El documento habla sobre el uso de ahumadores en apicultura. Los ahumadores se usan para controlar a las abejas mediante el humo, que las hace retirarse debido a un instinto de supervivencia ante un incendio simulado. Los ahumadores se han usado por miles de años de formas rústicas a modelos profesionales modernos que garantizan la seguridad de la colmena y evitan incendios.
1. El ahumador es un dispositivo que se usa en la
apicultura, su función es lograr el control sobre las
abejas, que ante la presencia del humo se retiran como
reacción a un instinto natural de supervivencia, basado
en una simulación de un “incendio”, las abejas no
sufren ningún daño. Los ahumadores han sido utilizados
en la apicultura desde hace miles de años desde métodos
mas rupestres como un simple palo en llamas, hasta
nuestros días con ahumadores profesionales que
garantizan la seguridad de la colmena y del medio,
evitando en gran media que haya accidentes, tales como
incendios
2. EL AHUMADOR PARA ABEJAS: COMO ENCENDERLO Y UTILIZARLO
El ahumado es una técnica que consiste en someter alimentos
al humo. Este humo proviene del quemado de maderas no
resinosas, ya sea en trozos, chips o aserrín.
3. ¿POR QUÉ UTILIZAMOS EL
AHUMADOR?
El humo vuelve más dóciles a las abejas y las desorienta (siempre que sea en cantidades
moderadas, pues de otro modo las irrita aún más); durante unos minutos, su actitud será menos agresiva
hacia el apicultor.
El efecto del humo sobre las abejas es sobre todo destructivo, ya que la amenaza del fuego es un estímulo
mayor que el que pueda causar un invasor (el apicultor).
Las abejas, al detectar el humo empezarán a ventilar los panales de cera para enfriarlos y muchas
irán a llenar sus buches de miel ante la eventualidad de tener que abandonar la colonia por el fuego,
pero no se debe abusar del humo en el interior de la colmena porque puede ser contraproducente e
impregnará de olor la miel.
El ahumador debe suministrar una humareda copiosa y fría, es decir, blanca y densa. En caso
necesario, enfriar esta humareda con hierba fresca o cartón húmedo.
4. TIPOS DE AHUMADOR
AHUMADOR DE FUELLE
El más extendido. Compuesto por un cuerpo metálico cilíndrico con salida en forma de tubo en
la parte superior, conectado a un fuelle exterior que suministra aire tras un accionamiento
manual.
5. PROTECCIÓN (Y) PREVENCIÓN DE INCENDIOS
El correcto manejo es imprescindible para la prevención de incendios, pues existe un alto
riesgo y está en nuestras manos ser lo más sensato y precavido posible.
Cabe destacar que existen modelos de ahumadores “antichispas” que conectan el
fuelle con el cuerpo del ahumador con una pieza cerrada, de tal modo que evita que se
produzca salidas de chispas
6. Antes de visitar una nueva colmena verifica siempre el estado del ahumador y no
esperes a que la reserva de materia seca se consuma por completo. Si tomamos esta
precaución se evitarán muchos problemas.
El encendido
7. Pasos
1. Antes de encender el ahumador, dale la vuelta con la
tapa abierta y dale pequeños golpecitos. Presiona
ligeramente el fuelle para asegurarte de que el aire
correctamente.
2. Enciende el combustible de arranque encima del
ahumador abierto, en un lugar donde no corras peligro
provocar un incendio.
3. Deje caer el elemento inflamado dentro del ahumador
mantenga la combustión presionando y soltando el
mientras lo sostiene con el pulgar y el índice.
4. Muy poco después, rellena de combustibles de larga
combustión como los que hemos comentado
anteriormente.
5. Con la ayuda del sacacuadros aprieta bien el
de tu ahumador para evitar que se encienda.
6. Una vez prendido el combustible en el interior del
ahumador se suministra aire periódicamente para
mantenerlo encendido. ¡Ojo! Ten cuidado, porque si se
queda sin oxígeno, el papel puede apagarse.
7. El ahumador está ya bien encendido. Mira bien donde
lo dejas para no correr ningún riesgo, lo mejor es
engancharlo sobre la colmena
8. COMO AHUMAR
Saber ahumar una colmena es determinante para la actividad apícola: la
serenidad en el trabajo y el éxito de todas las operaciones interiores
dependen de ello.
Para ahumar bien hace falta una precisión que sólo se adquiere con la
experiencia: el apicultor neófito ahúma demasiado o demasiado poco. Para
que las abejas no muestren un comportamiento excesivamente nervioso,
hay que mantener un ahumado mínimo mediante pequeños presionados
del fuelle a intervalos regulares
9. Lo primero será ahumar la piquera. En la mayoría de los casos, bastan dos o tres bocanadas.
Las abejas, ante el temor de un peligro, se hartarán de miel y emitirán un zumbido prolongado. Es necesario
conseguir este zumbido para poder dominar a las abejas. Su agresividad disminuye e incluso desaparece.
Posteriormente debes colocarte detrás o al lado de la colmena a inspeccionar a fin de no
interponerse en la línea de vuelo de retorno de las abejas.
Tras esperar unos segundos, se procederá abrir la tapa e ir ahumando continua y pausadamente
sobre los cabezales de los cuadros para ir haciendo descender a las abejas.
10. Sin humo no es posible trabajar con las colmenas, especialmente
nuestra abeja ibérica.
Esta es la actuación apropiada si las abejas se muestran nerviosas:
ahumar un poco mas, pero no demasiado y sin perder nunca la calma,
dirigiendo el humo entre los cuadros.
El error que no debe cometer: ahumar excesivamente una colonia, ya
que corre el riesgo de intoxicarla. Y durante el periodo de recolección, la
miel cogería un sabor a humo que alteraría su aroma.
11. Lo primero será ahumar la piquera. En la mayoría de los casos, bastan dos o tres bocanadas.
Las abejas, ante el temor de un peligro, se hartarán de miel y emitirán un zumbido prolongado. Es necesario
conseguir este zumbido para poder dominar a las abejas. Su agresividad disminuye e incluso desaparece.
Posteriormente debes colocarte detrás o al lado de la colmena a inspeccionar a fin de no
interponerse en la línea de vuelo de retorno de las abejas.
Tras esperar unos segundos, se procederá abrir la tapa e ir ahumando continua y
pausadamente sobre los cabezales de los cuadros para ir haciendo descender a las abejas.
12. El humo le crea una la oportunidad perfecta
al apicultor para que abra la colmena y
trabaje, mientras se bloquea la reacción
protectora de la colonia de abejas. Además,
el humo inicia una reacción en las abejas,
y estas llenan su abdomen de alimento
(anticipándose al “posible” abandono de la
colmena ante la amenaza de un posible
incendio.). Cuando una abeja consume
"miel", su abdomen se llena y es difícil
que se agache para picar
13. TIPOS DE COMBUSTIBLE:
En los ahumadores se pueden utilizar varios
tipos de combustibles naturales y no
contaminantes. Puede ser arpillera, agujas
de pino, cartón corrugado, papel, cajas de
cartón, virutas de madera seca, así como
podredumbre y hongos de árboles. No hay que
usar trapos, crean un humo acre y caliente
que perjudica a las abejas. También hay
un combustible listo para usar en nuestra
tienda fabricado en chopo de tilo, con humo
agradable y duradero
14. Los ahumadores con fines curativos, se
utilizan para dirigir el humo hacia la
colmena para tratar a la colonia de abejas
frente a parásitos como la varroa. Se
enciende de la misma manera que un ahumador
común, después de esto, se coloca una
preparación medicinal sobre las virutas
ardientes.
El combustible del ahumador arde
lentamente, ya que hay una pequeña cantidad
de oxígeno en el interior, hasta que la
compresión del fuelle proporciona oxígeno
de nuevo. Si colocar el ahumador tumbado,
la salida de humo se detiene, ya que la
corriente de aire disminuye.
Como resultado de una combustión lenta, que
puede llegar a durar varias horas, es la
una forma más económica y efectiva de
trabajo, más que en un depósito abierto. Es
importante que para calmar a las abejas el
humo no esté caliente, ya que podría
causarlas daños.
15. CONSEJOS PARA TRABAJAR CON AHUMADOR
Después de que se preparan el equipo y los materiales necesarios para
trabajar con la colmena, se enciende el ahumador. Los movimientos
ligeros de los fuelles estimulan la combustión
Tan pronto como estén ardiendo, la tapa del ahumador se cierra, el
dispositivo está listo para usar. Si el ahumador está bien encendido,
cuando se comprimen los fuelles, libera una espesa nube de humo.
La fumigación se realiza con mucho cuidado para que no caigan chispas en
la colmena. Se liberan pequeñas ráfagas de humo sobre las abejas cuando
estén inquietas. Trabajando con abejas agresivas, se fumigan a través de
la entrada durante 20-30 segundos antes de quitar la tapa. Para hacer
esto, la boquilla del ahumador se dirige directamente hacia la entrada y
se liberan varias nubes de humo en la colmena.
16. ALIMENTACIÓN INVERNAL
La práctica más común entre los apicultores para
la alimentación de las abejas en época de otoño-invierno,
es de llevar agua y azúcar hasta el lugar donde se
encuentran las colmenas, preparando allí el alimento.
17. LOS NUTRIENTES
Los hidratos de carbono de la dieta de las abejas son aportados por el néctar de las plantas en forma de
tres azúcares principales: sacarosa, glucosa y fructosa. Los néctares de las diferentes plantas los tienen
en diferentes proporciones; así existen plantas de néctar rico en sacarosa (romero, manzano, trébol,
chupamieles, castaño…), otras de néctar rico en glucosa y fructosa (diente de león, tomillo, brezo…), y
mielatos ricos en fructosa (de encina, de roble, de abeto…).
Los azúcares del néctar son consumidos directamente, o, según las necesidades y disponibilidades de
las colonias, trasformados unos en otros por las enzimas de la saliva de las abejas, y concentrados por
evaporación y trasiego, hasta convertirse en miel almacenada
18. Los hidratos de carbono son compuestos energéticos, imprescindibles para la obtención de la energía necesaria para
realizar las funciones motrices (volar, caminar, moverse), para la termorregulación de la colonia (producir calor, ventilar) y
para la construcción: la cera se produce en las glándulas cereras a partir de los hidratos de carbono de la
dieta. Una colonia situada en nuestra zona climática necesita al año un mínimo de unos 40 kg de hidratos de
carbono. Solo en invierno consumirá entre 8 y 12 kg de sus reservas de miel.
El polen es la fuente principal del resto de los componentes de la dieta (excepto de agua). Su composición no es muy
homogénea, dependiendo de la planta de origen puede tener un 7 ó un 35 % de proteínas. Y con los demás componentes
pasa lo mismo; determinadas vitaminas pueden estar en el polen de unas plantas y no en el de otras. Por ello las abejas
necesitan consumir una mezcla de polen de distintas plantas.
19. El polen es rico en vitaminas del grupo B, imprescindibles para las abejas (sustancias que su organismo no puede
fabricar y ha de tomar enteras de la dieta). Sus componentes proporcionan a las abejas jóvenes las sustancias
necesarias para fabricar la jalea real, y parte de ellos son imprescindibles para que las glándulas cereras funcionen y
fabriquen la cera a partir de los hidratos de carbono.
20. POR QUÉ NO DEBE SUMINISTRARSE JARABE A
LAS ABEJAS EN TIEMPO DE FRIO