1. INTRODUCCIÓN
TESIS A PRESENTAR
BIOPOLÍTICA Y SALUD PÚBLICA
Este trabajo plantea interpretar las relaciones de poder y su ejercicio en el campo de la salud pública,
incluyendo a los sistemas de poder global y de saber – poder en el seno de una sociedad capitalista,
con los discursos y posicionamientos de los actores involucrados en la toma de decisiones en el campo
de la salud pública (ONU y organismos dependientes, agencias financieras internacionales como el
Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Fundación Rockefeller,
representantes de gobiernos y de organizaciones de la sociedad civil), junto al agenciamiento, los
dispositivos y aparatos utilizados.
Se explora el rol de la estrategia de la Atención Primaria de Salud (APS) como herramienta de
dominación implícita de una sociedad, considerando el contexto histórico-político, desde la
Declaración de Alma-Ata, en 1978, donde los gobiernos participantes se comprometieron a cuidar la
salud de sus pueblos, adoptando medidas sanitarias y sociales que posibilitaran que, en el año 2000,
el nivel de salud permitiera una vida social y económicamente productiva. La estrategia escogida en
Alma Ata fue la APS, a la que, conforme al espíritu de la justicia social, consideraron clave.
En la mencionada Conferencia de Alma Ata, a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
los países miembros establecieron la meta de “Salud para todos en el año 2000”, a través de la
estrategia de la APS. Dicha estrategia fue objeto de varias interpretaciones y su implementación
recibió la influencia de diversos actores y factores, a nivel internacional, quedando de lado la meta
Salud para Todos, con sus componentes de búsqueda de justicia social, debido a los protagonismos,
saberes e intereses que marcaron las diferentes maneras de entender y llevar adelante la APS.
No obstante, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) siguió (y sigue) manifestando la
necesidad de retomar los contenidos y sistema de valores de la Declaración de Alma-Ata, señalando
la importancia de impulsarla con un enfoque renovador, que enfatizara los principios y valores
explicitados en la citada Declaración, denominando al proceso “Renovación de la APS”.
Esta corriente de renovación de APS desembarcó en el Paraguay entre agosto y septiembre de 2008,
a pesar del sistema de salud caracterizado por su fragmentación y segmentación, del modelo
asistencialista y hospitalocéntrico y de la concepción de salud exenta de enfoque de derechos y de
garantías explícitas, y se convirtió en uno de los ejes fundamentales de la política pública de salud,
2. como nuevo paradigma en el modelo de atención, aunque con inciertas posibilidades reales de
implementación, dado sus dispositivos esencialmente comunitarios y un congreso nacional
prácticamente en su totalidad opuesto a la APS, a la que veían como un factor tendiente a fortalecer
tanto al ejecutivo del momento como al progresismo instalado en esa década en Sudamérica.
La “participación social/comunitaria””, ontológicamente ligada a la APS, no fue desarrollada de la
misma manera por los actores involucrados, por lo que sus alcances resultaron difíciles de valorar. El
“empoderamiento” comunitario siguió el mismo camino.
Hoy día, a una década de la implementación de la APS en Paraguay, y a 40 años de Alma Ata,
decisiones y acciones sobre la salud de la población, emanadas de las relaciones de poder, que inciden
en el cuerpo mismo de la sociedad, se declaran interorganizacionales, transfronterizas,
transnacionales, e imponen a las políticas públicas un carácter globalista, tendiente a
unificar/estandarizar la problemática del área, así como las respuestas a la misma.
Así, el Paraguay se halla inmerso en llevar adelante los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS),
productos de una gran Alianza Global, firmada esta vez ya en la ONU por los países miembros en el
año 2015, con 17 ODS a ser implementados con la guía de una Agenda (la Agenda 2030) y una Hoja
de ruta bien estudiadas y trabajadas, con los mismos actores de Alma Ata como protagonistas. Con
la sustancial diferencia de incorporar a prácticamente todos los ámbitos de la vida misma dentro de
los ODS, estableciendo normativas que conducen al individuo y a la sociedad por caminos bien
delimitados y controlados.
Y es allí donde el trabajo encuentra a la biopolítica como guía para ensayar consideraciones sobre las
relaciones de poder involucradas, ya que todo ello lleva a proponer la consideración de una de las
estrategias de las políticas públicas de salud impuestas a nivel internacional, la APS, como
mecanismo de dominación implícito para una sociedad. Y así se llega a Michel Foucault, ya que, si
bien el término “biopolítica” se remonta a principios del siglo XX, su uso se expandió en las ciencias
humanas gracias al citado pensador.
Este trabajo sustenta entonces su marco teórico en lo que se considera la fuente filosófica sobre la
temática mencionada, el pensamiento de Michel Foucault, desarrollado a lo largo de sus cursos en el
College de France, en sus textos, resúmenes y entrevistas, fuente a la que el mismo autor denominó
“caja de herramientas”. Sus indagaciones en torno a la biopolítica y al biopoder vienen siendo
3. discutidas desde hace décadas, por numerosos pensadores, particularmente por autores italianos como
Negri, Agamben, Esposito.
Se toman como ejes el pensamiento foucaultiano sobre biopolítica y biopoder, se interroga la
compleja articulación en el núcleo mismo del concepto, la relación entre la vida y el poder político,
complejidad no sólo debida a la polisemia de componentes del término mismo, sino especialmente
por las modalidades de vinculaciones entre ellos, integrando al constructo la gubernamentalidad y la
medicalización; se suman su arqueología del saber y genealogía del poder, apoyando los saberes y
sus prácticas en esferas varias y disímiles, junto con el entramado de fuerzas que se entrecruzan
conformando relaciones de poder con la visión foucaultiana, presentada en su microfísica del poder;
se intenta abordar el tejido político del estado y la población como realidad viviente, sobre la que se
ejerce el poder, específicamente en cuanto al campo de la salud pública, poniendo entre paréntesis las
categorías jurídicas y apartando a los universales en cuanto a causas primeras y últimas de las
relaciones de poder desiguales que de hecho se dan.
Se ensaya la utilización de la “caja de herramientas” para interpretar las relaciones de poder, el
ejercicio del poder, que se materializa al interior de las APS, las influencias y conexiones entre el
conjunto del poder global y la orientación de las políticas de salud del estado. El entendimiento de
los mecanismos políticos de sujeción y los dispositivos de producción de subjetividades se basa en la
exégesis del biopoder, la biopolítica, la gubernamentalidad, como guías que nos conducen a visualizar
lo implícito de la dominación, ya explícita al hacerlo, y vislumbrar la posibilidad de instalar el debate
sobre el poder, el saber, el saber – poder, la “gobernanza”, el poder pastoral y las estrategias de salud
colectiva, los delineamientos globales y los agenciamientos, con fuerte incidencia en casi cada Estado
Nación en desarrollo o subdesarrollado.
Si se puede instalar el debate, tal vez también se pueda iniciar un proceso de concienciación acerca
de la posibilidad de cambiar lo que aparenta inmutable.