1. ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR
Santa de lo Imposible. Oh Santa Patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas
plegarias ante el Divino Señor son casi irresistibles, quien por la generosidad en
otorgar favores has sido llamada Mediadora de los sin esperanza e incluso de lo
Imposible; Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de
tan compadecido amor por Jesús Crucificado que podrías obtener de El cualquier
cosa que le pidas. A cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no
siempre alivio, al menos consuelo. Se favorable a nuestra petición, mostrando el
poder de Dios a nombre de este/a suplicante, se generosa con nosotros, como lo
has sido en tantos casos maravillosos, para la mas grande gloria de Dios, por la
divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en ti.
Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre, informando del
favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando
entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos:
(Mencione ahora su petición)
Obten para nosotros nuestra petición:
Por los singulares méritos de tu infancia,
Por la perfecta unión con la Divina Voluntad,
Por los heroicos sufrimientos durante tu vida de casada,
2. Por el consuelo que experimentaste con la conversión de tu esposo,
Por el sacrificio de tus niños antes de verlos ofender gravemente a Dios,
Por tu milagrosa entrada al Convento,
Por las austeras penitencias y las sangrientas ofrendas tres veces al día.
Por el sufrimiento causado por la herida que recibiste con la espina del Salvador
Crucificado;
Por el amor divino que consumió tu Corazón,
Por la notable devoción al Sagrado Sacramento, con el cual exististe por cuatro
años,
Por la felicidad con la cual partiste de tus pruebas para reunirte con el Divino
Esposo,
Por el ejemplo perfecto que diste a la gente de cada estado de vida.
Santa de lo Imposible
Oremos
Oh Dios, Quien en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la plegaria
de Tu sierva, Santa Rita, y otorgas a su suplica lo que es imposible a la vista,
conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su compadecido amor y firme
confianza en Tu promesa, ten piedad en nuestra adversidad y socorrenos en
nuestras calamidades, que el no creyente pueda saber que Tu eres la recompensa
del humilde, la defensa de los sin esperanza, y la fuerza de aquellos que confían en
Ti, a través de Jesucristo, nuestro Señor. Amen
__________
ORACIÓN PARA LOS CASOS DESESPERADOS
Oh poderosa Santa Rita, llamada Abogada de los casos desesperados, socorredora
en la última esperanza, refugio y salvación en el dolor, que conduce al abismo del
delito y de la desesperación: con toda la confianza en tu celestial poder, recurro a
ti en el caso difícil e imprevisto que oprime dolorosamente mi corazón.
Dime, oh Santa Rita, ¿no me vas a ayudar tu?, ¿no me vas a consolar? ¿Vas a
alejar tu mirada y tu piedad de mi corazón, tan sumamente atribulado? ¡Tú
también sabes lo que es el martirio del corazón, tan sumamente atribulado! Por las
atroces penas, por las amargas lágrimas que santamente derramaste, ven en mi
ayuda. Habla, ruega, intercede por mí, que no me atrevo a hacerlo, al Corazón de
Dios, Padre de misericordia y fuente de toda consolación, y consígueme la gracia
que deseo (indíquese aquí la gracia deseada). Presentada es seguro que me
escuchará: y yo me valdré de este favor para mejorar mi vida y mis costumbres,
para cantar en la tierra y en el cielo las misericordias divinas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
__________
ORACIÓN
Oh Dios omnipotente, que te dignaste conceder a Santa Rita tanta gracia, que
amase a sus enemigos y llevase impresa en su corazón y en su frente la señal de
3. tu pasión, y fuese ejemplo digno de ser imitado en los diferentes estados de la
vida cristiana. Concédenos, por su intercesión, cumplir fielmente las obligaciones
de nuestro propio estado para que un día podamos vivir felices con ella en tu
reino. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
4. Por la señal...
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos
quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa, Señor, de haberos
ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones
de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Por vuestro
amor, y porque así lo queréis y me lo mandáis, perdono de todo corazón a quien me
hubiera agraviado. Confío en vuestra bondad y misericordia infinita me perdonaréis y
recibiréis en vuestra amistad, por los méritos de vuestra pasión y muerte, y me daréis
gracia para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Dios de infinita misericordia, que, disponiéndolo todo con admirable providencia,
has puesto en tu Iglesia a los Santos para que fuesen modelo constante de todas las
virtudes cristianas; y que, llevándolos a la gloria, los habéis constituido en abogados y
protectores nuestros: escuchad propicio los ruegos de tu sierva Rita, colocada en el
mundo como ejemplar digno de ser imitado en los diferentes estados de la vida
cristiana, y concédenos por sus méritos e intercesi6n que, mediante el auxilio de tu
divina gracia, podamos cada uno cumplir fielmente con las obligaciones de nuestro
estado, para que nos hagamos dignos de obtener por su mediación lo que confiados
pedimos en esta Novena, si ha de ser para gloria vuestra y bien de nuestras almas.
Amén.
Rezar cuatro Padrenuestros, Avemarías y Glorias, en obsequio de los cuatro estados de
vida, santificados por Santa Rita:
1) Santa Rita, niña santa y doncella inmaculada; ruega por nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
2) Santa Rita, esposa ejemplar y madre abnegada; ruega por nosotros.
5. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
3) Santa Rita, viuda irreprensible y modelo de virtudes; ruega por nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
4) Santa Rita, esposa de Cristo y observante religiosa; ruega por nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Pídase ahora a Dios, con toda fe y confianza, por intercesión de Santa Rita, la gracia
que se desea alcanzar con esta Novena.
V. Señalaste, Señor, a tu sierva Santa Rita.
R. Con el sello de tu caridad y Pasión.
ORACIÓN FINAL
Oh Dios omnipotente, que te dignaste conceder a Santa Rita tanta gracia, a fin de que
amase a sus enemigos y llevase impresa en su corazón y en su frente la señal de tu
Pasión; te suplicamos, Señor, nos concedas, por su intercesión y méritos, que de tal
manera perdonemos a nuestros enemigos y consideremos los dolores de tu Pasión,
que seamos dignos de la recompensa eterna, que has prometido a los humildes y
piadosos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
Astro refulgente de la Iglesia, perla engarzada en la corona del cielo agustiniano,
gloriosa Santa Rita, cuyo nacimiento fue ya presagio de la futura santidad, celebrada
por los ángeles al anunciar a tus cristianos padres la buena nueva de que te darían a
luz, y admirada por los hombres al contemplar atónitos el estupendo prodigio de aquel
panal de riquísima miel labrado en vuestra boca al entreabrirse a la primera sonrisa de
la inocencia: compadécete de tus devotos, y concédenos, en retorno del acendrado
amor que te profesamos, la gracia de responder con fidelidad a los divinos
llamamientos, para que lleguemos a alcanzar la gloria eterna. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA SEGUNDO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
6. ORACIÓN
Salve, modelo de perfecta obediencia, heroína de abnegación y sufrimiento; salve,
espejo de jóvenes pudorosas, de esposas atribuladas y de madres que saben amar a
los hijos de sus entrañas; salve, mujer fuerte, que, comprendiendo ser mejor la
obediencia que el sacrificio, renunciaste al voto de virginidad, que tanto te halagaba,
para aceptar la Cruz pesadísima del matrimonio, con todas las consecuencias de un
esposo cruel, iracundo y dominado por los vicios, a quien, como otra Mónica, lograste
amansar y convertir con la elocuencia de tus lágrimas y la eficacia de tu silencio.
Apiádate, ¡oh incomparable Santa Rita!, de nuestra loca y desatendida juventud; alivia
el peso abrumador de tanta tribulación, de tanta hiel y de tanta amargura como
gravita sobre el corazón de las inocentes esposas que, como vos, no tienen otro
consuelo que sus lágrimas y su silencio, y conseguidnos a todos resignación en los
trabajos y fortaleza en la adversidad para luchar valerosamente hasta alcanzar la
eterna bienaventuranza. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA TERCERO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh insigne Santa Rita, ejemplar acabado de virtudes cristianas, que, habiéndoseos
arrebatado violentamente a vuestro marido cuando comenzabais a gustar los frutos de
la conversión operada en su alma, merced a la labor constante de dieciocho años de
indecibles sufrimientos, no sólo os resignasteis con tan terrible pérdida, sino que
interpusisteis vuestro valimiento en favor de los asesinos, y lo que es más, recabasteis
del cielo la muerte de vuestros hijos, temerosa de que con el tiempo vengasen la de su
querido padre! Haced que con la misma generosidad perdonemos a nuestros
enemigos, a fin de que el Señor nos perdone nuestras ofensas. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA CUARTO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh prodigio de santidad, ilustre Santa Rita, doncella inmaculada, esposa sin igual,
madre excelente y viuda intachable! Para enaltecer y santificar con vuestra influencia
la perfección de todos los estados de la vida os faltaba realizar el sueño dorado de
vuestra infancia: vestir el hábito religioso. ¿ Qué importan los obstáculos y dificultades
que puedan presentarse? Vuestras súplicas y vuestras lágrimas lo allanarán todo, y
cuando eso no bastase, Dios, que vela por ti como por su hija predilecta, enviará del
cielo a tus tres santos abogados, San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de
Tolentino, quienes te conducirán de la mano, como tres ángeles, a la morada del
7. Señor, por la que tanto suspiras, donde con los brazos abiertos, y dando gracias al
Altísimo, serás recibida por las observantes hijas del gran Agustín. Concédenos el don
de perseverar en nuestros buenos propósitos, por graves que sean las tentaciones y
dificultades que se nos presenten, hasta que lleguemos al fin a contemplarle en la
Gloria. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA QUINTO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
Esclarecida hija de San Agustín, que, habiendo logrado tus deseos de vestir su santo
hábito y ceñir su misteriosa correa, consagrándote totalmente a Dios por los votos
religiosos, te dedicaste a acrisolar tus virtudes en el nuevo estado, mereciendo, en
premio de tu ciega obediencia, inauditas mortificaciones y continua contemplación de
los dolores y afrentas del Redentor; recibir mercedes estupendas, como la de hacer
brotar y reverdecer en lo más crudo del invierno fragantes rosas y sabrosos frutos, y,
sobre todo, la de sentir clavada en tu frente una de las espinas desprendidas de la
corona del Salvador: alcánzanos una perfecta obediencia a los divinos Mandamientos,
y la gracia de saber orar y tener siempre presente la Cruz y los padecimientos de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA SEXTO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
Por los dolores acerbísimos y el riguroso aislamiento que os proporcionó la irrestañable
herida abierta en vuestra frente por el glorioso estigma de la Cruz, consíguenos, ¡oh
serafín de Casia!, que sepamos soportar con cristiana resignación el peso de las cruces
propias de nuestro estado, y que, como vos, nos gocemos de morir por medio del
sufrimiento, crucificados con Cristo Jesús. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA SÉPTIMO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
8. ORACIÓN
¡Oh prodigiosa Santa Rita, que en el prolongado martirio de tu vida recibist e, junto con
las hieles de todas las amarguras y de todos los dolores, el bálsamo de esos consuelos
que embriagan y arrebatan el alma, encendiéndola en mayores deseos de padecer por
Cristo, para gozar y reinar después con Él! Haz que en nuestras desolaciones y
sequedades de espíritu descienda sobre nuestras almas el rocío de los divinos
consuelos perseverando sin desmayos en nuestra oración, para que no cejemos un
punto en el ejercicio de las prácticas piadosas y en el santo servicio de Dios. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA OCTAVO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh gloriosísima Santa Rita, cuya muerte, semejante en todo a vuestra vida, fue el
espectáculo más tierno y conmovedor que puede presenciarse dentro de los claustros!
¡Qué consejos y qué despedida la vuestra de aquellas hermanas del alma, que, a la
vez que envidiaban tu muerte y se felicitaban por tu glorioso tránsito, se deshacían en
ríos de lágrimas! ¡ Qué fragancia la que comenzó a despedir la llaga de tu frente! ¡ Qué
mirar tan dulce el de tus ojos! ¡Qué suspiros tan tiernos y qué abrazo tan celestial
coronaron tu preciosa existencia! Por todas estas maravillas te suplicamos nos
concedas la gracia de la perseverancia final y una muerte preciosa ante los ojos del
Señor. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA NOVENO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh incomparable Santa Rita, que, después de haber enaltecido y santificado con tus
heroicas virtudes todos los estados de vida que la mujer puede abrazar en este
mundo; de doncella, madre, viuda y religiosa, dejando en todos ellos ejemplos
admirables que imitar, inauguraste con tu preciosa muerte el período de estupendos
milagros, que te merecieron el título de Abogada de imposibles, por no haber negocio,
ni conflicto, ni situación, por ardua y desesperada que parezca, que no tenga fácil y
suave resolución acudiendo a ti, de quien con verdad puede decirse que todo lo
puedes, porque todo cuanto pides lo consigues de Aquel para quien nada hay
imposible! Consíguenos, Santa bendita, en retorno del amor que te profesamos, de las
simpatías que por ti sentimos y de la fe y el entusiasmo con que te tributamos el pobre
obsequio de esta Novena, la gracia de cumplir honrada y noblemente los deberes de
nuestro estado, santificándonos en él y salvándonos por él, mediante los méritos de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
9. Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
Páginas: 1. Oraciones | 2. Triduo | 3. Novena breve | 4. Novena | 5. Rosas
ORIGEN DE ESTA DEVOCIÓN [1]
Las Rosas de Santa Rita de Casia deben su origen al hecho de que Santa Rita, estando
ya gravemente enferma en su convento de Casia y próxima a la muerte fue visitada
por una pariente suya quien, al despedirse. juzgando que seria ya la última vez que
habría de verla le preguntó si podía servirle en algo, a lo que Rita contestó: quiero que
cuando llegues a Roca Porrena vayas al huerto de mi casa, cortes una rosa y me la
traigas tan luego la obtengas.
Como era el tiempo de invierno y en aquel año de 1457 se
estaba distinguiendo por la intensidad de su crudeza, la mujer
creyó que Rita deliraba ya por su enfermedad y juzgando un
desatino el encargo de la enferma, regresó a la villa sin
acordarse para nada de la rosa; pero pasando junto al huerto
de la casa de Rita, bien haya sido por curiosidad o por impulso
sobrenatural, entró en él y vio con asombro que de la rama de
un rosal medio cubierto por la nieve, pendía una rosa fresca y
lozana; loca de alegría, la corta retorna a Casia y entrega a Rita la rosa deseada, que
se conservó largo tiempo fresca despidiendo un intenso perfume.
Este hecho originó el que las Religiosas Agustinas de Casia acostumbrasen cubrir con
rosas la urna en que yace el cuerpo incorrupto de Santa Rita, especialmente el 22 de
mayo, aniversario de su piadosa muerte. Estas rosas eran distribuidas todos los años
entre los bienhechores y amigos de Convento, los cuales las conservaban como
preciosas reliquias. El Señor, que se complace en honrar a sus santos y en glorificar a
sus siervos, quiso que, mediante las rosas que habían adornado el sepulcro de Santa
Rita se verificaran curaciones milagrosas. Con este motivo se extendió muy pronto por
todas partes la noticia de las rosas de la Santa, como también los muchos y
extraordinarios favores, alcanzados por el contacto de estas rosas.
10. ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR
Santa de lo Imposible. Oh Santa Patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas
plegarias ante el Divino Señor son casi irresistibles, quien por la generosidad en
otorgar favores has sido llamada Mediadora de los sin esperanza e incluso de lo
Imposible; Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de
tan compadecido amor por Jesús Crucificado que podrías obtener de El cualquier
cosa que le pidas. A cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no
siempre alivio, al menos consuelo. Se favorable a nuestra petición, mostrando el
poder de Dios a nombre de este/a suplicante, se generosa con nosotros, como lo
has sido en tantos casos maravillosos, para la mas grande gloria de Dios, por la
divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en ti.
Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre, informando
del favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando
entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos:
(Mencione ahora su petición)
Obten para nosotros nuestra petición:
Por los singulares méritos de tu infancia,
Por la perfecta unión con la Divina Voluntad,
Por los heroicos sufrimientos durante tu vida de casada,
Por el consuelo que experimentaste con la conversión de tu esposo,
11. Por el sacrificio de tus niños antes de verlos ofender gravemente a Dios,
Por tu milagrosa entrada al Convento,
Por las austeras penitencias y las sangrientas ofrendas tres veces al día.
Por el sufrimiento causado por la herida que recibiste con la espina del Salvador
Crucificado;
Por el amor divino que consumió tu Corazón,
Por la notable devoción al Sagrado Sacramento, con el cual exististe por cuatro
años,
Por la felicidad con la cual partiste de tus pruebas para reunirte con el Divino
Esposo,
Por el ejemplo perfecto que diste a la gente de cada estado de vida.
Santa de lo Imposible
Oremos
Oh Dios, Quien en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la plegaria
de Tu sierva, Santa Rita, y otorgas a su suplica lo que es imposible a la vista,
conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su compadecido amor y firme
confianza en Tu promesa, ten piedad en nuestra adversidad y socorrenos en
nuestras calamidades, que el no creyente pueda saber que Tu eres la recompensa
del humilde, la defensa de los sin esperanza, y la fuerza de aquellos que confían
en Ti, a través de Jesucristo, nuestro Señor. Amen
Y a continuación las siguientes preces:
Antífona: Nadie que espera en Dios queda frustrado en sus esperanzas. Nada hay
imposible a la fe con la oración.
Creo, Señor, pero auxilia mi fe y enséñame a orar.
Versículo: Señalaste, Señor, a tu sierva Santa Rita.
Responso: Con el sello de tu caridad y pasión.
ORACIÓN
Dios y Señor, que a la bienaventurada Santa Rita te dignaste dar tan abundante,
gracia y que, por haberte imitado en el amor a sus enemigos, le concediste llevase
en su corazón y en su frente las insignias de tu pasión; te rogamos nos concedas
por su intercesión y por sus merecimientos, amar a nuestros enemigos, y con la
espina de la compunción y del dolor contemplar los dolores de vuestra santísima
Pasión: que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
12. BENDICIÓN DE LAS ROSAS
En la actualidad y desde hace mucho tiempo, se bendicen las rosas solemnemente el
22 de mayo, con las oraciones consignadas en el ritual de la Orden Agustiniana,
distribuyéndolas entre los fieles devotos. Son innumerables las gracias y favores
obtenidos por intercesión de Santa Rita mediante el uso o contacto de estas rosas
benditas. Consta que en el proceso de canonización de la Santa se presentaron
muchos enfermos curados, quienes declararon haber recobrado la salud con las rosas
de Santa Rita.
FINALIDAD DE ESTA DEVOCIÓN
El Ritual Agustiniano dice que estas rosas se usan para recobrar la salud de las
enfermedades y para recibir la ayuda de Dios en cualquier necesidad. Como todos los
Sacramentales, tiene la eficacia de la oración de la Iglesia y la de la fe de los fieles
que las emplean.
MODO DE USARLAS (más común)
Para conseguir de Santa Rita una gracia, en especial la curación de alguna
enfermedad, prepárese un té con los pétalos de las rosas benditas y
récese durante nueve días seguidos un Padre Nuestro con Ave María y
Gloria, considerando los sufrimientos que padeció Santa Rita durante su
vida, en especial los que soportó a través de los quince años que llevó la
espina de la Cruz en su frente.
Y a continuación las siguientes preces:
Antífona: Nadie que espera en Dios queda frustrado en sus esperanzas. Nada hay
imposible a la fe con la oración.
Creo, Señor, pero auxilia mi fe y enséñame a orar.
Versículo: Señalaste, Señor, a tu sierva Santa Rita.
Responso: Con el sello de tu caridad y pasión.
ORACIÓN
Dios y Señor, que a la bienaventurada Santa Rita te dignaste dar tan abundante,
gracia y que, por haberte imitado en el amor a sus enemigos, le concediste llevase en
su corazón y en su frente las insignias de tu pasión; te rogamos nos concedas por su
intercesión y por sus merecimientos, amar a nuestros enemigos, y con la espina de la
compunción y del dolor contemplar los dolores de vuestra santísima Pasión: que vives
y reinas por los siglos de los siglos. Amén.