La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua. Es el momento más importante del año litúrgico cristiano, aunque para muchos se ha convertido solo en una ocasión de descanso y diversión en lugar de reflexión espiritual. El documento propone celebrar cada día de la Semana Santa realizando actos de amor, como recibir a los demás con alegría, lavar los pies de otros el Jueves Santo, ofrecer sacrificios el Viernes Santo, acompañar a los
SIMON EL MAGO por Pr. Luis Polo de "Verdades de la Biblia"
Celebra Semana Santa con actos de fe y amor
1. SEMANA SANTA.
Comienza con el domingo de Ramos y termina con el Domingo de
Pascua.
Es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo,
para muchas personas se ha convertido solo en una ocasión de
descanso y diversión; muchas personas muestran indiferencia
religiosa y espiritual, dando la sensación de que han perdido la fe en
Dios, ya que prefieren dedicar su tiempo a tareas como: el negocio, la diversión, viajes y otros. Se olvidan
de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y
Muerte y Resurrección de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.
La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres
fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.
Te proponemos un acto de amor para los días principales de la Semana Santa.
DOMINGO DE RAMOS : Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo
alaba como rey con cantos y palmas.
¿Cómo recibimos a los demás? ¿Con ramos o con palos? Pongamos alegría en recibir a quienes llegan a
nuestro hogar y hagamos que se sientan como reyes en nuestra casa.
JUEVES SANTO: Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los
pies dándonos un ejemplo de servicio. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el
vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el Jueves Santo cuando instituyó la
Eucaristía y el Sacerdocio.
¿Amamos como Cristo Amó a la Iglesia? ¿Podremos devolverle al Señor tanto amor
que nos dio? Imitemos este día el gesto de extremo servicio del Señor lavando los
pies de los demás. No necesariamente igual que Jesús, pero sí podemos “lavar los
pies” de alguien de quien hemos oído habladurías o de alguien que sabemos que
necesita unas palabras de consuelo, o nuestra compañía.
VIERNES SANTO: Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor, es decir, su
prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la
flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión.
¿Tenemos algún dolor que nos lacera el corazón?Pongámoslo a los pies de
la Cruz. En este día nuestro Señor hace el sacrificio supremo que significa
nuestra salvación. ¿Qué podemos hacer por otros? Cualquier sacrificio, por
pequeño que sea, si lo ponemos a los pies de la Cruz salvadora, se agiganta.
Ofrezcamos el ayuno y la abstinencia de hoy por alguien que nos hizo daño.
Busquemos amar con el Amor de Dios, que da hasta que duele.
SÁBADO SANTO O SÁBADO DE GLORIA: Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección
de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros.
Nuestro Señor en el sepulcro, y su Madre sola, llorando. Acompañemos a alguien que sufre, en un hospital,
en su casa o donde lo encontremos. Seamos el hombro solidario que está disponible para que los demás
puedan derramar sus lágrimas. Escuchemos con atención a alguien que sufre, eso aliviana el corazón. Y
recordemos durante todo el día a la dolorosa, con su corazón atravesado por siete espadas, y sepamos que
después del dolor inefable, viene la gloria de la Resurrección.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN O DOMINGO DE PASCUA : Es el día más importante y más alegre para
todos nosotros ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la
oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios.
Pascua es el paso de la muerte a la vida.
¡Verdaderamente ha resucitado! Traduzcamos nuestra alegría en servicio. ¿Por qué no
comprometernos a ayudar a nuestra familia o amigos en cosas específicas? Seamos
generosos en la entrega. Ofrezcamos nuestra ayuda a aquellos que lo necesitan.
Todos los días de la Semana Santa se pueden “traducir” en obras concretas. Pongamos
nuestra fe en obras, para que se vea que no somos cristianos de “palabra” sino de obras.
CELEBRAR SEMANA SANTA CON ACTOS DE FE Y AMOR