Este documento habla sobre la importancia de vivir la solidaridad desde el amor gratuito de Dios. Cita varios pasajes bíblicos que invitan a amarnos los unos a los otros como Jesús nos amó. Explica que la solidaridad no es solo actos esporádicos de generosidad, sino un compromiso por el bien de todos. Propone realizar fichas de trabajo para adultos enfocadas en valorar la gratuidad y vivir la solidaridad. El objetivo es reconocer la felicidad que brota del amor compartido y construir puentes donde
1. FICHAS DE TRABAJO EN EL MES DE LA SOLIDARIDAD
“La felicidad la recibes cuando te das”
El amor misericordioso de Dios padre nos interpela de tal manera que no quedamos
indiferentes. La invitación de Jesús “ámense los unos a los otros como yo los he amado”
(Jn 13, 34) se llena de sentido al conocer a este Jesús amigo (Jn 15, 15), que no sólo se
hace uno más de nosotros al encarnarse, enriqueciéndonos con su pobreza, sino que
además entrega su vida por nosotros, para que la muerte no sea la última palabra. Ese
amor es profundamente gratuito, no nos pide nada para amarnos, ningún mérito anterior,
ahí está la esencia de la misericordia, como muchas veces lo reflejan el amor maternal o el
amor fraterno, donde se ama sólo por el vínculo familiar que existe, a pesar de las
diferencias o dificultades que puedan existir.
Como es Él quien nos ha amado primero, la respuesta espontánea es hacer nuestro su
mensaje, brota desde el corazón lleno de amor el cumplimiento de su mandamiento, el
amar a los demás sin distinciones, pero además al modo del Maestro, reconociéndolo en
los que sufren, en los más pequeños (Mt 25, 40), y hasta dar la vida. Como diría el Papa
Benedicto XVI “el amor, en su pureza y gratuidad, es el mejor testimonio del Dios en el
que creemos y que nos impulsa a amar”1. La potencia de la gratuidad nos interpela,
vemos en el Evangelio como los discípulos nos marcan la pauta, respondiendo al amor de
Jesús poniéndose en movimiento, no se guardan el amor de manera egoísta, sólo para
ellos. Jesús llama a los discípulos “a un camino interior y a una disponibilidad de ponerse
concretamente en movimiento, sin saber bien a dónde esto los llevará”2.
Una forma de movilizarse, de responder al amor gratuito de Dios, es a través de la
solidaridad, la que se caracteriza por el compromiso y el sentido de pertenencia, porque
es “mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad”3, es más bien “la
determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien de todos y cada uno, para
que todos seamos verdaderamente responsables de todos”4. Por ello “supone crear una
nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos
sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos”5. Así, la solidaridad no es
cómoda, sino que nos urge a salir, a encontrarnos con otros, a ponernos primero en
actitud de salida y luego de encuentro.
1 Papa Benedicto XVI, Encíclica Deuscáritas est (Dios es amor), nº 31.
2 Santa Sede, Documento Preparatorio Sínodo de los Obispos “Los jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional”.
3 Papa Francisco, Exhortación ApostólicaEvangelii Gaudium(La Alegría del Evangelio), nº 188.
4 San Juan Pablo II,Encíclica Solicitudo rei socialis nº 38.
5 Papa Francisco, Exhortación ApostólicaEvangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio), nº 188.
2. En el Mes de la Solidaridad queremos invitar a reconocer y valorar la felicidad que brota
del corazón de quien vive el amor gratuito, una felicidad que se vive compartiéndola y que
se comparte al vivirla, ya que su esencia es relacional, como el misterio trinitario. De
manera especial a los jóvenes, ya que como ha dicho el Papa Francisco un mundo mejor se
construye también gracias a ellos, “que siempre desean cambiar y ser generosos”6.
Vivir la gratuidad requiere salir al encuentro del otro, reconociendo que es Dios mismo
quien está en mi hermano. Como Iglesia queremos prepararnos para la venida del Papa
Francisco a Chile desde la vivencia de la gratuidad, el sucesor de Pedro viene a nuestro
encuentro para confirmarnos en nuestra fe y alentarnos a vivir cada día con más
coherencia y profundidad el Evangelio. Los seguidores de Cristo estamos llamados a
superar el individualismo y el egoísmo desde la solidaridad, a construir puentes donde se
han instalado precipicios, a acortar las distancias económicas, sociales, etarias, étnicas,
entre tantas otras. Como diría San Alberto Hurtado “Quien tiene sentido social comprende
perfectamente que todas sus acciones repercuten en los demás hombres, que les
producen alegría y dolor y comprende, por tanto, el valor solemne del menor de sus
actos”7.
FICHAS DE TRABAJO PARA ADULTOS: “Valorando la gratuidad”
Antes del encuentro
Preparación del espacio
Se disponen las sillas de manera semicircular, colocando el altar en frente. El altar se
compone de un biblia abierta y una vela o cirio.
Materiales
Cirio o velas
Mantel o aguayo para el lugar de oración
Biblia o Nuevo Testamento
Cuatro (4) tipos de instrucciones para trabajo grupal
Papeles para todos los participantes (puede ser papel lustre de distintos colores,
corazones de cartulina u otra forma alusiva a la temática ) y lápices.
Equipo de música o celular con parlante (en caso que se quiera usar música de fondo)
Una copia por persona de la oración para aprender a amar de la Madre Teresa de
Calcuta.
6 Papa Francisco,Carta a los jóvenes por el Sínodo de los Obispos,13 enero 2017.
7 San Alberto Hurtado, Humanismo Social,en Escritos de San Alberto Hurtado, Centro de Estudios San
Alberto Hurtado UC, 2007, p. 71.
3. Saludo y bienvenida a los participantes
El/la guía del encuentro saluda con cariño a los participantes, interesándose por cada
uno/a y les invita a ubicarse en las sillas dispuestas.
Al comenzar, les pregunta por su semana y les invita a compartir libremente algún
acontecimiento o sensación que les haya sucedido.
Luego de unos minutos, el/la guía señala que en el encuentro de hoy compartirán un tema
muy especial que está motivado por el Mes de la Solidaridad y la vivencia cristiana de ella,
tanto a nivel personal como social.
Oración de Inicio
Comienzan rezando juntos, invocando el nombre de Dios: En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Quien guía invita a uno de los participantes a leer en voz alta el texto tomado del
Evangelio según San Juan 15, 8 al 17.
La gloria de mi Padreconsisteen queustedesden fruto abundante,
y así sean mis discípulos.
Como el Padreme amó,también yo los he amado a ustedes.
Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos,permanecerán en miamorcomo yo cumplí los mandamientosde
mi Padrey permanezco en su amor.
Les he dicho esto para quemi gozo sea el de ustedes,y ese gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento:Ámenselosunosa losotros,como yo los heamado.
No hay amormásgrandequedar la vida por los amigos.
Ustedesson mis amigossi hacen lo queyo les mando.
Ya no los llamo servidores,porqueel servidorignora lo quehace su señor;
yo los llamo amigos,porqueleshe dado a conocer todo lo queoí de mi Padre.
No son ustedeslos que meeligieron a mí, sino yo el quelos elegí a ustedes,
y los destinépara que vayan y den fruto,y ese fruto sea duradero.
Así todo lo quepidan al Padreen mi Nombre,élse lo concederá.
Lo queyo les mando esque se amen los unosa los otros.
Jn 15, 8-17
4. A partir de esta lectura, comparten en parejas las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo es el amor que nos pide Jesús?
2. ¿Hemos sentido el amor de Dios en forma concreta? ¿En qué momentos? ¿Cómo
ha sido?
Luego de unos minutos, dialogan abiertamente las reflexiones que surgen en cada pareja.
Al finalizar, rezan juntos el Padre Nuestro.
Ver: ¿Cómo llegamos a este mes de la Solidaridad?
Quien guía motiva con las siguientes ideas:
- En esta ocasión queremos profundizar en los aspectos de nuestra sociedad que
afectan nuestra calidad de vida, y que por ende, limitan nuestra capacidad de amar
y de ser solidarios.
- Hemos dejado de valorar la gratuidad gracias a la vida de consumo que llevamos,
donde todo tiene un precio, donde incluso las relaciones interpersonales
comienzan a valorarse en tanto la utilidad que tienen para nosotros.
- El Papa Francisco ha reflexionado sobre este tema en su Encíclica sobre el Cuidado
de la Casa Común (Laudato Si), específicamente en el deterioro de la calidad de
vida humana y la degradación social.
Trabajo grupal
Para profundizar en estas ideas el/la guía motiva a realizar una reflexión grupal. Se les
invita a reunirse en 4 grupos y compartir el texto propuesto, compartiendo luego las
preguntas presentadas.
5. Grupo N°1:
43. Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo, que
tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no
podemosdejarde considerarlosefectosde ladegradaciónambiental,del actual modelo de
desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas. (…) 44. Hoy advertimos,
por ejemplo, el crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades que se han
hecho insalubres para vivir, debido no solamente a la contaminación originada por las
emisiones tóxicas, sino también al caos urbano, a los problemas del transporte y a la
contaminaciónvisual yacústica.Muchasciudadesson grandes estructuras ineficientes que
gastan energía y agua en exceso. Hay barrios que, aunque hayan sido construidos
recientemente,estáncongestionados y desordenados, sin espacios verdes suficientes. No
espropiode habitantesde este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto,
vidrio y metales, privados del contacto físico con la naturaleza.
¿Qué problemas veo en mi ciudad? ¿Cómo nos afecta personalmente lo que plantea el
Papa Francisco?
Grupo N°2:
43. Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo, que
tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no
podemosdejarde considerarlosefectosde ladegradaciónambiental,del actual modelo de
desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas. (…) 46. Entre los
componentes sociales del cambio global se incluyen los efectos laborales de algunas
innovacionestecnológicas,laexclusiónsocial,lainequidadenladisponibilidadyel consumo
de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia y el
surgimientode nuevasformasde agresividadsocial,el narcotráfico y el consumo creciente
de drogas entre los más jóvenes, la pérdida de identidad. Son signos, entre otros, que
muestran que el crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado en todos sus
aspectos un verdadero progreso integral y una mejora de la calidad de vida. Algunos de
estos signos son al mismo tiempo síntomas de una verdadera degradación social, de una
silenciosa ruptura de los lazos de integración y de comunión social.
¿Qué signos de degradación social y de ruptura de loslazos de comuniónveo a mi
alrededor?¿Cómonos afecta personalmente loque planteael Papa Francisco?
6. Grupo N°3:
43. Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo, que
tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no
podemosdejarde considerarlosefectosde la degradaciónambiental,del actual modelode
desarrolloyde la cultura del descarte en la vida de las personas. (…) 47. A esto se agregan
lasdinámicasde losmediosdel mundodigital que,cuandose conviertenenomnipresentes,
no favorecen el desarrollo de una capacidad de vivir sabiamente, de pensar en
profundidad, de amar con generosidad. Los grandes sabios del pasado, en este contexto,
correrían el riesgode apagar su sabiduríaenmedio del ruido dispersivo de la información.
Esto nos exige un esfuerzo para que esos medios se traduzcan en un nuevo desarrollo
cultural de la humanidad y no en un deterioro de su riqueza más profunda. La verdadera
sabiduría, producto de la reflexión, del diálogo y del encuentro generoso entre las
personas, no se consigue con una mera acumulación de datos que termina saturando y
obnubilando, en una especie de contaminación mental.
¿En qué casos he visto la dispersión de la información y la “contaminación mental”?
¿Cómo nos afecta personalmente lo que plantea el Papa Francisco?
Grupo N°4:
43. Si tenemosencuentaque el serhumanotambiénes una criatura de este mundo, que
tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no
podemosdejarde considerarlosefectosde la degradación ambiental, del actual modelo
de desarrolloyde la culturadel descarte en la vida de las personas. (…) [En la actualidad]
tienden a reemplazarse las relaciones reales con los demás, con todos los desafíos que
implican,por un tipo de comunicación mediada por internet. Esto permite seleccionar o
eliminar las relaciones según nuestro arbitrio, y así suele generarse un nuevo tipo de
emociones artificiales, que tienen que ver más con dispositivos y pantallas que con las
personas y la naturaleza. Los medios actuales permiten que nos comuniquemos y que
compartamosconocimientosyafectos.Sinembargo,avecestambién nos impiden tomar
contacto directo con la angustia, con el temblor, con la alegría del otro y con la
complejidadde suexperienciapersonal.Poreso no debería llamar la atención que, junto
con la abrumadora oferta de estos productos, se desarrolle una profunda y melancólica
insatisfacción en las relaciones interpersonales, o un dañino aislamiento. (47)
¿Qué desafíos vemos en la comunicación virtual? ¿Cómo nos afecta personalmente lo
que plantea el Papa Francisco?
7. Plenario
Transcurridos unos 15 minutos, se invita a realizar un plenario donde cada grupo
comparte la reflexión realizada. Luego de que todos los grupos comparten se abre un
espacio para plantear otros desafíos actuales que afectan nuestra calidad de vida, y que
por ende, limitan nuestra capacidad de amar y de ser solidarios.
Juzgar: Desafíos para vivir la Solidaridad
A continuación, lee en voz alta el texto de San Alberto Hurtado “Darse, una manera
cristiana de trabajar” (Extracto de un documento redactado en París en noviembre de
1947).
Comienza por darte. El que se da, crece. Pero no hay que darse a cualquiera, ni por cualquier
motivo,sino a lo quevale verdaderamente la pena: al pobre en la desgracia, a esa población en la
miseria, a la clase explotada; a la verdad; a la justicia; a la ascensión de la humanidad, a toda
causa grande, al bien común de su nación, de su grupo, de toda la humanidad; a Cristo que
recapitula estas causas en sí mismo, que las contiene, que las purifica, que las eleva; a la Iglesia,
mensajera de la luz, dadora de vida, libertadora; a Dios, a Dios en plenitud, sin reserva, porque es
el bien supremo de la persona, y el supremo Bien Común.
Cada vez que me doy así, recortando de mi haber, sacrificando de lo mío, olvidándome de mí, yo
adquiero más valor, me hago un ser más pleno, me enriquezco con lo mejor que embellece el
mundo;yo lo completo,y lo oriento hacia su destino másbello,su máximo valor,su plenitud de ser.
Mirar en grande, querer en grande, pensar en grande, realizar en grande. En los combates de
hoy, todo se trata a la escala del hombre y a la escala del mundo. No cuidarse de hacer carrera,
sino de llenar su vida en plenitud.Ejercitar mi esfuerzo en los sectoresdisponibles.Tomar lo que no
ha sido realizado. Se trata de servir. No se trata de recorrer solo una pista. Se trata de construir
para uso de muchos un largo camino.
(…)Darmesin contar,sin trampear,en plenitud,a Dios y a mis hermanosy Dios me tomará bajo su
protección. Él me tomará y pasaré indemne en medio de innumerables dificultades. Él me
conducirá a su trabajo,al que cuenta. Él se encargará de pulirme, de perfeccionarme y me pondrá
en contacto con los que lo buscan y a los cuales Él mismo anima. Cuando Él lo tiene a uno, no lo
suelta fácilmente.
A partir de los desafíos identificados y del texto de San Alberto Hurtado compartido, se
invita a reflexionar personalmente las siguientes preguntas (se puede poner de fondo
alguna música y facilitar un papel donde puedan luego ofrecer su trabajo personal):
¿Qué respuesta puede dar la solidaridad a los desafíos que hemos identificado?
¿Cómo puedo vivir concretamente la gratuidad este mes de la solidaridad?
8. Oración final
Al terminar este encuentro, se disponen para rezar juntos. Se invita a poner en las manos
de Dios nuestra reflexión personal, promoviendo un compromiso concreto al respecto.
Quien quiera puede leer en voz alta su reflexión y compromiso.
Finalmente, oran juntos con las palabras de la Madre Teresa de Calcuta
Oración para aprender a amar
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida,
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua,
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo,
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro,
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos,
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien,
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi
comprensión,
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender,
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos,
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor
misericordioso, imagen del tuyo.
Se termina el encuentro en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.