Las ciudades son centros de gran desigualdad económica y exclusión social, donde los beneficios del crecimiento se concentran en unos pocos grupos. La desigualdad y la exclusión afectan desproporcionadamente a los pobres, migrantes, mujeres, jóvenes, personas con discapacidad y minorías. Sin embargo, algunas ciudades están adoptando enfoques innovadores como la planificación inclusiva y los programas de protección social para fortalecer la inclusión de todos los grupos y hacer que el crecimiento sea más sostenible e igual

1. 1 DOCUMENTO SOBRE CIUDADES INCLUSIVAS
Palabras clave: beneficios de crecimiento, inclusión, igualdad, exclusión social, marginación de
grupos, coeficiente de Gini.
Principales hechos y cifras clave: ciudades son a menudo el lugar de grandes desigualdades
económicas, en comparación con el país en su conjunto (por ejemplo, coeficiente de Gini de
Nairobi es 0.591 vs 0.477 Kenia). Un tercio de los habitantes urbanos del mundo en desarrollo
(863,000 ,000 personas) viven en zonas marginales. Las ciudades más grandes del mundo son a
menudo también las más desiguales.
Resumen: La dinámica de las ciudades ha contribuido significativamente al crecimiento en el
mundo en desarrollo. Sin embargo los beneficios del crecimiento no se han distribuido
igualmente y muchas ciudades tienen altos grados de exclusión económica y social. Exclusión
económica se manifiesta en altas tasas de desigualdad; a menudo mucho más altas en las
ciudades que en los países. La exclusión social perjudica más a los pobres y marginados, los
migrantes, mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y grupos minoritarios, personas con
discapacidad y personas mayores. Al mismo tiempo, las ciudades progresistas están
demostrando maneras innovadoras para fortalecer la inclusión, para hacer a las ciudades más
estables, más prósperas y más resilientes.
Las ciudades son los motores del crecimiento en el mundo moderno. Son imanes que atraen
dinero, ideas y migrantes en busca de una vida mejor. Pero el dinamismo económico de las
ciudades también exacerba las desigualdades; las recompensas y los beneficios del crecimiento
se concentran en las manos de aquellos que tienen la demanda social y política más fuerte. En
todo el mundo son generalmente más desiguales las ciudades que los países en se encuentran.
Las ciudades más grandes del mundo están entre las más desiguales y las ciudades en rápido
crecimiento en economías como la de China, Brasil e India también exhiben una desigualdad
creciente.
La desigualdad económica está estrechamente vinculada con la exclusión de los grupos
vulnerables: habitantes de zonas marginales, trabajadores migrantes, jóvenes, mujeres y
personas mayores, personas con discapacidad, pueblos indígenas y grupos minoritarios. El
crecimiento de las ciudades en el mundo en desarrollo a menudo se basa en el trabajo de los
migrantes, pero que rara vez comparten plenamente la riqueza que se crea. La exclusión se
agrava en los sistemas políticos que no dan voz igual a todos los residentes urbanos
(temporales o permanentes) y en los sistemas sociales que privilegian a algunas personas por
razones de sexo, grupo étnico u otras afiliaciones.
La exclusión, en definitiva, degrada al tejido social de las ciudades, generando violencia,
delincuencia, conflictos y una ruptura del orden social. Las ciudades pierden espacios
compartidos y su sentido de identidad común, y se presentan fenómenos como la separación

2. de residentes en enclaves vigilados y guetos hostiles. Las administraciones de la ciudad pierden
la capacidad y la motivación para invertir en servicios e infraestructura compartida. Quienes
tienen los recursos invertirán en sus propios servicios (electricidad, agua y gestión de residuos),
seguridad, escuelas y hospitales. Quienes no tienen recursos se convierten cada vez más en
personas con privaciones e inconformes. Los beneficios del crecimiento se despilfarran en
muros y guardias, criminalidad y conflictos.
Las ciudades progresistas del mundo reconocen que el crecimiento no puede mantenerse sin
inclusión. Las ciudades están mostrando maneras innovadoras para fortalecer la inclusión,
mediante programas de protección social, procesos de planeación inclusivos y estrategias
proactivas para interactuar con los grupos marginados. Los ejemplos incluyen las ciudades
chinas, que han extendido en la década de los noventa los servicios de maternidad a los
trabajadores migrantes; que incorporan a nueva generación en la planeación participativa y en
los sistemas de gestión de la ciudad en Chicago y en las estrategias urbanas para la iniciativa de
las poblaciones indígenas en Canadá.
Guías clave de acción: las ciudades pueden tomar una serie de acciones para mejorar la
inclusión y el desarrollo de comunidades más vibrantes y resilientes. Algunos ejemplos son:
Estrategias proactivas para las organizaciones, que representan en las políticas urbanas
y planeación a habitantes marginales, trabajadores, jóvenes, mujeres y personas
mayores, personas con discapacidad, pueblos indígenas y minorías.
Mayor control y rendición de cuentas de los gobiernos locales, especialmente
relacionadas con administración de planificación y de la tierra urbana.
Desarrollo de sistemas de apoyo a los migrantes no registrados e informales, y no
solamente "formalizar" al sector informal, incluyendo flexibilización de las restricciones
a la migración, proporcionar infraestructura urbana, instalaciones y servicios para las
personas con discapacidad, diseñados y construidos buscando la accesibilidad o el
diseño inclusivo y universal bajo principios de bajo costo adicional.
Estrategias proactivas para mejorar el bienestar de las personas mayores como
mayores características amigables de accesibilidad y seguridad, de seguridad financiera
y de salud en la vida comunitaria y en las actividades para el entretenimiento.
Inclusión de los jóvenes en la toma de decisiones de estrategias nacionales y locales de
la juventud, incluyendo la educación, el desarrollo de habilidades y de oportunidades de
empleo.
Al incorporar estos enfoques en su planeación y administración, las ciudades pueden construir
comunidades inclusivas, dinámicas y sostenibles que garanticen la prosperidad y el crecimiento
futuro.