La siembra de nubes es una forma de modificación del tiempo que se usa comúnmente para inducir lluvia artificial. Este proceso involucra la introducción de partículas como yoduro de plata en nubes para servir como núcleos de condensación y ayudar a formar precipitaciones. Si bien no siempre tiene éxito, en ocasiones se ha logrado aumentar las precipitaciones en un 10%. Países como Israel, China y Estados Unidos usan este método para aliviar sequías o provocar lluvia de manera artificial.
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Lluvia artificial
1. ¿CÓMO PROPICIAR LLUVIA ARTIFICIAL?
Siembra de nubes
La siembra de nubes es una forma de modificación del estado del tiempo.
Se utiliza para dispersar la niebla, suprimir el granizo, controlar los vientos, y
más frecuentemente para aumentar la precipitación. La siembra de nubes
es en realidad un proceso sumamente complejo. En términos simples,
introduce nuevas partículas en una nube para que cumplan la función de
núcleos de condensación y ayuden a formar precipitaciones. No siempre
tiene éxito, pero en ocasiones se ha logrado un aumento del 10% en las
precipitaciones. Para que este proceso funcione es necesario que las
nubes cúmulos tropicales, o en realidad cualquier nube, contenga agua
súper enfriada. El congelamiento se induce introduciendo una sustancia en
la nube, como por ejemplo yoduro de plata, que tiene una estructura
cristalina similar a la del hielo. En la nubosidad de las latitudes medias, la
estrategia común para esta siembra se basa en que la presión del vapor es
menor sobre el agua que sobre el hielo. Cuando se forman partículas de
hielo en las nubes súper enfriadas, éstas crecen a expensas de gotas
líquidas y se vuelven lo suficientemente pesadas como para caer en forma
de lluvia desde nubes que de lo contrario, no producirían ninguna
precipitación.
Este proceso se utiliza en Israel , China o Estados Unidos para aliviar
sequías, ayudar en la extinción de incendios o simplemente despejar el
cielo de nubes, provocando lluvia de manera artificial. El método
exportado por los israelíes y que no se ha utilizado todavía en la Unión
Europea, consiste en la utilización de aviones bimotores que arrojan sobre
la parte inferior de las nubes yoduro de plata, un compuesto químico que
actúa a modo de núcleos de condensación, pequeñas partículas que
hacen más fácil la condensación del vapor de agua existente en la nube.
El yoduro de plata es un catalizador que al contactar con las nubes
genera una reacción química que libera el hidrógeno y éste, junto al
oxígeno de la atmósfera, forma agua. Según las autoridades, este método
es inocuo, ya que no altera la composición del agua.
El yoduro de plata, y en general, la siembra de nubes, tiene sus seguidores
y sus detractores. Además, se da la curiosa circunstancia de que vale
tantopara provocar lluvia como para deshacer el granizo. Mediante la
aportación de más núcleos de condensación se consiguen más gotitas y
2. podemos hacer que la nube “llore”, precipite. En cuanto al granizo, y
contrariamente a lo que podría pensarse, no caen más granizos, sino que
las piedras de hielo se reducen de tamaño y pierden su peligrosidad.
En total, durante los JJ.OO la lluvia artificial supuso el 11% de las
precipitaciones caídas gracias a 7.000 cañones y 5.000 lanzacohetes para
lanzar el yoduro. Pekín aumentó en 2006 las reservas de sus embalses en 29
millones de metros cúbicos gracias a la lluvia artificial, según datos de la
Oficina de Manipulación del Tiempo local.
Sin embargo, la organización ecologista Greenpeace , considera que
aunque no es excesivamente dañina para el medio ambiente , "es una
solución demasiado a corto plazo para solucionar los problemas
ecológicos ". Bien es cierto, que el yoduro de plata es una toxina y por
tanto puede ser perjudicial para la salud, pero en cantidades pequeñas
no supone una amenaza.
En este mismo sentido, la Comunidad de Madrid se planteó en 2006 la
posibilidad de bombardear las nubes en el embalse de El Atazar con
yoduro de plata para incrementar las lluvias, siguiendo este método
pionero en el mundo que se hace en Israel desde hace 30 años y que
permite aumentar hasta en un 19% el volumen de agua de las
precipitaciones.