El documento discute los pros y contras de Internet y cómo afecta nuestra libertad. Señala que Internet puede ampliar nuestras opciones pero también permite que los estados y empresas obtengan más datos sobre nosotros, posiblemente limitando nuestra privacidad. También menciona la necesidad de educar a los niños sobre el uso responsable de Internet y la importancia de regularla para proteger la privacidad de los usuarios.
1. Al principio le tenemos algo de respeto,
nos cuestionamos si su uso nos puede
beneficiar o perjudicar, es cierto que nos
aleja de los que tenemos cerca y nos
acerca a los que tenemos lejos. Es un
arma poderosa que no podemos dejar que
se utilice sin realmente saber sobre ella,
en nuestra mano está hacer un buen uso
de Internet.
¿NOS HACE MÁS LIBRES?
Si la “libertad de” es la capacidad de elegir entre alternativas, la Red la
puede fomentar al ampliarte las ofertas e incluso permitir a cualquiera de
nosotros el ofrecer algo como particular o en grupo. La primera elección
consistirá en conectarse o no. Opino que el Estado o las empresas producen
controlar más nuestras vidas al disponer de más datos sobre nosotros.
En principio como todo medio la Red sería neutra y su bondad o no
dependerá de su uso. Pero, ¿se educa a los niños en su buen uso? En
muchas ocasiones debemos plantearnos preguntas como estás o
simplemente ¿La red debe estar regulada? Si y debe ser regulada en la
nueva economía, surgida de las TICs (Técnicas de información y
comunicación), rige el mismo Derecho Mercantil que en el mundo real, si
bien, esta realidad virtual ha originado nuevos problemas que el Derecho va
respondiendo.
Internet en muchas ocasiones es intentar comunicar un secreto a voces en
un entorno con mil testigos y la probabilidad de que alguien escuche una
conversación entre dos interlocutores se incrementa conforme lo hace la
distancia que las separa.
En el mundo de los negocios, información como números de tarjetas de
crédito, autentificaciones de clientes, correos electrónicos e incluso llamadas
telefónicas acaba siendo enrugada a través de Internet. Ya que gran parte
de esta información corporativa no debe ser escuchada por terceras
personas, la necesidad de seguridad es obvia.
Sin embargo, la Seguridad en Internet no es sólo una preocupación
empresarial. Toda persona tiene derecho a la privacidad y cuando ésta
accede a Internet su necesidad de privacidad no desaparece. La privacidad
no es sólo confidencialidad, sino que también incluye anonimato.