1. EL LUGAR DE LA OP EN ELTRABAJO DE CAMPO ANTROPOLOGICO O SOBRE COMO SE PUEDE
COMBINAR CON OTRAS HERRAMIENTAS DE PRODUCCION DE DATOS.
A menudo la OP se plantea como una herramienta para producir datos, y de este modo
tratar de dar respuesta a determinadas preguntas de investigación, sino se plantea para
ayudar al investigador a acceder a ellos y emplear otras herramientas para producirlos,
contribuyendo a identificar y guiar a los participantes para relacionarlos, sentir los
parámetros de la cultura, a ser conocidos como parte de la cultura y así facilitar el proceso
de investigación. Esta concepción de la OP como técnica auxiliar, o subsidiaria d otras.
La observación participante, sobre todo en cuanto tiene de participación
más que de observación, en efecto contribuye a que el investigador se haga un
lugar en el campo en el que investiga, a adquirir claves culturales que le sean
útiles en el desarrollo de otras técnicas (tanto como de la propia observación), a
facilitarle aproximarse a sujetos y a información que, de otro modo, serían más
inaccesibles. Dado que es una herramienta especialmente válida para producir
datos sobre “el hacer” de los sujetos que se estudian, resulta oportuno conocer y
reflexionar acerca de sus características distintivas.
La observación participante es un paso inicial en estudios etnográficos.
SCHENSUL, SCHENSUL, y Le COMPTE (1999) listan las siguientes razones para
usar observación participante en la investigación:
1. Identificar y guiar relaciones con los informantes;
2. ayudar al investigador a sentir cómo están organizadas y priorizadas las
cosas, cómo se interrelaciona la gente, y cuáles son los parámetros
culturales;
3. mostrar al investigador lo que los miembros de la cultura estiman que es
importante en cuanto a comportamientos, liderazgo, política, interacción
social y tabúes;
4. ayudar al investigador a ser conocido por los miembros de la cultura, y de
esa manera facilitar el proceso de investigación; y
2. 5. proveer al investigador con una fuente de preguntas para ser trabajada con
los participantes (p.91). [12]
BERNARD (1994) lista cinco razones para incluir la observación participante en los
estudios culturales, cada una de los cuales incrementa la validez del estudio:
1. Hace posible recoger diferentes tipos de datos. Estar en ese espacio durante un
periodo de tiempo familiariza al investigador con la comunidad, y por consiguiente
facilitando el involucrarse en actividades delicadas a las cuales generalmente no
habría sido invitado.
2. Reduce la incidencia de "reactividad" o la gente que actúa de una forma especial
cuando advierten que están siendo observados.
3. Ayuda al investigador a desarrollar preguntas que tienen sentido en el lenguaje
nativo, o que son culturalmente relevantes.
4. Otorga al investigador una mejor comprensión de lo que está ocurriendo en la
cultura, y otorga credibilidad a las interpretaciones que da a la observación. La
observación participante también faculta al investigador a recoger tanto datos
cualitativos como cuantitativos a través de encuestas y entrevistas.
5. A veces es la única forma de recoger los datos correctos para lo que uno está
estudiando.
Los investigadores también emplean instrumentos de producción de datos diseñados para
acceder a lainformación como elde dejar ‘’tareas visuales’’,consistentes enpedir a los hijos
que hicieran junto a sus madres un poster a partir de un álbumde fotos, ya que son filmadas
y luego analizadas. Se les pidió a cada madre que pudieran grabar en audio o video, y así
recopilar datos de sus rutinas familiares, eventos importantes, comidas y su cotidianidad.
Esta herramienta de investigación sustituyo a la observación participante para conocer las
prácticas sociales que estas mujeres desarrollaban con sus hijos en el espacio familiar.