que nunca ha de marchitarse.” CNS 54.6
Mientras más se vaya acercando el tiempo del fin puede ser que si haya muchos momentos
difíciles, de persecución y tribulación, entonces, ¿Por qué asustarnos o perder nuestra fe? Si
Dios ya ha prometido que el estará con nosotros donde sea que vayamos y a demás esta la
promesa en la palabra de Dios: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana;
pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. “1 Corintios 10:13
Al igual que nosotros sufrimos por diferentes tentaciones, nuestro Señor Jesús también las
sufrió, estaba débil, no había comido nada durante 40 días y había estado caminando por el
desierto por mucho tiempo y fue ahí en su momento de debilidad donde Satanás supo entrar
en Jesús. Lo tentó con el alimento: “Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di
que estas piedras se conviertan en pan.” Lucas 4:3. Pero, ¿Por qué Jesús tuvo que pasar por
ese largo ayuno durante 40 días y noches? ¿Qué quería enseñarnos? Jesús iba a probar que
aún al apetito lo podía dominar. Entonces Satanás pensó que podía hacerlo caer en esa
pequeña debilidad humana, el hambre.
Más nuestro salvador se mantuvo firme en cada una de esas tentaciones que se le fueron
impuestas, y pienso, ¿Cómo fue que lo logró? Cualquier otro ser humano pudo haber caído
desde la primera tentación, Jesús sabía que el sería tentado, sabía que si fallaba o si quiera
dudaba, la humanidad quedaría perdida y la misión de la redención quedaría en el olvido.
Entonces, Jesús tuvo que tener una preparación previa a ese momento difícil, tuvo que tener
4. una relación muy estrecha entre su padre, orando fervientemente. “Estén alerta y oren para
que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.” Mateo 26:41.
Debemos aprender del ejemplo que nuestro salvador dejó para nosotros para esos tiempos en
los que nos encontramos débiles y derrotados, porque Satanás se aprovecha de esa tristeza,
desesperación, derrota y soledad para poder entrar a nuestra mente y hacernos sentir peor y
así llevarnos por el camino del pecado, más si tomamos la mano de Jesús prevaleceremos
ante el mal. “Dichoso el que resiste la tentaciónporque, al salir aprobado, recibirá la corona
de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.” Santiago 1:12
A lo largo de nuestra vida cometemos muchos errores y tropezamos porque somos seres
humanos pecadores y en nuestro tiempo el hombre ha sido el único a causa del pecado que
ha ido destruyendo con sus propias manos y acciones pervirtiendo cada vez más al mundo
que en un principio era limpio y perfecto. Es por eso que Jesús tuvo que morir en esa cruz
porque por nuestros pecados nosotros debíamos morir. “Porque la paga del pecado es
muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 6:23
Dios en su infinito amor se entregó en cuerpo y alma para pagar el precio y llevar las cargas
que nosotros teníamos que cargar. Fue quien inocente lo inculparon y ejecutaron
injustamente, más el nunca renegó o se negó sino fue como cordero llevado al matadero, sin
mancha ni pecado en él. Más tuvo victoria aún sobre la muerte y logró así su propósito:
liberar del pecado a la humanidad. Y ese día glorioso cuando venga nuestro salvador
podremos por fin ser transformados junto con esta tierra será como en un principio, la
habitaran los redimidos y será restaurada y no habrá más dolor, penas y dolencias.
5. ¿Descanso para el hombre? ¿En qué momento o cómo podemos tener un respiro dentro de
todas nuestras ocupaciones del día? Un día de reposo fue creado por nuestro Dios justamente
para dar una pausa a todas nuestras actividades de la semana y poder descansar, pero sobre
todo deleitarnos en Dios y así tener un día especial para estar con él. “Acuérdate del día de
reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es
reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo,
ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días
hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el
séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.” Éxodo 20: 8-11
Así que, si el sábado fue creado para el hombre, ¿Por qué no le damos la verdadera
importancia? ¿Por qué hacemos del sábado un día común o porque desviamos el principal
objetivo por el cual fue creado?
Creemos que simplemente con ir al culto en la mañana ya hemos cumplido con el mandato
de acordarnos del día sábado y después seguimos con nuestras ocupaciones o nos distraemos
con “quehaceres que tengan por objeto la consecución de placeres o provechos mundanos
de ociosidad.” Debemos suspender todo lo que hacemos en la semana para despegar nuestra
mente y poner de lado esas preocupaciones, estrés, angustias y dolencias, debemos
consagrarnos para poder tener un día exclusivo para la adoración y meditación de todo lo que
Jesús ha hecho y sigue haciendo por cada uno de nosotros, a fin de que logremos tener esa
conexión que nos lleve a querer que se aproxime el día del sábado y no que lo veamos como
una carga o un día aburrido y rutinario. Dejemos que nuestro salvador llene nuestros
corazones para darle la honra y gloria y así poder nunca apartarnos de su lado.