3. • Voy a contarles mi historia. Nací en
el año 1937 en plena guerra civil
española.
• Mi crecimiento fue muy
inocente, pero de la mano de un
malagueño de ojos negros
penetrantes.
• Soy el personaje central de una
obra que revolucionó la conciencia
de varias generaciones, moral y
artísticamente.
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5. • Me siento como si fuera el dibujo de
un niño, soy sólo línea y
expresión, pero sé que mi creador ya
intuía como reflejar el dolor y mi
función simbólica.
• De todos los bocetos que hizo de mi
es el que más me gusta, porque me
recuerda a la inocencia de la
infancia.
• También aparece mi hermanita que
lleva la lámpara.
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7. • Soy el caballo, recuerdo que en este
dibujo, tuve dientes en el hocico;
pero mantuve siempre el grito, con
mi lengua punzante y los ojos y las
orejas pavorosas, están llenas de
temor.
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9. • En este retrato
individual, desaparecen los dientes
del hocico y se ubican en su lugar
real.
• Ahora aparezco con cuatro orejas y
un contraste de sombras menos
agresivas que en mi retrato I del
mes de mayo.
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11. • Antes de mi definición última, tal y como
aparezco en la obra, mi creador me pintó en
blanco y negro, (aspecto que siempre tuvo
muy claro) y en una gradación de negros y
grises, aunque cambia la posición de mi
cabeza y mis dientes son los mismos que
aparecerán en la obra final.
• Soy el más real de todos, se ve mi pelaje de
caballo, aunque mi aspecto recuerda al
burrito de “Platero”.
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13. • ¡Ah, se me olvidaba! Mi creador hizo un boceto
general, el primero donde aparecen a rasgos
generales toda la trama de la obra. Siempre fui el
centro de la obra y de la pirámide en la
composición. Tengo la misma posición y miro
para mi amiga y el toro está detrás, mientras que
el guerrero lleva un casco que luego desaparece.
• De la herida mi otredad vuela transmutado en
Pegaso, buscando mi situación en la composición
final. Antes de la foto de Dora, hay un dibujo
preparatorio, en el que aparece toda la
simbología del cuadro. Es el proceso que sigue el
artista para llevar la composición al lienzo.
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15. • Lo primero que sorprende en el primer paso de
ejecución es mi posición, con el cuerpo retorcido
hacia el suelo. El brazo del guerrero es el que
marca el eje de la pirámide y aparecen diversos
personajes: la madre y el niño, el toro, que
después cambiará de posición, el guerrero y el
pájaro, un guerrero que luego desaparece, un
fragmento de una mujer que entra, la mujer que
grita en un primer momento y que se representa
en su totalidad y la portadora de luz.
• El escenario donde se mueven los personajes se
mantiene hasta el final, pero aún no aparece.
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17. • En este estado del la obra, lo que más me
impresiona es el dibujo de la mano con el
trigo.
• La línea se mantiene apoyada por la
introducción del negro y los grises, que son los
que definen los pasos de la mujer que
entra, una parte de mi cuerpo y un lado de la
pirámide.
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19. • Desaparece el sol y empieza a asomar el ojo de la
lámpara. Ya estamos todos los personajes
definidos y aparecen grandes planos en negro.
• Mi cabeza ya aparece en su posición final. Los
papier collés que luego desaparecen es un
método que escogía el pintor para ver los
contrastes en el proceso. El toro cambia de
posición y el ave está ya sobre la mesa. La mano
del guerrero está colocada en su posición final,
mientras que su cabeza no me mira todavía. Aún
aparece una mujer en el suelo y los fondos se
cierran cada vez más.
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21. • Siguen apareciendo los papiers para situar los
grises, en un proceso de iluminación de la
obra.
• Al final, mi amigo el guerrero me mira, se
integra en el grito general y se cierra la
pirámide, en la obra que Picasso realiza para la
Exposición Universal de Paris, del año
1937, titulada “El Guernica”.
• Esta es mi historia.