Este documento presenta una antología de poemas de vanguardia de destacados poetas latinoamericanos del siglo XX como Rubén Darío, Amado Nervo, León Felipe, Gabriela Mistral, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Octavio Paz, Jaime Sabines y Mario Benedetti. Incluye una breve introducción sobre las características de la poesía vanguardista y un prólogo que contextualiza cómo los poetas de América adoptaron este estilo para expresar sus ideales políticos y preocupaciones sociales a
1. ANTOLOGÍA
POEMAS DE VANGUARDIA
“CARDO FLORAES MAGÓSASAN”
Esc. Sec. Gral. “Ricardo Flores Magón”
Luis Yahir Pérez Flores Adrián Alexis Troncoso Zámago
CD. LERDO, DGO 21 DE NOVIEMBRE DE 2017
2. 1
Dedicatoria
Esta antología está dedicada a todos los autores que crearon estos
maravillosos poemas de vanguardia.
Las cuales expresan sus ideales políticos socialistas, su preocupación por
los temas sociales y más problemas de la humanidad utilizando metáforas
más o menos sutiles, pero en definitiva reflejando su compromiso con el
pueblo.
3. 2
1.Rubén Darío ................................................................................................... 4
1.1 Tú eres mío, Tu eres mía……………………………………………………....4
1.2 Cuando llegues a amar………………………………………………………4
2.Amado Nervo ................................................................................................. 5
2.1 ¡Está bien!...................................................................................................5
2.2 ¡oh Cristo!.....................................................................................................5
3.León Felipe..................................................................................................... 6
3.1 Colofón…………………………………………………………………………….6
3.2 Como aquella nube blanca…………………………………………………….
4.Gabriela Mistral.............................................................................................. 7
4.1 Adiós………………………………………………………………………………7
4.2 Agua……………………………………………………………………………….7
5. Federico García
Lorca………………………………………………………………8
5.1 Adam………………………………………………………………………………8
5.2 Campana………………………………………………………………………….8
6.Jorge Luis Borges ......................................................................................... 9
6.1 Sábados…………………………………………………………………………..9
6.2 Un ciego…………………………………………………………………………10
7.Pablo Neruda………………………………………………………………..12
7.1 Amor……………………………………………………………………………..12
7.2 Juntos Nosotros………………………………………………………………12
8.Octavio Paz ................................................................................................ 123
8.1 Epitafio para un poeta………………………………………………………..13
8.2 El desconocido…………………………………………………………….13
9.Jaime Sabines.............................................................................................. 13
9.1 Amor mío, mi
amor………………………………………………………………………………...........13
9.2 Vamos a guardar este
día…………………………………………………………………………………………13
10.Mario Benedetti
10.1 Consternados, rabiosos………………………………………………………...14
4. 3
Prólogo
Los poemas vanguardistas surgieron en la primera mitad del siglo XX y se
caracterizaron, al igual que la corriente vanguardista en general, por tener un estilo
libre e innovador, no atado a los convencionalismos literarios.
El vanguardismo en la poesía no respeta la métrica, se arriesga, es irreverente y
muy creativa, al punto de practicar total libertad.
La poesía vanguardista apela intencionalmente a la mala ortografía, a la creación
de palabras inexistentes y a prescindir de conectores y otros recursos gramaticales.
La temática también se sale de lo común y las palabras no buscan tener significados
más allá de las propias palabras, es decir, no existe el sentido figurativo.
Todas estas características estuvieron muy marcadas en la poesía vanguardista de
Europa. Cuando esta corriente permeó América, los escritores de este continente la
adoptaron para expresar sus ideales políticos socialistas y su preocupación por los
temas sociales.
Por ello, trataron en sus poemas temáticas sobre los problemas de la humanidad,
utilizando metáforas más o menos sutiles, pero en definitiva reflejando su
compromiso con el pueblo.
5. 4
1.Rubén Darío
1.1 Tú eres mío, tú eres mía
Niña hermosa que me humillas
Con tus ojos grandes, bellos:
Son para ellos, son para ellos
Estas suaves redondillas.
Son dos soles, son dos llamas,
Son la luz del claro día;
Con su fuego, niña mía,
Los corazones inflamas.
Y autores contemporáneos
Dicen que hay ojos que prenden
Ciertos chispazos que encienden
Pistolas que rompen cráneos.
1.2 Cuando llegues a amar
Cuando llegues a amar, si no has amado,
Sabrás que en este mundo
Es el dolor más grande y más profundo
Ser a un tiempo feliz y desgraciado.
Corolario: el amor es un abismo
De luz y sombra, poesía y prosa,
Y en donde se hace la más cara cosa
Que es reír y llorar a un tiempo mismo.
Lo peor, lo más terrible,
Es que vivir sin él es imposible.
6. 5
2.Amado Nervo
2.1 ¡Está Bien!
Porque contemplo aún albas radiosas
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
en que tiembla el lucero de Belén,
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
gracias, ¡está bien!
Porque en las tardes, con sutil desmayo,
piadosamente besa el sol mi sien,
y aun la transfigura con su rayo:
gracias, ¡está bien!
Porque en las noches una voz me nombra
(¡voz de quien yo me sél), y hay un edén
escondido en los pliegues de mi sombra:
gracias, ¡está bienI
Porque hasta el mal en mí don es del cielo,
pues que, al minarme va, con rudo celo,
desmoronando mi prisión también;
porque se acerca ya mi primer vuelo:
gracias, ¡está bien!
2.2 ¡Oh Cristo!
Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!
En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!
¡Qué importan males o bienes! Para mí todos son bienes.
7. 6
El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas.
¿Rosas de Pasión? ¡Qué importa! Rosas de celeste esencia,
¡oh Cristo!
3.León Felipe
3.1 Colofón
Luz...
Cuando mis lágrimas te alcancen
la función de mis ojos
ya no será llorar,
sino ver.
3.2 Como aquella nube blanca
Ayer estaba mi amor
como aquella nube blanca
que va tan sola en el cielo
y tan alta,
como aquella
que ahora pasa
junto a la luna
de plata.
Nube
blanca,
que vas tan sola en el cielo
y tan alta,
junto a la luna
de plata,
vendrás a parar
mañana,
igual que mi amor,
en agua,
en agua del mar
amarga.
8. 7
4.Gabriela Mistral
4.1 Adiós
En costa lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,
«y es cierto y no es cierto»
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
«Vamos hacia el mar
que devora al Sol».
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
«Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol».
4.2 Agua
Hay países que yo recuerdo
como recuerdo mis infancias.
Son países de mar o río,
de pastales, de vegas y aguas.
Aldea mía sobre el Ródano,
rendida en río y en cigarras;
Antillas en palmas Verdi-negras
que a medio mar está y me llama;
¡roca ligures de Portofino,
mar italiana, mar italiana!
9. 8
5.Federico García Lorca
5.1 Adam
Árbol de Sangre riega la mañana
por donde gime la recién parida.
Su voz deja cristales en la herida
y un gráfico de hueso en la ventana.
Mientras la luz que viene fija y gana
blancas metas de fábula que olvida
el tumulto de venas en la huida
hacia el turbio frescor de la manzana,
Adam sueña en la fiebre de la arcilla
un niño que se acerca galopando
por el doble latir de su mejilla.
Pero otro Adán oscuro está soñando
neutra luna de piedra sin semilla
donde el niño de luz se irá quemando.
5.2 Campana
En la torre
amarilla,
dobla una campana.
Sobre el viento
amarillo,
se abren las campanadas.
En la torre
amarilla,
cesa la campana.
El viento con el polvo,
hace proras de plata.
10. 9
6.Jorge Luis Borges
6.1 Sábados
Afuera hay un ocaso, alhaja oscura
engastada en el tiempo,
y una honda ciudad ciega
de hombres que no te vieron.
La tarde calla o canta.
Alguien descrucifica los anhelos
clavados en el piano.
Siempre, la multitud de tu hermosura.
A despecho de tu desamor
tu hermosura
prodiga su milagro por el tiempo.
Esta en ti la ventura
como la primavera en la hoja nueva.
Ya casi no soy nadie,
soy tan solo ese anhelo
que se pierde en la tarde.
En ti esta la delicia
como esta la crueldad en las espadas.
Agravando la reja esta la noche.
En la sala severa
se buscan como ciegos nuestras dos soledades.
Sobrevive a la tarde
la blancura gloriosa de tu carne.
En nuestro amor hay una pena
que se parece al alma.
Tú
que ayer solo eras toda hermosura
eres también todo amor, ahora.
11. 10
6.2 Un ciego
No sé cuál es la cara que me mira
cuando miro la cara del espejo;
no sé qué anciano acecha en su reflejo
con silenciosa y ya cansada ira.
Lento en mi sombra, con la mano exploro
mis invisibles rasgos. Un destello
me alcanza. He vislumbrado tu cabello
que es de ceniza o es aún de oro.
Repito que he perdido solamente
la vana superficie de las cosas.
El consuelo es de Milton y es valiente,
Pero pienso en las letras y en las rosas.
Pienso que si pudiera ver mi cara
sabría quién soy en esta tarde rara.
12. 11
7.Pablo Neruda
7.1 Amor
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
7.2 Juntos nosotros
Qué pura eres de sol o de noche caída,
qué triunfal desmedida tu órbita de blanco,
y tu pecho de pan, alto de clima,
tu corona de árboles negros, bienamada,
y tu nariz de animal solitario, de oveja salvaje
que huele a sombra y a precipitada fuga titánica.
Ahora, qué armas espléndidas mis manos,
digna su pala de hueso y su lirio de uñas,
y el puesto de mi rostro, y el arriendo de mi alma
están situados en lo justo de la fuerza terrestre.
13. 12
8.Octavio Paz
8.1 Epitafio para un poeta
Quiso cantar, cantar
para olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades.
8.2 El desconocido
La noche nace en espejos de luto.
Sombríos ramos húmedos
ciñen su pecho y su cintura,
su cuerpo azul, infinito y tangible.
No la puebla el silencio: rumores silenciosos,
peces fantasmas, se deslizan, fosforecen, huyen.
La noche es verde, vasta y silenciosa.
La noche es morada y azul.
Es de fuego y es de agua.
La noche es de mármol negro y de humo.
En sus hombros nace un río que se curva,
una silenciosa cascada de plumas negras.
14. 13
9.Jaime Sabines
9.1 Amor mío, mi amor…
Amor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.
Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.
Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.
Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.
Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,
voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado.
9.2 Vamos a guardar este día
Vamos a guardar este día
entre las horas, para siempre,
el cuarto a oscuras,
Debussy y la lluvia,
tú a mi lado, descansando de amar.
Tu cabellera en que el humo de mi cigarrillo
flotaba densamente, imantado, como una mano
acariciando.
Tu espalda como una llanura en el silencio
15. 14
y el declive inmóvil de tu costado
en que trataban de levantarse, como de un sueño, mis besos.
10.Mario Benedetti
10.1 Consternados, rabiosos
Vámonos,
derrotando afrentas.
ERNESTO "CHE" GUEVARA
Así estamos
consternados
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles
van a quemar las buenas
las buenas nuevas
la irascible ternura
que trajiste y llevaste
con tu tos
con tu barro
dicen que incineraron
toda tu vocación
menos un dedo
estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella
aprovecha por fin
a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones
pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.
16. 15
Epílogo
Aunque las vanguardias tuvieron su momento de brillante invasión en las literaturas
europeas y americanas, sin embargo dejaron su inquietud en los espíritus sensibles
y ello hizo que los diversos estilos de los componentes del grupo del 27 no se
parecieran en nada a los estilos periclitados del postmodernismo y de la poesía
realista del siglo XIX.
Pero si leemos atentamente a los poetas que siguieron a las vanguardias, y en
especial al surrealismo, veremos cómo resurge el valor del contenido literario por
encima de los escrúpulos del estilismo en la “poesía impura”, que seguirá su curso
después de la guerra civil en los albores de la tendencia social, y que tendrá
continuadores en la poesía de los años sesenta, hasta la “rebelión” de los
Novísimos, que no creían en que la poesía fuese un “arma cargada de futuro”.
Posteriormente, los poetas del Neoformalismo, más o menos mitigado, retomarán
la poesía de contenido, limándola de sus adherencias anecdóticas y estridencias
sociales. En suma, como un río Guadiana de la sorpresa o del hartazgo del contar
más que del cantar, el espíritu innovador de las vanguardias reaparece para bien
del lenguaje poético, siempre tratándose de desmarcar del espíritu literario al uso
en esas vías de la creatividad, dos rectas paralelas que nunca se encontrarán, ni
siquiera en el infinito de la Historia de la Estilística.