1. LA PARROQUIA
VER
Según el Derecho Canónico la parroquia es una determinada comunidad de fieles (c. 515 § 1),
estos fieles viven y se desenvuelven en un ámbito social, de manera que el Sínodo Diocesano
ha evaluado la problemática de manera general de lo que nuestras parroquias viven, como
problema fundamental dijo:
“La población humana que vive en la Diócesis de Autlán desarrolla su vida y su trabajo en un
ambiente que se caracteriza por el abandono y el descuido. Las personas y las familias crecen
en medio de la tensión entre conservar sus valores tradicionales y las fuerzas actuales que las
retan a cambiar.
Las relaciones que establecen no siempre son armoniosas, más bien, son ásperas cuando
median las diferencias económicas, sociales o personales (ricos-pobres: hombres-mujeres;
adultos-jóvenes: padres-hijos; niños-niñas, etc.).
El sentido de la búsqueda de lo “individual” ha crecido, con lo cual lo comunitario se ha
desarticulado más y ha aumentado la sensación de descuido y abandono. Esto último aparece
como insuficiencia y deficiencia en los servicios públicos; como paternalismo, corrupción e
incumplimiento en la administración pública y como desintegración y aislamiento en la
familia y en la juventud, por no hablar de la real indiferencia por el equilibrio ecológico.
En la Diócesis de Autlán hay fe y deseo de agradar a Dios, sin embargo se dan muchos
comportamientos que manifiestan: ignorancia religiosa e indiferencia con relación a las
convicciones más importantes de la vida cristiana.
Del mismo modo, los servicios pastorales, denotan también descuido en su aplicación. Dichos
servicios y quienes los reciban no siempre están en sintonía de intereses. En cuanto a los
agentes, el pueblo no está percibiendo una imagen clara-definida de su identidad y sí nota en
ellos una serie de comportamientos incoherentes.
Por su parte, las estructuras y la organización de la Diócesis aparecen también desarticuladas
y en muchos casos desconocidas. Se puede decir que son más las que faltan y debieran existir
que las que existen pero no funcionan.”
De esta manera y ante la problemática que la Diócesis de Autlán, como parte del territorio de
México, está sufriendo por la violencia que se ha propagado a todas las instancias sociales y
hasta religiosas, nuestros obispos a través de su exhortación pastoral “Que en Cristo nuestra
Paz, México tenga vida digna”, han ofrecido como pastores y cabezas de las Iglesias
particulares el “acompañar en el camino de la vida a los hombres y mujeres de nuestro tiempo
y compartir sus esperanzas, sus logros y frustraciones”; de igual manera los párrocos que son
las cabezas de las parroquias y a través de ellas logran conocer la realidad misma de las
comunidades, sus miedos, su sufrimientos, sus carencias y preocupaciones, comparten con
ellas los mismos sentimientos que los acongojan y buscan incansablemente soluciones
factibles, útiles y sobretodo evangélicas para dar solución y apoyo.
Es claro que el Sínodo Diocesano como profeta ya veía estos problemas y propuso vías de
solución para los mismos.
2. JUZGAR
San Juan Crisóstomo decía refiriéndose a la parroquia: “No puedes orar en casa como en la
iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se eleva a Dios como desde un
solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el
vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes.”
El mismo texto de los Hechos de los Apóstoles nos refleja la realidad que las primeras
comunidades cristianas tenían: “la multitud de los creyentes tenía una sola alma y un solo corazón.
Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo lo tenían en común. (Hch. 4,32)” Es claro
que el modelo de toda parroquia debería y es este.
El Sínodo en sus ideales, nos dijo:
- Las parroquias son la expresión más fuerte y cercana de la Iglesia como Ministerio de
comunión.
- En la parroquia se valoran los sacramentos.
- La parroquia está constituida por gente amable y generosa, donde todos se tratan como
hermanos.
- La parroquia es una comunidad unida, sienten cercano al sacerdote y lo quieren; oran
por el Obispo y lo respetan.
- En la parroquia existe un trabajo planificado. Hay continuidad en los procesos
pastorales.
- La parroquia es una comunidad organizada porque todo está en su lugar.
- El párroco es un buen administrador de la parroquia y busca la unidad de todos.
- La administración parroquial ofrece a la comunidad informes de ingresos y egresos
económicos.
- En la comunidad parroquial las personas sienten gusto de encontrarse.
- En la parroquia cada uno se sabe enviado a evangelizar a todos.
- En la parroquia los sacerdotes viven el valor de la confianza y el auténtico celo pastoral,
tienen apertura y aceptación con relación a los grupos apostólicos.
- Los sacerdotes en la parroquia son hombres que inspiran confianza.
- El párroco y los vicarios hacen comunidad, se apoyan, viven como hermanos la
austeridad y la pobreza evangélica.
- Con su presencia y su palabra, el párroco fortalece, anima y sostiene la fe de su pueblo.
- En la parroquia los laicos respetan a sus sacerdotes y autoridades.
- La parroquia es una comunidad eucarística.
- En la Eucaristía participan alegres, activa, fervorosa y fructuosamente.
- La parroquia es una comunidad viva que nutre y fortalece la fe de sus integrantes.
- La parroquia cuida con esmero el servicio de la catequesis.
- A los niños y niñas, la parroquia los aborda con una catequesis bien estructurada.
- Por ser una comunidad celebrativa tiene los espacios adecuados que garantizan el
decoro de las celebraciones.
- En la comunidad parroquial se respeta a las comunidades familiares y se aplica la
pastoral familiar.
- En la vida y acción familiar y parroquial, las capacidades, cualidades y virtudes de cada
uno se desarrollan al ponerlos al servicio.
3. - En la parroquia los jóvenes participan de diferentes grupos de servicio eclesial y
participan en otros proyectos de sociedad. Se relacionan respetuosamente con los
demás.
- Cada parroquia atiende e integra a la juventud con un movimiento juvenil.
- Los grupos apostólicos tienen una buena organización en la parroquia. Estos realizan su
apostolado de acuerdo a sus habilidades y talentos personales.
- En la parroquia la gente es protagonista.
ACTUAR
El compromiso que el Sínodo arrojó para que las parroquias consideraran es el siguiente:
“Los organismos e instituciones diocesanas son medios necesarios en una Diócesis para
cumplir con la tarea de anunciar eficazmente el Evangelio. Quedarían vacíos de contenido si
no estuvieran movidos por un auténtico espíritu de servicio organizado para la misión
evangelizadora y la construcción de la comunión y participación. Para ello, conviene fomentar
el servicio de estos organismos como un trabajo en equipo, renovando y adecuando las
distintas estructuras e instituciones diocesanas a nuestro momento histórico y eclesial de
manera que respondan vigorosamente a las necesidades actuales.”
Parafraseando y aplicándolo a la parroquia rezaría así:
“La parroquia como la institución diocesana principal es un medio necesario en la Diócesis
para cumplir con la tarea de anunciar eficazmente el Evangelio. Quedaría vacío de contenido
si no estuviera movida por un auténtico espíritu de servicio organizado para la misión
evangelizadora y la construcción de la comunión y participación. Para ello, conviene fomentar
el servicio de la parroquia como un trabajo en equipo, renovando y adecuando las distintas
estructuras e instituciones parroquiales a nuestro momento histórico y eclesial de manera que
respondan vigorosamente a las necesidades actuales.”