Este documento discute la necesidad urgente de una transición hacia la sostenibilidad debido a los límites planetarios que se están alcanzando. Explica que el desarrollo sostenible significa satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras. También destaca que el crecimiento poblacional está exigiendo más recursos que el planeta puede soportar a menos que haya un cambio radical hacia sociedades sostenibles. Finalmente, enfatiza que se requiere una profunda revolución cultural para lograr este cambio.
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Revolución energética y sostenibilidad: hacia una transición necesaria
1. REVOLUCIÓN ENERGÉTICA Y
SOSTENIBILIDAD
Alumna: Gornati, Melisa Romina.
Tutora: Rodriguez, Florencia.
Materia: Ciencia, tecnología y sociedad.
Postitulo en Enseñanza superior de las Ciencias Naturales.
2. Medio ambiente y desarrollo
sostenible.
Las alertas emanadas por el planeta resuenan sin descanso en
pos de acciones tendientes a revertir la cultura de destrucción
instalada: la que se basa, desde hace siglos, en una ingeniería
del aprovechamiento exhaustivo de todos los recursos
naturales, con la máxima eficiencia que la racionalidad
alcanza a través de la ciencia y la tecnología, pero en la que
los valores humanos básicos, como el derecho a la vida y su
subsistencia, son poco menos que declaraciones vacías. Sin
embargo, de la autoconciencia del lugar que al hombre le
corresponde en el cosmos provienen las ideas del cambio de
cosmovisión, precisamente desde una necesidad de
preservación humana que responde a las alertas, y se propone
rediseñar un nuevo proyecto de mundo sostenible.
4. PERO...¿QUÉ ES EL
DESARROLLO SOSTENIBLE?
El desarrollo sostenible puede ser definido como "un desarrollo que
satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la
capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias
necesidades". Esta definición fue empleada por primera vez en
1987 en la Comisión Mundial del Medio Ambiente de la ONU.
El concepto de sostenibilidad parece que subyace en la
supervivencia de los pueblos a lo largo de la historia de la
humanidad. Hay un enorme legado, en ese sentido, que fortalece
la idea de que la corta vida humana se prolonga en aquellos que
vendrán, como un consuelo infinito a la falta de eternidad. Sin
embargo, ese legado hoy cobra un contenido diferente. Los
entendidos afirman que asistimos a un momento en que ese
concepto, a partir de la interpretación de los
datos tecnocientíficos, surge por vía negativa, es decir, es
producto del inminente colapso planetario al que nos dirigimos si
lo insostenible a corto plazo no se troca en sostenible. Esta realidad
es totalmente nueva.
5. CRECIMIENTO POBLACIONAL
VS. PLANETA TIERRA
Con el crecimiento de la población hay un aumento de
necesidades alimentarias, de vivienda, tierra, agua,
energía, atención de salud, educación, trabajo, etc.
Requerimientos poco resueltos en el mundo global, en
gran parte, como causa de la mala distribución de los
recursos. No obstante, ya no se trata solo de cooperar
estratégicamente para disminuir la pobreza, y que los
recursos lleguen en forma equitativa con un sentido de
justicia social, tan escaso hasta ahora; sino que, a esto, se
suma una real imposibilidad física del planeta, de cubrir
esas necesidades, al menos que se implementen con un
compromiso mundial serio, las soluciones de sostenibilidad
posibles. En ese sentido la sostenibilidad actual está
cargada de un sentido totalmente nuevo.
7. Hacia
una revolución cultural...
Las evidencias son contundentes. La problemática descripta constituye solo
un ejemplo, de todos los que están produciendo el estrés planetario: no
puede retrasarse más la transición a la sostenibilidad.
Es el tiempo de lograr sociedades sostenibles que sean capaces de satisfacer
las necesidades vitales de la humanidad, guardando el delicado equilibrio
con el medioambiente que ya ha fijado el límite de tensión máxima que es
capaz de resistir.
La empresa no es simple. Se precisan revoluciones, cambios radicales, que
impliquen nuevas maneras de pensar problemáticas esenciales tales como la
provisión energética, el uso del agua, el consumo, la distribución de la
riqueza, la relación entre desarrollo y crecimiento, entre otros.
Se habla de la necesidad de una profunda revolución cultural. Este
concepto involucra, no solo a la política, la economía, la educación, sino a
la ciudadanía toda, interpelándola a la participación y potenciando la
capacidad de generar transformaciones sociales claves.